Mi prima de 9 años masturbándose por videollamada

Tras un tiempo de estar exhibiendo a Sara en las calles decidí probar a hacer una videollamada con ella y un desconocido, las cosas salieron mejor de lo que esperaba .
Era innegable que a Sara le gustaba exhibirse, todos los días le tomada una o dos fotos de ella mostrando sus partes en la calle y luego volvía a casa para terminar el trabajo, pero aún no sabía si ella aceptaría algo más extremo.

Después de mandar las fotos de mi prima desnuda por esos grupos, me hablaron varias personas, uno de ellos quería ver a Sara por videollamada y yo estaba dispuesto a dejar que la vea, pero no sabía como decírselo a ella.

– Yo: umm.. Sara quería pedirte algo…

– Sara: que pasa, quieres que te ayude en algo?

– Yo: recuerdas que mandé tus fotos en ese grupo?

– Sara: si, creo que les guste jeje

– Yo: si en especial a alguien, dice que quiere verte

– Sara: como!? No sé si sea buena idea que tal si me hace daño

– Yo: tranquila Sara no será en persona, sino por videollamada

Sara me miraba sin decir, nada se agarraba sus manos mostrando cierta desaprobación por lo que le estaba diciendo.

– Yo: tranquila no tienes que hacerlo si no quieres, es solo que yo pensé que sería buena idea hacer feliz a alguien más

– Sara: es que yo no sé qué decir o que hacer cuando me llame

– Yo: solo debes decir como te llamas, tal vez tu edad y solo seguir lo que te diga, si te pregunta algo respondele

– Sara: voy a hacerlo pero que sea una llamada corta, vale?

Ella aún no parecía estar del todo segura, pero había accedido a hacer una llamada con un desconocido y hacer lo que esté le pidiera. Aliste la habitacion Sara estaría en medio de su cama y yo sujetaria el teléfono apuntando la cámara del teléfono hacia ella, así Sara podría moverse libremente.

Contacte con la persona para hacer la llamada y no tardo en responder, estaba todo listo le dije a Sara que estaba apunto de empezar la llamada para que se prepare y empezó el show.

– hola, cómo estás pequeña yo soy Juan como te llamas

– Sara: hola yo me llamo Sara…

– Juan: un lindo nombre y tu también eres muy linda sabias

– Sara: gracias jeje

Quien había pedido la llamada era un habré de mediana edad, tenía la voz algo rasposa y no paraba de relamerse los labios al ver a mi prima, por el otro lado estaba Sara, apenas si hablaba y cuando lo hacía era con una voz tímida.

– Juan: tu eres la de las fotos que mandaron al grupo verdad

– Sara: si, me las tomo mi primo

– Juan: Salias muy rica en esas fotos, puedes ponerte como en esas fotos?

Sara me miró algo nerviosa, y acto seguido empezó a quitarse la blusa, su pantalón, pero se dejó puesta su ropa interior.

– Juan: mmm mira nomás que belleza, pero quiero verte bien quítate todo anda

Bajo lentamente sus calzones dejando a plena vista su vagina, ella estaba completamente desnuda frente a un desconocido.

– Juan: uy mira esa rajita, me gusta como eres así sumisa desnudandote cuando un hombre te lo pide

– Sara: …

– Juan: estás con alguien más ahora mismo?

Ella me miró para saber qué decir, yo le hice señas para que le responda que no.

– Sara: no, estoy yo solita

– Juan: mmm bueno, entonces quiero que me muestres tu culito como en esa foto

Sara se dio la vuelta y se inclinó en 4 para mostrarle su trasero a Juan.

– Juan: que rico, como me gustaría estar ahí para poder lamerte toda

– Sara: gracias… También me gustaría

– Juan: te metería mi lengua hasta adentro y te haría gritar de placer

– Sara: jeje…

– Juan: abre tus nalgas con tus manos, quiero ver mejor esa tu rajita

Sara separó sus nalgas dejando ver la apertura de su vagina, resplandecía de lo mojada que estaba.

– Juan: como quisiera poder metertela, siempre me gustaron así como tú, con la conchita pelada y rosadita

– Sara: se siente rico cuando me tocan ahí

– Juan: entonces quiero que así como estas empieces a tocarte

Mi prima obedecía sus órdenes sin protestar, coloco una de sus manos y empezó a frotarse su vagina.

– Juan: que rico, pero hazlo más fuerte

Juan se sacó el pene y empezó a masturbarse mientras veia a mi pequeña tocandose su vaginita.

– Juan: mete tus deditos a tu conchita

– Sara: no puedo, me duele si intento hacerlo

– Juan: entonces sigue pero más fuerte, quiero ver qué muevas tu culito como si pidieras mi pene

Sara empezó a mover sus caderas de lado a lado, mientras se frotaba el clitoris cada vez con más fuerza.

– Juan: así linda sigue

– Sara: le gusta?

– Juan: si, ahora pide que te dé mi semen

– Sara: …

– Juan: vamos linda pídeme mi semen

– Sara: quiero tu semen… Por favor…

Apenas ella dijo eso Juan eyaculo con fuerza, le mostré a Sara como había hecho que un desconocido sienta placer al verla masturbarse y ella miraba atenta como Juan se exprimia hasta la última gota del pene.

– Juan: gracias lindura, como quisiera llenarte de mi semen

– Sara: de nada, a mí también me gustó

– Juan: ahora dile a tu primo que te haga lo que yo no pude

– Sara: ok se lo diré

– Juan: jaja bueno pequeña, debo irme, ojalá pueda verte de nuevo

– Sara: chau, nos vemos

Corte la llamada y Sara me miraba con espectativa.

– Yo: y bien como estuvo tu primera llamada con un desconocido?

– Sara: se sintió bien, aunque es raro que alguien más me vea

– Yo: que bueno que te gustará, pero aún no estás satisfecha verdad?

Ella no me respondió, pero se recostó sobre la cama con las piernas abiertas, yo no pude evitar abalanzarme encima suyo, la bese apasionadamente y le restregue el pene por la linea de su vagina. Ella estaba muy mojada y disfrutaba cada vez que mi pene le tocaba los labios de su entrada, pensé incluso en penetrarla pero aún temia que podía hacerle daño así que solo seguí así hasta que termine encima suyo.

Paso algo de tiempo y volvimos a la rutina usual en la que solo teníamos sexo oral, aunque ahora también le pasaba el pene por su hermosa vaginita tanteando el momento en el que la pueda penetrar, ella no volvió a mencionar la llamada que tuvo con Juan pero sabía que no le había disgustado así que ya llegaría el momento de que pase otra vez.

A lo largo de todo este tiempo Sara tuvo múltiples llamadas con desconocidos, la hermenéutica era similar, ella se presentaba, se desnudaba y luego se masturbaba para nuestro anfitrión, aunque algunas veces cambiaba algo, una vez tuvimos una videollamada con 2 personas a la vez, ambos le decían cosas muy guarras a Sara pero ella aún así trataba de complacerlos, en otra ocasión decidí ayudarla con la llamada y le mostré mi pene para que lo chupara en vivo, también usaba algunos juguetes para meterselos por el ano ya que empezaba a entrenarla para tener sexo anal y que mejor lugar para practicar que con algo de público, pero eso lo dejaré para otra ocasión.

Tal vez si les interesa podría describir con más detalle todas las llamadas que Sara hizo en estos 2 años, pero por lo pronto lo siguiente que escribiré será sobre su primera experiencia con el sexo anal y como se hizo adicta a este, sin más que decir me despido por ahora.