Mi padrastro me enseñó
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo inició una mañana de vacaciones, mi madre trabajaba desde temprano y yo podía quedarne en casa a dormir hasta tarde y siempre estaba sola.
Mi padrastro y mi mamá llevaban una relación de casi 8 años, yo estaba por cumplir 14 y él prácticamente era mi padre. Ambos nos conocíamos y nos queriamos, él me enseñó muchas cosas en mi niñez y algo aún mejor en mi adolescencia. Ese día yo dormí como de costumbre hasta tarde, desperté cuando escuché la puerta de casa abrirse, escuché pasos acercandose a mi recámara y alguien abrió la puerta, yo fingi estar dormida, mi padrastro me habló y al no recibir respuesta se acercó a mi y se recostó conmigo, seguí sin moverme y de repente sentí sus manos abrazandome no de la manera habitual sino temblando, después apretó su pene en mis nalgas y comenzó a frotarse despacio, yo sentí terror y me moví alejandome de él, cuando lo hice se volvió a acercar a mi y con sus labios besó mi cuello y mi espalda, no sabía qué hacer pero era algo nuevo, aquellas caricias me gustaban más de lo que quería admitir y mi cuerpo aceptó pegándose al de él
Y al darse cuenta me rodeó con sus manos y comenzó a subirlas hasta llegar a mis pechos, nunca nadie me habia tocado y me volví loca, de repente sentí un calor intenso y mi vagina se humedecia con cada toque, él continuaba besandome y acariciandome mientras yo atinaba solo a gemir despacito, en un instante me volteó y se colocó sobre mi. Ahora su lengua torturaba mis pesones que estaban duros como nunca los habia sentido, mi sexo ardia y dolía de tanto placer reprimido.
Él continuaba chupando mis pechos y frotando su miembro sin quitarse la ropa en mi vagina. Yo me perdía en esos labios que deboraban mis pezones, no sabía qué hacer con lo que estaba sintiendo, él con mucha paciencia disfrutaba de cada gemido y comenzó a prenderse más, se pegaba a mi con mayor fuerza pero sin hacerme daño.
Cada segundo mi excitacion crecía y mientras aumentaba nuestra respiración él decidió pasar al siguiente nivel. Bajó el short de mi pijama y se bajó el pantalón, me decia que era su niña, que él haría todo lo que yo quisiera y que me daría siempre todo, puso su pene que se veia enorme en la puerta de mi vagina, lo cual me aterrorizaba pero anciaba que lo hiciera, porque mi cuerpo lo pedia, sabia que eso era lo que estaba esperando, él con calma acomodó su miembro y comenzó a meterlo poquito a poco, el dolor me desgarró al punto que comencé a llorar y le pedí que parara, pero estaba como poseido y no me escuchabs, mientras más luchaba mas me apretaba y más la metía hasta que la metió toda en mi, poco a poco fue incremebtando el ritmo de su penetracion y mientras lo hacia gemia como loco, tomó mis pechos de nuevo con su boca y me hizo suya en la forma más deliciosa que nunca he sentido, mi llanto y dolor pronto se transformaron en deseo y excitacion, cada embestida era una ola de placer para mi, algo nuevo y delicioso, él siguió hasta que no pudo más, sacó su verga y se masturbo hasta terminar y con sus manos me hizo llegar a mi, quede exhausta tumbada en la cama.
Al final me besó la frente y me dijo lo mucho que me queria y que siempre seria si nena consentida. Y se fue como habia llegado.
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