Mi pequeña golosa

Mi nena y el asaltante .
Hace dos años que esto sucedió y nos ha cambiado la vida, cada lector determinará si para bien o para mal, por mi parte solo dire que estoy tranquilo.

mi nena Valentina tenía en ese momento 7 añitos, ella es delgada, piel blanca y mejillas coloradas, el cabello lo tiene color negro azabache y generalmente le gusta usarlo corto, sus ojos profundos color miel y unos labios delineados y color carmín. Para mi es mi princesa y siempre lo será. Ella es muy sociable y divertida, le gusta platicar mucho y preguntar por todo y de todo, es un pequeño ángel.

Su madre falleció hacía un año pero ella lo tomaba de forma tranquila, solo había momentos en los que dejaba ver la falta que sentía de su madre. Era momentáneo y luego seguía como si nada, hasta me sorprendía su madurez.

Compre una pequeña casa en el bosque, aunque en realidad estaba muy cerca de la ciudad, solo que esa distancia entre la masividad de la gente y la nada del bosque nos  o me permitía tener la tranquilidad para atender a mi pequeña. El lugar era pequeño y solo habíamos cerca de 10 familias, con las que coincidía cerca del lago o en alguna carne asada que ellos organizaban, a pesar de ello la distancia entre casas era suficiente para no estar entrometidos en los asuntos de los demás.

total que un día estando en casa, tipo 11 de la noche escuché un pequeño ruido al que no presté atención de momento, ya que estaba concentrado en mi recámara viendo una película a todo volumen. Mi hija estaba en su habitación, dormida desde hacía un par de horas, por lo que yo tenía la tranquilidad de estar distraído en la tv. Después de unos 10 min volví a escuchar un sonido que no identificaba y que parecían susurros, puse pausa a la película y presté más atención pero ya no percibo nada, no obstante decidí ir a investigar de dónde venia el sonido.

En cuánto salí de la recámara y antes de que pudiera hacer nada tenía a un tipo apuntando mi cabeza con un arma, lo escuchaba que hablaba pero no lograba entender nada hasta que de tanto grito del asaltante entendí que me dijo: dónde está la putita de tu hija, la calienta huevos de mierda. Quede helado, ya que pensé que se trataba de una confusión, mi nena tenía 7 años, para nada era la persona que buscaba este tipo, pero el arma y sus gritos me tenían pasmado, y él insistió en seguir preguntándome lo mismo.

hasta que por fin pude articular palabra y le dije: mi hija es una nena pequeña de 7 años, usted está equivocado, no vive aquí a quien busca, por favor no nos haga daño y llévese lo que quiera pero ya váyase antes de que ella se despierte y asuste.
Él me respondió: no estoy equivocado y claro que sé que busco a la puta que vive aquí, esa perra hoy sabrá que no debe andar de calienta huevos. Volví a quedarme helado con sus palabras, no entendía nada de lo que esa a pasando y aunque el cuerpo del asaltante era como de un hombre no mayor de 25 años, atlético pero no musculoso, su voz era gruesa, la cara no se la pude ver por que tenía capucha  pero era muy intimidante o simplemente yo no sabía cómo reaccionar.

por dentro rogada a Dios que la nena no se despertara, ya que esté loco la estaba confundiendo con alguien mayor y de costumbres alegres. Pero para mi desgracia los gritos del asaltante tuvieron efecto y de la nada apareció mi nena, aún adormilada y con los ojos entrecerrados, vestida con una pequeña pijama blanca sin dibujos animados. El asaltante en cuando la vio le dijo: hoy no te escapas putita.

por segundos nos quedamos inmóviles los tres, y de pronto sentí un fuerte golpe en la cara que me hizo perder la conciencia. Lo siguiente que recuerdo es estar atado de pies y manos y amordazado, sentado en un sillón de mi propia recámara, y mi nena estaba acostada en l cama, también estaba atada y amordazada pero las piernas las tenía sin atar, solo estaba atada de los brazos. Me sorprendió  verla tranquila, máxime cuando vi que no traía  su batita de dormir, estaba completamente desnuda y atada a la cama. Al asaltante no lo veía por ningún  lado.
comencé a hablarle a mi nena y decirle que no se asustara que todo iba a estar bien, que pensara en Dios y que todo pasaría pronto, en eso estaba cuando de pronto sale del baño de la habitación el asaltante pero para mi horror estaba desnudo y su cara ahora la cubría con algo que solo cubría su cabeza, y que veía su boca y nariz. Tenía barba bien arreglada y efectivamente su cuerpo era atlético; no pude evitar ver su verga y era grande, más que ma mía que me mide 18 cm. Y era algo gruesa también.

cuando salió del baño y se dio cuenta que yo estaba despierto, me dijo: de ti depende cuánto tiempo dure esto, si haces lo que te digo todo será rápido y me iré, pero si no obedeces quien pagará el desmadre será tu princesa. Soltó una carcajada horrible y muy fuerte. Mi nena seguía calmada, vi que se inquietó con la voz pero seguía tranquila.

en mi mente sabía que ese perro violaria a mi nena, y la destrozaría con esa enorme verga y no podía hacer nada para impedirlo, así que en mi mente pensé en hacer lo que fuera para que se fuera rápido.

lo vi aproximarse a mi nena y acariciar tu abdomen, la nena seguía tranquila, con sus manos recorrió lentamente su cuerpo y mi nena parecía no inmutarse. Volteó a verme y me dijo: cómo crees que le gustará más que le mame la pucha, así acostadito cómo está o me acierto yo y que ella se siente en mi boca. Volví a quedar helado y ante mi falta de respuesta él dijo: ya que no entiendes de qué va esto, se la mamaré de ambas formas y dicho esto clavó su cara en la vagina de mi nena, quien inmediatamente y por instinto levanto las piernas y las abrió. Yo cerré mis ojos pero seguía escuchando los sonidos que este perro hacía mientras devorada la pequeña y virginal vagina de mi princesa. Lo escuché succionar y succionar y relamerse, y de mi nena escuchaba pequeños gemidos, seguramente de asco y dolor por lo que estaba pasando.

Supongo que levanto la cara y vio que yo tenía los ojos cerrados y los puños apretados, por que me dijo, abre los putos ojos o te va a cargar la chingada y a ver con quien se queda esta putita. Mi nena no hacía más que respirar agitadamente y gemir levemente. Abrí los ojos y vi lo que no quería ver, mi nena con las piernas abiertas a todo lo que daba y este animal lamiendo como desesperado su vagina,  sabía que estaba mamandosela salvajemente por que pude ver su pequeña vagina muy roja y completamente llena de baba de este depravado.

Continuó con esa labor durante varios minutos, para Mi parecían eternos pero a ambos los veía disfrutar lo que pasaba, el perro este tenía la verga dura y muy parada y se veía más grande que cuando lo vi salir del baño. Y mi nena no dejaba de gemir, estaba atada de manos pero se veía que hasta disfrutaba lo que estaba pasando. Estaba totalmente confundido pero noté que pese al miedo e impotencia que sentía, algo dentro de mi comenzaba a acelerarse.

después de un rato paro de mamarle la puchita a mi nena, comenzó a meterle un dedo a su vagina, para mi sorpresa no podía dejar de ver la destreza con la que lo hacía y sin lubricante, y mi nena se retorcía, no sé si de placer o de dolor. En momento intercalaba mamarle la pucha y desearla y así la tuvo hasta que vi un chorro fuerte que salía de mi nena -Sabina que estaba eyuculando- y comenzó a gemir como loca, no podía creer todo lo que estaba pasando. Pero lo que sí sabía es que yo estaba sudando pero de excitación de ver la escena, más por que veía a mi princesa disfrutar.

seguramente este perro noto que yo estaba caliente por que ya no me dijo nada, y él siguió con su labor con mi nena. Lo vi quitarle la mordaza y le dijo: me encanta como gimes, así que sin mordaza me encantara que lo hagas, ella solo movió la cabeza asintiendo. Y sin decir más comenzó a besarla apasionadamente y mi nena respondía los besos y las varias, ya que mientras la besaba este perro no dejaba de meterle dos dedos a la vagina, y mi nena de 7 añitos se retorcía de placer. Yo por mi parte noté una tremenda ereccion que no podía ocultar por la pijama que traía puesta.

después de los besos, acercó la verga a la boca de mi nena y está comenzó a succionar como una experta, lo vi que le metía una buena parte de la verga y mi nena la recibía en la boca y garganta dispuesta a satisfacer a ese hombre. Este cabron siguió cojiendosela por la boca un rato hasta que le dijo: uffff ya vi que si te encanta la verga putita, veamos si no te dejaron muy abierta de la pucha, aunque con el tamaño de mi verga no importaría, de todas formas la vas a gozar.

volví a quedarme anonadado. No podía comprender lo que acababa de escuchar y menos lo que estaba viendo. Cabe decir, que en todo momento yo estaba callado y no hacía ningún tipo de ruido, digo ello por qué a mi parecer mi nena no sabía que yo estaba en la misma habitación.

vi como el asaltante acomodó un par de almohadas debajo de la cadera de mi nena, para compensar la diferencia de tamaños de cuerpos y se colocó frente a mi nena, con la verga dura como una lanza, entonces la pude ver en toda su magnitud, era una verga bonita y grande, con muchas venas y su cabeza grande y con circunsición, apetecible para cualquier mujer. Apuntó el glande en la entrada de la vagina de mi nena y volteándome a ver le dijo: a las putas se le meten hasta los huevos y tú eres una putita muy golosa. Dicho eso dejo ir de un solo empujón toda la verga dentro del vientre de mi princesa. Cerré los ojos un segundo ya que pensé que mi nena gritaría de dolor. Volví a abrirlos y vi que solo había entrado medía verga en la vaginita de mi princes, que aunque se veía dilatada se veía también que le apretaba muchísimo la verga a ese depravado. Mi nena gemía y gemía y respiraba muy agitada pero no se quejaba de dolor, solo gemía.

este perro le dijo, uuuy putita claro que te encanta la verga verdad, pues no solo te la comerás completa sino que te llenare de mecos hasta el fondo. Hasta lo puta se te va a quitar de la cogida que te daré. Dicho eso metió con fuerza el resto de la verga, mi nena ahora si grito de dolor, él le dio un par de cachetadas y mantuvo su verga hasta el fondo de la vaginita de mi pequeña vale. El comenzó a reír y decir: ahora si se siente rico, uff que rico absorbes la verga, hasta me podría quedar dentro de mi todo el tiempo, lastima que no te estrene pero después de hoy serás solo mía. Y comenzó a bombear sin Piedad, embestida tras embestida, no sacaba toda la verga de las entrañas de mi nena pero si la mitad y se la volvía a clavar. Era perturbante y delicioso escuchar el sonido de sus cuerpos sudados cada que su verga llegaba al fondo de la vagina de mi nena, y escuchar los gemidos de placer de mi Valentina. Sentí que comencé a lubricar muchísimo y aunque la culpa me invadía, no podía dejar de sentirme exitado como nunca antes.

después de unos minutos taladrando el interior de mi nena, la puso de pie y así parados comenzó a meterle la verga de nuevo. La levantó en peso y la puso frente a él y mientras le metía la verga comenzaba a levantarla y bajarla. La aventó a la cama y como pudo la puso en 4 y siguió cogiendosela. Perdí la noción del tiempo y solo estaba mi mente viendo cómo para mi sorpresa mi nena de 7 años estaba recibiendo una tremenda cogida y la estaba disfrutando. Así continuo por más tiempo y la vagina de mi nena cada vez la veía más roja e irritada y de pronto y por primera vez desde que comenzó esa cogida mi nena dijo algo: ya me dolió, ya vente y no haga más ruido que no quiero que mi papi sepa lo que hicimos.

pum y más pum, ésta en verdad era una puta a la que le encantaba la verga o que estaba pasando.

el asaltante, la ignoró y siguió filmándosela y yo viendo cómo entraba y salía su enorme verga de la vaginita de mi princesa. De pronto comenzó a gemir más fuerte el asaltante (supe que ya terminaría) y haciendo gala de su machismo y de la tremenda cogida que le estaba dando a mi nena, le dijo: ahí te van mis mecos puta, ojalá te embaraces y tengas hijas para también a ellas darles verga, seguramente serán tan putas como tú, por qué lo puta se nota, si no cómo te detectaron los otros a los que ya les comiste la verga. Pum quede en shock total. Ya no escuche nada más y solo lo vi dar un último empujón y salirse de la vagina de mi nena. Limpiarse con las sábanas. Poner a mi nena a que le mamara la verga de nuevo y sacarle de esa habitación y de mi casa.
me dejó en la cochera, me amenazó y lo vi irte en medio de la noche. Más tarde mi nena salió a la cochera y me ayudó a desatarme, no dijimos nada más sobre lo qué pasó. Hicimos como si nada hubiera pasado. Pero desde ese día comencé a armar la historia de mi pequeña putita, lo que les contaré en las siguientes historias.