Mi padre y mis amigas. Parte 6
«Porno, helado y Antonia».
Nuestra estadía en la cabaña había terminado, me despedí del bosque y de todo lo que había ocurrido allí, emprendimos el viaje de regreso y volvimos a la ciudad, a nuestra casa, a nuestra vida normal.
Han pasado dos semanas desde que volvimos del bosque, mi padre salía a trabajar a la mañana y volvía a la noche, mi madre trabajaba en un estudio jurídico a la mañana y a la tarde lo hacía desde casa. A mí y a Ezequiel aún nos quedaba un mes de vacaciones, me levantaba tarde y pasaba la mayor parte del tiempo dentro de la casa, de vez en cuando venían a casa alguna de mis amigas a pasar el rato, en cuanto a Ezequiel pasaba mucho tiempo fuera de casa, especialmente los fines de semana donde volvía tarde. Tal como me lo esperaba mi hermano tubo mucho enojo hacia mi padre cuando le conté sobre nuestra relación secreta, pero con el paso de los días ese enojo se convirtió en comprensión, pero el que lo haya comprendido no quiere decir que nos lo haya perdonado, solamente me interesaba una cosa de él y era que guardara el secreto, y eso hizo.
Mi madre no sabía que era Ezequiel quien realmente se la folló en el depósito de la cabaña, y él a pesar de desearla tanto no se animaba a confesarlo. No he hecho ni he visto nada sexual desde que volvimos de la cabaña, nunca podía estar a solas con mi padre ya que él pasaba casi todo el día fuera de la casa, los pocos momentos en los que estábamos a solas los usábamos para regalarnos unos besos y disfrutar algún que otro manoseo.
En cuanto al divorcio de mis padres cada día se volvía más notable, todos los días descubría pistas de esa ruptura inevitable que se aproxima, solo era cuestión de tiempo hasta que ambos se decidieran a darnos la noticia a mí y a mi hermano. Mi vida estaba llena de estos problemas y yo siempre trataba de despejar mi mente.
Era jueves a las 14:30, yo estaba sola en la casa, mi padre trabajaba, mi madre fue a una reunión al otro lado de la ciudad y Ezequiel salió con sus amigos al mediodía, asique invité a mis amigas a pasar el rato, solamente pudieron venir Marcela y Antonia, hacía mucho calor y la piscina estaba bastante verde, asique subimos a mi habitación. Pusimos el aire acondicionado, cerramos las ventanas y las cortinas y nos encerramos a ver videos musicales en YouTube, mi hermano me había enseñado a controlar la televisión con mi tablet que me regalaron, asique podíamos ver los videos en la televisión usando la tablet como control remoto. En un momento veíamos un videoclip de una cantante llamada “Tini Stoesel”, al verla Anto dijo que escuchó que esta cantante tenía un video prohibido, Marcela y yo nos quedamos algo sorprendidas y a la vez algo curiosas ¿Será eso verdad? Me daban ganas de hacer algo para sacarme la duda pero no me animé, y de alguna manera Marcela me leyó la mente y lo hizo por mí. Marce tomó la tablet y empezó a buscar en internet el video prohibido del que hablaba Anto, lo que ella hacía en la tablet lo veíamos en el SmartTV. Marce entró a una página porno llamada XVIDEOS, Antonia le empezó a decir que saliera de esa página asquerosa, pero Marce no le hizo caso. Lo cierto es que a Anto no le gustan mucho este tipo de cosas, y eso que no es virgen, una vez solo para molestarla nos pusimos a ver un video gore de unos narcos decapitando gente, era bastante violento y repulsivo, lo peor fue que mi padre entró a la habitación y nos descubrió, por supuesto que se enojó mucho ya que no teníamos la relación que tenemos ahora.
Marce encontró el video prohibido de Tini Stoesel y lo reprodujo, empezamos a ver el video en la pantalla del televisor, la chica estaba acostada en la cama masturbándose y se grababa con el celular, no sé porqué pero lo terminamos viendo hasta el final, aunque la chica se parecía bastante comprobamos que era un video falso. Cuando terminó el video Marce comenzó a bajar y a observar otros videos que habían en la página. Por supuesto que Antonia volvió a insistir y pidió que volviera a poner los videos musicales, pero Marce no le hacía caso.
De repente escuchamos el sonido de un auto llegando, en ese momento me bajo de mi cama y salgo de la habitación, bajo las escaleras y observo por la ventana del living que el auto de mi padre se está estacionando. Las chicas desde el extremo de arriba de la escalera me observan y les digo que mi padre llegó, que no se preocupen que vuelvan a la habitación y que me esperen, ellas me hicieron caso y volvieron a mi cuarto. No sé qué hace mi padre aquí, ésta no es su hora de llegar, espero que no sea nada malo. Cuando entró a la casa lo recibí y le avisé que estaba con unas amigas, él dejó su saco y su bolso en el sillón del living y fuimos a la cocina, él estaba con una camisa blanca y con un pantalón gris oscuro, abrió la heladera y se sirvió en un vaso un jugo fresco, le pregunté por qué llegó antes y me dijo que en el trabajo le dijeron que debía hacer un viaje hoy a la noche, un asunto de negocios en otra ciudad, por eso lo dejaron salir antes para que se prepare con tiempo y arme su equipaje.
Mis amigas estaban arriba pero yo me comportaba como si estuviéramos solos él y yo.
Con el paso de los minutos fuimos charlando un poco pero mi concentración estaba en otro lado, más precisamente en sus ojos y en su cabello, mientras me hablaba yo notaba lo ajustada que le quedaba la camisa cuando movía los brazos, su atuendo le quedaba aún más sexy durante las mañana cuando se iba con el cabello mojado.
Él notaba la forma en que yo lo miraba y dejé de hacerlo, se terminó de beber su jugo, se dio la vuelta y comenzó a lavar el vaso, yo me puse detrás de él y comencé a acariciarle la espalda, subía y bajaba mis manos sintiendo la suavidad de su camisa y la dureza de su cuerpo. Cuando terminó se dio la vuelta y me miró fijamente, se inclinó un poco y me dio un beso en la mejilla, un beso muy dulce pero yo tenía algo mejor para él.
Con mi dedo le dije que se acercara nuevamente, él acercó su rostro al mío y nos empezamos a besar, él me regalaba su boca y yo la mía, era un beso suave pero intenso, me tomaba de la cintura, besaba bastante bien y no me daban ganas de despegarme, me besa más profundo haciendo rozar su lengua con la mía, lo hace con mucho cuidado. Hago unos pequeños círculos con mi lengua alrededor de la suya, mi rostro se mueve inclinándose de un lado hacia el otro, por un momento él usa sus dientes y me muerde el labio inferior estirándolo con mucho cuidado, así es como mi boca desciende por sus mejillas hasta su cuello. Cuando me preparaba para hacerle un chupón ocurre algo que me alarma, mi padre y yo nos desconcentramos de la situación al escuchar unos pasos, alguien se está a punto de entrar a la cocina, él y yo nos separamos bruscamente y en ese segundo Marcela aparece y nos ve.
Yo no sabía qué decirle, estaba con la respiración acelerada, mi padre tampoco sabía qué hacer, pero su rostro denotaba un pequeño alivio al verla, al mirarlo comenzó a transmitirme su tranquilidad, por un par de segundos se me había olvidado del secreto que existía entre los tres, no es tan grave después de todo que Marce nos haya visto así.
-Vaya que… que… que sorpresa –Dijo ella tomando la palabra.
-Gusto en verte de nuevo Marcela –Decía mi padre.
-Perdónenme por entrar sin tocar, bueno… eso lo diría si los hubiese encontrado en una habitación, no aquí en medio de la cocina.
Hacerse la chistosa es su especialidad, pero creo que no era el momento para bromas.
-Qué haces aquí –Le dije con un tono de irritación.
-Tú qué crees, vine a buscarte, tardabas mucho y vine a ver qué pasó.
-Fue culpa mía –Dijo mi padre antes de que yo responda –Observé lo hermosa que se veía Karen con esa musculosa y ese shortcito rosado, comenzamos con un pequeño beso pero no me pude detener, fue algo espontáneo.
Marcela escuchó lo que dijo mi padre y su actitud comenzó a cambiar, empezó a intercambiar miradas de pretensión con mi padre. Aún había una cuenta pendiente entre los dos, y al parecer Marce quería llevarlo a cabo ahora mismo.
-Pues ya estoy aquí, los besos pueden continuar, que tal si lo hacemos como una competencia, tu padre debe decidir quién de las dos lo besa mejor.
-No, eso no sucederá –Le dije con firmeza y seriedad.
-¿Qué? ¿Por qué no? Acaso vas a empezar a ponerte celosa ahora después de tanto –Dijo Marce.
-No, no es eso.
-Entonces qué, porqué no podemos hacerle pasar un buen momento a tu papito, podemos darle placer a su boca y a otra cierta parte de su cuerpo.
-Para qué ¿Para que dentro de cinco minutos llegue Antonia a la cocina y nos descubra? ¿Y luego por la calentura se una a nosotros? ¿Acaso quieres incluirla a ella también a esto? No sé tú pero yo creo que con tres somos suficientes.
-Bueno… sí… okey… creo que tienes razón, no te pongas así, lo siento.
Le dije que no estaba celosa, simplemente que debemos deshacernos de Anto primero, cuando ella se vaya y nos quedemos los tres solos entonces sí podremos hacer todo lo que ella quiera. Ambas estuvimos de acuerdo, pero no sabíamos cómo hacer que se vaya sin que sospechara algo. Mi padre dijo que si queríamos hacer que se fuera debíamos hacer algo que a ella no le guste, fue cuando yo le propuse mirar porno en la tele, cosa que a Antonia no le gustaba, pero no creo que eso sea suficiente, asique Marce propone hacerla sentir más incómoda aún mirando porno con mi padre en la habitación con nosotras. Claro que me negué, no porque no quisiera sino porque era demasiado descabellada, aunque cuanto más descabellado mejor, ya que queríamos espantar a Antonia lo más rápido posible, el plan funcionará si lo hacemos bien.
Marce y yo nos fuimos de la cocina con el plan acordado entre los tres. Mientras subía las escaleras se me vino a la mente otra cosa, Marcela tenía razón, sí estoy celosa de que ella se acerque a mi padre, pero eso a él le encanta y no se lo puedo negar, tengo que seguir escondiendo mis celos por ahora. Entramos de nuevo a la habitación.
-Porqué tardaron tanto –Preguntó Anto bastante impaciente.
-Lo siento, Karen se quedó charlando con su padre.
-Sí, así es, vio que tenía la pantalla rota en mi teléfono y le estuve contando cómo se rompió.
Cerramos la puerta y nos acomodamos de nuevo, yo en mi cama y Marce en el sillón junto con Anto, la habitación estaba un poco oscura ya que habíamos cerrado las cortinas. En ese momento Marcela tomó la tablet y empezó a buscar otro video porno en la página, Antonia empezó a protestarle pero le dijimos que ya estábamos aburridas de ver esos videos musicales, queríamos ver algo más interesante.
-Solamente será un video… o dos, y luego lo sacamos –Dijo Marce mientras buscaba.
Pues al escuchar eso Marcela se puso a buscar el video más morboso posible, teníamos que incomodarla lo más posible para que se vaya. Así fue que Marce abrió un video de una orgía, donde 3 mujeres y 2 varones estaban follando en una cama grande, el video duró como 15 minutos, Antonia se la pasó la mitad del tiempo tapándose la cara o mirando a otro lado, durante el video tubo ganas de irse pero no lo hizo. Marcela eligió otro, ésta vez era uno de lesbianas, por supuesto que Antonia se asqueó más que el video anterior, incluso hasta a mí me daba un poco de cosa ver esa clase de videos, pero al pasar de los minutos lo fui resistiendo igual que Anto, pasaron los 11 minutos del video pero a ella no le dieron ganas de irse.
Hora del Plan B, saqué mi celular y le envié un detallado mensaje de WhatsApp a mi padre. Marcela busca en la página y encuentra un video de un trío familiar: hija, madre y padre, abre el video y comenzamos a verlo. Pasan solo un par de segundos hasta que la puerta de mi habitación se abre y aparece mi padre, él nos encuentra a las tres a oscuras mirando porno en la pantalla del plasma, Marcela tomó la tablet y puso pausa al video, Antonia quedó muda y tiesa sin saber qué decir, le entró pánico en el alma, mientras que Marce y yo solo fingimos sorpresa como si no nos hubiésemos esperado que él apareciera. Yo y mi padre comenzamos a actuar montando una escena falsa para que Anto crea que esto es casual.
-Qué hacen… más bien, por qué están haciendo esto.
-Lo siento papi, es que estábamos aburridas y queríamos ver algo interesante.
-Hay muchas cosas interesantes que pueden ver en internet, no solo esto.
-Sí lo sé, tienes razón, tienes todo el derecho de enojarte.
-No estoy enojado, bueno sí lo estoy, pero al menos me alivia que no estén viendo los videos sangrientos de la vez pasada.
-Papi ya te dije que eso solo era una broma de Marcela y que solo lo vimos unos segundos, lo que pasó fue que entraste precisamente en el momento más desafortunado, igual que ahora.
-¿Ah sí? Pues a mí me parece que ya han estado viendo varios videos.
-Te equivocas éste es el primero ¿Verdad chicas?
Las dos estaban calladas y solo alcanzaron a asentir con su cabeza.
-Aja, pues es hora de que lo quites.
-¿Qué? No, por favor no, déjanos mirarlo hasta el final, solo éste video.
-No tengo garantías de lo que se van a poner a ver después de éste, y no dejaré que vuelvan a ver otro video sangriento.
-No, por favor, te lo prometo, no veremos nada raro, te puedes quedar a comprobarlo si quieres.
-¿Ah sí? ¿Segura?
-Sí, de veras, ven a ver el video con nosotras y luego cuando termina apagamos la tele.
-No claro que no.
-No me digas que no te animas a ver este video con tu hijita.
-Tú tal vez te animes, pero que hay de ellas.
-Ustedes que opinan chicas, puede quedarse mi padre a ver el video con nosotras o no.
Las dos no dijeron nada al principio, pasaron varios segundos hasta que Marcela dijo que sí, pero Anto tardó un poco más, se quedó mirándonos a los tres, parece que ni siquiera respiraba, solamente alcanzó a hacer un leve movimiento con su cabeza diciendo que sí, pero en su cabeza decía “No, no por favor, es una locura, cómo se les ocurre”. Y por último le tocó decidir a mi padre.
-Está bien, me quedaré aquí a ver el video porno con ustedes, y yo mismo seré quien apague la televisión cuando termine, pero lo haré solo con una condición.
-Descuida… nadie lo sabrá.
Pues ya estaba todo decidido, la actuación salió perfecta, ahora la situación es diez veces más morbosa que antes, si esto no hace que Anto se vaya nada lo hará. Mi padre cerró la puerta, Anto y Marce le hicieron un espacio en el sillón y él se sentó en medio de ambas, estaban bastante apretados. Marce tomó la tablet y reprodujo el video que había pausado, apenas estaba comenzando, lo que pude notar es que Antonia estaba tiesa mirando hacia abajo, tenía un video porno al frente y a mi padre al lado, su respiración se acelera y cada tanto mira la puerta, usa sandalias y veo que los dedos de sus pies están encogidos, soy mujer y puedo distinguir que eso no es excitación, es incomodidad y pánico. Ya se me viene a la mente lo que haré cuando se vaya, nos quedaremos solos mi padre, Marce y yo, y haremos lo mismo que veamos en el video, lo que suceda en el trío de la tele también lo haremos los tres aquí en ese sillón.
Solo debo relajarme y ser paciente, mientras tanto me concentro en el video: Se trata de una madre y una hija hablando en la cocina, la hija está cortando unas frutas y madre aparece por detrás, la toma de la cintura y le susurra cosas al oído, ambas toman una actitud un poco cachonda, la madre le da un beso en la mejilla y la chica se sonroja, luego le da otro y la chica deja lo que está haciendo, se da media vuelta y le da un beso pequeño a su madre, ambas sonríen y empiezan un pasional beso. Luego la madre la toma de la mano y la lleva al sillón del living, allí los besos húmedos continúan, después de un minuto comenzaron a quitarse sus prendas, la hija se quitó su blusa quedándose con su brasier y jeans. Estar viendo todo esto hizo que me interesara más ver el video que esperar a que Anto se fuera.
Con el pasar de los minutos los cuatro nos concentramos en el porno y comenzábamos a sentir los efectos. La mano me comenzaba a temblar y cada vez juntaba más mis piernas, de vez en cuando me apretaba los labios y me relamía discretamente, aunque pude notar que Anto se sentía igual. Yo estaba en la cama, el sillón a la derecha de la cama, la más cercana a mí era Antonia, luego mi padre y luego Marce a quien no la veía bien porque mi padre me tapaba, podía distinguir que el miedo de Antonia iba desapareciendo. En el video las mujeres están arrodilladas en el sillón besándose, mientras lo hacen se desabrochan el brasier una a la otra. Antonia tenía las manos juntas y apretadas contra su entrepierna, mi padre estaba estático con dos dedos en su mentón, no alcanzaba a ver el rostro de Marce pero veía que tenía una mano apoyada en el costado del sillón. En el video le tocó a la madre besar los pechos de su hija, mientras lo hacía la hija se desabrochaba su jean para empezar a quitárselo.
Noté un movimiento a mi derecha, mi padre puso su mano derecha en la pierna de Marce, ella no le dijo nada, todos hacíamos silencio. Seguimos mirando el video y yo sentía un intenso calor en mi vientre, Antonia movió un poco su mano y la puso muy cerca de la pierna de mi padre, le rozaba el pantalón lentamente, estuvo así por un minuto pero mi padre solo tenía la mirada puesta en el televisor, hasta que empezó a acercar su mano izquierda a la de Antonia y se la agarró, mi padre y ella quedaron tomados de la mano y mirando al frente. El calor que sentía en mi entrepierna ahora se trasladó a todo mi cuerpo, podía ver la erección de mi padre que estaba alzada completamente y formaba una especie de carpa con la tela de su pantalón, Antonia y Marce se la miraban de reojo y estaban igual de sorprendidas. Los tres estaban apretados en ese sillón y Antonia a cada momento se cambiaba un poco de posición para tratar de acomodarse bien, mi padre al notar eso le dijo algo que me dejó petrificada, pero a ella aún más.
-Veo que estás incómoda, te puedes sentar en mis piernas si quieres.
A Antonia se le abrió la boca inconscientemente y no supo qué responder, Marce y yo solo hicimos silencio ante esa situación esperando ver qué respondía ella, lo que hizo Antonia fue primero mirarme a mí como buscando algún permiso o alguna opinión, yo simplemente le indiqué que sí con la cabeza. Antonia se corrió el cabello hacia adelante y comenzó a acomodarse encima de mi padre, se sentó sobre las piernas de él y cuando sintió la verga parada debajo de ella cerró la boca conteniendo un suspiro que le estaba por salir, mi padre tenía las piernas cerradas y ella las tenía abiertas a los costados, quedaron así mirando al frente y con las manos de él en la cintura de ella.
Después de eso yo me bajé de la cama y dije que volvería en un momento, salí de la habitación y cerré la puerta, comencé a bajar las escaleras para irme a la cocina, tenía el pecho endurecido por todo lo que estaba pasando, creo que me costaba un poco respirar, llegué a la cocina y abrí la heladera, saqué del freezer un vaso de helado, esto me bajará un poco la temperatura, tomé una cuchara y volví a subir, voy subiendo las escaleras y pruebo una cucharada antes de entrar de nuevo a la habitación, llego a la puerta y la abro. Al entrar veo que los tres están sentados en la misma posición que antes, pero la remera de Antonia está tirada en el piso, ella está solo con su brasier blanco y su short.
-Antonia dijo que tenía un poco de calor y le dijimos que se la podía quitar sin problemas –Me explicaba Marce.
Yo solo asentí con la cabeza y me senté en el borde lateral de mi cama, allí tenía una mejor vista de los tres, pero antes de comenzar a comer mi helado dije.
-El que tenga calor se puede sacar la remera si quiere.
Y la primera en hacerlo fui yo, crucé mis brazos y me levanté la musculosa que tenía, me la saqué y la dejé a un costado de la cama, luego de eso Marcela lentamente se puso de pie y se comenzó a sacar la remera que tenía, miré a mi padre y lo vi empezando a desabrocharse su camisa, Marce dejó su remera en el suelo y observé que tenía un sostén deportivo rosado, ella se vuelve a sentar mientras que mi padre terminaba de abrir el último botón dejando a la vista sus abdominales, Antonia estaba volteada viéndolo sacarse su prenda y él actuaba normal sin mirarla ni decirle nada. Se terminó de quitar la camisa y la dejó en el costado del sillón, la poca luz demarcaba la dureza de sus pectorales y sus brazos. Antonia comenzó a ruborizarse, volvió a mirar al frente y a tener la mirada fija en la televisión, no se animaba a mirar a mi padre ni a mí. La espalda de Anto está muy cerca del torso de mi padre, seguramente podía percibir el calor de su piel y la tibieza de su pecho.
En el video ambas mujeres ya estaban completamente desnudas, estaban acostadas en el sillón haciendo un 69, pero en ese momento el padre entra por la puerta y las encuentra a las dos haciendo el amor en el living, ambas se detienen pero no se sienten tan avergonzadas, lo comienzan a llamar con las manos, el padre boquiabierto no sabe qué responder, en eso las mujeres se ponen de pie y van hacia él, lo comienzan a desnudar y a besar, la corbata y la camisa caen al suelo, el hombre va cediendo con cada manoseo y cada beso dejándose llevar por la situación.
Meto la cuchara en mi vaso y mezclo el sabor de frutilla con el de chocolate en mi cuchara, me lo llevo a la boca y noto que a Antonia le están dando unos pequeños escalofríos, la situación le está comenzando a provocar un suave temblor por todo el cuerpo, Marcela lo nota pero no dice nada, mi padre también lo nota y comienza a hacer algo para calmarla, con su mano izquierda le comienza a acariciar la espalda a Anto, le recorre con suavidad la espalda hacia arriba y hacia abajo. Antonia cierra los ojos al sentir las caricias de mi padre subiéndole y bajándole por la espalda, al principio se siente confusa pero poco a poco se va relajando y su temblor va desapareciendo, la mano de mi padre le recorre su joven piel con gran delicadeza, su mano sube y baja recorriéndole todo el largo de la espalda rosándose con las tiras traseras de su brasier, hasta que en un movimiento él sube su mano y se lo desabrocha, el brasier de ella queda abierto por detrás, Antonia no dice nada y tampoco hace ningún gesto, solo permanece así con su brasier algo flojo.
Mi padre giró la mirada hacia Marcela un momento, y luego de unos segundos apoya su mano derecha en la pierna de Marce como hace un rato, ella solo permanece inmóvil, pero luego el tacto de mi padre se convirtió en caricias, la mano de él le comenzó a recorre el muslo de su pierna izquierda, Antonia giró su cabeza hacia su costado viendo lo que mi padre estaba haciendo, él a medida que la acariciaba le iba levantando el short, dejando el muslo de ella cada vez más al descubierto. Esa parte de la prenda quedó completamente arrugada, hasta que en un momento él le agarró el muslo con fuerza y comenzó a traerla hacia él, tironeándola levemente y Marce se dejó llevar y se acercó más a él, quedando pegada a su cuerpo, Antonia mantuvo la mirada fija viendo como Marce se pegaba ellos. La cabeza de Marce estaba a la altura del hombro de mi padre, él se quedó observándola y Marce alzó los ojos correspondiéndole la mirada, a solo 20 centímetros estaba la cabeza de Anto que no se perdía detalle de lo que los dos hacían, y lo siguiente que vio fue como Marce con su brazo izquierdo le rodeó el cuello a mi padre, le puso su brazo por detrás de su cuello y siguieron mirándose.
Solo entraba una tenue luz a través de las cortinas, los cuatro hacíamos silencio, nadie prestaba atención al video, Marce giró sus ojos y miró a Antonia un momento, luego volvió a mirar a mi padre, comenzaron a acercar sus rostros, cerraron los ojos, sus narices se rozaron y luego sus labios se unieron, al sentir el contacto de sus labios abrieron sus bocas, comenzaron a darse un beso en frente de Antonia, ella no dijo nada ni tampoco se sorprendió, da la impresión que también quería que eso pasara. El beso de los dos avanzó por unos segundos, luego sus labios se volvieron a separar, mi padre notó la forma en que Antonia los estaba viendo, la miró a los ojos por un instante, le puso la mano en la mejilla y comenzó a acercarle su rostro, tan pronto como él se acercó ella de inmediato cerró los ojos y se acercó también, sus labios se tocaron y se comenzaron a besar, Anto entrelazó sus dedos con el cabello de él mientras le besaba la boca, sus labios hacían chasquidos, podía distinguir la lengua de ella buscando la de él. Marce y yo observábamos como mi padre y Anto se besaban por primera vez.
Sin despegarle la boca, mi padre la pone a Antonia a su costado izquierdo, donde estaba sentada al principio, Marce le apoya el brazo en el hombro y mi padre se voltea a besarla a ella, Marce lo besa mientras le comienza a manosear la verga por encima del pantalón, sigue igual de dura que hoy. Yo solo permanezco sentada mirándolos a los tres, me como mi helado observando el espectáculo. Mientras él y Anto se besan con intensidad, Marce comienza a desabrocharle el cinturón y a bajarle el cierre, le mete la mano y saca afuera la venosa y larga verga dura de mi padre, no se la chupa de inmediato sino que lo comienza a pajear, él despega su boca de la de Anto lanzando unos suspiros de placer que hacen que Marce se la sacuda más fuerte. Antonia afloja sus brazos dejando caer su brasier y lo vuelve a besar, Marce toma la mano de ella y le hace tocar la verga de mi padre, Anto se la agarra fuerte y después de unos segundos agacha la cabeza y se la empieza a chupar, cierra los ojos y comienza saboreándole el glande, con su mano Marcela sostiene la verga apuntándola hacia arriba mientras Antonia lo chupa, hondea su cabeza haciendo círculos con su boca, mi padre le recoge el cabello haciéndole una cola de caballo para que no le estorbe mientras se lo chupa.
Mi helado está a punto de terminar, veo trocitos de frutilla en el fondo del vaso. Marcela despega su lengua de la de mi padre y se pone de pie, se comienza a quitar su sostén y lo deja en el suelo, luego de un solo tirón se bajó su short y observé que no llevaba tanga, su ropa en el suelo y ella completamente desnuda. Antonia se puso de pié frente a mi padre, se empezó a quitar el short que tenía, al mismo tiempo Marcela la ayudaba a quietarse la tanga estirándosela hacia abajo. Mientras eso pasaba mi padre se quitaba los zapatos y los calcetines, cuando los tres quedaron completamente desnudos Marce empujó a mi padre y lo hizo acostar boca arriba en el sillón.
-Yo primero –Dijo Marcela.
Ella lo montó a la altura de su cintura poniendo sus piernas a ambos lados de su torso, le tomó la verga y se la comenzó a acomodar en su conchita, mientras ella se preparaba a montarlo Antonia se colocó sobre la cara de mi padre, poniendo sus piernas a cada lado de su pecho para así acomodar su vagina en la boca de él, los sentones de Marcela comenzaron lentos, subía y bajaba sin alcanzar a cubrir toda la verga, se mordía el labio inferior sintiendo el dolor y el placer de cada centímetro de esa verga, con una mano se apoyaba en el abdomen de mi padre y con la otra se tomaba la nalga. Las manos de Anto estaban apoyadas en el pecho de mi padre, ella agachaba su cabeza sintiendo esa habilidosa lengua debajo de ella, la intensidad de sus gemidos demostraban lo rico que se sentía.
-Haaa haaaaa mmmmm ha ha si si así.
El entusiasmo de ambas aumentaba a cada segundo, Marce lazaba unos pequeños gritos de lujuria que no podía contener por la verga que se estaba comiendo, sus sentones y movimientos se reflejaban en el sillón que no dejaba de moverse. Fue en ese entonces que me di cuenta que ésta era la primera vez que Marce se follaba a mi padre, lo disfrutaba al máximo y no desperdiciaba ningún segundo. Mi padre sube con sus manos a través del torso de Anto hasta llegar a sus pechos, allí se los apretó con las dos manos haciendo sobresalir la punta de los pezones entre sus dedos.
Mi padre comienza a moverse por Marcela, alzando su cintura hacia arriba y metiéndole la verga sin que ella tenga que moverse. De mi grupo de amigas ellas eran las dos más tetonas, mi padre se las agarraba a Antonia y ella le apoyaba sus manos encima de las de él para que no deje de apretárselas. Una vez que Marce recuperó sus energías se quitó la liga de su cabello y empezó a montar como puta a mi padre, su cabellera se agitaba con cada cogida, no se molestaba en tapar sus gemidos, gritaba con total naturalidad.
-Ahhhh ahh ahh ahh ahh aaahhhhhhhh la puta madre ahhh ahh si si si ahh la puta madre que rico.
Miré hacia el televisor y observaba a la chica y a su madre arrodilladas con la boca abierta y sacando la lengua, los chorros de semen blanco les impactaron a las dos en la boca y en el resto de la cara. El video fue terminando y en la habitación solamente quedaron el sonido de los suspiros de Antonia, los aplausos de la piel de mi padre chocando con la de Marce y el crujido del sillón por los impactos que recibía. Mi helado se terminó y dejé el vaso en el suelo junto a la cama, fue en ese instante donde volví a escuchar otro sonido que nos alarmó a todos, era el sonido de un celular, el teléfono de Antonia estaba sobre la alfombra y alguien la estaba llamando.
Ella se iba a apresurar a atenderlo pero yo reaccioné rápido y le dije que yo misma me encargaba de esto, tomé el celular empecé a salir de la habitación, ella asintió con la cabeza y los tres volvieron a concentrarse en lo suyo, “ahora es mi turno” fue lo último que alcancé a escuchar antes de salir. Los dejé a los tres adentro y cerré la puerta, me quedé en el pasillo, vi en la pantalla del celular que el que llamaba era “Papi <3”, me concentré un momento y lo contesté.
-…Hola.
-Hola ¿Antonia?
-No, soy Karen la amiga de su hija, ella está en el baño ahora.
-Ah bueno, me avisó que iría a tu casa, qué están haciendo.
-Nada, solo mirando una película en la sala, hace mucho calor para estar afuera.
-Ya veo, bien hazme un favor si, avísale que el dentista adelantó una hora la cita que teníamos, asique la pasaré a buscar a las cinco.
-¿A las cinco? Bien, entiendo, no se preocupe misma yo se lo digo.
-Gracias eres muy amable, adiós.
-Adiós señor.
Cuelgo y de inmediato me pongo a hacer unos cálculos. El padre de Antonia la pasará a buscar a las 17:00, son las 16:29, significa que tiene media hora para coger.
Me doy la vuelta y entro de nuevo a la habitación, los encuentro a los tres en una posición diferente. Mi padre vuelve a estar sentado en medio del sillón, Antonia sentaba en sus piernas frente a él, apoyándole una mano en el hombro y acomodándose la verga en su concha con su otra mano. Mientras que Marcela estaba arrodillada sobre el sillón a un costado de mi padre, acercándole sus pechos que estaban un poco arriba del rostro de él, asique cuando se agachó un poco los labios y la lengua de mi padre hicieron lo suyo. Una vez que Anto logró meterse la verga adentro, comenzó a devorársela hasta donde podía, todo esto acompañado de un agudo chillido de dolor, no es para menos, cogerse a este macho no es para cualquiera. Los labios de mi padre estiraban los pechos de Marce con cada chupada que le daba. Le aconsejé a Antonia que entre más profundo le entrara menos le dolería con el pasar de los minutos, y ella aceptó hacerlo.
Marcela no dejaba descansar a la boca de mi padre, estampó sus labios con los de él, besarlo era todo un deleite no solo por sus blandos y tibios labios, sino también por los leves roces al vello de su rostro. Luego él le empezó a manosear la entrepierna, le comenzó a meter los dedos índice y del medio dentro de su vagina, la empezó a masturbar con sus largos dedos y los gemidos de puta regresaron, en ese momento él la volvió a besar aunque el beso era a medias porque ella tenía la mitad de la boca largando gemidos. Cuando me di cuenta, Antonia ya no chillaba tanto, sus dientes estaban apretados, era un suspiro tras otro. Mi padre separó su boca de la de Marcela, se acercó a Anto para ponerse a besarla, cuando sus bocas se unieron Anto le rodeó el cuello con sus brazos, mi padre le apretó las nalgas con ambas manos y la empezó a balancear sobre su verga, ahora la cogida no era de arriba a abajo sino de adelante hacia atrás. Mientras ellos se besaban y follaban Marce se puso de pie, se corrió el cabello hacia atrás y se sentó sobre las piernas de mi padre detrás de Antonia.
Comenzó por tomar a Antonia de la cintura, ella despegó su boca de mi padre y giró su cabeza a hacia atrás no entendiendo qué hacía Marcela, ella no dijo nada simplemente le respondió con caricias en el vientre y Anto la dejó hacerlo. Mi padre comenzó a besar el cuello de Antonia mientras ella se volvía a mecer sobre su verga, Marcela la abrazó por detrás uniendo sus pechos a su espalda, la cogida no se detenía, Anto se balanceaba sobre las piernas de mi padre con la verga adentro. Marce quien estaba pegada a ella por detrás comenzó a seguir el movimiento, meciéndose al ritmo de Anto, ondulaba su cuerpo de la misma forma que ella, las manos de mi padre pasaron de las nalgas de Anto a las de Marcela, los tres estaban más pegados que nunca, es la posición de la amazona más caliente que he visto.
Marce le empezó a tocar los pechos a Antonia, la comenzó a besar del cuello por atrás, se mecían al mismo tiempo, daba la impresión de que él se las estaba follando a las dos a la vez, las manos de Marce giraban en círculos sobre las tetas de Antonia, las dos gemían de las misma forma, le chupaba el cuello a Anto de un lado y mi padre del otro, la boca de Marce pasó de besar su cuello a besar su ojera, sus manos no dejaban de rodear sus pechos, los suspiros de mi padre eran cada vez más fuertes, Antonia giro un poco más su rostro, la lengua de Marce pasó de la oreja a la mejilla de Anto, le daba un profundo beso en el cachete haciendo chasquidos. Hasta que Antonia sacó su legua y la curvó un poco para sentir la boca de ella, pero en ese momento Marcela giró cerrando sus ojos con fuerza y apretando sus dientes.
-Aaaaaaaaaaahhhhhhh mmmmmmmmm.
Vi un poco de líquido transparente caer sobre la alfombra, acto seguido Marcela se desvanece y se deja caer hacia atrás, termina recostada boca arriba en el suelo. En ningún momento mi padre detuvo sus embestidas, no pasaron ni dos minutos hasta que también llegó al clímax, lo primero que hizo soltar a Antonia empujándola al suelo, ella cae y se recuesta encima de Marcela, las dos permanecen exhaustas en el piso. Mi padre se pone de pié y se masturba por cuatro segundos, hasta que su boca lanza un largo suspiro y su verga lanza un largo chorro de semen, la leche de mi padre cae sobre mis amigas, los chorros tibios terminan sobre el cuerpo de ellas, sus rostros, sus pechos y su abdomen quedan salpicados con la lechita salada de mi padre.
Todo volvió a ser silencio, la más mojada era Marcela, la habitación estaba más oscura que antes ya que el sol había bajado un poco, miré la hora y eran las 16:51. Pasaron dos minutos hasta que mi padre recuperó el aliento y empezó a levantar su ropa, las chicas se masajeaban el cuerpo deshaciendo sobre ellas el semen que tenían. Mi padre tomó su ropa pero no se vistió, solo intercambió miradas con migo y salió caminando desnudo de la habitación.
Durante los siguientes minutos le avisé a Anto que su padre la pasaría a buscar y ella comenzó a vestirse rápidamente mientras acomodaba su pelo, yo le pedí que me jurara con el alma que no le iba a contar a nadie lo que pasó aquí, y ella me lo juró, no era tan necesario que lo haga ya que se comenzó a mostrar algo arrepentida por todo. Su padre la pasó a buscar y ella se la llevó sin sospechar nada. Nos quedamos pensando con Marce sobre si nuestro plan salió mal o si salió mejor de lo que esperamos, y después de unos minutos ella también se fue, vive a solo cinco cuadras de aquí, mientras la veía irse caminando la temperatura de mi cuerpo volvía a aumentar, ahora nos quedamos mi padre y yo solos, ahora que las chicas se fueron lo tengo todo para mí, o al menos eso creía, ya que el auto de mi madre se acercaba por la calle, la maldita mala suerte se me hizo presente, ahora vuelvo a estar como al comienzo, con muchas ganas de follarme a mi padre pero sin la oportunidad de hacerlo.
Cuando llegó la noche nos sentamos a cenar los cuatro en la mesa, él no le dirigía mucho la palabra a mi madre ni ella a él, su matrimonio tiene los días contados, si tuviera que describir este matrimonio en una palabra diría que es “insalvable”. Él se cenó rápido y se fue en un taxi al aeropuerto, volverá mañana en la noche. Me fui a dormir a las 22:50 de la noche pensando en Marcela y en como quisiera que mi padre fuera solo mío y de nadie más. Estaba durmiendo pero a eso de las 12 de la noche algo me despertó, más bien era Ezequiel el que me despertó. Estaba parado junto a mi cama y se lo veía algo nervioso, no entiendo qué hace aquí.
-Karen hay algo que estoy a punto de hacer, estoy seguro de que no debo pero ya no lo resisto más, quiero que sepas que si esto sale mal no tienes nada de qué sentirte culpable.
Me da un beso en la frente y se va de mi habitación, yo no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba pasando, ni siquiera me dio tiempo a preguntarle a qué se refería. Salí al pasillo y lo vi entrando a la habitación de mis padres, mi padre está de viaje asique mi madre está durmiendo sola. En ese momento es donde me doy cuenta de ocurre, y no lo puedo creer, finalmente lo va a hacer, le va a confesar todo, me acerqué a la puerta de la habitación y los escuchaba hablar. Las primeras reacciones de mi madre fueron de sorpresa y miedo, pero luego cuando todo se fue calmando mi hermano volvió a confesarle el deseo que le tenía, claro que lo que más repetía mi madre era que a pesar de que no era su madre real ella lo quería como un hijo. Hubo un corto silencio entre los dos y observé por el agujero del picaporte.
-Me prefieres como hijo… o como amante.
Fue lo que dijo Ezequiel terminado de quitarse el bóxer quedando completamente desnudo frente a ella, yo bajé la mirada por unos segundo dándome cuenta de que aquí se acababa todo, pero de inmediato escuché unos fuertes movimientos sobre el piso, volví a espiar y vi a mi madre arrodillada delante de mi hermano empezando a comerle la verga, él lanzó unos sorpresivos suspiros, se comenzó a mamar con mucha intensidad igual que la vez pasada, solo que esta vez no tiene los ojos vendados. Ella no se enojó con su hijo, sino que por el contrario se dejó llevar por la calentura y se unió a él en un mismo deseo, al ver eso se me encendió una luz de esperanza, tal vez este matrimonio aún tiene una salvación, ahora sé lo que tengo que hacer. Voy a hacer algo tan arriesgado que si sale mal será el peor momento en la vida de los cuatro. Pero si sale bien… seremos la familia más unida del mundo.
Continuará…
[El fin está cerca, solo quedan dos capítulos más]
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!