MI PAPA CON DERECHOS (III)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Sin embargo, en una ocasión que estaba por terminar de menstruar, yo estaba con muchas ganitas de sexo y me metí a su cuarto cuando se encontraba solo, como estaba acostado en la cama viendo una peli me acomodé para mamársela y empecé a hacerlo, después de unos minutos en también quiso hacerlo, y le dije que no estaba bien limpia, que todavía tenía rastros de sangre de mi periodo, me puso de pie, y se puso atrás de mí como siempre, restregándose por todas mis nalgas, esta vez me dijo que si podía usar mi culito, yo le dije rápido que si, entonces empezó a estimularme todo mi anito, me lo lubricaba con saliva y me introducía los dedos para que no me doliera y se colocó por fin listo para cogerme, sentía la cabeza de su verga en la entrada de mi culo y me hacía más hacia él para ayudarle, pero conforme jugaba y trataba de meterla me dolía y por instinto me alejaba.
Al ver que no podíamos de pie, me dijo que me acostara en la cama en cuatro, y así lo hice dejando expuesto mis dos agujeritos, de nuevo jugo un rato y trató de nuevo de meterla, pero no sé el miedo o nerviosismo hacía que no se pudiera abrir mi trasero, porque cuando sentía tantito dolor me alejaba de él, quedé acostada en la cama y así ya no pude evitar que lo hiciera, sentí que me metió la cabecita y empecé a sentir dolor, le dije, sácalo, sácalo, me duele mucho; él tratando de tranquilizarme me dijo que me calmara que se iba a quitar el dolor y después me empezaría a gustar, pero no soporté más y me moví para sacármela y me quedé sentada frente a él.
Me preguntó si me había lastimado, pero le dije que no, sólo que no quería hacerlo por ahí, entonces me dijo si podía coger mi vaginita, le contesté que por allí sí, pero que no sabía que tan limpia estaba. Me respondió que eso no importaba sólo quería saber si estaba segura de hacerlo.
Yo le dije que sí, que desde cuando tenía ganas de hacerlo y que hacía mucho tiempo que no era virgen. Pareció no sorprenderle mi respuesta y me colocó de nuevo en la cama abriéndome de piernas y empezando a estimularme con sus dedos, por fin se colocó frente a mí listo para penetrarme, sentí la cabeza de su verga en la entrada de mi vagina y empezó suavemente a meterla, también allí me dolía, pero era soportable, además yo estaba bastante estrecha todavía y el tenia la verga demasiado gorda, así que le decía que fuera despacito, ahhhhh, después de unos minutos por fin tenía todo su miembro dentro de mí, gemía muy suave disfrutando ese momento, mientras me decía cosas como que estaba bien apretadita, o que siempre había soñado con ese momento, así me estuvo cogiendo por un buen rato.
Era raro, porque aunque me gustaba mucho, no tenía orgasmos, sentía todo adentro caliente, me encantaba que su verga entrara y saliera, dejé de sentir dolor y solamente ponía mis manos en su espalda para empujarlo hacia mí, mientras él se comía mis tetas. Por fin después de un buen rato me dijo que se iba a venir, me empezó a dar más duro y sentía que su pene palpitaba, hasta que por fin sentí el chorro de leche calientita dentro de mi panochita, era deliciosa esa sensación de ese chorro caliente que golpea tu interior una y otra vez mientras él seguía embistiéndome todavía mientras eyaculaba.
Una vez que terminó me sacó la verga y me hizo que la limpiara con la boca, sus jugos y los míos tenían un sabor diferente que con mucho gusto tragué, me puse de pie desnuda y así me fui al baño, porque por las piernas me chorreaba el semen que salía de mi vagina, por fin se me había cumplido que papi me cogiera.
Seguimos cogiendo algunas veces más, aunque no muchas, era raro porque por más que él se esforzara no podía provocarme orgasmos y eso le frustraba, aunque pensábamos que eso era porque de algún modo me afectaba el hecho de coger con el marido de mamá.
Después de algunos meses transcurridos, a mí me dio por tener novio, con el que duré más de un año, durante ese tiempo ya no hice nada con él, aunque me buscaba, de algún modo el hecho de tener novio hacía que perdiera el interés sexual en él, por lo que siempre terminaba evitándolo cuando me buscaba, fue un tiempo muy difícil para mi papi, porque aunque quisiera disimularlo a veces me celaba y siempre estaba monitoreándome con mi novio, casi no cambió su actitud conmigo, me siguió tratando como siempre con algunos regaños de vez en cuando pero nada que me hiciera tenerle miedo. Al final con el novio que tuve lo hicimos un par de veces, casi al final de la relación y eso fue todo, volví a estar sola, y papá me empezó a buscar de nuevo.
Aunque yo quise evitar ya tener relaciones de nuevo, no resistí mucho tiempo, porque siempre me estaba asediando, tocándome las nalgas, los pechos, acariciando mi vagina, pegándose a mí por detrás, en fin, las cosas que siempre me hacía y que doblegaban mi voluntad.
Salía con él a todos lados, porque era el que más tiempo se pasaba en la casa, me hacía de comer, de desayunar, me complacía mis caprichos, hasta consiguió convencerme de dejarme bañar, y siempre que lo hacía aprovechaba para tocarme por un buen rato todo mi cuerpo.
Fue tanto el asedio que ya no pude resistir y abrí mis piernitas de nuevo para él, comparándolo, era mejor que mi novio, pero todavía no podía disfrutar al máximo porque no tenía orgasmos, me sentía un tanto decepcionada, por no poder disfrutar plenamente, así que había tomado la decisión de dejar de coger con él, aunque no sabía cómo decírselo.
En mayo del año pasado, en una de sus salidas de trabajo decidí acompañarlo, para no aburrirme sola en casa, él se encargaba de supervisar las casas hechas por una constructora, que funcionara las instalaciones de gas, luz, agua, las chapas de las puertas, o sea, que se encontrara lista la casa para venderla.
Así estuvimos por un buen rato pasando por varias departamentos totalmente vacíos, mientras yo miraba algunos videos de mi anime favorito para entretenerme, después de un rato le dije que necesitaba ir al baño, él mismo me agarró de la mano y me llevó a la taza, me bajó los pantalones y los calzones y empecé a hacer pipí, me abrió las piernas para ver mi chorrito y me metió la mano para tocar mi vagina, se mezcló mi pipí con mi babita, abrió mis labios y observó por un momento. Cuando terminé le pedí papel para secarme, pero me dijo que no había, que él se encargaría de limpiarme, me jaló tantito fuera del inodoro y empezó a pasar su lengua por mi vagina recién orinada, después de unas cuantas lamiditas me preguntó si quería coger, le respondí que sí pero que dónde lo íbamos a hacer si no había cama allí.
Solamente tomó mi mano, subimos por la escalera y entramos a un cuarto vacío, me bajó la ropa, abriendo mis nalgas me empezó a comer el culo y mi chochito, ya me encontraba bastante caliente así que le dije que ya me cogiera, se bajó el pantalón, y así de espaldas como me encontraba me empezó a meter la verga, después de unos minutos, empecé a sentir cómo las piernas me temblaban y mi vagina se estremecía dejando salir mis fluidos entre mis piernas.
Me hizo que me agachara un poco más y allí empecé a experimentar más placer, por fin sentía que mi panocha iba a explotar, estaba teniendo orgasmos al fin, se contraía sobre toda su verga apretándola, y cada que se deslizaba para entrar y salir era una sensación de placer indescriptible, esta vez estaba disfrutando al máximo.
No llevábamos ni diez minutos, cuando escuchamos que llaman a la puerta, rápidamente se sube los pantalones y dice que baja en seguida, me dice que espere tantito que no tarda y regresa conmigo, pero se estaba tardando y lo llamé, sube nuevamente conmigo y me explica que tiene que atender a unas personas, que tal vez sí se tarde, agarra mi laptop, abre una carpeta y me enseña unos videos de sexo, me dice que los vea mientras puede regresar y baja nuevamente a atender a las personas.
Empiezo a ver los videos y todos son de sexo anal, veo como disfrutan esas mujeres de una verga en el culo, o también de sus grandes consoladores, después de unos minutos, prefiero ver mis series de anime, papá se tardó y me dejó con ganas, al final vuelve conmigo pero sólo para decirme que nos vamos, me subo a la camioneta, seguimos el resto del día haciendo algunas compras y regresamos a casa.
Yo me dirijo a mi cuarto a cambiar de ropa, me pongo una playera y un short bastante cómodo para andar en casa, cuando bajo, mi papá está acomodando algunas cosas en la cocina, y me invita para preparar la comida, ya cuando estoy cerca de él, me mete la mano bajo el short y empieza a masajearme la vagina, me dice al oído ¿Qué te estaba haciendo papá ese rato? Sólo alcanzo a balbucear: me estaba cogiendo. ¿Quieres continuar lo que estábamos haciendo? Siiiiiiiii, le contesto yo, pero quiero que lo hagas como lo hacías allá, ¿cómo se llama esa posición? Se llama de perrito, y te voy a enseñar muchas otras; me quita el short a media cocina y empieza cogerme igual, esta vez el placer fue instantáneo, me logró excitar y yo misma le pedía más, más, ahhhhh, era mucho el placer que me daba, no podía dejar de disfrutar su verga, tardó bastante tiempo cogiéndome, yo sentía que mi vagina estaba cansadita así que le pedí que parara.
Todavía excitados los dos, le dije que lo quería probar por el culo, no tardó en hacerme caso y empezó a estimularlo, nos acordábamos de la primera vez que lo intentamos por ahí y no queríamos repetirlo, después de un rato, esta vez yo acostada en la cama boca arriba, alzó mis piernas y una vez que mis nalgas estaban en el borde de la cama, empezó a tratar de meterla, pero igual que la primera vez, me dolía, pudo meterme la cabeza y allí se quedó un ratito quieto, cuando consideró oportuno empezó a tratar de meterla, pero me seguía doliendo bastante, así que preferí que mejor la sacara, todavía no podía por mi culito.
Terminamos cogiendo de nuevo por mi vaginita, hasta que se vino en mi vientre, esta era la primera vez que los dos estábamos completamente desnudos en la cama, nos levantamos y fuimos juntos a bañarnos mutuamente, me lavaba mi vagina peludita y mis grandes pechos con su lengua, acariciaba y besaba mi culito estrecho, me enjabonó, lavo, secó y otra vez tenía la verga parada, así que cogimos nuevamente.
Ese fue el inicio de mi destape sexual, al siguiente día me fue a levantar a la cama, pero lo primero que hizo fue bajarme la piyama y empezar a meterme la verga de nuevo, le pregunté si ya se había ido mamá y me dijo que sí, mis hermanos todo el tiempo estaban fuera y a veces venían una vez al mes así que por ellos no había problema, le dije que intentara de nuevo por el culo así que me puse en cuatro y esta vez aguante el dolor de la verga en mi anito, después de la primera sensación, empezó a meterla toda, ahhhh, seguía doliendo pero poco a poco empezaba a aminorar, por fin tenía toda su verga ensartada en mi culo, es una sensación extraña pero agradable a la vez.
Una vez que me acostumbre a su verga, empezó a moverse y yo a disfrutar, cada embestida hacía que mi vagina chorreara de fluidos, me preguntaba: ¿Qué te hace papi mi niña? Y yo le decía: me coge mi culito. ¿Te gusta lo que papi te hace? Me encanta, quiero más, respondía, quiero más verga. Me desconocía hablando así, cuando en la mayoría de las ocasiones me mantenía callada y a veces gemía suavemente, esta vez le pedía a papá que me siguiera dando duro, por fin de un buen rato se vino dentro de mi culo y se quedó quieto con su verga todavía dentro de mí, después me llevó al baño para que me limpiara, expulsé todo el semen que pude, me puse mis calzoncitos y nos pusimos a desayunar.
Toda la semana la pasamos cogiendo, en la sala, en el comedor, en el baño, en mi cuarto, en el jardín, parecíamos recién casados, no me dejaba descansar ni quería que lo hiciera, pero después de ese tiempo, me empezó a arder la vagina horrible, ya sea al orinar, o estar sentada, estaba demasiado incomoda, no soportaba que me la abrieran tantito, mucho menos que me la mamaran. Después supe que eso me pasó por tanto coger, y que era normal, después de unos diez días ya me encontraba en perfectas condiciones para papá.
Hace como dos meses que me hice de un novio nuevamente, y también quise hacerle como la vez pasada, no hacer nada con papá, pero esta vez exigió sus derechos y no me permitió alejarme de él, así que todavía mantengo relaciones constantes con él, y a veces con mi novio, aunque para ser honesta, sigo disfrutando más las cogidas que mi papi me da, no sé hasta cuando voy a dejar de hacerlo con él, simplemente sigue siendo mi papá con derechos.
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