Mi padre y el soldado III
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ese día fui a dar unas vueltas a la plaza tratando de encontrar a mis amigos, pero todos estaban desaparecidos, dando vueltas por las tiendas encontré a Javier el mas grande que estaba comprando unos víveres para su casa, lo acompañe y rato hasta su casa con la promesa de pelotear un rato al llegar, el vivía casi saliendo del pueblo en una casa con un grande jardín que tenia vista al rio cercano, allí sacamos una pelota y empezamos a jugar con ella, por allí pasaban unos campesinos cargando enormes matas de plátanos, que era lo que abundaba por esos lares, al verlos Javier los saludo, parece que los conocía uno de ellos un hombre de unos 30 años se detuvo y le dio unos cuantos platanos recién cosechados, el tipo era uno de los típicos campesinos de cuerpo grueso y fuertes brazos, con el cabello un poco largo y manos toscas, algo sucios pero bien varoniles, se quedo conversando con el, le agarro la cabeza y le dio un beso en la frente y se despidió, eso me saco de onda, Javier era mayor que yo y se trataba así con otra persona.
– Oe y los conoces Javi.
– Si, trabajan para mi papa desde que nací.
– A ya con razón te regalaron esos platanos.
– Nada que ver todo eso lo han cosechado de las chacras de mi papa que esta cruzando el rio.
– A si no sabia que tu papa tenia tierras por acá, podemos ir a conocerlas.
– Claro pero después del almuerzo así les decimos que nos acompañen Pepe y los demás (Pepe era el tipo que le dio los platanos)
– YA listo y es grande tu chacra.
– Si mas o menos, esta al frente, desde la terraza se puede ver y hay zonas al lado del rio donde antes habían lagartos que daban miedo.
– Asu que miedo y yo que quería nadar en el rio.
– Pero le podemos decir a Pepe que nos haga una balsa, con el tronco de los platanos, es divertido solo hay que decirle a mi papa que nos de permiso porque la ultima ves casi llego al mar en uno de esos botes y me castigo por eso.
– JAjajajajaja que miedo.
– Ya vamos a la casa que debe estar lista la comida
– Pero no conozco a nadie de tu familia y no quiero llegar así.
– Nada no te preocupes, eres hijo del coronel Balaguer y a el todo el pueblo lo conoce y le tiene respeto.
– A si eso no sabia.
– Si mi padre le gusta ir todos los domingos a la plaza a ver los desfiles del ejercito y allí esta tu papa en el estrado viendo a los soldados.
– A si eso siempre hace, por eso los domingos casi no lo puedo ver.
– Vamos ya.
Llegamos a una casa de dos plantas con un balcón hecho de madera muy bonito y una puerta bien grande, en la sala estaba su padre en el sofá viendo el futbol, un tipo de unos 50 años algo de barriga y una camisa blanca de donde salían unos vellos negros, en su rostro una barba tipo candado muy bonita era todo un hombre, se levanto a saludar.
– Hola papa, vengo con un amigo, se puede quedar a almorzar con nosotros.
– Claro hijo ya ves que tus hermanos están fuera y somos pocos en casa.
– Buenas tardes mi nombre es Gabriel señor.
– Buenas muchacho, soy Esteban, dime de dónde eres porque por tu tono de voz no pareces de acá.
– A si soy de la capital, estoy de vacaciones.
– Un turista entonces jaja que bien y te gusta el pueblo, hace mucho calor pero en la playa te debes divertir mucho.
– SI son muy bonitas, pero prefiero el campo, es mas divertido.
– Papa el es hijo del coronel Balaguer.
– Mira pues así que tenemos un invitado especial en casa, que gusto hijo es un honor tu padre es un ejemplo de militar.
– Si espero ser igual que el cuándo crezca.
– También quieres ser militar de carrera, ojala muchacho y le pases tus gustos a mi hijo que solo piensa en jugar a la pelota.
– Jajajaja si es cierto así nos conocimos, jugando fulbito en una cancha de la villa militar.
– Seguro porque donde están pateando un balón este muchacho esta presente.
– Ya papa suficiente, que va a decir mi amigo que soy un vago.
– Eso eres muchacho, un dia le voy a decir al coronel que te meta a la base para que te conviertas en un hombrecito.
– NO papa lo mio no es el ejercito.
– Es divertido – dije yo- tienes muchas personas a quien mandar y siempre están atentos a lo que necesites.
– Eso si eres un militar de rango sino te tratan peor que a hijo adoptado jajajaja – reía el señor Esteban.
En eso llego la mama de Javier, una señora de unos 50 años bien conservada vestida de falda floreada comunicándonos que ya estaba servida la mesa y que pasemos a almorzar, todo el almuerzo fui bombardeado por el Sr Esteban en relación con preguntas de mi padre, cuanto tiempo me quedaría, donde vivía en la capital y si le gustaría quedarse unos días en su casa para estar junto a Javier sino tenia a nadie en casa con quien jugar. Al se Javier dos años mas grande me sentía un poco incomodo parecer su hermano menor, pero el no se hacia problemas ya que sus otros hermanos le llevaban mucha diferencia y vivían en la capital y otros fuera del país.
-Papa me das permiso para ir a la casa de la chacra para mostrársela a Gabriel.
– Esta bien pero le diré a Pepe que los cuide sino te vas a escapar a otro lado y ya sabes lo que paso la ultima ves.
– Pero pa eso es lo mas divertido de ir a la chacra, le dije a Gabriel que podíamos hacerlo.
– Nada la ultima ves te dije que nunca mas, o te quieres ahogar en el mar, ya sabes nada de balsas de platanos, y perdón Gabrielito pero eso es peligroso y no quiero tener problemas con tu padre que tan buena persona es.
– No se preocupe Sr Esteban, entiendo haremos otras cosas, seguro que hay mucho que conocer.
– Si pueden ir a cosechar platanos o a cazar camarones al rio.
– Me dijo Javier que hay lagartos y me da miedo.
– Jajajajaja esos lagartos hace tiempo que se extinguieron, mira sino donde acabaron. Y alzando sus piernas nos mostro unas botas de piel de lagarto bien raras.
-Claro los mataste a todos para hacerles zapatos a toda la familia, pero alguno se abra escapado de tus garras.
– Ya lo encontrare entonces jajajaja.
– Dejen de hablar de animales que la comida se enfría- interrumpió la madre de Javier- que me he esmerado en cocinar esto.
Asi paso el almuerzo, el sr Esteban llamo desde el balcón al campesino Pepe y le encargo llevarnos a la casa de la chacra, antes de eso, llame a la base diciéndole a mi padre donde iba a estar y que me recogiera cuando termine de trabajar, se lo pase al sr Esteban para que le de mi paradero y se quedaron hablando un rato. El camino a la otra casa nos tomo unos 30 minutos, hasta crusar el puente y meternos en el campo, Javier y yo íbamos detrás de Pepe el cual provisto de una vara de madera avanzaba a paso veloz mientras que nosotros algo cansados le seguíamos el paso.
Llegamos a una casa de madera con un pórtico bonito donde sobre un enorme tablón habían tallado la palabra FINCA VALLADARES, que era el apellido de Javier.
– Asu casi me muero de tanto caminar.
– Si es algo pesado llegar acá.
– ME hubieran dicho eso para traerlos en motocicleta.
– Hay si había moto porque no nos lo dijiste antes Pepe, pensé que ya la habías vendido.
– No nada Javicho todavía la tengo, me duele venderla, la tengo ya mucho tiempo y aunque me falle a veces es mas fiel que mi mujer jajajaja.
– No se pero tu me llevas cargando de regreso Pepe.
– Y a mi también que no aguanto ni un paso mas, estoy todo sudado.
– Bueno si quieren métanse a la posa del reservorio que el agua esta clarita.
– YA pues pero solo si esta cerca.
– Esta atrás nomas Gabriel vamos yo te llevo.
Dimos la vuelta a la casa rodeamos un jardín y vimos unas posas grandes que eran cruzadas por un riachuelo, allí Javier se tiro al pasto cansado, Pepe nos seguía atrás ya sin su camisa y pude ver unos pectorales bien grandes, mucho mas grandes que los de mi papa, estaban exquisitos como para morderlos, se acerco a nosotros y adelanto a la posa, antes de meterse se saco el pantalón quedando en una trusa color amarillo tenia una espalda enorme, de tantas horas cargando platanos suponía, su cuerpo no tenia vello alguno, ni sus piernas, solo en las axilas y subiéndose a una roca se lanzó a la posa la cual parecía no tan profunda.
– Métanse que esta bien rica el agua.
– Ya no puedo caminar estoy muerto- decía Javier, yo a su costado sentado también me sentía morir de tanto caminar.
– Métanse o les picara las hormigas si siguen allí que hay muchos nidos.
– Carajo me había olvidado de eso – Javier se paro en un instante y se saco la camiseta que llevaba puesta y que estaba empapada de sudor, al igual que yo llevaba solo short y calzoncillos, para no mojarlos se quedo en calzoncillos.
– Vamos metete porque esas hormigas pican que dan miedo, la ultima ves me dio fiebre de tanto dolor- y con esas palabras di u brinco y me puse sobre la piedra de donde se lanzó Pepe.
– Ya pues hay que meternos, y me saque la ropa, mis calzoncillos eran unos con logo de superman bien chistosos, ya que saco risas a Pepe.
– Oe y eso eres el hombre de acero jajajaja
– Si vieras que dura se me pone no dirías eso.
– Ya métanse par de pajeritos- nos grito Pepe.
– Pajero yo mira quien habla, cuantas veces te he sorprendido pajeandote en los matorrales.
– YA sabes que mi mujer esta en el otro pueblo y tengo que darle uso o sino se me revienta de tanta leche que tengo jajaja.
– A si tu, no creo que tengas tanta, en tus pechos debes tener mas, porque parecen senos de mujer por lo grandes.
– Bien que te gusta tocarlos – con eso Javier se quedo callado y se puso rojo.
– Ya hay que meternos Javier antes que nos pique algún insecto y así me lancé al agua y nade cerca a Pepe- Lánzate Javier esta calientita el agua.
– No quiero, me quedo acá.
– No seas berrinchudo Javicho que acá te voy a enseñar a nadar como antes.
– Ya se nadar no necesitas enseñarme nada.
Yo me quede allí chapoteando alrededor de Pepe, echándole agua y pasando por debajo de sus piernas, era un pes en el agua, asi me quede cerca de el y vi como movia sus pectorales me daba risa, verlo asi, sus tetillas no tenían nada de vello y parecían dos biberones.
– Como lo haces Pepe a mi no me sale.
– Claro no te sale porque eres mas plano que una tabla.
– Entonces tengo que esperar que me crezcan mis pechos al igual que mis bellos.
– No solo eso, tienes que hacer ejercicio para sacar pecho como yo – en eso Javier se lanzo a donde estábamos los dos.
– Mira a mi ya me sale un poco y con esfuerzo movía un pecho ya que tenia ya formado sus músculos pectorales.
– Mira pues, tan chiquillo y ya te sale, yo me demore mas tiempo, pero solo se te mueve una chichi, tienes que practicar mas
– No es chichi pendejo, las tuyas si son chichis de mujer y peor aun de bailarina tetona.
– Jajajajajajaja y no quieres que te de pecho como de chiquito.
– Ya no, ya no me engañas como antes.
– Porque lo dices Javier. Pregunte yo
– Es que cuando era mas chiquillo el me hacia chuparle la tetilla diciendo que salía leche como con las mujeres.
– Jajajjajajaja yo te dije la verdad pero tu te equivocaste donde chupar jajajjajaja
– Jajajajajjajajaaja todos reímos.
– YA no se rían los dos eso fue hace mucho.
– Pero acaso no te enseñe yo de donde le sale la leche a los hombres.
– Si pero eso fue porque te pille haciéndote la paja.
– Siempre fuiste muy mirón Javicho.
– Pero tu eres el que me enseño a mi a pajearse Javier – dije yo.
– Que nadie te había enseñado eso antes.
– No nadie, no tengo hermanos mayores y no hablo de sexo con mi padrasto.
– Si pero a ti no te sale leche todavía te falta un año por lo menos.
– Me sale un poco de aguita nomas.
– Nos hacemos una paja para que veas como es- dijo Javier.
– No Javicho que va a pensar tu amigo que soy un pervertido.
– No te preocupes, ya he visto desnudo a mi papa muchas veces.
– Si pero es diferente.
– Anda pues hay que hacerlo antes que se me baje la erección- y Javier se paro en cima de una roca y nos mostraba su pinga ya parada.
– Cada ves te crece mas Javicho, vas a ser igual a tu padre de pingon.
– Y tu como sabes que mi papa es pingon, se la has visto acaso.
– Si el siempre se baña calato aca, cuando viene.
– A si jajajaa voy a perseguirlo para verlo.
– YA hay que hacernos la paja- dije yo. Y subiendo en la misma roca me baje los calzoncillos.
– Mira toda paradita y sin pelo, pero ya estas echando unas gotas.
– YA pues ahora tu Pepe, te toca.
– Mejor yo se las hago a los dos- y agarro nuestras pingas y empezó a pajearnos, lo hacia despacio pero fuerte, a Javier le gustaba tanto que apretaba su mano con las suyas para que lo haga mas fuerte, yo también movía mis caderas para sentir mas rico, y Javier se mordía los labios y se arqueaba mas, unos 3 minutos mas y gemía mas fuerte, se notaba que se iba a correr, vi a Pepe acercarse a el y abrir la boca, en eso Javier soltó unos cuatro chorros de leche que dieron en la boca de Pepe, yo estaba tan caliente que al ver eso con mis manos agarre su cabeza y la lleve a mi pinga y se la metí en la boca Javier se sorprendió , mientras yo me movía como loco con la pinga dentro de la boca de Pepe así un rato hasta que el se aparto.
– Hay muchachito bien pendejo eres, te aprovechas de mi que va a decir mi Jefecito, que soy un puto,
– Nada Pepe estoy molesto nomas porque no me la chupaste a mi.
– Ya para la próxima Javicho, para la próxima que he has llenado de leche toda la boca.
– Si estaba arrechísimo, y tu Gabriel es tu primera chupada?
– No es la segunda, pero lo haces mejor.
– Hay mira este pendejo, ahora soy un puto profesional, no te pases de vivo Gabrielito y quien te la ha chupado, alguna noviecita en tu colegio?
– No, fue aca en el pueblo, el dia de ayer, un soldado que mando mi padre a cuidarme.
– A si no me digas y como se llama ese soldado?
– Luciano pero no se su apellido, tiene como20 años y está en la base militar, su tío es pescador en la playa .
– A si creo que lo conozco o por lo menos a su familia, hacen viajes a los turistas en la playa con su bote, porque son pésimos pescadores, por eso lo mandaron al ejercito al muchacho, no pescaba ni una sardina jajajaja.
– Pero con la boca es experto, me la chupo un buen rato.
– Eres un pervertido Gabriel y eres mi menor todavía, todos los capitalinos vienen a tirar a nuestra tierra nomas.
– Debe ser que ustedes son muy complacientes como Pepe.
– Jajajajaja, yo lo hice porque nos tenemos confianza con Javicho pero tu casi me has violado el día de hoy.
– Ya no que fuera para tanto.
– Ya se refrescaron asi que vamos a salir a cambiarnos para mostrate la finca Gabrielito.
Y así nos salimos, pude ver que el calzoncillo de Pepe todavía estaba bien hinchado, como Javier salía adelante nuestro, yo le agarre la pinga a Pepe sin que se diese cuenta Javier y le di un guiño, nos salimos pusimos nuestra ropa y fuimos a dar vueltas a donde los otros campesinos estaban, así paso la tarde entre arboles, comiendo platanos y jugando haciendo flechas de pequeños carrizos.
De regreso cuando regresamos, Pepe y yo estábamos cansados para caminar, Pepe cargo a Javier en hombros y aunque ya era bien grande se subió, otro trabajador me dijo para que me subiese encima suyo al igual que Javier y yo no desaproveche esa oportunidad para ahorrar todo ese tramo, llegamos a la casa cargados por ellos dos y un grupo mas de trabajadores los cuales firmaban un cuaderno de trabajo, antes de llegar pude ver la camioneta de mi padre y a el sentado en unas bancas fuera de la casa acompañado del Sr Esteban, conversando animadamente.
– Hola papa ya llegaste, buenas tardes Sr Esteban.
– Que haces allí muchacho bájate del señor, que debe estar cansado, perdone Don Esteban pero este muchacho es muy vago.
– No se preocupe patrón no pesa mucho y nosotros nos ofrecimos porque el tramo es largo- les decía Pepe.
– Si papa además es culpa de Pepe por no llevarnos en moto.
– Te pasas Javier encima te carga y le echas la culpa, que va a pensar el coronel, que los tratamos de esclavos a los muchachos.
– Nada que ver patrón, si Javier es como nuestro hijo, de chiquito siempre lo hemos cargado.
– Ya ves papa a el le gusta cargarme.
– Te pasas muchacho te pasas.
– Bueno Don Esteban ya se hace tarde y tenemos que regresar a casa, a sido un gusto conocer a su familia.
– El gusto a sido nuestro y espero que nos visite mas seguido ya sabe que esta es su casa y haber si le da permiso a Gabrielito para que se quede unos días aca, mire que prefiero que Javier se quede aca a que este vagando por el pueblo con todos esos peloteros que hay.
– Si Sr déjelo quedarse unos días, vamos a ir a sembrar platanos a la chacra.
– Caray muchacho no digas eso que pensara que lo buscamos para hacerlo trabajar nomas
– Bueno creo que necesita trabajar un poco porque también anda de vago por la villa.
– Gracias papi me portare bien no te hare quedar mal.
– Todavía no te doy permiso, de eso hablaremos en la casa.
– Esperaremos su respuesta o su visita el domingo después del desfile en el pueblo para un rico almuerzo.
– Se lo agradezco mucho Sr Esteban, y ahora si me tengo que retirar, despídete Gabriel.
– Hasta luego Sr Esteban, te llamare llegando a casa Javier, gracias Pepe por cargarme.
Y caminando a la camioneta vi allí a Luciano en el asiento del conductor y con una seña le enseñe a Pepe quien era, el solo se rio.
Hola, es fascinante tu historia! Hermosa por donde lo mire! Sube mas que me quede con intriga. 😊un fuerte abrazo 🤗