MI PADRE Y YO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por morgan89.
Mi padre para ese entonces era un hombre que yo como niño lo veía como un hombre y con unas ganas inmensas de comérmelo todo. El es alto, tiene unas nalgas muy bien hechas y redondas que con los pantalones de trabajo (traje) se le marcaban a la perfección al igual que su sexo, su miembro se marcaba por debajo del pantalón, el no es atlético pero esta conservado y tiene bien formado su cuerpo de hombre. Recuerdo que mi papa era muy cariñoso conmigo y que él me buscaba para que me metiera en la cama a acompañarlo, pues le gustaba abrazarme cuando dormía y mi mama a veces no dormía con él para dejarme el camino libre, para mí esto era maravilloso, ya que mi padre solo dormía y hasta la fecha en calzoncillos y ya se imaginaran que esto me provocaba unos nervios y una excitación tremenda, pues el dormir con el casi semidesnudo me ponía muy caliente, yo aprovechaba en pegar mi cara junto a la de él y me tragaba su aliento pues su olor era de un varón muy rico, con sus piernas el abrazaba las mías y por supuesto yo también lo abrazaba con mis brazos y le acariciaba su espalda, sus piernas y sus nalgas pero mi papa como tiene el sueño algo pesado no sentía o si sentía no manifestada incomodidad hacia mis caricias. Yo con miedo y tembloroso siempre llevaba mis manos hacia su sexo, y podía sentir por arriba del calzón su miembro y sus testículos, siempre los sobaba y los acariciaba y su paquete era espectacular pues sentía como su pene se iba llenando poco a poco de sangre e iba sintiendo su erección a todo lo que daba, a veces llegaba a meter la mano dentro del calzón y sentía la textura de sus pelos púbicos, pero de ahí no pasaba.
Mi padre tenía la costumbre de andar solo en calzoncillos por mi casa, entonces pues yo me deleitaba con tremendo espectáculo y espero que me entiendan cuando digo “tremendo” . Una polla no muy larga pero si muy gruesa y unos testículos muy grandes que se notaban por debajo de sus calzoncillos. En las mañanas él se metía a bañar para arreglarse e irse al trabajo, mi mama por su parte seguía dormida en cama, y yo por supuesto iba a la lavadora a tomar sus calzoncillos y oler su olor a macho, su olor era muy rico de un pajarote bien puesto y unos tanates bien plantados, entremezclado con un poco de olor a orina pero todo ese juego de olores muy rico, había veces en los que de tanta excitación del olor me metía a la boca sus calzoncillos y los lamia y mordía saboreando todos aquellos olores y haciéndolos míos mientras me hacia una paja en el baño, hubo veces en las que llegaba a romper sus calzones.
Entonces se me ocurrió ir mas allá de todo eso, el es un hombre que es de buen tomar y muchos fines de semana llegaba en un estado realmente alcohólico, por mi cabeza pasaban hacerle algunas cosas mientras el dormía en ese estado, siempre estaba al pendiente de la hora en que el llegara, ahí estaba yo hasta las 2 o 3 de la mañana despierto esperando a cometer mi pecado mientras mi madre dormía a su lado, mi madre tiene el sueño pesadísimo y eso para mí era una buena ventaja a mi favor.
El se acostaba en la cama y gracias al cielo solo dormía en sus ricos y deliciosos calzoncillos, caía como una roca cae al piso pero esta vez sobre la cama, yo con pasos muy sigilosos me dirigía a el cuarto de mis padre y sin hacer ruido, iba tembloroso y a veces de tanta temblorina hasta mis dientes chocaban uno con otro como si estuviese masticando algo, del lado de donde se acuesta mi papa me agachaba quedando mi cuerpo en el área de su pelvis y entonces metía la mano debajo de las cobijas y las deslizaba sobre la cama y empezaba a acariciar sus piernas, incluso las pellizcaba para ver si reaccionaba ante ese estimulo pero nada, tal cual dormía como una roca, entonces mis manos se dirigían hacia su pene y testículos y por arriba del calzón manoseaba todo aquello que me volvía loco, mis nervios se controlaban poco a poco y empezaba a excitarme a tal grado que pronto mi pene sufría una erección, después con la otra mano subía las cobijas quitándolas de su cuerpo y haciéndolas a un lado, lo descubría por completo y podía admirar todo su cuerpo, inmediatamente mi cara se acercaba a su miembro y podía oler de nuevo ese olor tan erógeno que desprendía de su aparato, entonces mi nariz se pegaba a su calzón y se restregaba en su pene y en sus huevos al igual que toda mi cara y yo podía oler todo eso siendo mío, una y otra vez restregaba mi cara en su paquete, enseguida empezaba a lamer a chupar y a morder su pito aun por arriba del calzón, seguido de eso le bajaba ahora si el calzón y olía de nuevo su pene y toda su zona, entre mis manos tomaba ese pepino y mi boca se dirigía hacia él y lo lengüeteaba, lo comía con mi boca, lamia sus huevos y me comía sus pelos, me restregaba todo sobre mi cara y me comía todo su sexo. Mmm….
Sabia exquisito mientras manoseaba también sus nalgas, terminaba y le subía tranquilamente el calzón y lo tapaba de nuevo, me iba a mi cama y me hacia una gran chaqueta hasta explotar pensando en todo aquello que le había hecho a mi padre, no me arrepentía de todo lo sucedido, así pues puedo decir que se repetía cada vez que el llegaba borracho y todo salía perfecto hasta que un día que posiblemente no estaba tan alcoholizado y me cacho chupándole todo y como mi papa si es bien macho se espanto demasiado, pero eso es algo que no vale la pena contar, espero les haya gustado.
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