Mi obsesión por mi padre (parte 1)
Desde la pubertad, super que estaba obsesionado con mi padre..
Me presento, soy Mauricio, tengo 32 años, Mexicano, fisicamente no soy muy alto, mido 1.67 soy delgado peso 60kg, semi velludo, con barba cerrada, ojos cafes y cabello negro, complexión normal, no diré que soy atlético, ni nalgón, ni vergón, normal.
Siempre supe que me gustaban los hombres, desde niño fantaseaba con ser mujer, y desde muy chico sentí una admiración por el cuerpo de mi papá, el se llama Ramón, actualmente tiene 53 años, el si es alto, mide 1.85, delgado, pesará unos 80 kg, muy velludo, ancho de la espalda, fornido por haberse dedicado muchos años al trabajo físico, es lo que en México se conoce como todologo, mecánico, plomero, electricista, etc.
Recuerdo que de niño, como a los 5 o 6 años, me bañaba con el, y me encantaba ver su cuerpo desnudo, con 26 o 27 años, su cuerpo lleno de pelos, su verga oscura, circuncidada, cabezona y sus testículos llenos de pelos, sus nalgas peludas y redondas, su pecho firme, para mi, siempre fue una atracción muy natural, no con morbo. Mas o menos a esa edad, recuerdo haberlo visto orinando, íbamos en su camioneta y el estaba tomándose una cerveza y cuando le dieron ganas de orinar, estacionó el vehículo, abrió el cofre y orinó sobre el motor, yo por el parabrisas de la camioneta, pude ver perfectamente su verga orinando y recuerdo haber disfrutado mucho esa imagen.
Siempre fui muy precoz, a los 9 años me la pasaba masturbándome, pensando en las vergas de cualquier hombre que conociera, imaginando su forma, color, olor y sabor, había visto porno algunas veces con un primo un poco mas grande, y aunque siempre veíamos porno hetero, yo siempre me enfocaba en ver y disfrutar al hombre de la escena, imaginando ser yo la mujer.
Un día que me quede solo en casa, teniendo 9 años, estaba masturbándome y quería experimentar algo más, pensé en la ropa interior de mi papá, corrí a su recamara y afortunadamente encontré el boxer que se había quitado esa misma mañana antes de meterse a bañar, empece a olerlo y la excitación fue inmediata, pude apreciar el olor a verga, un poco de sudor y un poco de orina, toda la mezcla de olores impregnaron mi cerebro, y así, hincado en el suelo de su recamara aspirando sus boxers usados, terminé por eyacular.
Esa noche, me fui a la cama muy excitado, imaginando la verga de mi papá, como se vería erecta, de mas chico la había visto, pero sin erección y aun así me parecía grande, imaginaba olerla, besarla, chuparla, lamer sus pelos de los huevos, y asó me masturbé cada noche pensando en mi papá.
Inevitablemente a partir de ahi, no podia verlo de la misma manera, cada q lo veía, lo abrazaba, lo olía, pensaba en el como un hombre y ya no como mi padre, pasaron un par de semanas, y una noche que no podía dormir, pude escuchar ruidos que venían de su recamara (mi recamara era contigua a la recamara de mis padres), y en cuanto me acerqué me di cuenta que estaban teniendo sexo, escuchaba el golpeteo de la penetración y los gemidos ahogados de mi madre… -Que suerte la de ella! – pensé. Tristemente la puerta estaba cerrada y no tenía forma de verlos, pero si de escucharlos, me quede quieto escuchando toda la acción, entre gemidos de mi madre y la respiración agitada de mi padre, que parecía que bufaba, yo estaba en un trance que disfrute mucho, me masturbaba escuchando como mi padre se cogía a mi mamá, el sonido de la penetración fue acelerando y sabía que venía el climax, mi papá empezó a gemir levemente, eran casi gruñidos que iban aumentando en duración exponencialmente, hasta que un grito ahogado y fuerte me dejó claro que había tenido un orgasmo, y casi simultáneamente yo con el.
A partir de esa noche, empecé a prestar cada vez más atención a esos sonidos, y pronto me di cuenta, que mis padres llevaban una vida sexual muy activa, cogían como 3 o 4 veces por semana, aprendí mucho sobre los gustos de ambos, por ejemplo, aprendí que a mi mamá es sumisa, multiorgasmica y no le gusta el sexo anal, por el otro lado, aprendí que a mi papá le encanta que le mamen la verga, coger de perrito y se muere por metersela por el culo, yo me llenaba de frustración cuando le decia a mi mamá «ufff que rico me aprietas la verga», si tan solo se imaginara lo rico que se la apretaría yo con mi culo.
Yo aun no lo sabía, pero estaba a unas cuantas semanas de apretarle la verga a mi papá con mi culo… Continuará.
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