Mi Papá, el respetado Sargento.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por xxxmaturinxxx.
Siempre me he considerado una chica sin miedos y con una imaginación indetenible, mientras mis amigas estaban pensando en tener novio para que les regalaran flores y peluches, yo solo pensaba en el sexo y la adrenalina que podría tener cuando tuviera uno.
Mi mamá me ignoraba totalmente porque siempre tuvo preferencia por mis hermanos mayores, me di cuenta de que ella hubiese preferido tener otro hijo varón en vez de tenerme a mi, con mi papá era lo contrario, el me adoraba y me trataba como una princesa, pero por su trabajo como militar no podía verlo de forma tan seguida ni pasar tiempo con él.
Soy morena clara, mi cabello liso es castaño y no soy lo que se llama una chica "delgada", mido 1,67 (soy bajita) y peso unos 48 kilos y tengo unos senos medianos, no son pequeños pero tampoco son enormes.
Tengo buen cintura, también tengo buen culo y unas piernas que le hacen juego.
Cuando tenia 17 años y perdí mi virginidad fue una sensación alucinante, el sexo me gustaba, lo disfrutaba a plenitud y quería seguir descubriendo todos esos subgéneros que se encuentran englobados en esta forma de vida.
Mi gustó por los hombres empezó a variar de una manera impresionante, aunque no había experimentado demasiado el sexo, cada hombre guapo que veía y me gustaba se convertía en un potencial polvo en mi cabeza.
Lo imaginaba y lo deseaba y fue así como llegue a hacer algo que jamás me hubiese imaginado.
Mi papá trabajaba 15 días y pasaba 15 días en casa, esos 15 días también solían ser mis 15 días más felices de todo el mes.
Empecé a verlo de una manera distinta cuando se despertaba temprano y andaba sin camisa por la casa, luego de eso empecé a espiarlo para ver si tendría la suerte de verlo en ropa interior o hasta desnudo, lamentablemente no lo conseguía por la constante presencia de mi mamá.
El era alto, media unos 1,86 mts de alto, era un hombre robusto pero con masa muscular, lo que más me gustaba de él eran sus enormes bíceps y sus brazos peludos, era un manjar para la vista ver su cuerpo.
Sus pectorales estaban muy bien y tenia panza, todo eso acompañado de un vello natural y varonil que me enloquecía.
Cada vez que podía estar cerca de él me sentaba en sus piernas y lo abrazaba, algunas veces lo tenia tan cerca que deseaba tomar el impulso y besarlo en la boca, pero eso era una locura, sabía que así jamás llegaría a el porque me quería mucho y jamás me vería como una mujer.
Un día estando mi papá en casa, una tía que vive en otra ciudad dio a luz, íbamos a viajar todos pero mi papá decidió quedarse para arreglar algunos problemas de plomería en la casa, por fortuna mía mi papá era un completo inútil en la cocina, por lo que mi mamá me pidió que me quedara para que él no muriera de hambre.
Yo me sentía nerviosa, tenia muchas ganas de comenzar a provocarlo pero tenia miedo a ser rechazada y decepcionarlo.
El día siguiente pasó de igual manera, yo intentaba llegar más allá pero no teníamos demasiados temas de conversación, él hasta me ignoraba un poco viendo sus partidos de futbol o arreglando las cosas de la casa.
Todo marcho de igual manera ese día hasta la noche, mi papá y el vecino de al lado se reunieron para tomar, el tiempo pasaba y yo solo quería que el se emborrachara lo suficiente para yo poder hacer el trabajo sucio.
Ambos se reunían algunas veces los fines de semana junto con otros 2 vecinos para tomar cerveza y hablar cosas de hombres.
Yo estaba nerviosa y pendiente de él, cuando vi por la ventana que regresaba pude notar que no podía caminar con fluidez.
Yo: Papi, ¿vas a comer?
Él: No hija, tengo el estomago lleno y me siento algo pesado.
Yo: ¿Te sientes bien, papá?
Él: Un poco, no debí tomar cerveza y whisky, siento que todo me da vueltas.
Se tambaleaba un poco y me ofrecí a llevarlo del brazo por las escaleras para que no se cayera.
Al llegar al cuarto se sentó y no se movía, así que le comencé a quitar lo zapatos y él se tiró hacía la cama, en ese momento le quite las medias y subí para quitar su correa y desabrochar su pantalón, cuando logre destapar todo comencé a bajar su pantalón y pude notar con todo esplendor de un bulto grande en el bóxer, el vello se salía por la parte de arriba y yo estaba muy excita, deseaba comenzar a lamerlo todo pero debía guardar compostura.
Termine de quitarle la camisa y pude observar ese pecho formado y lleno de pelos, el pecho de un hombre.
Él quedó totalmente tendido en la cama hacía atrás con las piernas dobladas aun y los pies en el piso.
Me retire de la habitación y estaba muy nerviosa, no sabía que hacer, lo deseaba pero me daba mucho miedo ser rechazada por mi papá al hacer algo indebido.
¿Y si no estaba lo suficientemente dormido y se molestaba?
Tomé impulso y fui a mi habitación, me bañe, me coloque el panti y sujetador más pequeño y sexy que tenia, el de encajes.
Me desarregle el pelo, me coloque perfume y fui a través del pasillo hasta la puerta del cuarto de mis padres.
Tomando determinación y con mis manos temblorosas abrí la puerta y allí estaba él, en la misma posición en la que yo lo había dejado.
Eso claramente me dio más impulso porque sino había tenido energía y lucidez para moverse en ese tiempo, tampoco la tendría para darse cuenta de que yo estaría jugando un rato con su pene.
Me acerque lentamente, y comencé a acariciar sus velludas y grandes piernas, me tumbe a su lado y acaricie su peludo pecho y barriga.
Hizo alguna que otra queja pero no despertaba, me acerque más y pude oler el aroma a cerveza y sudor que tenía en el cuerpo.
Me deje de bromas y fui hasta su cintura, deseaba con muchas ganas poder oler sus bóxer así que lo hice, empecé a lamer y a tocar su pene por encima de la tela y tuve una respuesta inmediata de el pene de mi padre moviéndose (cosa que me alegró mucho porque algunos hombres ebrios no se erectan).
No aguante más y baje su bóxer, por primera vez pude ver un trozo grande, de unos 19 centímetros y que se veía grueso para apenas estar semi-erecto.
Comencé a masturbarlo lentamente hasta que por fin introduje su glande en mi boca.
Deseaba meterme todo el pene de mi padre en la boca pero la sensación podría despertarlo de golpe así que fui de manera lenta.
Su pene se puso muy duro y grande y yo estaba disfrutando de aquello que deseaba hacía muchísimos meses.
Yo bajaba lentamente con mi lengua hasta sus bolas, las lamía suavemente sintiendo ese olor a hombre real que nunca había sentido con los otros chicos del colegio.
Volvía a subir lentamente y con mi lengua acariciaba su cabeza hasta introducirme su pene completamente en mi boca, sintiendo su prepucio a través de mi boca.
De un momento a otro mi padre comenzó a jadear, decía cosas como "ahhhh, sí" mientras seguía con los ojos completamente cerrados, en ese momento pensé en parar, pero la adrenalina era tal que no deseaba parar.
Pasado unos 2 minutos siento la mano de mi papá sobre la cabeza y me pegué un gran susto, me asome para verle la cara pero seguía dormido y con los ojos cerrados, aproveche para tomar su mano y meterme sus dedos índice y medio en la boca, estaba tan excitada que acerque los dedos de mi padre hasta mi panti y los introduje en mi vagina mientras el hacía pequeños movimientos sin darse cuenta.
No aguante más y me quite el panti, me subí a mi padre y poco a poco fui metiendo su pene dentro de mi, intente aguantar los gemidos pero eran inevitables, el placer era tanto que no podía contenerme.
Fue justamente un gemido alto lo que despertó a mi padre, se despertó con cara de placer pero al comenzar a abrir los ojos se sintió desubicado y confundido.
Él: ¡Patricia!, ¡¿Qué estas haciendo?!
Yo: Papá, no sé, no se como explicarlo
Él: ¡¿Pero que haces encima de mi así?!
Me di cuenta de que estaba despierto pero también seguía borracho, pasamos unos cuantos segundos en los que la incomodidad y el miedo acabo con el placer que estábamos teniendo, yo no podía mirar a mi padre, estaba pasando lo que siempre temí.
En un momento sentí como su pene comenzó a moverse dentro de mi, yo lo mire y pude ver que el deseaba hacerlo pero sentía temor igual que yo.
Tome valor y comencé a cabalgar lentamente y su pene se puso erecto dentro de mi nuevamente.
Comencé a gemir nuevamente y como mi padre no me tocaba agarre su mano derecha y me lleve su dedo índice hasta mi boca y la otra mano la coloque sobre mi pierna para que el se sintiera en confianza, a medida que iban pasando los segundos note cierta incomodidad en él, pero yo seguí moviéndome encima de él para darle más confianza.
Unos minutos después mi padre me jalo de la nuca y comenzó a besarme, sentí su lengua dentro de mi, sentí su aliento con sabor a cerveza en mi boca.
Me levante para bajar nuevamente a chupar su pene, me lo metí a la boca de un golpe y el comenzó a gemir de una manera increíble, se puso de pie y yo arrodillada seguí metiéndome sus 19 centímetros gruesos hasta el fondo de mi garganta.
Como el seguía con pena tome su mano y la puse atrás de mi cabeza, luego apure el movimiento de mis envestidas con la boca sobre su verga para excitarlo más.
Deseaba que mi padre me follara muy fuerte y que se sintiera complacido.
Me detuvo en un momento, me tomo de la barbilla y me subió, me beso lentamente.
Mi papá era más alto que yo, por lo que se tenia que reclinar un poco para poder besarme.
Me tomaba del pelo de una manera muy sutil y con la otra mano bajaba acariciando mi espalda hasta tocar mis nalgas.
Él me estaba haciendo el amor de una manera muy tierna, pero yo soy más de rudeza.
Para hacer las cosas más divertidas tome su mano y la choque contra mis glúteos, el comenzó a ponerse más intenso, cuando me dio luz verde deje de besarle y me aleje algunos centímetros, tome su otra mano y la choque contra mi mejilla para darme una cachetada, él capto inmediatamente la seña.
Él: ¿Te gusta fuerte?
Yo: Sí, papi.
Él: No te quiero lastimar.
Yo: No vas a lastimarme.
Hazlo.
Mi papá me comenzó a apretar muy fuerte y a jalarme del cabello, me besaba de una manera brutal e intensa, me pasaba la lengua por la cara.
Después me puso en cuatro sobre la cama y sin darme cuenta empezó a comerme el coño de una manera increíble, sentí como su lengua se movía rápidamente sobre mi vagina y sentí como un orgasmo nacía de ese beso.
Mi papa también chupo mi culo por primera vez, nunca nadie había tocado mi ojete, pero el lo lamia de una manera descomunal, todo esto acompañado de unas nalgadas fuertes que me dejaran marcas por semanas.
Él era un hombre de verdad y sabia bien lo que estaba haciendo.
Escupió sobre mi vagina e introdujo su pene lentamente, comenzó con movimientos regulares para luego dar entrada unas embestidas increíbles que me hicieron llegar hasta 2 veces en pocos minutos.
Al pasar los segundos de mis orgasmos sentí a mi padre viniéndose dentro de mi, sentí como su leche caliente explotaba dentro de mi y sus gemidos de placer retumbaban en todo el cuarto, el se cayó sobre mi y ambos quedamos acostados sobre la cama en posición de cucharita.
No había una palabra, no dijimos nada el uno al otro, minutos después mi padre con una cara un poco triste se fue al baño y yo me retire al mío para ducharme y vestirme.
Al otro día mi madre regreso de su viaje con mis hermanos, para entonces mi padre y yo seguíamos sin vernos a la cara, el lucia preocupado y con mucha pena, no quería mirarme a los ojos.
Pensé que todo iba a seguir así, pero 2 semanas después lo descubrí en mi habitación observándome mientras dormía, no hubo necesidad de hablar, el sentía la misma necesidad que yo sentía por él y había ido a mi habitación a buscar lo que le pertenecía.
Mi padre y yo hemos seguido teniendo relaciones, es la forma que tenemos de comunicarnos ya que el trato dulce que teníamos antes ya no existe, el siente mucha culpa pero también sabe que es inevitable que esto se detenga.
Ambos nos cuidamos, cuando el sale de noche con la excusa de ir a beber con sus amigos, yo espero que todos se duerman y me escapo de la casa para alcanzarlo en una esquina donde él me espera para irnos a un motel, también pasa que cuando regresa de su trabajo y es de noche, llega primero a mi habitación antes que a la de mi madre y lo hacemos en silencio para que nadie escuche nada.
Él es celoso y no me deja que salga con otros chicos, se ha vuelto muy sobre protector.
Yo lo amo y no tengo necesidad de tener a otro hombre porque mi papá me satisface en todos los sentidos y sexualmente me gusta más su cuerpo que el de cualquier otro hombre.
Le he pedido reiteradas veces que me penetre por el ano pero el dice que me hará mucho daño, yo insisto y el se niega por miedo a lastimarme, aunque sigue chupándomelo cada vez que estamos juntos.
Realmente me llama la atención el sexo anal y quiero que sea mi padre quien por primera vez estrene mi culo.
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