Mi padre, yo y esa charla // su semen en mi boca
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ya había pasado unas dos semanas desde que mi padre y yo nos masturbamos juntos, parecía como si lo hubiésemos olvidado.
En definitiva yo no lo había hecho, cada vez que me pajeaba era inevitable pensar en ello.
Mi padre trabaja en una oficina y mi madre en bienes raíces por ende casi nunca están en casa al mismo tiempo, como cada Jueves llegaba a mi casa a las tres de la tarde después de una clase de gimnasia.
Me quite la camisa, tome una fruta y fui a mi cuarto para terminar mis tareas.
Estaba en mi cama repleta de lapices, libros y apuntes tratando de concentrarme pero me era imposible otros pensamientos inundaban mi mente.
Baje de la cama y me dirigí al cuarto de mi padre, tome el picaporte y lo gire lentamente como si hubiese alguien, tonto ya que estaba solo.
Lo primero con lo que me tope fue con la cama, lugar donde mi padre y yo habíamos tenido nuestra experiencia, verla me hacia acordar a su velludo cuerpo, su pene, sus habilidosas manos, su semen etc.
di unos pasos y me subí a la cama poniendo mi cabeza en la almohada de mi padre respirando su masculino olor.
Cerre los ojos y empece a recordar lo que había sucedido sobre estas sabanas como respuesta inmediata mi pene empezó a endurecer bajo mis pantalones, acomode mi bulto con mi mano e inconscientemente empece a mover las caderas, imaginando como lo haría mi padre.
A un lado de la cama sus boxers estaban tirados, los tome y los examine lo acerque a mi nariz y el olor a orina y otros sustancias corporales inundo mi nariz, era casi como una fragancia para mi.
Mi pene latía al compás de mis movimientos, de pronto el teléfono sonó, dándome un gran susto.
Después de atender la llamada de mi madre decidí regresar todo a la normalidad e ir a mi cuarto para terminar mis tareas, luego de varias horas haciéndolas, viendo televisión y escuchando música mis padres llegaron, me di cuenta por el ruido del garaje abriéndose.
-Campeón, hola.
– Saludo mi padre desde el marco de la puerta de mi cuarto.
-Hola pa.
– respondí.
Cuando se fue me levante, me coloque una camisa y baje para saludar a mi madre.
Estaba en el sofá con mi teléfono cuando mi madre nos aviso que la cena estaba lista, me puse de pie y camine hasta la mesa donde un plato de pasta me esperaba.
Los tres hablamos acerca de nuestro día de como nos había ido etc.
lo que solemos hacer.
De pronto el teléfono de mi madre sonó a lo que ella atendió y se fue a la sala para hablar.
-¿Que cuentas?- pregunto mi padre enrollando unos fideos en su tenedor.
-Nada pa, cansado, eh tenido gimnasia y mucha tarea ¿tu?
-También hijo.
mucho trabajo.
– dijo mi padre tras un largo suspiro.
-Muchachos, lo siento surgió un trabajo y debo ir a enseñar unos apartamentos ¿me disculpan? llegare tarde, levanten la mesa y no se acuesten tarde, Adiós.
– Explico mi madre.
-Adiós Amor.
– Dijo mi padre levantándose de la mesa para acompañarla a la puerta.
– Adiós ma.
– dije también.
Mientras terminaba mi plato mi padre se quedo con mi madre hablando unos minutos.
-Bien ya escuchaste, hay que levantar todo esto ¿terminaste?- Pregunto mi padre tomando su plato.
-Si.
Mientras que levantábamos la mesa hablamos de fútbol, de la escuela y de nuestro viaje, cada mes mi padre, mi tío y yo vamos a la montaña para pescar.
-Terminamos.
– Exclame frotando mis manos.
-Al fin, iré a bañarme ¿sabes?- dijo mi padre aflojando su corbata.
-Yo veré una película, ¿te molesta si veo televisión en tu cuarto?- dije ya que la tv de mi padre es mejor
Mi padre hizo un gesto con su cabeza negando que le molestara y subió a su cuarto, seguido de el subí yo nada mas que entre al mio para ordenar mi cama llena de útiles escolares.
Cinco minutos después camine al cuarto de mi padre y me recosté e la cama deshecha y encendí la televisión poniendo una película.
Paso un rato y el ruido del agua caer ceso, mi padre se había terminado de bañar.
-¿Cris? ¿Estas ahí?- pregunto mi padre desde el otro lado
-Si estoy aquí.
¿que sucede?
-Me alcanzas mi toalla esta sobre la cama.
– dijo mi padre gritando.
Mire al rededor para encontrar la toalla y cuando lo hice la tome y me levante, golpee la puerta y a los segundos mi padre abrió de lado a lado saliendo de dentro del baño mucho vapor, en cuanto este se disipo pude contemplar la figura de mi padre frente al espejo con espuma de afeitar y una rasuradora en su mano, su cuerpo esplendido y mojado con un miembro viril que caía pesado y grueso con el prepucio levemente retraído y con su mano libro tratando de tapar este mismo.
Me quede inmóvil por un segundo hasta que extendió su mano llena de espuma y al darse cuenta de esto extendió su otra mano y con la que estaba llena de espuma trato de tapar su miembro.
Luego de que le di la toalla el la envolvió en su cintura un poco floja, yo volví a la cama para seguir viendo televisión, mas bien verlo a el rasurarse ya que no había cerrado la puerta.
Solo podía concentrarme en el y en su bulto, de vez en cando el giraba su cabeza hacia mi a lo que yo rápidamente regresaba mi vista al frente.
Luego de unos minutos el termino su labor y con otra toalla seco su cabeza ensañando sus axilas velludas y sus bellos bíceps.
Notar como el poso su mirada en mi, por el rabillo del ojo pude percibir como frotaba su pene por encima de la toalla mientras que con la otra frotaba sus pezones.
No podía resistirme, era como si el lo hiciera a propósito sabiendo que no resistiría girar y verlo.
Mi padre empezó a caminar hacia su closet y se apoyo sobre el aun mirandome.
La imagen de mi padre en mi cabeza con su cuerpo mojado hacia que mi pene gotera liquido pre seminal como un grifo, los pantalones del colegio son de color beige y una pequeña gota apareció en ellos, seguido de eso trate de taparla con mi mano.
-Cris ven.
– exclamo mi padre.
Aun sin mirarlo me levante y me acerque a el cuando estaba a unos pasos lo mire a los ojos, el mordió su labio inferior y con sus pulgares localizo mis pezones, los pellizco y sacudió.
Coloco sus manos en mi espalda y lentamente me quito la camisa que llevaba lamiendo mis axilas en el proceso, yo también quería probar eso así que levante su brazo y acerque mi lengua a si velluda axila pasando por sus pezones, bíceps y cuello, el tomo mi cara con sus manos y la acerco a la suya, nuestros labios se fusionaron, pude sentir su barba y bigote cuidadosamente recortados en mi rostro.
Nuestros labios solos se rozaban hasta que mi padre introdujo su lengua en mi boca luego de esa danza bajo por mi cuello hasta mis pezones donde dio un largo partido, baje con mi mano por si velludo abdomen hasta tocar la toalla que en un segundo cayo al suelo, su pene aun flácido era esplendido un poco mojado aun por la ducha.
Mientras aun besaba mi torso indago con sus manos en mi culo, solo jugaba con mis nalgas golpeándolas y amasándolas, luego de eso me tomo del torso subiendo mis brazos y saboreando mi axilas, un poco menos velludas que las de el, con sus manos ya libres empezó a bajar mi pantalón y a masajear mi bulto por sobre el bóxer.
Con mis manos empece a jugar con sus bolas, ese saco era tan grande y tan pesado, quería tener esas dos bolas en mi boca, lentamente empece a besar su pecho bajando hasta llegar por debajo del ombligo cuando casi estaba por tocar su glande me tomo de los pelos y me llevo hasta su cuello donde seguí besando al igual que el.
Lentamente me despojo de mis boxers y puso sus manos por detrás de mis muslos, con un solo movimiento me levanto de modo que mi pene quedo en abdomen y pecho, con mi mano jale el prepucio de mi pene y un gran chorro de liquido transparente salio de el depositándose gran parte en su abdomen.
-Juntalo.
– susurro mi padre abriendo su boca
Con mis dedos los junte de su abdomen y de mi glande y seguido de eso metí dos de mis dedos en su boca el jugo con su lengua por un rato y repentinamente me soltó, alcance a caer de pie, por un segundo pensé que había hecho algo mal o quería parar pero en un momento tomo nuestras peludas pijas y empezó a frotarlas.
su miembro flácido empezó a cobrar consistencia al ungirse con mis fluidos que actuaban como lubricante, nuestros penes se chocaban y nuestros glandes se resbalaban, su cara de placer no tenia precio alguno, mientras el nos masturbaba yo jugaba con sus pezones.
Luego de unos minutos su pene empezó a gotear al igual que el mio mi padre lo junto con sus dedos y me alimento con el, tenia sabor a orina con semen era un majar para mis papilas.
Me sorprendió ver a mi padre bajando con su lengua hasta legar a mi glande donde empezó a lamer delicadamente, de a poco iba intensificando el ritmo y de un momento a otro mi pija entera estaba en su boca.
El jugaba con su lengua haciendo círculos con ella sobre mi glande, mientras que yo lo sostenía de la cabeza, no duro mucho, no se por que, tal vez no se sentina cómodo, el subió y me beso en el pecho y lentamente me bajo hasta su miembro húmedo.
Estar tan cerca de su pene me volvía loco con mis manos jale el prepucio y lentamente lo introduje en mi boca, no soy experto en esto hacia que un par de veces lo roce con mis dientes, estuve mucho tiempo lamiendo su verga, con el tiempo fui aprendiendo y haciendo que lanzara gritos de placer.
-Ah.
ah.
me vengo.
me vengo.
-grito mi padre teniendo contracciones en mi boca.
Trate de quitarme pero el no me dejaba, el empujaba mi cabeza contra su pubis, tenia toda su verga en mi interior, mi boca empezó a llenarse de semen, su semen era tan caliente y su sabor era exquisito, mi boca estaba llena de este ya no podía contener mas en cuanto el quito su pene de mi boca un chorro de este salio impactando en mi rostro.
Con su semen aun en mi boca el me tomo y me alzo como antes, solté su semen en su abdomen y en mi pene, seguido de eso empezó a besarme saboreando su propio semen, mientras yo me masturbaba usando de lubricante sus fluidos, rozar mi mimbro contra su velludo cuerpo era muy rico en menos de unos minutos me corrí en su cuerpo llenándolo de semen.
El me bajo y fue directo al baño en donde empezó a limpiarse con un toalla húmeda, después de su turno el vino y lamió lentamente los restos de semen que quedaron en mi.
-¿Nuestro secreto? Anda a mi baño a bañarte.
– exclamo pasando su mano por mi cabeza.
-Si.
– conteste e hice lo que ordeno
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