Mi pequeña vecina María Gracia, La culona de 9 años. [Parte 3]
Me levanté de mi cama, fui al baño a lavarme la cara, y me dirigí al cuarto dónde estaba María y mi hermana (quiero asesorarme que ella esté bien) y miré, se encontraban acostada las dos(mi hermana y María) boca abajó con los pies a la cabecera de la cama moviéndolos, y mirando la tele. .
Sentado; pensativo y con algunas ideas en mi cabeza. Creo que fui muy lejos con María, «mierda, ¿y ahora que haré?». Aún no regresa mi mamá de comprar, y cuándo la vea a María caminando de ésa manera, y le pregunté la razón… y María le diga ¿que me vio a mí, a su lado de la cama y con mi mano metida en su culo? Mi mamá me matará, y no sólo ella, también los padres de María. ¡Ay mierda, por que no tu ve cuidado, me dejé llevar por la excitación!
Me levanté de mi cama, fui al baño a lavarme la cara, y me dirijí al cuarto dónde estaba María y mi hermana(quiero asesorarme que ella esté bien) y miré, se encontraban acostada las dos(mi hermana y María) boca abajó con los pies a la cabecera de la cama moviéndolos, y mirando la tele. María con el shorts de dormir aún puesto, no vi señal de su cara que le dolía algo. Me acerqué, arrojándome a la cama junto a lado de María, olía rico(por el baño que se había dado), y dije -¿qué ven?-, ella volteó su cabeza hacía a mí – vemos dibujos, ¿por?-, me respondió. -no por nada, me quedaré aquí-, le contesté.
Me acosté a la cabecera de la cama boca arriba, apoyé mi cabeza con una almohada. Para lo increíble que parezca, me encontraba mirando directamente el culito de María, ya que estaba a su lado y con sus piernas llegandome a mi hombro. Tan solo podía estirar mi brazo y le llegaba a tocar todo el culito. Su traserito se lo veía tan espectacular a la vista dónde yo estaba, la verga de repente me daba saltitos en mi pantaloneta.
Sus piernas, sus muslos, el inició de sus nalgas, con el shorts y el calzoncito a la vista mía, es un tentación que no puedo soportarlo. Con ése hermoso cuerpo angelical que lo tenía ahí, pero no podía tocarle por obvias razones. Todavía tenía miedo que ella dijera algo. Los nervios me invadieron inmediatamente, quería saltar esos días y las semanas para pasar esa tensión.
Oh madre! No sé por qué el destino me hace esto. Había pasado una canción infantil en la tele, al ritmo de la música María movía sus nalgas de lado a lado(esa hij@# quería que le den con todo en ese culo, y ella se lo buscaba), su shorts se hacía un lado, mientras dejaba ver las nalgas y parte de su calzón a la vista. Mi verga comenzaba a tener vida propia, por el rató se me paró. Con mi otra mano tapaba mi bulto, tratando de disimular mi erección.
De tanto mover las pierna me la colocaba en mi pecho. Lentamente yo me tocaba la verga (me masturbaba), y con la otra mano, tocaba disimuladamente el muslo de María que estaban pegados contra mi dedos. Una vista previa hacía dónde estaba mi hermana, también en la posición de boca abajo, la miré. Creo que era la primera vez que veía mi hermana de otra forma en ése momento, no me había percatado de que ella tenía puesto un camisón holgado cortito, que al movimiento simple de las piernas dejaba a la vista su calzón blanco y gran parte de sus nalgas.
Jenny es cómo mi mamá, ella es: calderona, con unas piernas torneada no gruesas, tes de piel canelita, un culo grande, paradito y redondo( es una forma similar a la de María), de contextura delgada y eso que le hacía marcar aún más las caderas, pero aquí viene el detalle, los pechos de ella son grande. En varias ocasiones tuve la oportunidad de verlos, pechos de mamá soltera posee. Y apenas con 11 años edad, ya tenía demasiado pecho(inclusive ella sufría de problema de espalda por ese detalle de los pechos). Pero son hermosos pechos. Yo seguía entretenido por un buen rató, mirando el culo de María y de Jenny, mientras me daba suave mensaje en mi verga.
La puerta sonó del departamento, rápidamente me levanté y fui abrir, y era mi mamá que llegaba con las compras.
Durante el día. Todo transcurrió normalmente. María ya no caminaba cómo un pato, ya estaba «normal». Creo que por ése rató me salvé. Vigile a María en las horas del día, para ver si decía o se le escapaba algo de lo sucedido en la madrugada anterior.
A lo largó del día todo marchaba tranquilamente, nada de sospechas, María feliz, jugando y saltando etc.
Habíamos terminado de merendar.
Me hallaba en la terraza teniendo la ropa. Bajando las escaleras, escuchó a mi mamá hablando con María, de un golpe sentí cómo se congeló mi cuerpo del miedo(carajo, pensé lo peor,), bajé lentamente sin hacer ruido, coloqué mi oído en la puerta principal(estaba cerrada), ni mierda, no se escuchaba nada, solo eran murmullo.
No sabía si golpear la puerta para que me abran o irme de ahí, estaba cagado del susto, en mi mente pasaba las peores situaciones.
A la mierda, toqué la puerta, la que me abrió fue Jenny, entré. En la mesa estaban María, mi mamá y Jenny que me fue abrir la puerta, fui a dejar el cesto, para el alivió mío, no estaba hablando nada referente de la madrugada… lo que sí hablaban era de los padres de María, especialmente de la mamá.
Según dicho por María, que la mamá lo engaña con el mejor amigo del papá, y que fernanda(la mamá) la llevaba a María a verse con el amante, y para que no diga nada al papá, le deban dulces. Y que también lo veía teniendo sexo, mientras que a ella le daban el celular para que se entretenga, y que aveces cuándo los hermanos ni el papá no estaban en la casa, el amante venía al departamento a culiar con la mamá, que se encerraba en cuarto, mientras María se quedaba en la sala viendo la tele.
Creo que eso me abrió la mente aún más, del por que se comportaba así María, claro, por esa razón el «jueguito del caballito» que hicimos esa vez, con razón ella lo hacía tan delicadamente(siempre dije: dónde aprendió hacer eso), y lo disfrutaba. Ahora se de dónde sacó de todo eso, de la misma mamá. Y con razón la cara de ninfómana de la mamá, cuándo regularmente la veía. Cuándo Fernanda me miraba, hacía que mi verga se parará, poseía una mirada ni que ella mismo puede controlar las ganas que le pide su cuerpo, el sexo.
Que gran revelación que nos contaba. pero ya se suponía de todo eso. Ahora sé el por que María es así de calenturienta, aprendió de la mamá.
Mi mamá la abrazó a María y le mencionó que no se preocupará, que deje pasar éso, y que no cuenta a nadie más de lo que la mamá hacía.
Ojalá no cuenta nada, y si contó de la mamá algo íntimo, carajo, ojalá de lo mío no cuente.
El transcurso de las horas fueron normales, María y Jenny jugando, yo en el mueble viendo tele, con unas ganas de pajarme inmensa, y lo malo no había calzones sucios de María, todo estaban lavados. Mientras que ella seguía jugando con mi hermana, quería ir y meter a manosearla, pero no podía por mi mami.
Las muchachas salieron del cuarto, por que mi mami iba a dormir(eso era bueno). Las llamé y les indiqué para jugar a la escondidas, ellas dijeron que sí, y les dije que no tenía que hacer ruido, y íbamos a jugar en todo el departamento, sea en las escaleras y en la terraza. Estuvieron de acuerdo. Le dije que tenía que empezar a contar mi hermana, pero ella se negó, tuve que convencerla con besos, abrazos, y accedió. Excelente, era mi oportunidad de estar con María a solas, y ya se dónde llevarla para escondernos. Y comenzamos a jugar, sin antes de advertirlesde nuevo que no tenía que hacer ruido por que mi mami dormía, ellas asintieron la cabezas.
Mi hermana empezó a contar en el marco de la entrada a la terraza. Yo le agarré la mano a María y bajamos rápidamenta las escaleras sin hacer un ruido posible(mientras que mi hermana seguía contando), la conduje a la puerta principal del condominio, dónde ahí hay un mini garaje dónde guardan las motos, no es grande, pero si lo suficiente para escondernos. Llegamos ahí, se encontraba oscuro, gracias a los pequeños hueco de las puerta del condominio que entraba la luz de la tardé.
Abri la puerta lentamente, entramos María y yo al garaje, cerré el portón con seguro sin hacer el mayor ruido posible. Yo me arrime contra la pared del lado de la puerta, y me deslice hasta sentarme en el pisó, acto seguido, le dije a María que se sentará el piso también, a lado mío. Y lo hizo así, se sentó de a mi lado. Ella comenzaba a reírse, le dijo que no lo haga por que después nos escuchará mi hermana. Pensamiento diabólico pasaron por mi mente, ya quería hacerlo. Con mi corazón latiendo a mil, le abrace a María, pasando mi brazo por encima de ella y poniéndolo por su cintura, mientras la acariciaba su barriga.
Estaba poseído o dominado por algo, no lo sé, pero me encontraba descontrolado. La tomé de la carita en dirección a la mía, quedando frente a frente, estába unos centímetros escaso de sus labios grueso y rosaditos, y mirándola directamente a ella. Y le dije en voz baja- que me gustaba, desde el primer día, que me he enamorado de ella-. María no decía nada, estaban en silencio y sorprendida, pero me miraba sonriente y tierna, sus mejías se comenzaba a poner rojita.
Me le acerqué más, quedando mis labios a la par de los labios de ella… y de un rato a otro, le di un beso de piquito que duró segundos nada más(no sé que me pasaba, pero se que no era yo actuando de esa manera). Ella sonrió nerviosamente, y le mencioné -¿te gustó?-, apenada bajando la mirada al pisó me respondió -si-, le replique – lo hacemos de nuevo?-, agarrandole de la cabeza, no le di el tiempo, de que ella me diga; ni si, ni no, la besé de nuevo, está vez le dije que que no abra la boca, que la cierre y que solamente mueva los labios, tal cuál lo hizo. Que nuestras bocas se movía de un lado a otro, de arriba y abajó, su labio inferior le mordí sin hacer mayor fuerza, solo pasaba mis labios. Saqué mi lengua y se la metí en su boca(tipo beso francés) duramos unos minutos así, que la temperatura subió de golpe.
Me volví loco, la sujete de la cintura y la trepé encima mío, sentándose en mi verga erecta, mientras seguíamos basándonos, ella me abrazaba presionando mi cabeza contra la suya. Yo instantáneamente la cogí de sus nalgas, abriendo mis palmas de las manos y presionando contra ellas, y la comenzaba a mover, detrás hacía delante… un ritmo que se iba incrementado más y más. Mi verga estaba que se estrellaba en mi pantaloneta, y más con los movimientos de María ya no resistía.
Le apretaba(ahora con la confianza que tenía) las nalgas está vez lo hacía con más fuerza, mientras nos besamos y ella me seguía cabalgandome. Su saliba se mezclaba con las mías, la manoseaba: mis manos recorrían por sus muslo y luego las metía por debajo de su shorts tocando sus ricas y suaves nalguitas. La respiración se hacía más notable, inclusive se escuchaba en todo ése garaje. Los movimientos que me hacía María era sencillamente perfecto. Nos dejamos de besar. Yo me cargué contra la pared, entretanto María sentada aún y apoyando su brazo en mis pechos, se movía. La observaba la cara, una expresión llena de placer y gozo, estaba toda excitada, con sus ojos cerrados.
«Esa niña aprendió muy bien de su mamá, claro, tanto tiempo que la veía cogiendo con el amante».
Le indiqué que se ponga de pies, pero antes le decía _que no debía de decir nada, absolutamente nada_, ella me respondió lo mismo de siempre, «a nadie iba a contar». María se puso de pies, acomodándose su shorts( que lo cargaba medio abajo) y arreglandose su cabello… (yo miraba un hermoso cuerpo virgen enfrente mío). La abracé de nuevo, enrollado mi abrazo a su alrededor, coloqué mi cara en toda la zona «v» de la vagina con el shorts puesto, mientras que con mis manos la manoseaba de nuevo su culo. Presionaba mi cara contra su conchita: Olía y olía la rajita. Ya no pude más en contenerme… con mis manos en su nalguitas y mi cara viéndola su reacción de su rostro bello, comencé abajar su shorts lentamente(quería ver su reacción, si se oponía o no), ella reacciono poniendo sus manitos encima de las mías e impidiendo que le bajé el shorts, yo no dije nada, así que seguí bajando, y ella me dejó hacerlo, tapando sus ojos con su manitos. Y de un tirón bajé shorts y calzón dejándolos en el suelo.
Y así estaba semidesnuda frente de mí, sus hermosas piernas torneadas, su barriguita espectacular y nuevamente a la vista ésa conchita hermosa, que tenía un brilló fabuloso, unos labios gruesitos y blanquitos. Miré a María, ella seguía cubriendo sus ojos con sus manos(tan tierna).
Me acerqué a ella sacando mi lengua… al momento de tocar su labios vaginales con la lengua, ella se movió(cómo cuándo alguien le hacen cosquillas en las costillas, así) y subiendo su rodilla izquierda, y una pequeña risa de María mezclado con los nervios, ése ratito reaccionó.
Con mi mano derecha la llevé hasta su vaginita blanquita directamente a sus labios, mientras que la otra la tenía detrás de ella, tocando y apretando su nalgas. Ella comenzó hacer arcadas y a cerrar las piernitas cruzandola una con la otra, al momento de pasar mi dedo índice por sus labios vaginales y recorría en la parte interior toda la rajita. Al minuto mi dedo se estaba mojando de los fluidos de su Conchita, me detuve en su huequito, sólo la uña del dedo le metí y ella dio un salto retrocediendo de mí, me dijo que no haga eso que le dolía mucho, le comenzó arder. Rápidamente me levanté, me incliné hacía ella y coloque la palma de mi mano en toda la vaginita, y comencé a sobarle, María abrazaba mi brazo mientras su cara con una expresión de dolor. No quería hacerle daño de esa manera, la basé en la frente -mi amor perdóname- le dije. Ella aún no decía nada, solo era quejidos leves.
Pero aún no estaba satisfecho, quería masturbarme y venirme, y además falta poco para que mi hermana esté por este lugar, así que tenía que aprovechar, avancen mucho, así que tenía que hacerlo.
Observé en una esquina que había un cartón, la cargué a María hacía allá. Acomode el cartón dejándolo abierto en el suelo, le dije a María que se tiré sobre el, con un poco de vergüenza y timidez, mirándome desconcentradamente, se acostó boca arriba rectamente(estaba tensa) poniendo sus manos sobre su vaginita. La tenía en plato para servirme.
En una posición del misionero, abrí sus piernas de un lado al otro, y me incliné hacía ella quedando cara a cara, dónde nuevamente la besé sus labios tierno, unos minutos le basé mientras la manoseaba por todos lados de su cuerpo.
Me deslice besando sus pechitos y la barriga, llegando al punto de la entrepierna, quitándole las manitos que ella lo tenía puesto ahí.
¡Madre mía! Su conchita la tenía mojada, pequeñas gotas se deslizaban por los labios de toda la rajita cerrada, se me hacía agua la boca. Me acosté boca abajo, apoyando mis codos al suelo, y poniendo mi cara de frente de esa vaginita, con mi dedos del índice y del medio, abrí sus labios de su conchita, estaba bobosa, desdé su ñoquito de su hueco de su vaginita coloqué mi lengua, le hacía presión, lo movía en círculo, chupaba y chupaba la conchita tierna, ella sacudía sus piernas de la lado a otro, se movía cómo una serpiente de lado a lado. Yo le agarraba firmemente para que no haga esos movimientos, esta vez abrir las piernas empar quedando al topé y la levanté. Con mis labios comencé a chupar toda la vagina, le mamaba cómo un chino loco, le sacudía y le succionaba la concha. Esa nenita comenzó nuevamente con sus sacudidas, esta ocasión lo hizo muy violento, pero yo aún más la sostenía.
Me centré en chupar en la zona del clitoris que aún no estaba en desarrollo total, se la veía un pequeño bultito que se asomaba ente los labios inferiores, y ahí chupe con todas las ganas que tenía, ella reaccionó y colocó sus manos sobre encima de mi cabeza y la presionó contra la su cosita. Puta madre, María estaba teniendo un pequeño o gran orgasmo, le salía una cantidad considerable de jugo vaginal que me mojó mi boca.
-¡ay, ya no.. ya no!-, ella exclamó agarrandome fuertemente la cabeza para apartarme de ella. Pero no me importó eso, por que con más ganas le seguí chupando, mi boca sonaba cómo un perro sediento tomando agua. Inmediatamente saqué mi verga de mi pantaloneta e inicié con las pajas, fueron la pajasos más rico de esas horas, con mi mano mojada del juego vaginal y de mi saliba de mi boca, fueron el lubricante perfecto para mi verga que me jale con todas las ganas, parecía que me iba a sacar la carne de la verga, mientras seguía, y seguía chupando la vaginita que estaba muy mojada.
María seguía diciéndome que me detenga, que ya no quería que le haga éso, pero con una voz entre cortada, puede escuchar por primera vez sus gemidos de niña, eran puros «AY, AY AY» mierda, eso es muy RICOO… pero yo de necio y excitado no quería parar, aunque ella me jalaba el cabello, yo seguía sacándole brillo a su chapita.
Ya no aguantaba más, ya no daba más, hasta que de pronto sentí una presión fuerte en mi verga, hasta venirme a chorros, mojando todo el cartón y algunas gotas cayeron en casi toda la chepita y pierna de María.
Me tumbe aún lado de ella, entretanto María estaba agitada y respiraba muy rápido, – lo hiciste bien amor-, le decía mientras la abrazaba para darle besos con lengua. María igual me respondió con unos besos y me abrazó(está niña aprende rápido, por que los besos que me daba es cómo si lo hubiera echo muchos años, es impresionante María) y nos encontrábamos sudados y cansados.
– no dieras nada por favor bebé-, le decía mirándole a los ojos, – no diré nada-, con voz agitada me respondía.
De un golpe me levanté del suelo, y a María también, le subí el calzón y el shorts, le arreglando bien su ropa, las gotas de semen le quité de las piernas y toda mancha de juguito de su vagina le limpia con mi mano, le dije que se acomode el cabello ya que estaba desbaratada.
Agarré dos puñados de arena y tiré en el cartón(estaba muy mojado y manchado de mi semen y del jugo de María), lo esparci por todo lo majado, después con fuerza arrugue el cartón y lo deje tirado en la esquina del fondo. Todo eso lo hice rápidamente por que escuché alguien bajando las escaleras, y era mi hermana que gritando mi nombre y la de María, buscandonos. Agarré a María y nos fuimos a la esquina por detrás de la puerta, le dije que no haga ningún ruido(no quería que ella nos viera salir a los dos de ese garaje oscuro), pasaron unos minutos jenni nuevamente subió a buscarnos en otro lugar.
Le indique a María que no dijera nada, y que si le pregunta Jenny a dónde estaba escondida, le dijera que se encontraba por el mueble del cuarto de último(dónde yo dormía). Así que yo salí primero para que mi hermana me viera a mí, y así llevarla hasta la terraza a Jenny, para que María vaya al cuarto y se esconda dónde le había dicho. Tal cuál lo hicimos, lleve a mi hermana a la terraza y María fue directo a mi cuarto, no pasó nada mayor, salvo que mi hermana me mencionó, que ella busco por todo los lugares del departamento y no nos encontró, y también preguntó, por que el shorts de María estaba mojado. Yo rápidamente le decía que se había mojando por ahí en descuido, le cambiaba la conversión para que no piense en éso.
Todo fue normal, terminamos de jugar, ellas se fueron a bañar, y yo fui arreglar el cuarto y a esperar a María y Jenny, que salga del baño para ducharme.
Las muchachas habían salido del baño. María con una toalla cubierta hasta su pecho y su cabello mojado, ha entrado al cuarto, me la acerqué a ella para decirle lo hermosa que se veía, le agarré de su carita, y le di unas cuantos besos, y la apreté las nalguitas a María. Antes de entrar al baño, mi hermana me llamó y fuimos hablar en la cocina. Ella con una cara de confundida me indico lo siguiente; en el momento antes de entrar a ducharse, cuándo se desvestiron y especialmente María, mi hermana la observó que tenía unas manchas amarillentas en el calzón y gran parte del shorts, y ella(jenny) olió todo eso y que tenía una fragancia(cloro) muy fuerte y raro, y me preguntaba que era eso lo que tenía María.
Mierda, de tanta cosas se me había olvidado detalle, nunca le limpié ahí. Con todas las emociones cargaba, y con miedo, le respondí que no le dijera nada a mi mami, ni a María le haga mención de eso, después ella se pondrá mal. Le dije también, que todo eso era por lo que hemos jugado toda la tardé, y ella me replicó nuevamente, que esas manchas ya le había visto antes en sus calzones. Con un poco de sudor del nerviosismo que tenía, pero con una expresión de tranquila(para que ella no notará nada raro en mí), me respondí nuevamente que no dijera nada, por que después ella se iba a meter en problemas con la vecina, -ya anda a cambiarte, y no le digas nada María, ni a mamá, ¡verás! Jenny-, le dije antes de meter al baño.
Todo fue tan rápido y emocionante, ni siquiera me importaba que mi hermana tenga esa curiosidad del por que esa manchas en la ropa interior de María. Parece ser que ellas(María o Jenny) había lavado la rápido manchada y sucias, por que estaban tendidas en el palo de la cortina del baño. Ya, todo fresco y con ganas de más, salí de bañarme. María estaba sentada en la cama peinandose su cabello, iban a salir a pasear con mi mami a la malecón.
Yo me despedí de ellas por que también iba a salir, le dije a mami que antes que venga ellas ya iba estar en casa.
*Ya en casa, me puse ver unas peliculas*.
Eran las 21hs, ellas llegaron de pasear, la única que subió fue María, mi mamá y Jenny se había quedado abajó conversando. Llamé a la María, tenía dudas en algunas cosas. Ella vino hacía a mí, la senté en mis piernas y le decía; que había echó por ella, y también le pregunté, si mi hermana le había comentado algo del jueguito a ella o a mi mamá, lo único que me dijo que nada de eso habló. Yo feliz.
Antes que se vaya a vestir al cuarto, le dije que se ponga esa batita que ella solía andar, para que duerma cómoda. Ése camisón o batita era muy cortita, que cuando caminaba María simplemente se le veía sus nalgas o el calzón, muy rico es. Ella moviendo la cabeza(un si), se marchó al cuarto corriendo, ya que mi mamá y Jenny estaban cerca de entrar al departamento.
-que haces vago- exclamó mi hermana. Dame un helado que me había comprado, ellas entraron al departamento. Yo me levanté del mueble para comer mi helada, y en eso me quedó mirando y muy sorprendido, de dos cosas que nunca en mi vida(hasta en ése entonces) me había pasado, en ese precioso momento cambiado en la forma de cómo miraba a mi mamá y a mi hermana. Desde esa hora cambió me perspectiva de hijo a mamá, y de hermano.
Me quedé atónito de ver semejante escenas.
Mi mamá, es una mujer que se mantiene en forma, pese a la ruptura y el divorcio con mi papá se ha mantenido en sus rutinas diarias, en el gym o hacía bailoterapia. Y todo eso le ayudado a mantenerse tal cuál, con un excelente estado físico que no tiene por envidiar a otras mujeres, inclusive hasta mi papá quiso regresar nuevamente con ella, por verla tan cambiada y de la forma(ahora) cómo se comportaba. Había tenido vaciles o noviazgo pasajeros que no me importaba, yo nunca me metí en eso temas con mi mamá, ella sufrió mucho después del divorcio, así que se merecía su tiempo. Pero también eso me trajo algunas cosas «encontra» con mis compañeros del colegio(y vaya que pasaron cosas), mis compañeros si me molestaban cuándo la veían a mi mamá, pero eso será para otra historia.
Mariuxi se llama mi mamá, ella tenía puesto un vestido rojo muy ajustado que dejaba expuesto sus anchas caderas de avispa, unas piernas gruesas bien firmada, torneadas(piernas de gym) y especialmente las pantorrillas se marcaba su porción, muy hermosas. Y lo mejor es el culo; muy grande, redondos y exageradamente levantado, y más aún con el vestido puesto se notaba impresionante, que cuándo caminaba movía las nalgas es infernal(si me mami hubiera echo ese experimento de las redes, dónde una chica coloca su celular en trasero y graba a todos quién ve su culo, con mi mamá fácilmente ese vídeo duraría de 5 horas en adelante). Y con unos pechos bien levantado y grande.
Solamente me quedé viéndolo estúpidamente y embobado de su cuerpo y culo, nunca imaginé que se despertará tanta cosas en mi cabeza y especialmente mi reacción en mi verga. Mi hermana por igual, ella vestía con su shorts ajustado muy pequeño, que las partes del culo dejaba a la vista, cuándo caminaba pareciera cómo si estuviera pidiendo verga a gritos… no sé cómo mi mamá le deja vestirse así, y una blusa que sin cuello, tipo tiritas y muy descotado que se asomaba los dos melones de sus pechos. Carajo, no se que me pesaba, pero tenía atracción por mi ¡mamá y hermana! No sé si estaba enfermó por tener esos pensamientos lujuriosos y si era así, necesitaba ayuda urgente. Para que de un modo controlar esas tentaciones infernal, tuve que ir al baño hacerme la paja, para que así se me bajé un poco todo esos pensamientos que tenía.
María me había echo casó a la petición que le hice. Cuándo entré al cuarto, ella estaba con su batita cortita con sus hermosas piernas en todo su esplendor… ¡pero que niña para más hermosa! Arreglando la cama junto con mi hermana. Cuándo se tumbaba hacía frente se asomaba su hermosas y grande nalguitas. Mi hermana de igualmente vestía su bata, sienore le ha gustado dormir de esa manera, la bata era normal arriba de la rodillas.
Al rató se acostaron, eran la dos(2horas)de la madrugada, un silencio absoluto se sentía, esperé por unos minutos más para levantar. Me incorporé de la cama y me dirijí hasta dónde dormía María y Jenny. Al momento de ir hacía dónde María estaba acostada para asesorarme que aún esté «dormía». Al instante que le toqué el hombro ella se volteó hacía a mí riéndose, yo me quedé por unos momentos helado, pero reaccioné. Le mencioné que me acompañé a la sala, ella silenciosamente se levantó de la cama, sin hacer el menor ruido posible por que mi hermana «dormía», se dirigió hacía a mí, le agarré de la mano y nos fuimos a la sala, y le dije que no haga ruido.
María se sentó en el mueble, mientras yo iba caminando en silenciosamente al cuarto de mi mami, asomandome lentamente la cabeza, he mirado hacía la cama de mi mamá, ella aún dormida y arropada hasta el cuello.
Estiré mi brazo al picaporte de la puerta, presionando el seguro de la misma, y cerré la puerta pausadamente. Fui a mi cuarto y también hice lo mismo, pero sin poner seguro, la dejé semi-cerrada(por cualquier cosa, y si mami se levantaba, yo iría corriendo con María al cuarto), y fui dónde estaba sentada María. Le di unos besos, y acto seguido la puse en cuatro recargando su pecho en el asiento del mueble, le expresé que no hagan ningún ruido, y que se tapara la boca. Le empecé a subir la batita, ahora esas nalgas en todo su plenitud, la tenía a mi orden. Le apreté las nalguitas, le besaba las piernas, le pasaba mi lengua en todo ese manjar, ella se movía, le daba cosilla me decía. Estuve por unos minutos besándole, manoseando en cada centímetro de culo y piernas. Después de éso, le bajé su calzón(la guardé en el bolsillo de mi pantaloneta), solamente coloqué mis labios, y le chupaba sus nalgas, recorría mi lengua en todo el cachetes de su hermoso culo.
Acomodé mis dos manos en sus nalguitas(dos en cada), haciendo un poco de presión la abrí sus hermoso cachetes de su culo, otra vez a la luz, a mi vista salía ése delicioso ano rosadito, cerradito y apetecible. En seguida ubique mi lengua en su anito… le succionaba, intentaba meterla hasta el fondo de ese ano, parecía imposible, muy cerrado. Mi lengua transitaba en toda la línea de las nalgas llegando hasta el inició de su chepa, y en el orificio del culo… el sabor que tenía ese culo, era una mezcla de sudor y el otro era eso típico olores que tiene un culo, en esté casó tenía una fragancia muy rica y agradable, que sentía ese sabor y aroma, le lamí todo el ano, mi lengua tenía sabor a culo de María.
Continuación… le dije que se sentará en el mueble(era el momento de sentir el placer de su boca), con una carita de confundida y sin saber para que era. Me pare enfrente de ella, llevando mi mano hacía mi verga, me la saqué de la pantaloneta, bien erecta y mojada la punta de mi palo, se la acerqué a María, agarrando por de bajó de la cabeza de mi pene en forma de puño, se la llevé a su boca. Tocaba mi verga en sus labios tierno, le dije que me diera besos… con unos piquitos, me comenzó a dar besitos. -¡puta madre!-, exclame con gran placer, al sentir esos labios en mi verga. Ella se apartó de mí, haciéndose un lado, pero aún estando sentada, le vi los labios y lo tenía muy mojada, ¡que ricoo!
Mi juego preseminal le estaba escurriendo por su boca, ella lo escupió al suelo inmediatamente, limpiándose los labios con su manos, le dije que a la próxima se lo debe tragar. La arroje nuevamente al mueble boca arriba, en una posición del misionero, abrí bien sus piernas que cuando le hice eso, su labios vaginales se expandieron de lado a lado, quedando abierta completa. Y le dije que agarré con sus manos sus piernas y lo sostenga ahí.
Quedó completamente despejado, sus huequitos de su vagina, de su culo se encontraba en todo su esplendor y libre para mí, observé con buen detalle cada parte de sus vírgenes tesoros. Conduje mi verga en su vaginita y especialmente en su huequito rosadito, cerrodito y virgen.
De toda la calentura que cargaba, quería penetrarle pero estaba ultra mega cerrado, mientras hacía presión con mi verga intentado meterlo, María se movía mucho y se quejaba de dolor, y no quería hacerle eso.
Le restregué mi verga en su conchito virgen, mi pre seminal y el juego de su conchita se me mezclaban, estaba que goteaba y goteaba, líquido se deslizaban de sus entrepierna.
Me comencé a masturbar, mi verga apuntando a su vagina… no podía más, -quiero penetrarle-, mi mente se cruzaban esas ideas. Con fuerza, y con el agarré «ok» por la cabeza de mi verga he hice otra vez presión contra su chochito, mi glande lo tenía en su huequito, intentaba meterlo, lentamente me movía hacia adelante, siento un hueco muy apretado difícil de penetrar, pero lo intentó, María se mueve mucho y con unas lágrimas en sus ojos, me dice que pare.
Yo muy poseído no se de que, no le hacía casó, le empujaba con más fuerza, la punta de mi verga pudo entrar pero no del todo, sentí como esa vagina botó una cantidad de jugo vaginal, María empujandome con sus piernas intentando separarme de ella. Agarrando sus piernas con mi otra mano desocupada. Me comencé a mover de a detrás hacía delante lentamente, mientras María queriendo llorar -ya no, ya no porfavor-, María exclamaba.
Decide parar por el ruido que hacía, por las constantes queja de ella; con dolor del cuerpo y molestia en su vaginita, a María nuevamente la acomode en cuatro patitas, y le separé sus piernas temblorosas.
Le tocaba a su culo. Le pasé la lengua; le chupe y le mordí sus nalgas unas cuentas veces, le dejé dos chupetones en cada cachetes. Le levanté aún más el culo, la empine quedando de puntitas de pies, está vez con todas las ganas le abrí el culo, nuevamente con mi lengua en su ano, tanta veces que le pesa que su sabor de ano lo tengo presente. Con mi lengua en el anito de María, le comenzaba penetrar, hasta que de lo cerradito que estaba, conseguí abrirle un poco, en ése pequeño huequito que se veía, de tanto hacerle con mi lengua, un poco de caquita, salía de su ano, eso Sencillamente me provocó en mi unas ganas endiablada.
Con gusta más razón, le seguía mintiendo y sacando mi lengua en su anito, estaba tan hipnotizado por esas nalgas, y que no me percaté que el ruido que estaba haciendo con mís chupada y más las queja de María… el anito estaba tan delicado y mojado, que de a poco le comencé a meter el dedo, lentamente lo introduje, María con unos sacudón e intentaba a partarse de mi, le agarré bien fuerte en su caderas, le me ti mi dedo, la mitad, un lloró y un casi audible grito que rápidamente le tape la boca – ¡ay me duele!-, giré mi cabeza de lado a lado para observar si alguien se levantaban. Parece que todo estaba tranquilo.
Continúe con lo mío… con mi dedo aún metido en su anito, me lo apretaba, sentía cómo lo contraía su anito, ¡que ricoo!.. saqué mi dedo de su ano, con un olor espectacular de a sucito. Para darle pasó a mi verga, toda mojada, lo coloqué mi verga en su anito… carajo, con toda la presión, y lo maldito cerrado que estaba ese ano, lo intentaba meterlo… María llorando me decía, que ya no haga éso, me suplicaba… no sé que me pasó en ése rató, pero no me importaba sus suplicas, para nada.
Le di un trapo indicandole que lo mastique, y con mi mano izquierda le cogí su cabeza, y con una pequeña fuerza le hice presión contra el mueble, poniendo su cara boca abajo contra el cojín. Mientras que con firme agarré, nuevamente y bien decido, dirijí mi verga en su ano, y con una metida pero complicada… la penetre, la cabeza de mi verga se encontraba metida en su ano, muy durísimo; su ano presionaba mi verga. María gritaba tan fuerte y llorando que quería salir de ahí, pero yo la sujetába muy duró, le decía -que no, ya le iba pasar el dolor-, seguía y seguía gritando(mierda que hice), mi verga tan erecta seguía metido en el ano de ella, mi glande estaba perdido dentro de ese manjar, lo primero que sentí cuándo se lo metí en su anito; estaba muy caliente(cómo una freidora), era tan cerrado que me lo estrangulaba mi verga, y un placer uff muy rico, que no me importó nada en ése momento.
Aún la tenía sujetada contra el mueble, esperé unos minutos(mientras que María aún llorando y gritando) para ver si el dolor le iba desapareciendo, María se retorcía aún más, ya no gritaba, pero su respiración era muy rápida. Lentamente volví a meter mi verga en su ano, ¡que caliente que estaba! Mientras más metía mi verga, observaba que su ano se expandía aún más(que culo para estar muy apretado), hasta la mitad logré meterlo. Empecé a moverme de atrás hacía adelante sin sacarlo del todo, sentía un masaje en toda la basé de la verga… María ya no podía, me pedía de por favor que me detenga.
Con mi mano derecha haciéndole presión su cabeza contra el mueble, y con la izquierda agarrando su nalga y abriendola, inicié con el moviéndote del mete y saca… su culo ahogaba la basé de mi pene, muy apretado, pero sabroso, se lo metía con el ritmo del vaivén, su anito sonaba muy sádico con los juguitos de nuestros. Era tanto el placer, que estaba apunto de venirme, nuevamente la corriente en mi cuerpo sentía. Con más velocidad le estaba penetrando, mis muslos chocaban contra sus nalgas rojita, le apreté tan fuerte que le hice poner moradita(tipo chupones), mientras que María aún seguía llorando contra el mueble. Estaba apunto de venirme… ¡ya no podía aguantar más! Mierda ya era hora. Comencé a meterle tan fuerte que ahora mi verga la tenía metida por completo dentro de su anito, sentía cómo se iba abriendo pasos, cómo unas tiras se rompían dentro de todo ése huequito, eso fue algo infernal sentir ese placer, por que a los minutos de todo esa tensión… me vine achorro. Dejé de moverme, para acto seguido aflojar una cascada de semen en el culito tierno de María, notaba cómo una gran cantidad de leche salía de mi verga inundando el anito de ella. notable porción se escurría por las piernas de María. Me detuve un rató esperando que me terminará de venir por completo, aún sosteniéndola de su nalgas y de su cabeza contra el mueble. Cuándo saque mi verga de su culito, ¡hijueputa! Una buena dosis de leche se deslizaba por sus nalgas, su anito lo tenía abierto (O) una «o» se formaba, mierda, ya no era virgen. Y a continuación, me asusté, por que me percaté que en mi verga a parte de tener leche, tenía sangre y poco de caca, miré mi palo de ver de dónde salía, hasta que me di cuanta y era del anito de María mezclado con mi leche.
Su ano de lo rosadito que era, ahora estaba rojo, manchado con semen, caca y sangre. Ella comenzaba dar contracciones en su ano(por que se veía cómo lo contraía;se cerraba y abría su anito), lloraba sin parar. Me dio mucho miedo, ya se me había pasado la calentura. Muy preocupado, Le decía que no haga ruido, la sobe la espalda con unas caricias para de un modo tranquilizarla. Estaba temblorosa, y lloraba mucho mientras seguía manchada con semen y sangre, tenía que hacer algo rápido, no quería que me vea desnudo con la verga manchada y a María desnuda por igual. Al momento que me estaba poniendo de pies, siento una mano golpeandome en mi cabeza, me volteó para saber quien era… ¡¡carajo, es mi hermana!!. Me congele, sentí que la sangre de mi cuerpo me bajó a los pies, mi hermana necesitaba viendo a mi semi desnudo con María haciéndole todo esas cosas… – ¿¡que haces estupido!, que le estas haciendo a María?,- con una cara de sorprendida, y sin creer lo que estaba viendo. Yo quedé helado, sin saber que hacer o decir, -jenny no haga ruido, porfavor-, intentaba de tranquilizar el momento. Pero no puede, yo al instante me cubrí la verga, subiendome el calzoncillo y la pantaloneta.
Mi hermana la levantó a María, mientras que ella estaba llorando. Gotas y gotas se deslizaban por sus nalgas y piernas. Abrazandola María a mi hermana, se la llevó hacía el baño. Con la bata aún puesta, con los calzones tirado en el pisó, las manchas de semen y sangre se le podía observar escurriendose por sus partes íntimas… se metieron al servicio, yo iba detrás de ellas con un temor grande, no se que me iba pasar, pero ya me esperaba la peor cosa de mi vida.
Mi hermana agarró un puño de papel higiénico, y le comenzó a limpiar las nalgas de María, y ella aún llorando haciendo cara de mucho dolor. Otra vez me increpó, le suplique que no dijera a mi mami( estaba seguro que le iba a decir), por que me mataría si haría éso.
Jenny: ¡eres un pendejo! Que le haz echó, sólo mírala(señalando las nalguitas de María)
Yo: por favor Jenny, no le vayas a decir a mi mami.
Jenny llevó a María a la cama. María caminaba abiertita con dolor aún en la colita, la acomodó sobre el colchón y le dije que se tranquilizará, le dio una pastilla para el dolor. Ya estaba un poco tranquila ella, la arropó. Inmediatamente me dijo que le acompañe a la sala, para hablar.
Jenny llorando me decía por que había echo eso, que si María le llega a decir a sus padres de lo que yo había echo… me mataría, y el problema grande que se le vendría a mi mami.
Le mencioné que teníamos que convencerla a María para que ella no llegué a decir éso. Yo le abracé a jenny pidiéndole perdón, pero que no diga nada. Le traté de convencerla. Fuimos nuevamente hablar con María en la cama. Estuvimos un rato hablando con ella. Aún con un poco dolor, la convencimos. Ella se volvió a dormir con mi hermana. Mientras yo me dirigí a mi cama asustado y preocupado por lo que me iba a pasar. La calentura se me desapareció de repente, todo cambió de un rato a otro, no se que iba pasar. Tenía mucho miedo, mi hermana me había visto coger a María, ¡puta carajo!
Sentado; pensativo y con algunas ideas en mi cabeza. Creo que fui muy lejos con María, «mierda, ¿y ahora que haré?». Aún no regresa mi mamá de comprar, y cuándo la vea a María caminando de ésa manera, y le pregunté la razón… y María le diga ¿que me vio a mí, a su lado de la cama y con mi mano metida en su culo? Mi mamá me matará, y no sólo ella, también los padres de María. ¡Ay mierda, por que no tu ve cuidado, me dejé llevar por la excitación!
Me levanté de mi cama, fui al baño a lavarme la cara, y me dirijí al cuarto dónde estaba María y mi hermana(quiero asesorarme que ella esté bien) y miré, se encontraban acostada las dos(mi hermana y María) boca abajó con los pies a la cabecera de la cama moviéndolos, y mirando la tele. María con el shorts de dormir aún puesto, no vi señal de su cara que le dolía algo. Me acerqué, arrojándome a la cama junto a lado de María, olía rico(por el baño que se había dado), y dije -¿qué ven?-, ella volteó su cabeza hacía a mí – vemos dibujos, ¿por?-, me respondió. -no por nada, me quedaré aquí-, le contesté.
Me acosté a la cabecera de la cama boca arriba, apoyé mi cabeza con una almohada. Para lo increíble que parezca, me encontraba mirando directamente el culito de María, ya que estaba a su lado y con sus piernas llegandome a mi hombro. Tan solo podía estirar mi brazo y le llegaba a tocar todo el culito. Su traserito se lo veía tan espectacular a la vista dónde yo estaba, la verga de repente me daba saltitos en mi pantaloneta.
Sus piernas, sus muslos, el inició de sus nalgas, con el shorts y el calzoncito a la vista mía, es un tentación que no puedo soportarlo. Con ése hermoso cuerpo angelical que lo tenía ahí, pero no podía tocarle por obvias razones. Todavía tenía miedo que ella dijera algo. Los nervios me invadieron inmediatamente, quería saltar esos días y las semanas para pasar esa tensión.
Oh madre! No sé por qué el destino me hace esto. Había pasado una canción infantil en la tele, al ritmo de la música María movía sus nalgas de lado a lado(esa hij@# quería que le den con todo en ese culo, y ella se lo buscaba), su shorts se hacía un lado, mientras dejaba ver las nalgas y parte de su calzón a la vista. Mi verga comenzaba a tener vida propia, por el rató se me paró. Con mi otra mano tapaba mi bulto, tratando de disimular mi erección.
De tanto mover las pierna me la colocaba en mi pecho. Lentamente yo me tocaba la verga(me mesturbaba), y con la otra mano, tocaba disimuladamente el muslo de María que estaban pegados contra mi dedos. Una vista previa hacía dónde estaba mi hermana, también en la posición de boca abajo, la miré. Creo que era la primera vez que veía mi hermana de otra forma en ése momento, no me había percatado de que ella tenía puesto un camisón holgado cortito, que al movimiento simple de las piernas dejaba a la vista su calzón blanco y gran parte de sus nalgas.
Jenny es cómo mi mamá, ella es: calderona, con unas piernas torneada no gruesas, tes de piel canelita, un culo grande, paradito y redondo( es una forma similar a la de María), de contextura delgada y eso que le hacía marcar aún más las caderas, pero aquí viene el detalle, los pechos de ella son grande. En varias ocasiones tuve la oportunidad de verlos, pechos de mamá soltera posee. Y apenas con 11 años edad, ya tenía demasiado pecho(inclusive ella sufría de problema de espalda por ese detalle de los pechos). Pero son hermosos pechos. Yo seguía entretenido por un buen rató, mirando el culo de María y de Jenny, mientras me daba suave mensaje en mi verga.
La puerta sonó del departamento, rápidamente me levanté y fui abrir, y era mi mamá que llegaba con las compras.
Durante el día. Todo transcurrió normalmente. María ya no caminaba cómo un pato, ya estaba «normal». Creo que por ése rató me salvé. Vigile a María en las horas del día, para ver si decía o se le escapaba algo de lo sucedido en la madrugada anterior.
A lo largó del día todo marchaba tranquilamente, nada de sospechas, María feliz, jugando y saltando etc.
Habíamos terminado de merendar.
Me hallaba en la terraza teniendo la ropa. Bajando las escaleras, escuchó a mi mamá hablando con María, de un golpe sentí cómo se congeló mi cuerpo del miedo(carajo, pensé lo peor,), bajé lentamente sin hacer ruido, coloqué mi oído en la puerta principal(estaba cerrada), ni mierda, no se escuchaba nada, solo eran murmullo.
No sabía si golpear la puerta para que me abran o irme de ahí, estaba cagado del susto, en mi mente pasaba las peores situaciones.
A la mierda, toqué la puerta, la que me abrió fue Jenny, entré. En la mesa estaban María, mi mamá y Jenny que me fue abrir la puerta, fui a dejar el cesto, para el alivió mío, no estaba hablando nada referente de la madrugada… lo que sí hablaban era de los padres de María, especialmente de la mamá.
Según dicho por María, que la mamá lo engaña con el mejor amigo del papá, y que fernanda(la mamá) la llevaba a María a verse con el amante, y para que no diga nada al papá, le deban dulces. Y que también lo veía teniendo sexo, mientras que a ella le daban el celular para que se entretenga, y que aveces cuándo los hermanos ni el papá no estaban en la casa, el amante venía al departamento a culiar con la mamá, que se encerraba en cuarto, mientras María se quedaba en la sala viendo la tele.
Creo que eso me abrió la mente aún más, del por que se comportaba así María, claro, por esa razón el «jueguito del caballito» que hicimos esa vez, con razón ella lo hacía tan delicadamente(siempre dije: dónde aprendió hacer eso), y lo disfrutaba. Ahora se de dónde sacó de todo eso, de la misma mamá. Y con razón la cara de ninfómana de la mamá, cuándo regularmente la veía. Cuándo Fernanda me miraba, hacía que mi verga se parará, poseía una mirada ni que ella mismo puede controlar las ganas que le pide su cuerpo, el sexo.
Que gran revelación que nos contaba. pero ya se suponía de todo eso. Ahora sé el por que María es así de calenturienta, aprendió de la mamá.
Mi mamá la abrazó a María y le mencionó que no se preocupará, que deje pasar éso, y que no cuenta a nadie más de lo que la mamá hacía.
Ojalá no cuenta nada, y si contó de la mamá algo íntimo, carajo, ojalá de lo mío no cuente.
El transcurso de las horas fueron normales, María y Jenny jugando, yo en el mueble viendo tele, con unas ganas de pajarme inmensa, y lo malo no había calzones sucios de María, todo estaban lavados. Mientras que ella seguía jugando con mi hermana, quería ir y meter a manosearla, pero no podía por mi mami.
Las muchachas salieron del cuarto, por que mi mami iba a dormir(eso era bueno). Las llamé y les indiqué para jugar a la escondidas, ellas dijeron que sí, y les dije que no tenía que hacer ruido, y íbamos a jugar en todo el departamento, sea en las escaleras y en la terraza. Estuvieron de acuerdo. Le dije que tenía que empezar a contar mi hermana, pero ella se negó, tuve que convencerla con besos, abrazos, y accedió. Excelente, era mi oportunidad de estar con María a solas, y ya se dónde llevarla para escondernos. Y comenzamos a jugar, sin antes de advertirlesde nuevo que no tenía que hacer ruido por que mi mami dormía, ellas asintieron la cabezas.
Mi hermana empezó a contar en el marco de la entrada a la terraza. Yo le agarré la mano a María y bajamos rápidamenta las escaleras sin hacer un ruido posible(mientras que mi hermana seguía contando), la conduje a la puerta principal del condominio, dónde ahí hay un mini garaje dónde guardan las motos, no es grande, pero si lo suficiente para escondernos. Llegamos ahí, se encontraba oscuro, gracias a los pequeños hueco de las puerta del condominio que entraba la luz de la tardé.
Abri la puerta lentamente, entramos María y yo al garaje, cerré el portón con seguro sin hacer el mayor ruido posible. Yo me arrime contra la pared del lado de la puerta, y me deslice hasta sentarme en el pisó, acto seguido, le dije a María que se sentará el piso también, a lado mío. Y lo hizo así, se sentó de a mi lado. Ella comenzaba a reírse, le dijo que no lo haga por que después nos escuchará mi hermana. Pensamiento diabólico pasaron por mi mente, ya quería hacerlo. Con mi corazón latiendo a mil, le abrace a María, pasando mi brazo por encima de ella y poniéndolo por su cintura, mientras la acariciaba su barriga.
Estaba poseído o dominado por algo, no lo sé, pero me encontraba descontrolado. La tomé de la carita en dirección a la mía, quedando frente a frente, estába unos centímetros escaso de sus labios grueso y rosaditos, y mirándola directamente a ella. Y le dije en voz baja- que me gustaba, desde el primer día, que me he enamorado de ella-. María no decía nada, estaban en silencio y sorprendida, pero me miraba sonriente y tierna, sus mejías se comenzaba a poner rojita.
Me le acerqué más, quedando mis labios a la par de los labios de ella… y de un rato a otro, le di un beso de piquito que duró segundos nada más(no sé que me pasaba, pero se que no era yo actuando de esa manera). Ella sonrió nerviosamente, y le mencioné -¿te gustó?-, apenada bajando la mirada al pisó me respondió -si-, le replique – lo hacemos de nuevo?-, agarrandole de la cabeza, no le di el tiempo, de que ella me diga; ni si, ni no, la besé de nuevo, está vez le dije que que no abra la boca, que la cierre y que solamente mueva los labios, tal cuál lo hizo. Que nuestras bocas se movía de un lado a otro, de arriba y abajó, su labio inferior le mordí sin hacer mayor fuerza, solo pasaba mis labios. Saqué mi lengua y se la metí en su boca(tipo beso francés) duramos unos minutos así, que la temperatura subió de golpe.
Me volví loco, la sujete de la cintura y la trepé encima mío, sentándose en mi verga erecta, mientras seguíamos basándonos, ella me abrazaba presionando mi cabeza contra la suya. Yo instantáneamente la cogí de sus nalgas, abriendo mis palmas de las manos y presionando contra ellas, y la comenzaba a mover, detrás hacía delante… un ritmo que se iba incrementado más y más. Mi verga estaba que se estrellaba en mi pantaloneta, y más con los movimientos de María ya no resistía.
Le apretaba(ahora con la confianza que tenía) las nalgas está vez lo hacía con más fuerza, mientras nos besamos y ella me seguía cabalgandome. Su saliba se mezclaba con las mías, la manoseaba: mis manos recorrían por sus muslo y luego las metía por debajo de su shorts tocando sus ricas y suaves nalguitas. La respiración se hacía más notable, inclusive se escuchaba en todo ése garaje. Los movimientos que me hacía María era sencillamente perfecto. Nos dejamos de besar. Yo me cargué contra la pared, entretanto María sentada aún y apoyando su brazo en mis pechos, se movía. La observaba la cara, una expresión llena de placer y gozo, estaba toda excitada, con sus ojos cerrados.
«Esa niña aprendió muy bien de su mamá, claro, tanto tiempo que la veía cogiendo con el amante».
Le indiqué que se ponga de pies, pero antes le decía _que no debía de decir nada, absolutamente nada_, ella me respondió lo mismo de siempre, «a nadie iba a contar». María se puso de pies, acomodándose su shorts( que lo cargaba medio abajo) y arreglandose su cabello… (yo miraba un hermoso cuerpo virgen enfrente mío). La abracé de nuevo, enrollado mi abrazo a su alrededor, coloqué mi cara en toda la zona «v» de la vagina con el shorts puesto, mientras que con mis manos la manoseaba de nuevo su culo. Presionaba mi cara contra su conchita: Olía y olía la rajita. Ya no pude más en contenerme… con mis manos en su nalguitas y mi cara viéndola su reacción de su rostro bello, comencé abajar su shorts lentamente(quería ver su reacción, si se oponía o no), ella reacciono poniendo sus manitos encima de las mías e impidiendo que le bajé el shorts, yo no dije nada, así que seguí bajando, y ella me dejó hacerlo, tapando sus ojos con su manitos. Y de un tirón bajé shorts y calzón dejándolos en el suelo.
Y así estaba semidesnuda frente de mí, sus hermosas piernas torneadas, su barriguita espectacular y nuevamente a la vista ésa conchita hermosa, que tenía un brilló fabuloso, unos labios gruesitos y blanquitos. Miré a María, ella seguía cubriendo sus ojos con sus manos(tan tierna).
Me acerqué a ella sacando mi lengua… al momento de tocar su labios vaginales con la lengua, ella se movió(cómo cuándo alguien le hacen cosquillas en las costillas, así) y subiendo su rodilla izquierda, y una pequeña risa de María mezclado con los nervios, ése ratito reaccionó.
Con mi mano derecha la llevé hasta su vaginita blanquita directamente a sus labios, mientras que la otra la tenía detrás de ella, tocando y apretando su nalgas. Ella comenzó hacer arcadas y a cerrar las piernitas cruzandola una con la otra, al momento de pasar mi dedo índice por sus labios vaginales y recorría en la parte interior toda la rajita. Al minuto mi dedo se estaba mojando de los fluidos de su Conchita, me detuve en su huequito, sólo la uña del dedo le metí y ella dio un salto retrocediendo de mí, me dijo que no haga eso que le dolía mucho, le comenzó arder. Rápidamente me levanté, me incliné hacía ella y coloque la palma de mi mano en toda la vaginita, y comencé a sobarle, María abrazaba mi brazo mientras su cara con una expresión de dolor. No quería hacerle daño de esa manera, la basé en la frente -mi amor perdóname- le dije. Ella aún no decía nada, solo era quejidos leves.
Pero aún no estaba satisfecho, quería masturbarme y venirme, y además falta poco para que mi hermana esté por este lugar, así que tenía que aprovechar, avancen mucho, así que tenía que hacerlo.
Observé en una esquina que había un cartón, la cargué a María hacía allá. Acomode el cartón dejándolo abierto en el suelo, le dije a María que se tiré sobre el, con un poco de vergüenza y timidez, mirándome desconcentradamente, se acostó boca arriba rectamente(estaba tensa) poniendo sus manos sobre su vaginita. La tenía en plato para servirme.
En una posición del misionero, abrí sus piernas de un lado al otro, y me incliné hacía ella quedando cara a cara, dónde nuevamente la besé sus labios tierno, unos minutos le basé mientras la manoseaba por todos lados de su cuerpo.
Me deslice besando sus pechitos y la barriga, llegando al punto de la entrepierna, quitándole las manitos que ella lo tenía puesto ahí.
¡Madre mía! Su conchita la tenía mojada, pequeñas gotas se deslizaban por los labios de toda la rajita cerrada, se me hacía agua la boca. Me acosté boca abajo, apoyando mis codos al suelo, y poniendo mi cara de frente de esa vaginita, con mi dedos del índice y del medio, abrí sus labios de su conchita, estaba bobosa, desdé su ñoquito de su hueco de su vaginita coloqué mi lengua, le hacía presión, lo movía en círculo, chupaba y chupaba la conchita tierna, ella sacudía sus piernas de la lado a otro, se movía cómo una serpiente de lado a lado. Yo le agarraba firmemente para que no haga esos movimientos, esta vez abrir las piernas empar quedando al topé y la levanté. Con mis labios comencé a chupar toda la vagina, le mamaba cómo un chino loco, le sacudía y le succionaba la concha. Esa nenita comenzó nuevamente con sus sacudidas, esta ocasión lo hizo muy violento, pero yo aún más la sostenía.
Me centré en chupar en la zona del clitoris que aún no estaba en desarrollo total, se la veía un pequeño bultito que se asomaba ente los labios inferiores, y ahí chupe con todas las ganas que tenía, ella reaccionó y colocó sus manos sobre encima de mi cabeza y la presionó contra la su cosita. Puta madre, María estaba teniendo un pequeño o gran orgasmo, le salía una cantidad considerable de jugo vaginal que me mojó mi boca.
-¡ay, ya no.. ya no!-, ella exclamó agarrandome fuertemente la cabeza para apartarme de ella. Pero no me importó eso, por que con más ganas le seguí chupando, mi boca sonaba cómo un perro sediento tomando agua. Inmediatamente saqué mi verga de mi pantaloneta e inicié con las pajas, fueron la pajasos más rico de esas horas, con mi mano mojada del juego vaginal y de mi saliba de mi boca, fueron el lubricante perfecto para mi verga que me jale con todas las ganas, parecía que me iba a sacar la carne de la verga, mientras seguía, y seguía chupando la vaginita que estaba muy mojada.
María seguía diciéndome que me detenga, que ya no quería que le haga éso, pero con una voz entre cortada, puede escuchar por primera vez sus gemidos de niña, eran puros «AY, AY AY» mierda, eso es muy RICOO… pero yo de necio y excitado no quería parar, aunque ella me jalaba el cabello, yo seguía sacándole brillo a su chapita.
Ya no aguantaba más, ya no daba más, hasta que de pronto sentí una presión fuerte en mi verga, hasta venirme a chorros, mojando todo el cartón y algunas gotas cayeron en casi toda la chepita y pierna de María.
Me tumbe aún lado de ella, entretanto María estaba agitada y respiraba muy rápido, – lo hiciste bien amor-, le decía mientras la abrazaba para darle besos con lengua. María igual me respondió con unos besos y me abrazó(está niña aprende rápido, por que los besos que me daba es cómo si lo hubiera echo muchos años, es impresionante María) y nos encontrábamos sudados y cansados.
– no dieras nada por favor bebé-, le decía mirándole a los ojos, – no diré nada-, con voz agitada me respondía.
De un golpe me levanté del suelo, y a María también, le subí el calzón y el shorts, le arreglando bien su ropa, las gotas de semen le quité de las piernas y toda mancha de juguito de su vagina le limpia con mi mano, le dije que se acomode el cabello ya que estaba desbaratada.
Agarré dos puñados de arena y tiré en el cartón(estaba muy mojado y manchado de mi semen y del jugo de María), lo esparci por todo lo majado, después con fuerza arrugue el cartón y lo deje tirado en la esquina del fondo. Todo eso lo hice rápidamente por que escuché alguien bajando las escaleras, y era mi hermana que gritando mi nombre y la de María, buscandonos. Agarré a María y nos fuimos a la esquina por detrás de la puerta, le dije que no haga ningún ruido(no quería que ella nos viera salir a los dos de ese garaje oscuro), pasaron unos minutos jenni nuevamente subió a buscarnos en otro lugar.
Le indique a María que no dijera nada, y que si le pregunta Jenny a dónde estaba escondida, le dijera que se encontraba por el mueble del cuarto de último(dónde yo dormía). Así que yo salí primero para que mi hermana me viera a mí, y así llevarla hasta la terraza a Jenny, para que María vaya al cuarto y se esconda dónde le había dicho. Tal cuál lo hicimos, lleve a mi hermana a la terraza y María fue directo a mi cuarto, no pasó nada mayor, salvo que mi hermana me mencionó, que ella busco por todo los lugares del departamento y no nos encontró, y también preguntó, por que el shorts de María estaba mojado. Yo rápidamente le decía que se había mojando por ahí en descuido, le cambiaba la conversión para que no piense en éso.
Todo fue normal, terminamos de jugar, ellas se fueron a bañar, y yo fui arreglar el cuarto y a esperar a María y Jenny, que salga del baño para ducharme.
Las muchachas habían salido del baño. María con una toalla cubierta hasta su pecho y su cabello mojado, ha entrado al cuarto, me la acerqué a ella para decirle lo hermosa que se veía, le agarré de su carita, y le di unas cuantos besos, y la apreté las nalguitas a María. Antes de entrar al baño, mi hermana me llamó y fuimos hablar en la cocina. Ella con una cara de confundida me indico lo siguiente; en el momento antes de entrar a ducharse, cuándo se desvestiron y especialmente María, mi hermana la observó que tenía unas manchas amarillentas en el calzón y gran parte del shorts, y ella(jenny) olió todo eso y que tenía una fragancia(cloro) muy fuerte y raro, y me preguntaba que era eso lo que tenía María.
Mierda, de tanta cosas se me había olvidado detalle, nunca le limpié ahí. Con todas las emociones cargaba, y con miedo, le respondí que no le dijera nada a mi mami, ni a María le haga mención de eso, después ella se pondrá mal. Le dije también, que todo eso era por lo que hemos jugado toda la tardé, y ella me replicó nuevamente, que esas manchas ya le había visto antes en sus calzones. Con un poco de sudor del nerviosismo que tenía, pero con una expresión de tranquila(para que ella no notará nada raro en mí), me respondí nuevamente que no dijera nada, por que después ella se iba a meter en problemas con la vecina, -ya anda a cambiarte, y no le digas nada María, ni a mamá, ¡verás! Jenny-, le dije antes de meter al baño.
Todo fue tan rápido y emocionante, ni siquiera me importaba que mi hermana tenga esa curiosidad del por que esa manchas en la ropa interior de María. Parece ser que ellas(María o Jenny) había lavado la rápido manchada y sucias, por que estaban tendidas en el palo de la cortina del baño. Ya, todo fresco y con ganas de más, salí de bañarme. María estaba sentada en la cama peinandose su cabello, iban a salir a pasear con mi mami a la malecón.
Yo me despedí de ellas por que también iba a salir, le dije a mami que antes que venga ellas ya iba estar en casa.
*Ya en casa, me puse ver unas peliculas*.
Eran las 21hs, ellas llegaron de pasear, la única que subió fue María, mi mamá y Jenny se había quedado abajó conversando. Llamé a la María, tenía dudas en algunas cosas. Ella vino hacía a mí, la senté en mis piernas y le decía; que había echó por ella, y también le pregunté, si mi hermana le había comentado algo del jueguito a ella o a mi mamá, lo único que me dijo que nada de eso habló. Yo feliz.
Antes que se vaya a vestir al cuarto, le dije que se ponga esa batita que ella solía andar, para que duerma cómoda. Ése camisón o batita era muy cortita, que cuando caminaba María simplemente se le veía sus nalgas o el calzón, muy rico es. Ella moviendo la cabeza(un si), se marchó al cuarto corriendo, ya que mi mamá y Jenny estaban cerca de entrar al departamento.
-que haces vago- exclamó mi hermana. Dame un helado que me había comprado, ellas entraron al departamento. Yo me levanté del mueble para comer mi helada, y en eso me quedó mirando y muy sorprendido, de dos cosas que nunca en mi vida(hasta en ése entonces) me había pasado, en ese precioso momento cambiado en la forma de cómo miraba a mi mamá y a mi hermana. Desde esa hora cambió me perspectiva de hijo a mamá, y de hermano.
Me quedé atónito de ver semejante escenas.
Mi mamá, es una mujer que se mantiene en forma, pese a la ruptura y el divorcio con mi papá se ha mantenido en sus rutinas diarias, en el gym o hacía bailoterapia. Y todo eso le ayudado a mantenerse tal cuál, con un excelente estado físico que no tiene por envidiar a otras mujeres, inclusive hasta mi papá quiso regresar nuevamente con ella, por verla tan cambiada y de la forma(ahora) cómo se comportaba. Había tenido vaciles o noviazgo pasajeros que no me importaba, yo nunca me metí en eso temas con mi mamá, ella sufrió mucho después del divorcio, así que se merecía su tiempo. Pero también eso me trajo algunas cosas «encontra» con mis compañeros del colegio(y vaya que pasaron cosas), mis compañeros si me molestaban cuándo la veían a mi mamá, pero eso será para otra historia.
Mariuxi se llama mi mamá, ella tenía puesto un vestido rojo muy ajustado que dejaba expuesto sus anchas caderas de avispa, unas piernas gruesas bien firmada, torneadas(piernas de gym) y especialmente las pantorrillas se marcaba su porción, muy hermosas. Y lo mejor es el culo; muy grande, redondos y exageradamente levantado, y más aún con el vestido puesto se notaba impresionante, que cuándo caminaba movía las nalgas es infernal(si me mami hubiera echo ese experimento de las redes, dónde una chica coloca su celular en trasero y graba a todos quién ve su culo, con mi mamá fácilmente ese vídeo duraría de 5 horas en adelante). Y con unos pechos bien levantado y grande.
Solamente me quedé viéndolo estúpidamente y embobado de su cuerpo y culo, nunca imaginé que se despertará tanta cosas en mi cabeza y especialmente mi reacción en mi verga. Mi hermana por igual, ella vestía con su shorts ajustado muy pequeño, que las partes del culo dejaba a la vista, cuándo caminaba pareciera cómo si estuviera pidiendo verga a gritos… no sé cómo mi mamá le deja vestirse así, y una blusa que sin cuello, tipo tiritas y muy descotado que se asomaba los dos melones de sus pechos. Carajo, no se que me pesaba, pero tenía atracción por mi ¡mamá y hermana! No sé si estaba enfermó por tener esos pensamientos lujuriosos y si era así, necesitaba ayuda urgente. Para que de un modo controlar esas tentaciones infernal, tuve que ir al baño hacerme la paja, para que así se me bajé un poco todo esos pensamientos que tenía.
María me había echo casó a la petición que le hice. Cuándo entré al cuarto, ella estaba con su batita cortita con sus hermosas piernas en todo su esplendor… ¡pero que niña para más hermosa! Arreglando la cama junto con mi hermana. Cuándo se tumbaba hacía frente se asomaba su hermosas y grande nalguitas. Mi hermana de igualmente vestía su bata, sienore le ha gustado dormir de esa manera, la bata era normal arriba de la rodillas.
Al rató se acostaron, eran la dos(2horas)de la madrugada, un silencio absoluto se sentía, esperé por unos minutos más para levantar. Me incorporé de la cama y me dirijí hasta dónde dormía María y Jenny. Al momento de ir hacía dónde María estaba acostada para asesorarme que aún esté «dormía». Al instante que le toqué el hombro ella se volteó hacía a mí riéndose, yo me quedé por unos momentos helado, pero reaccioné. Le mencioné que me acompañé a la sala, ella silenciosamente se levantó de la cama, sin hacer el menor ruido posible por que mi hermana «dormía», se dirigió hacía a mí, le agarré de la mano y nos fuimos a la sala, y le dije que no haga ruido.
María se sentó en el mueble, mientras yo iba caminando en silenciosamente al cuarto de mi mami, asomandome lentamente la cabeza, he mirado hacía la cama de mi mamá, ella aún dormida y arropada hasta el cuello.
Estiré mi brazo al picaporte de la puerta, presionando el seguro de la misma, y cerré la puerta pausadamente. Fui a mi cuarto y también hice lo mismo, pero sin poner seguro, la dejé semi-cerrada(por cualquier cosa, y si mami se levantaba, yo iría corriendo con María al cuarto), y fui dónde estaba sentada María. Le di unos besos, y acto seguido la puse en cuatro recargando su pecho en el asiento del mueble, le expresé que no hagan ningún ruido, y que se tapara la boca. Le empecé a subir la batita, ahora esas nalgas en todo su plenitud, la tenía a mi orden. Le apreté las nalguitas, le besaba las piernas, le pasaba mi lengua en todo ese manjar, ella se movía, le daba cosilla me decía. Estuve por unos minutos besándole, manoseando en cada centímetro de culo y piernas. Después de éso, le bajé su calzón(la guardé en el bolsillo de mi pantaloneta), solamente coloqué mis labios, y le chupaba sus nalgas, recorría mi lengua en todo el cachetes de su hermoso culo.
Acomodé mis dos manos en sus nalguitas(dos en cada), haciendo un poco de presión la abrí sus hermoso cachetes de su culo, otra vez a la luz, a mi vista salía ése delicioso ano rosadito, cerradito y apetecible. En seguida ubique mi lengua en su anito… le succionaba, intentaba meterla hasta el fondo de ese ano, parecía imposible, muy cerrado. Mi lengua transitaba en toda la línea de las nalgas llegando hasta el inició de su chepa, y en el orificio del culo… el sabor que tenía ese culo, era una mezcla de sudor y el otro era eso típico olores que tiene un culo, en esté casó tenía una fragancia muy rica y agradable, que sentía ese sabor y aroma, le lamí todo el ano, mi lengua tenía sabor a culo de María.
Continuación… le dije que se sentará en el mueble(era el momento de sentir el placer de su boca), con una carita de confundida y sin saber para que era. Me pare enfrente de ella, llevando mi mano hacía mi verga, me la saqué de la pantaloneta, bien erecta y mojada la punta de mi palo, se la acerqué a María, agarrando por de bajó de la cabeza de mi pene en forma de puño, se la llevé a su boca. Tocaba mi verga en sus labios tierno, le dije que me diera besos… con unos piquitos, me comenzó a dar besitos. -¡puta madre!-, exclame con gran placer, al sentir esos labios en mi verga. Ella se apartó de mí, haciéndose un lado, pero aún estando sentada, le vi los labios y lo tenía muy mojada, ¡que ricoo!
Mi juego preseminal le estaba escurriendo por su boca, ella lo escupió al suelo inmediatamente, limpiándose los labios con su manos, le dije que a la próxima se lo debe tragar. La arroje nuevamente al mueble boca arriba, en una posición del misionero, abrí bien sus piernas que cuando le hice eso, su labios vaginales se expandieron de lado a lado, quedando abierta completa. Y le dije que agarré con sus manos sus piernas y lo sostenga ahí.
Quedó completamente despejado, sus huequitos de su vagina, de su culo se encontraba en todo su esplendor y libre para mí, observé con buen detalle cada parte de sus vírgenes tesoros. Conduje mi verga en su vaginita y especialmente en su huequito rosadito, cerrodito y virgen.
De toda la calentura que cargaba, quería penetrarle pero estaba ultra mega cerrado, mientras hacía presión con mi verga intentado meterlo, María se movía mucho y se quejaba de dolor, y no quería hacerle eso.
Le restregué mi verga en su conchito virgen, mi pre seminal y el juego de su conchita se me mezclaban, estaba que goteaba y goteaba, líquido se deslizaban de sus entrepierna.
Me comencé a masturbar, mi verga apuntando a su vagina… no podía más, -quiero penetrarle-, mi mente se cruzaban esas ideas. Con fuerza, y con el agarré «ok» por la cabeza de mi verga he hice otra vez presión contra su chochito, mi glande lo tenía en su huequito, intentaba meterlo, lentamente me movía hacia adelante, siento un hueco muy apretado difícil de penetrar, pero lo intentó, María se mueve mucho y con unas lágrimas en sus ojos, me dice que pare.
Yo muy poseído no se de que, no le hacía casó, le empujaba con más fuerza, la punta de mi verga pudo entrar pero no del todo, sentí como esa vagina botó una cantidad de jugo vaginal, María empujandome con sus piernas intentando separarme de ella. Agarrando sus piernas con mi otra mano desocupada. Me comencé a mover de a detrás hacía delante lentamente, mientras María queriendo llorar -ya no, ya no porfavor-, María exclamaba.
Decide parar por el ruido que hacía, por las constantes queja de ella; con dolor del cuerpo y molestia en su vaginita, a María nuevamente la acomode en cuatro patitas, y le separé sus piernas temblorosas.
Le tocaba a su culo. Le pasé la lengua; le chupe y le mordí sus nalgas unas cuentas veces, le dejé dos chupetones en cada cachetes. Le levanté aún más el culo, la empine quedando de puntitas de pies, está vez con todas las ganas le abrí el culo, nuevamente con mi lengua en su ano, tanta veces que le pesa que su sabor de ano lo tengo presente. Con mi lengua en el anito de María, le comenzaba penetrar, hasta que de lo cerradito que estaba, conseguí abrirle un poco, en ése pequeño huequito que se veía, de tanto hacerle con mi lengua, un poco de caquita, salía de su ano, eso Sencillamente me provocó en mi unas ganas endiablada.
Con gusta más razón, le seguía mintiendo y sacando mi lengua en su anito, estaba tan hipnotizado por esas nalgas, y que no me percaté que el ruido que estaba haciendo con mís chupada y más las queja de María… el anito estaba tan delicado y mojado, que de a poco le comencé a meter el dedo, lentamente lo introduje, María con unos sacudón e intentaba a partarse de mi, le agarré bien fuerte en su caderas, le me ti mi dedo, la mitad, un lloró y un casi audible grito que rápidamente le tape la boca – ¡ay me duele!-, giré mi cabeza de lado a lado para observar si alguien se levantaban. Parece que todo estaba tranquilo.
Continúe con lo mío… con mi dedo aún metido en su anito, me lo apretaba, sentía cómo lo contraía su anito, ¡que ricoo!.. saqué mi dedo de su ano, con un olor espectacular de a sucito. Para darle pasó a mi verga, toda mojada, lo coloqué mi verga en su anito… carajo, con toda la presión, y lo maldito cerrado que estaba ese ano, lo intentaba meterlo… María llorando me decía, que ya no haga éso, me suplicaba… no sé que me pasó en ése rató, pero no me importaba sus suplicas, para nada.
Le di un trapo indicandole que lo mastique, y con mi mano izquierda le cogí su cabeza, y con una pequeña fuerza le hice presión contra el mueble, poniendo su cara boca abajo contra el cojín. Mientras que con firme agarré, nuevamente y bien decido, dirijí mi verga en su ano, y con una metida pero complicada… la penetre, la cabeza de mi verga se encontraba metida en su ano, muy durísimo; su ano presionaba mi verga. María gritaba tan fuerte y llorando que quería salir de ahí, pero yo la sujetába muy duró, le decía -que no, ya le iba pasar el dolor-, seguía y seguía gritando(mierda que hice), mi verga tan erecta seguía metido en el ano de ella, mi glande estaba perdido dentro de ese manjar, lo primero que sentí cuándo se lo metí en su anito; estaba muy caliente(cómo una freidora), era tan cerrado que me lo estrangulaba mi verga, y un placer uff muy rico, que no me importó nada en ése momento.
Aún la tenía sujetada contra el mueble, esperé unos minutos(mientras que María aún llorando y gritando) para ver si el dolor le iba desapareciendo, María se retorcía aún más, ya no gritaba, pero su respiración era muy rápida. Lentamente volví a meter mi verga en su ano, ¡que caliente que estaba! Mientras más metía mi verga, observaba que su ano se expandía aún más(que culo para estar muy apretado), hasta la mitad logré meterlo. Empecé a moverme de atrás hacía adelante sin sacarlo del todo, sentía un masaje en toda la basé de la verga… María ya no podía, me pedía de por favor que me detenga.
Con mi mano derecha haciéndole presión su cabeza contra el mueble, y con la izquierda agarrando su nalga y abriendola, inicié con el moviéndote del mete y saca… su culo ahogaba la basé de mi pene, muy apretado, pero sabroso, se lo metía con el ritmo del vaivén, su anito sonaba muy sádico con los juguitos de nuestros. Era tanto el placer, que estaba apunto de venirme, nuevamente la corriente en mi cuerpo sentía. Con más velocidad le estaba penetrando, mis muslos chocaban contra sus nalgas rojita, le apreté tan fuerte que le hice poner moradita(tipo chupones), mientras que María aún seguía llorando contra el mueble. Estaba apunto de venirme… ¡ya no podía aguantar más! Mierda ya era hora. Comencé a meterle tan fuerte que ahora mi verga la tenía metida por completo dentro de su anito, sentía cómo se iba abriendo pasos, cómo unas tiras se rompían dentro de todo ése huequito, eso fue algo infernal sentir ese placer, por que a los minutos de todo esa tensión… me vine achorro. Dejé de moverme, para acto seguido aflojar una cascada de semen en el culito tierno de María, notaba cómo una gran cantidad de leche salía de mi verga inundando el anito de ella. notable porción se escurría por las piernas de María. Me detuve un rató esperando que me terminará de venir por completo, aún sosteniéndola de su nalgas y de su cabeza contra el mueble. Cuándo saque mi verga de su culito, ¡hijueputa! Una buena dosis de leche se deslizaba por sus nalgas, su anito lo tenía abierto (O) una «o» se formaba, mierda, ya no era virgen. Y a continuación, me asusté, por que me percaté que en mi verga a parte de tener leche, tenía sangre y poco de caca, miré mi palo de ver de dónde salía, hasta que me di cuanta y era del anito de María mezclado con mi leche.
Su ano de lo rosadito que era, ahora estaba rojo, manchado con semen, caca y sangre. Ella comenzaba dar contracciones en su ano(por que se veía cómo lo contraía;se cerraba y abría su anito), lloraba sin parar. Me dio mucho miedo, ya se me había pasado la calentura. Muy preocupado, Le decía que no haga ruido, la sobe la espalda con unas caricias para de un modo tranquilizarla. Estaba temblorosa, y lloraba mucho mientras seguía manchada con semen y sangre, tenía que hacer algo rápido, no quería que me vea desnudo con la verga manchada y a María desnuda por igual. Al momento que me estaba poniendo de pies, siento una mano golpeandome en mi cabeza, me volteó para saber quien era… ¡¡carajo, es mi hermana!!. Me congele, sentí que la sangre de mi cuerpo me bajó a los pies, mi hermana necesitaba viendo a mi semi desnudo con María haciéndole todo esas cosas… – ¿¡que haces estupido!, que le estas haciendo a María?,- con una cara de sorprendida, y sin creer lo que estaba viendo. Yo quedé helado, sin saber que hacer o decir, -jenny no haga ruido, porfavor-, intentaba de tranquilizar el momento. Pero no puede, yo al instante me cubrí la verga, subiéndome el calzoncillo y la pantaloneta.
Mi hermana la levantó a María, mientras que ella estaba llorando. Gotas y gotas se deslizaban por sus nalgas y piernas. Abrazándola María a mi hermana, se la llevó hacía el baño. Con la bata aún puesta, con los calzones tirado en el pisó, las manchas de semen y sangre se le podía observar escurriéndose por sus partes íntimas… se metieron al servicio, yo iba detrás de ellas con un temor grande, no se que me iba pasar, pero ya me esperaba la peor cosa de mi vida.
Mi hermana agarró un puño de papel higiénico, y le comenzó a limpiar las nalgas de María, y ella aún llorando haciendo cara de mucho dolor. Otra vez me increpó, le suplique que no dijera a mi mami( estaba seguro que le iba a decir), por que me mataría si haría éso.
Jenny: ¡eres un pendejo! Que le haz echó, sólo mírala(señalando las nalguitas de María)
Yo: por favor Jenny, no le vayas a decir a mi mami.
Jenny llevó a María a la cama. María caminaba abiertita con dolor aún en la colita, la acomodó sobre el colchón y le dije que se tranquilizará, le dio una pastilla para el dolor. Ya estaba un poco tranquila ella, la arropó. Inmediatamente me dijo que le acompañe a la sala, para hablar.
Jenny llorando me decía por que había echo eso, que si María le llega a decir a sus padres de lo que yo había echo… me mataría, y el problema grande que se le vendría a mi mami.
Le mencioné que teníamos que convencerla a María para que ella no llegué a decir éso. Yo le abracé a jenny pidiéndole perdón, pero que no diga nada. Le traté de convencerla. Fuimos nuevamente hablar con María en la cama. Estuvimos un rato hablando con ella. Aún con un poco dolor, la convencimos. Ella se volvió a dormir con mi hermana. Mientras yo me dirigí a mi cama asustado y preocupado por lo que me iba a pasar. La calentura se me desapareció de repente, todo cambió de un rato a otro, no se que iba pasar. Tenía mucho miedo, mi hermana me había visto coger a María, ¡puta carajo!
Espero la cuarta parte