Mi pasión, mi obsesión… mi hijo 2
Parte 2.
La última venida de mi hijo ya no fue en mi útero, le pedí con suplicas que se viniera en mi boca y así lo hizo. Estaba jadeante por el cansancio pero aún así mi felación fue entusiasta y cuando mi hijo se vinó, bebí todo su nectar como una loca sedienta, era como sí su semen fuera sagrada y no queria desperdiciar ni una sola gota. Casi nunca me gusto beber el semen de mis amantes, muy raramente lo hacía pero me daba un poco de asco. Pero con mi hijo fue diferente, me supó como un manjar exquisito y delicioso, no se si fue por la droga o por su dieta y alimentación pero hasta el día de hoy el semen de mi hijo es mi «cáliz».
— Ja,ja,ja,ja ¿tanto te gusta el sabor de tus nietos? –. Dijo mi hijo burlandose de mí.
— Ja, ja, ja si mi amor, me gusta el sabor de tus hijos; mis nietos –. Seguí el juego.
— Ja,ja,ja,ja que abuela tan mala, mira que tenerse que comer a sus nietos para complacerme –. Mi hijo se acosto en la cama y tomandome en sus brazos me apoyó en él para así tenerme muy cerca y besarme como su madre-amante que soy.
Esa noche por el fuerte cansancio me dormí plácidamente en los brazos de mi hijo. Nunca me senti tan segura y plácida como esa noche pero al día siguiente sentí mis gluteos entumesidos por las fuertes embestidas de mi hijo, mis caderas me dolían un poco (y eso que hacía fitness) y noté unas mordeduras notorias en mis senos y pezones que no sentí cuando me las hizo y le reclamé.
— Son de mi propiedad –. Dijo el infeliz de mi hijo sin remordimiento seguido de una sonora nalgada que me propinó.
— ¡Hijo de la chingada!. Fingí molestia.
— Si… soy un hijo de la chingada pero… ‘chingada’ por mí, je, je, je –. Dijo burlandose pero lo deje pasar para reprimir mi sonrisa.
Sabía que no deberia tener intimidad con mi esposo en el tiempo que tardara en desaparecer las marcas de mordeduras y aunque mi esposo y yo teniamos un tácito acuerdo de no interferir en nuestros amorios externos (sabiamos mutuamente de nuestras aventuras extramatrimoniales), no eramos tan desvergonzados como para dejarnos evidentes marcas de nuestros amantes en nuestros cuerpos.
Noté las llamadas y mensajes de mi esposo en el cel mientras mi hijo conducía a casa, temí y me preocupe pero mi hijo creó una primera excusa super graciosa en el que dijo: «Le decimos que se le poncho las llantas al tren», haciendome sacar una fuerte carcajada que hacia años que no tenia despejandome así también de mi nerviosismo.
— Eres hermosa mamá –. Dijo mi hijo mirandome cuando se topó con el semaforo rojo, yo calme mi risa un poco y lo mire. Me sentia feliz, enamorada y no me arrepentia de nada. Él se acercó y tomandome de la barbilla me dijo:
— Me importa una mierda si se entera papá, tú eres mía, eres mi mujer, me perteneces hoy y siempre, ¿entiendes mamita? –. Dijo con picardía, malicia y mirandome a los ojos. Sentí mi cuerpo estremecerce por excitación, expectativa y felicidad. Sabía que a partir de ese día mi corazón y mi cuerpo solo le pertenecerían a él; mi propio hijo. Ya después por mi insistencia coqueta creó a regañadientes una historia sosa el cual nos emborrachamos y nos fuimos a un hotel para prevenir accidentes.
Mi hijo no fue a su universidad y mi marido se encontraba en su labor; sabiendo eso, mi hijo no fue a su departamento y aunque yo todavía podía ir al trabajo siendo tarde no quería ir; deseaba pasar más tiempo con mi hijo. No pensé que nuestra noche sería larga y que me haría olvidar por completo mis responsabilidades, me sentí un poco irresponsable pero cuando volteé a ver al causante de mi falta que estaba tranquilamente en el sofa me resigne, sabía que en el fondo de mi corazón la voz de la felicidad decía: «No me arrepiento, lo vale».
Preparamos algo rapido para comer y aunque tengo empleada quien lo haga, yo quería hacer algo de comer para mi amado hijo pero él por su parte me ayudó y mientras cocinabamos el muy inquieto besaba mi cuello, estrujaba mi trasero y senos; me arrimaba su «paquete» y entre risas juguetonamente decía: «A ver sí no nos pilla tu empleada, je, je, je».
Siempre me considere una mujer orgullosa, recta y severa, bueno…en el ambito laboral; y aunque tenía amantes, yo era la que elegía con quien involucrarme. Pero… «¿por qué estaba dejando hacer lo que quiera a este ‘jovencito’?, ¿por qué ni siquiera trataba de poner un frente y un porte digno ante mi hijo fuera de nuestra relación especial?, ¿por qué yo, una persona experimentada actuaba como una jovencita dejandose llevar por los caprichos de su noviecito?». Y fue cuando me dí cuenta; nunca tuve la necesidad de regañar y ser severa con mis hijos en especial con él que siempre fue serio, sensato y responsable desde su niñez hasta la partida a su universidad. Mientras que con mi hija al inicio fui un poco estricta pero después fui la madre a la pueda tratar como amiga para así compensar la falta de empatía de mi hijo y llenar el hueco de inquietud y tristeza por su comportamiento frivolo (por orgullo de padres nunca corroboramos si padecía de un especie de autismo). Así que ya era tarde para agregarle alguna fachada a mi imagen de madre…
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Durante dos semanas tuvimos cinco encuentros a escondidas después de mi trabajo. En el primer fin de semana no pudimos amarnos porque vino mi hija de visita pero en el segundo fin de semana mi hijo me llevó a su casa donde me la pase de maravilla; le coqueteé, lo besé y jugué con él como si de una niña me tratase. Después salimos como un par de novios a dar un paseo y de regreso esa tarde mi hijo me mostró sus habilidades en el manejo de los juguetes sexuales…
¡Vrrr! ¡vrrr! ¡vrrr!… (Sonidos de vibración)
¡Plas! ¡plas! ¡plas!… (Sonido de aplausos)
Estaba en un mueble «BDSM» (en esa tarde no sabía lo que era y tardó mi hijo en convencerme para participar en su juego) en posición de cuatro con las extremidades atadas y una mordaza. Al principio estaba un poco asustada pero emocionada al mismo tiempo, había comido la «pildora del amor» y mi hijo me había untado gel estimulante en el ano y la vagina para luego meterme un plug vibrante en el ano y meterme su mástil en mi vagina y follarme de forma deliciosa. Frente a mí había un espejo en donde podía ver mi rostro con un ball-gag en la boca. En donde podía ver como escurría mi saliva y en donde también podía ver mis ojos nublados y perdidos en la lujuria.
— ¿Te gusta mami? [¡plas!] [¡plas!]¿por qué no dices nada? [¡plas!] ¿eh?, je, je, je –. Dijo mi amado cretino con risa diabolica. Sabía que no podía hablar por la mordaza y aún así no paraba de burlarse de mi estado.
Después saco el plug vibrador de mi ano e inserto un vibrador doble en mi vagina y así con el ano libre procedió a invadir mi ano con su mástil. Ya había tenido sexo anal antes pero no era tan fan de ello pero esa vez fue muy placentero, no se si fue por el gel pero sentí un rico placer al ser penetrada por el recto y el que fuera mi propio hijo el que follaba mi ano fue un estimulante mas añadido a mi mar de sensaciones extremadamente placenteras.
— ¡¡Mmm!! ¡¡mmm!!…¡¡mmm!! –. Era el único sonido que salía de mí mientras mi hijo follaba mi ano.
— Que rico se siente tu culito mami, me gusta, ¡me pertenece! [¡¡Plas!!], ¡todo de ti me pertenece! –. Jaló mi cabello hacia atras haciendo que mi cuerpo se arqueé; nuestras miradas chocaron y con voz dominante, siniestra y exigente dijo:
— ¡¿Entiendes?! –.
— ¡¡Mmm!! ¡¡mmm!! –. Era lo que yo emitía mientras jadeaba por los orificios de la bola de la mordaza pero en mi mente exclamaba: «¡¡si bebé mi culo es tuyo!!», «¡¡todo de mi es tuyo!!», «¡¡el cuerpo de mami es tuyo!!»…
Esa tarde gocé de los mejores orgasmos de mi vida dejandome mi hijo con el ano y la vagina escurriendo de semen. Nos duchamos; temí que mi hijo volviera a devastarme pero solo me baño de manera gentil cosa que me hizo divagar en mis pensamientos: «¿Por qué puede ser soberbio y gentil a la vez?», «¿porque sus ojos pueden ser fríos y calidos a la vez?», «¿por qué siento que soy capaz de dejarlo y darlo todo por él?», «¿por qué la primera vez que me enamoro perdidamente de alguien tiene que ser mi propio hijo?»…
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Había llegado la noche de navidad; mi madre, mi esposo, los padres de mi esposo, mi hija y su novio; mi hermana y mi cuñado con su respectiva familia habían llegado a casa para la cena de navidad. Mi hijo estaba para chuparse los dedos, tanto que hasta sus primas, mi hermana y la esposa de mi cuñado le echaban miradas de vez en cuando. Mi hija no era la excepcion solo que ella ya era muy intima con su hermano así que la pase por desapercibida, su cercanía era tanta que hasta sentía lastima por su novio y su figura incomoda.
Después de la cena y el abrazo de las doce a excepción de mi madre, los padres de mi esposo y mi hija, todos se fueron a sus repectivas casas. Mi yerno ya había pasado la noche en casa algunas veces pero también se marcho (hasta la fecha no a tenido buena voluntad hacia mi hijo). Ya estando solos en la sala mi hija y yo seguimos bebiendo con mi hijo mientras platicabamos y jugabamos cartas, mi marido creo que se sintio ignorado y fuera de lugar así que se subió a dormir. Mi madre y mis suegros ya estaban descansando.
— ¡Mierda! volví a perder –. Dijo mi hijo descaradamente después de ganar. — Ven dame un beso de consuelo mami –. siguió comportandose descaradamente y me jaló para hacerme sentar en su regazo y picotearme los labios.
Yo ya estaba un tanto ebria y con su acercamiento brusco encendió mis ganas de él; correspondí a sus picoteos luego besé y mordí sensualmente su cuello ignorando la presencia de mi hija.
— Ja, ja, ja ustedes parecen un par de enamorados –. Dijo mi hija entre sorprendida y divertida.
— ¿Que no te lo ha dicho mamá?.
— ¿Que? –.
— Soy el amante de mamá –. Dijo mi hijo juguetonamente.
— Ja, ja, ja, ja entonces se mi amante también –. Dijo mi hija incredula.
— Je, je, je estoy hablando en serio ¿quieres que te lo demuestre? –.
— A ver… –. Dijo mi hija aún incredula jugando y retando a su hermano.
Mi hijo no lo pensó dos veces y me planto un beso apasionado y yo correspondí; creo que el alcohol y la confiaza que le tengo a mi hija me hicieron dejarme llevar aún así miraba de reojo la reacción de mi hija. Mi hija estaba sorprendida, tensa y había quedado sin palabras; mi hijo se separo de mis labios y mientras lamía la saliva que tenía en la esquina de sus labios le dijo a su hermana:
— Entonces… ¿también quieres que sea tu amante? –. Dijo mi hijo mirando a su hermana con una sorisa juguetona.
— …No inventes, eso es jugar mas allá de la línea ¿no crees? –. Dijo mi hija aún un tanto sorprendida, con una sonrisa tensa y tragando pesadamente saliva. Podía ver que estaba nerviosa, a mí no me importaba nada estando en los brazos de mi hijo y por su influencia maliciosa también disfrutaba de la reacción de mi hija.
(A partir de aquí trataré de ponerles un nombre al azar a mis hijos)
— No estoy jugando y te estoy diciendo la verdad, ¿verdad mamita? –. Volteó a verme a mí; me dió un beso fugaz y agarrandome de la barbilla dijo:
— Vamos ma, cuentale a Andrea de lo nuestro –.
Yo aún en el regazo de mi hijo sin duda alguna le confese mi relación que tenía con su hermano. Mi hija me miró con duda y extrañeza; y dije:
— Cariño, nose por que estoy dejandome llevar y no se por que te estoy confesando esto… pero sí, lo que te ha dicho tu hermano es verdad, es mi amante, mi todo. Se que es raro y enfermizo para la sociedad pero realmente amo a tu hermano y estoy perdidamente enamorada de él. No pienses que no he pensado de lo que estoy haciendo, tal vez sea por que nunca fue afectuoso y cercano con nosotras y cuando se fue por cuatro años y volvio; la «atracción genetica» que he leído por ahí actuó (era verdad, ya había buscado en google el porqué de mi atracción hacia mi hijo y fue así también como encontré este tipo de relatos). Y no solo yo cariño, se muy bien y he podido ver que tú también te sientes atraída por tu hermano o… ¿me lo vas a negar? –. Dije tratando de imitar la sorisa malvada de mi hijo.
Mi hijo soltó una risilla y volvió a tomarme de la barbilla para darme un beso fugaz y luego mirandonos a nostrotras consecutivamente dijo:
— Bueno… sé un poco sobre esa tal «atracció genetica» pero creo que este no es el caso. Mi padrino… [risilla] mi padrino se folla a su hija menor; la primera vez que me di cuenta me sorprendió un poco, también llegue a concer un tipo que se tiraba a su sobrina y la embarazó; y tengo un amigo que me invito a participar en un trio con su tía pero me dí cuenta que estar desnudo junto con otro tipo y verle la polla no es lo mío. Tengo conocidos psicólogos y uno que otro me ha afirmado que el incesto es mas común de lo que gente puede imaginar pero aquellos que tienen ese tipo de relación no lo gritan a los cuatro vientos es por eso que solo se conoce generalmente los casos no consensuados –. Mi hijo miro a su hermana y prosiguio:
— Es por eso que un día me llegue a preguntar: «¿y yo, por qué no?». Y regresé a casa ya con esa intención, bueno… tenía la intención solo con mamá pero cuando también te vi no podía ignorar tu hermosura hermanita [risilla]. Así que hermanita… ¿qué piensas?, ¿no quieres que tu hermano te de amor?, te prometo hacerte sentir bien y te aseguro que te la pasaras bien conmigo como mamá–. Dijo mi hijo sonriendo como un diablo tentando a una pobre alma descarriada.
Mi hija ya estaba calmada pero aún se notaba un poco compleja y dudosa pero aún así sonrio y dijo:
— Yo…bueno, no voy a negar que desde que te vi quede fascinada pero una cosa es jugar y otra es llevar a cabo la aventura. Además ya tengo novio y-
— Pero yo soy tu hermano –. Interrumpió mi hijo.
— ¿No crees que con mas razón no debemos? –. Dijo mi hija tratando de reprimir una risa.
— No. Es por eso mismo, soy tu hermano y somos familia y hay un amor incondicional de por medio así que si soy tu amante no lo engañarias con cualquier hombre, estarias con tu hermano y eso no cuenta como infelidad –. Dijo mi hijo desvergonzadamente con una sonrisa inocente.
[Risillas] Tanto mi hija como yo, no pudimos evitar reir por el descaro de mi hijo. Andrea miró a su hermano y dijo:
— Realmente haz cambiado mucho Arturo pero me gusta más tu ‘yo’ actual pero no se si sea capaz rebasar la línea contigo y-
— Ya no tengo vodka en mi vaso y tengo mamá en mi regazo y tú aún tienes vino en tu copa así que… ¿me harias el favor de darme de tu vino de boca en boca? –. Interrumpió mi hijo de nuevo con sus palabras descaradas pero en mi mente yo me reia a carcajadas por sus artimañas. Mi hija quedó quieta con una ronrisa congelada en su rostro, su mirada cambiaba entre mi hijo y yo, parecía contemplar y pensar en algo hasta que bebió de su copa y dejo un trago en su boca para luego acercarse a mi hijo y pasarselo de boca a boca. Podía ver como se besaban muy de cerca y no hacía nada más que sonreir.
[Es absurdo e ironico; nunca sentí celos más que de mis primeros noviecitos, ni siquiera celé a mi esposo y ni a mis amantes y yo que soy la menos indicada para celar a alguien, ese alguien es mi propio hijo. Desde esa madrugada no me ha importado compartir a mi hijo con Andrea; tal vez sea porque también es mi hija y tenemos una fuerte cercanía y confianza; y aunque me la he pasado bien en nuestros trios, si me dan a elegir prefiero estar solo con mi hijo egoistamente. Con otras mujeres he sido muy posesiva y celosa ha tal grado de preocuparme por hacer que mi hijo se distancie de mí pero nunca ha mostrado tener esos pensamientos, es más nunca se ha molestado conmigo y en vez de hablarme enojado; él se ríe, se burla de mí y me trata con tanta duzura, perversión y dominio que ya no creo poder liberarme de sus cadenas. Como hijo; mi hijo es el mejor hijo-amante del mundo pero se que como persona es lo peor de lo peor pero aún así lo amo tanto tanto que actualmente tengo miedo del pasar de los años que aunque me veo mas joven de lo que soy, sé que llegara el momento cuando empieze a marchitarme. Ja, ja, el otro día le conte mis temores a mi amado hijo y ¿saben lo que dijo?…él dijo: «No importa que tan arrugada te pongas mami aún así te amare y te follare arrasandote dependiendo de lo que pueda soportar tu cuerpo para no romperte <risilla>y si quieres me vovere un necrofilo para seguir follandote aún despues de la muerte <carcajada>». Y yo pensé: «¿Como es que puede sonar tan lindo y enfermizo al mismo tiempo?». ¿Quién diría que mi propio hijo sería el verdadero amor de mi vida? por el que dejaría todo y daría todo a la vez; y a quien entregue mi todo; cuerpo, corazón, mente y alma. Tal vez algún día se case o no lo se pero por el momento disfrutare de nuestros días].
Después interrupi con las ganas de besarlo yo también y al sastifacer mis ganas bajé a desabrocharle el cinturon y le saque la polla. Mi hija estaba sorprendida y trago saliva mientras yo sobaba la arma de mi hijo como diciendole «mira, esta es la polla de tu hermano» y procedi a llevarmelo a la boca. Mame y mame hasta que le dije a mi hija: «¿quieres probar a tu hermano?», mi hija se acerco todavia dudosa y le dije: «vamos, no muerde» seguido de una risa suave que no pude contener. Empezo con unas lamidas timidas para después ser mas entusiasta, un momento después yo me uní y ambas; madre e hija saboreamos la grandiosa polla de nuestro hijo y hermano respectivamente. Los tres nunca dejamos de poner atención a los sonidos de las puertas del piso siguiente así como también a los posibles sonidos de las escaleras por si no escuchabamos el sonido del abrir de alguna de las puertas de arriba y eso le agrego más emoción a nuestro acto inmoral y taboo; añadido a eso, el alcohol en nuestra sangre, el momento fue mas allá de lo especial y exitante. Mi hijo se había puesto de pie y se vino en nuestras bocas, yo traté de no desperdiciar ni una sola gota así que besé a mi hija.
Esa noche tuve que dormirme con mi esposo para no levantar sospechas mientras mi hijo se llevo a su hermana a su vieja habitación para tener su primera vez juntos. Su habitación estaba continua a la habitación de la que era de su hermana y estaba apartada a la habitación de mi marido y mía así que no hubo problema y por lo que me dijo después; fueron mas cuidadosos para no hacer tanto ruido. Ellos tuvieron sexo de pie, arrodillados y recargados en la pared con las colchas de ambos en el piso para no hacer ruido en la cama, además mi hija usó una almohada para suprimir sus gemidos y gracias a los sonidos de afuera proveniente de uno que otro vecino que toman navidad como noche de no-paz; sus «aplausos» no se escucharon.
A la mañana siguiente pude notar la enorme felicidad de mi hija, «no cabe duda que una buena follada hace mas radiante a una mujer» pensé. Si antes mi hija era pegajosa con su hermano desde ese día fue mucho más y aunque no me sentía celosa trataba de no quedarme atras haciendo que mi madre y mis suegros rieran y se divirtieran de nuestro enorme «cariño» familiar.
Tienes razon. Aun que muchas mujeres rechazan tragar el semen, pero el semen de hijo sabe nectar.