Mi pequeña sobrina y yo (Parte 4)
Después de la primera vez que nuestros sexos se rozaron, llegó una llamada que nos dió tiempo para seguir jugando a las cosquillas .
Ya eran cerca de las 3 de la tarde, terminábamos de hacer sus ejercicios de la clase y entra una llamada que me hizo la mejor tarde con Carmi, hasta ese momento…
-Hola, Adrián (ah)… Oye, te puedo pedir un fa(ahh)vor? Te podrías quedar con Carmi hasta tarde? (ah.. Ah..), te pago las horas extras
Era mi cuñada, su voz y esos gemidos me confirmaron lo obvio, aprovecharon que tenía clase con Carmi, para poder ir a un hotel. Como paréntesis, quiero describir a Cris (cristina), madre de Carmi, es una mujer de 34 años, muy bajita y delgada, aunque tiene un cuerpo embarnecido por su embarazo, siempre me ha generado un poco de atracción, su cabello largo y quebradizo está lleno de canas que aparentan rayos, sus pechos son pequeños pero le gusta resaltarlos con blusas ajustadas y escotadas, y no se diga de sus nalgas, pequeñas pero suaves y firmes, tal como su pequeña. Alguna vez, pasados de copas, tuvimos un faje que terminó cuando descargué mi semen sobre esas nalgas ricas cubiertas por un pantalón stretch y aunque ambos lo recordamos y de vez en vez hay un jugueteo o «arrimón», tenemos en claro que fue cosa de una vez.
Pero bueno, viviendo a mi día de suerte, Cris me llamó para decirme que me quedara hasta pasadas las 7 de la noche, que llevaría de comer y que invitará a mi esposa para cenar en familia a su llegada, aunque emocionado, quise notar fastidio o indiferencia, para que no pasara por su mente mis intenciones de juegos «prohibidos» con mi pequeña:
-mmm No sé Cris, tengo trabajo, no sé si tenga tiempo
-ahhhy ándale, dime que sí (ah), te pago tus horas y un extrahh
-Jajaja dímelo sin andar trotando
-Jajaja cómo eres, ya dime que sí. Escuché cómo le dijo a su esposo que parara un momento
-Ándale pues, no te interrumpo, parece que andas haciendo ejercicio Jajaja
-Si, bastante Jajaja muchas gracias Adri! Cuando salga del… Gimnasio, le llamo a mi Sis (mi esposa) para que nos alcance y llevamos la cena, te parece bien?
-Si, está bien, aquí los esperamos.
En cuanto Cris colgó, sentí un enorme shock de adrenalina, pensé «Carmi y yo sólo por al menos otras tres horas!»
No pude contener mi sonrisa y ansias que incluso se las contagié a Carmi, que sonrió sin saber por qué
-Adri, por qué tan feliz? Qué te dijo mi mamá?
Regresando en mí e intentando mantener la calma le respondí
-oh! Me dijo que llegaría por la tarde que si podía extender tu clase otras cuatro horas.
-Qué!? Cuatro horas!? Noooo, Adri, noooo, no seas malo, ya dos horas son muchas
-Cariño, no tuviste más que media hora de clase por andar «jugando»
-Ya sé, pero no quiero tener cuatro horas de clase
Parecía no importarle que apenas hacía menos de 30 minutos habíamos tenido un orgasmo juntos y que había mojado sus piernas morenitas con mi semen y sus jugos. Estaba más concentrada en no tomar clase que en otra cosa.
-Mmm te propongo algo, si haces otros diez ejercicios tú solita y bien, ahí páramos la clase y lo demás será tiempo libre.
-Son muchos, mi quiero
Dijo en tono berrinchudo
-Es mi única oferta, la tomas o la dejas?
-Ashh eres malo!, está bien, pero nada más diez eh
-Si pequeña, sólo diez.
Y así, mientras ella estaba bien concentrada queriendo evadir sus horas de clase, yo recordaba lo que había pasado unos minutos atrás, no podía creer que me hubiera mastutbado con sus labios vaginales y hubiera sentido sus suaves muslos apretar mi pene. Quería seguir, ya estaba al cien de nuevo, pero no quería espantarla ni quedarle mal a su mamá haciendo que sospechara de nuestros juegos, así que, por al menos un momento, tenía que ser el profesor estricto de nuevo.
Pasaron cerca de 35 minutos cuando muy feliz me dijo
-Acabé! Ya no tendremos clases, verdad?
-Déjame revisar… Te equivocaste en dos
-Noo, no es cierto
-Sí, mira (La cargué y la puse sobre mis piernas), te falló aquí.
-Ash, no importa, tú corrígeme, ya terminé
-No, corrige tú, si ya sabes
-Hazlo tú y…
-Y qué?
-Y te dejo que me hagas cosquillas
Dijo en tono jugetón, pero no juegetón sexual o de esa índole, sino como niña negociado su hora de juegos por un caramelo. No me pude resistir, así que acepté, con la condición de que al hacerle cosquillas, sería como yo quisiera, cosa que no renegoció de ninguna forma.
Acabando sus ejercicios, le dije
-Listo, ahora sí, es hora de que me pagues
-Bueno, pero nada más un ratio y luego vemos la tele, si?
-Bueno, pero no se vale arrepentirse después eh.
-No Adri… Me harás cosquillas como jefe rato?
Sorprendido por su alegre cara que incluso podría interpretar por petición, le respondí:
-No sé Carmi, te gustaron?
-Me dió miedo al principio, pero me gustó cuando me hice pipí. Si no les dices a mis papás que me hice pipí o que jugamos encuerados (desnudos), te prometo que me dejo hacer cosquillas así.
Eso me dijo inmediatamente que ya era mía, podría jugar con ella y sacar provecho de su curiosidad y su aparentemente nuevo juego favorito para unas pajas en su honor y a ver qué más podía obtener de mi sobrinita a sus 9 años.
-Claro Carmi, será nuestro secreto.
Me abrazó y sin pensarlo, la abracé de su cintura y comencé a subir su blusa mientras le daba besitos en plan de juego a su cuello
-Adri, me quitas mi blusa!.
Dijo sorprendida pero riendo mientras sacaba el tirante de su blusa por su brazo izquierdo, dejando su pecho desnudo ante mi, con sus pequeños y oscuritos pezones frente a mi. Me senté en su cama y la traje hacia mi, estando ella parada, la ubiqué de frente hacía mi ente mis piernas y comencé a darle besitos y pequeñas mordidas a sus pezones, a lo que respondió agarrando mi cabeza y sólo pegándola hacía ella cuando me alejaba un poco. Lo están disfrutando!.
Comencé a pasar mis manos por su torso desnudo, recorrido su espalda, de arriba a abajo, de abajo a arriba, moviendo mis dedos de su espalda a sus axilas, luego a sus pechos, bajando a su barriguita, suave, caliente, sexy, el mero contacto con su piel ya me tenía al mil.
-Tío (de nuevo me dijo tío), me pica mi cosita
Señaló a su entrepierna
-A ver, déjame ver si estás bien
Tomé el elástico de su pantalón y su calzoncito juntos y sin preguntarle, de dos movimientos se los bajé hasta sus pies.
-A ver cariño, súbete a la cama para verte bien
-Sí tío… Así?
Yo seguía en su cama pero ya estaba recargado con la espalda en la pared, ella se subió a su cama, no sin antes terminar de quitarse su ropa y poniendo sus piernas una a cada lado de mi cuerpo, dejó su pelvis justo a la altura de mi rostro. Fue una escena hermosa, mi niña, flaquita, con sus piernas torneadas por el inicio a su pubertad, con ninguna prenda en su cuerpo más que las dos ligas para el cabello que sostenía sus colitas, mostrándome su monte de venus, sin un sólo pelito.
No tuve más auto control y sin si quiera preguntarle, la agarré por sus nalguitas y jalé hacía mi, comencé a besar y lamer su pelvis, iba desde su barroguita hasta la entre pierna, aún no llegaba a su sexo, cuando ella ya empezaba a dar pequeños saltitos
-Ti.. Tío… Siento cosquillas… Qué me haces?… Se sienten rico…
-Sí? Y… Aquí
Le di una pasada con mi lengua a su vagina, desde lo más cerca posible de su ano que la posición me permitía hasta llegar a la altura de un clitoris que pienso yo aún no estaba del todo listo para el placer sexual más no por ello era totalmente inexistente, al contrario, parecía que a cada lamida, sentía más y más.
-ah.. Tío… Ya… Otra vez… Pipí
Antes de que terminará, su cuerpo empezaba a responder, sus caderas hacían pequeños movimientos hacía adelante y atrás, su voz era mezcla ente llanto, gremios y sorpresa, rápidamente bajé mi pantalón y mi miembro durismo por la escena saltó apuntando a sus labios vaginales. Quise aprovechar su exitacion y sin pensarlo la senté sobre mi pene queriendo que lo comiera de una vez, pero apenas lo cabeza abrió un poco sus labios, grito de dolor.
-Perdón Carmi, te lastimé?
-No hagas eso! Me dijo enojada – Sigue con las cosquillas, pero no me rompas
Así que por miedo a lastimarla, sólo la senté sobre mi miembro, quedando abrazado esta vez por sus labios vaginales, húmedos por mi saliva y sus propios jugos.
Ella sola comenzó de nuevo a tener el control del frotamiento, iba de adelante a atrás, empujaba su cadera contra mi, mientras que yo acariciaba sus nalgas y las jalaba hacia mi, prolongando el tiempo de venida y acelerando la ida de sus caderas.
De repente, se quedó quieta, sus piernas se vencieron, su ojos se abrieron mucho, y de su boca salió un enorme gemido que si no fuera porque la casa tiene un patio algo grande y las ventanas estaban cerradas, los vecinos hubieran escuchado.
-ahhhhh Tío… Tío…. Ahhh
Decía una y otra vez mientras sus uñas apretaban mis hombros.
Quería aprovechar su orgasmo y no dudé en rápidamente ponerla en cuatro y sin dejarla ni siquiera recuperar el aliento, comencé a hacer la acción de penetrarla, de nuevo poniendo mi miembro atrapado entre sus muslos y su vagina, arremetí fuerte y rápido contra ella una, dos, tres veces… Apenas me dió tiempo de retirarme lo suficiente para bañar su espalda de mi semen caliente y así evitar ensuciar cualquier cosa de su recámara.
Por un momento me quedé así, ella ya tumbada en la cama, boca abajo, con mi «leche» en su espalda y hasta las tiernas colitas de su cabello, mi pene ya sensible rozando sus nalga embarrando lo último de mi venida y ella respirando fuerte soltando lentamente una almohada que agarró durante mis embestidas.
-Estás bien Carmi? Eso se sintió riquísimo!
-Sí… Tío… Dijo sin aire -Me espantaste, pero sentí muy rico
-Perdóname bonita, me emocioné
-Qué tengo en la espalda, me hiciste pipí?
-No mi niña, luego te digo qué es, déjame limpiarte.
Mientras la limpiaba, se quedó dormida y aunque yo también quería dormir juntos a ella, así desnuda y aún sudando, sabía que tendría que encargarme del desorden que hicimos en su cuarto, hacer más ejercicios para que no sospecharan de que no hicimos nada de su clase y preparar todo para que se bañara y vistiera en cuanto despertara y no quedara con ese particular olor a sexo.
Cercanas las 6 de la tarde, Carmi despertó, aún desnuda, le agarré su nalguita y le dije
-métete a bañar, cariño, hueles a sudor y según hoy sólo te bañaste y tomaste clase, no tendrías por qué oler así.
Aún «emcamorrada» me dijo riendo
-Es tu culpa Adri… Ya voy
Se paró en su cama, saltó hacía mi y me dió un beso en la mejilla, muy cerca de los labios, antes de que pudiera responderle, bajó de su cama, agarró una mayón gris, una blusa blanca de manga larga, un corpiño y sus mismos calzoncitos azules y corrió al baño, dejándome ver esa linda figura de niña.
Toda la demás tarde pasó sin más, llegaron sus papás, mi esposa y cenamos juntos, por la noche me retiré a casa, pero al despedirme de Carmi, me abrazó por el cuello y me dijo al oído
-Voy a estudiar cuando tú no estés, para que no tengamos clases y juguemos como hoy.
Eso fue el inicio de muchas veces que jugamos a «las cosquillas», actualmente, mi Carmi tiene 11 años y éste fin de mes pasa a la secundaria, y si de algo estoy seguro, es que antes de sus 15, ella ya habrá crecido lo suficiente para estrenarla.
Éste es el fin de la historia que inició mi relación con mi hermosa sobrinita, ya no tengo una historia completa como tal, pues hemos jugado mucha veces de distintas formas y se ha vuelto muy buena usando su boca, cosa que yo le pedí a cambio de sus «cosquillas».
Si les agradó éste relato, le agradecería que comenten, también, si quieren más de esas pequeñas historias con mi Carmi o que narre la vez con mi cuñada.
Mas historias con Carmi…!!!
Por favor espero mas historias
Si por favor continua contando todo lo que hicieron, seguramente tan cachondo como lo que leí