Mi pequeña golosa

El diario y las revelaciones.

Los días siguientes a la tremenda cogida, de la cual fui testigo, que le dieron a mi pequeña nena, estuve conmocionado y con sentimientos encontrados, por una parte no dejaba de pensar en las palabras del “asaltante” en relación a que habían otros que ya se habían follado a mi princesa.

Otros, cuántos, quienes, cuando, dónde se la follarían. No dejaba de darle vueltas a eso. Pero también pensaba y recordaba los gemidos de placer de mi nena, retumbaban en mi mente esos delicados lamentos sexuales de placer; recordaba su delicada vagina, limpia, blanca, sin vellos y muy limpia y como se perdía en su interior esa enorme verga. No sabía que hacer o como manejar el asunto, hasta que me pensé en buscar algo en su recámara que me diera luz en este tema.

después de mucho buscar, encontré un pequeño diario, no recordaba habérselo comprado, tenía una colorida portada de princesas, pero lo que guardaba en su interior me cambió la vida. Estaba repleto de detalles de las sesiones de sexo que está p… tenía desde hace dos años. Desde los 6 años había comenzado a comer verga, seis. Se notaba que el diario no estaba escrito no hace mucho tiempo, ya que estaba escrito de la última experiencia que había tenido un mes antes de la follada del asaltante. Un mes, y este es el relato tal cual estaba escrito:

”hoy fue un día muy especial, me llevo a su oficina y me chupo mis partes mientras afuera de su oficina está mucha gente trabajando y después en su casa me amarro a la cama y hizo suya muy fuerte, tanto que hasta pensé que me iba reventar por dentro. Aunque creo que de tanto que gemía su hijo nos descubrió. Él siempre hace que me divierta mucho, me gusta que es muy amable y siempre me habla con mucho cariño, solo que cuando me lo hace siempre lo hace muy fuerte, pero querido diario quiero decirte que me divertí mucho cuando después de llegar a su oficina me dijo que me quitara mis calzoncitos y que me sentara en la silla que quedaba enfrente de él, me pidió que abriera las piernas y le mostrara mi vaginita. Así lo hice, y mientras yo le mostraba la vagina, él se tocaba por encima del pantalón. Después me dio un jugo y me quede dormida en el sillón de su oficina, desperté cuando sentí muchas cosquillas en mis partes y pues era él chupándome. Me gusta cuando lo hace pero cuando estamos solos y pues aunque su oficina estaba cerrada y no se veía, yo sabía que había gente afuera.

Cuando él vio que me desperté, sonrió y me dio un beso con lengua y me dijo, tenemos que irnos bb. Le dije con la cabeza que sí. Salimos de la oficina y me dijo ve al coche y te escondes como tú ya sabes, ahorita te alcanzo. Así lo hice y a los dos minutos él llegó y arrancó -no era la primera vez que hacíamos eso- y llegamos a su casa. Al llegar a su casa me cargo en brazos mientras me besaba y me decía lo bonita que yo estaba y lo mucho que le gustaba, me decía que estaba enamorado de mi y que seríamos novios para siempre, me encanta que me diga esas cosas. Subimos a su recámara y me dijo que ahora probaríamos algo diferente y yo le dije que si a todo, lo vi que agarro unas esposas y me las puso y después las amarro a la cabecera de la cama, yo quede como sentada y con las manos alzadas. Para ese momento ya me había quitado mi uniforme y me dijo: no tenemos mucho tiempo para regresar así que te lo clavaré de una ya para irnos.

Lo vi desnudarse completamente, es un señor bajito y me gusta mucho y tiene muchos pelos por todos lados y su cosa es larga pero siempre me lastima al entrar, ya que la punta es más gruesa. Tiene un poco de panza como la de mi papá y con la barba siempre me raspa ejjeje. Querido diario, sin decirme nada más, agarro una crema y me la puso en mis partes y después me miro a los ojos y me dijo: lista y aún no contestaba y comenzó a meterla, me dolió un poco y le dije que se detuviera pero no me escucho y no dejó de avanzar hasta que yo quede completamente sentada arriba de su pene. Él hacía sonidos muy raros y comenzó a meter y a sacar, a mi me siguió doliendo mucho peor también me gustaba cuando entraba, me sentía rara, como nunca antes, y como no lo podía abrazar solo le decía que me gustaba mucho, y sin pensarlo comencé a gemir mucho mucho y muy fuerte, y mientras yo gemía más, él me metía dos dedos en la boca y seguía metiendo su pene en mi vagina.

Luego trató de levantarme pero se complicó por las esposas que traía y nada más me volteó un poco y siguió metiéndomelo, lo escuché gruñir fuerte y supe que ya había terminado. Sacó su pene de mi y me dijo: ufff bb creo que hoy si te lastime un poco, te deje muy roja y salió un poquito de sangre, vamos a que limpie bien.

Me limpio con unas toallas húmedas, me pidió que me vistiera y cuando bajamos a la sala ata su hijo sentado y volteaba a ver a mi novio Jejejje con mucho coraje. No dijeron nada, hasta ej por fin su hijo que tiene como 25 años le dijo: acabo de llegar, a poco se puede hacer eso.ambos se quedaron callados y salimos, el me llevo a la escuela y me dejó en el estacionamiento, yo corrí al baño ya que me estaba escurriendo de mis partes un líquido -el ya me había dicho que se llamaba semen- y me limpie y volví a mis clases. El maestro de español me dijo: todo bien, te divertiste, y yo contesté que sí y ya”. Es todo lo que tengo que contarte hoy querido diario.

Los otros relatos contenidos en su diario en siguientes relatos. Con cada palabra en mi mente se gestaba la idea de que tenía que comerme a mi propia hija.

Dejen sus comentarios y sugerencias de relatos que quisieran leer.