Mi prima del campo 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando llegó el día que me tenía que ir, mi tía y mi prima me acompañaron a la estación del tren, nos despedimos,.
con mi prima nos dimos un abrazo, yo sentía que algo de mí quedaba ahí.
Le volví a decir a mi tía que mande a mi prima unos días a mi casa.
Cuando llego a estaba mi vieja esperando, nos saludamos, «ma, por que no hablas con la tía para que mande a la Chiquita unos días, sabes que ella y yo nos llevamos muy bien», le dije subiendo al coche para ir para casa.
«Bueno, le voy a decir que la mande para el verano así van a la playa», me.
respondió y seguimos viaje.
Todavía faltaban dos largos meses.
Yo me imaginaba a mi prima chupando la pija dede su tío, en cuatro patas y su tío cogiendo la cola de mi prima, me hacía cada pajas que quedaba medio zombie.
Hasta que por fin llegó el día que venía mi prima, yo deseaba verla, estar con ella, volver a cogerla.
Yo veía a mi prima como todo le llamaba la atención, era la primera vez que venía a capital.
Mamá acomodó a mi prima en mi cuarto, «Chiqui, tú tío te volvió a coger», le pregunté en voz baja mientras ella acomodaba su ropa donde le dijo mi vieja, «si, mi tío me coge hace años, yo tenía 10 años cuando empezó y a los dos nos gusta y seguimos cogiendo», dijo dejando que le acaricie las nalgas por sobre la ropa.
«Ojo Edu que no entre la tía y nos vea», me dijo cuando le empecé a meter la mano dentro del su pantalón.
«No te preocupes, ella siempre golpea la puerta antes de entrar», le dije haciendo fuerza para meter la mano, «espera que me desabrocho el pantalón, me vas a romper la ropa», me dijo mi prima desabrochando el pantalón así le pude meter la mano y le acariciaba la nalgs, mi pija estaba super dura.
«Chupamela Chiqui», le dije pasando mis manos por la raja de la cola.
«Pero estas seguro que no entra?», me preguntó mirando la puerta.
«Que no, vos tranquila», le dije sacando mi mano de su ropa y me bajé mi pantalón dejando que mi prima me agarre la pija.
«Meteme el dedo en la cola», dijo agachando su cuerpo y metiendo mi pija en su boca mientras yo como loco buscaba el agujero de su cola con mi dedo y me quedé sorprendido como le entró, con una facilidad tremenda.
«Movelo», me dijo mientras me lambia y me chupaba la pija.
Apenas lo empecé a mover, que estaba tan caliente que me empecé a acabar en la boca de mi prima.
Me tenía que morder los labios para no gritar de placer al sentir como salían los chorros de leche de mi pija y mi prima tragaba.
«Edu, sacame el dedo de la cola que me quiero arreglar la ropa», me dijo mi prima, pasando su lengua por toda mi pija.
«Tía, te ayudo en algo?», le dijo mi prima a mi vieja cuando salimos del cuarto, «no hija, gracias», le dijo mi vieja.
Nos fuimos a caminar con mi prima, le mostraba el barrio, ella miraba todo como sorprendida, íbamos caminando y nos agarramos las manos, «que lindo que es todo esto, es todo tan distinto», decía mirando los edificios, los coches, entramos en un supermercado, todo le llamaba la atención.
A la noche cenamos los cuatro, mis padres, ella y yo, «bueno chicos, nosotros nos vamos a dormir que mañana trabajamos», dijo mi vieja y se fueron a su cuarto, Chiqui y yo recogimos la mesa, lavamos los platos y fuimos a ver tele.
Estábamos en el sillón y mi prima se acercó bien a mi y nos empezamos a besar, estábamos los dos de pijam y mientras nos besamos nos metíamos mano.
Mi prima me dijo que le encanta que le chupen las tetas, levantando su camiseta y me hizo que se las chupe.
Se estiró en el sillón, y mientras yo le chupaba las tetas, ella metió su mano dentro de su pantalón y empezó a acariciarse la concha.
Así estuvimos como hasta las dos de la mañana, me dolía la boca de tanto chupar las tetas a mi prima y ella tenía toda la parte de adelante de su pantalón mojado.
«Vamos a la cama», me preguntó mi prima, «Si, vamos», le dije y nos pusimos en pie.
«Dormimos juntos?», me dijo sacándose el pijama, quedando desnuda frente mío y se metió en su cama, abriendo bien sus piernas, dejando que la vea toda.
Yo la vi y sacarme toda la ropa y meterme con ella, fue todo uno.
Me abrazo, nos empezamos a besar, nos refregamos los cuerpo desnudos, me hizo acostar sobre ella, que estaba con sus piernas bien abiertas, acomodó con su mano mi pija contra su concha, «metela toda, cogeme, que ganas de que me cojan que tengo, tener una pija bien adentro de mi concha», me dijo besando mi boca y ahogando un gemido cuando le meti la pija y la empecé a coger.
«Mañana estámos solos todo el día», le dije moviendo con torpesa mi pija dentro de su concha.
«Mañana vamos a pasar todo el día cogiendo, te voy a enseñar como me gusta que me cojan», dijo Chiqui, me sentí un poco tonto, pero era verdad, yo no sabía coger,.
de echo a la única que había cogido es ella, y ella coge desde los 10 años con su tío, un hombre adulto.
Seis años de experiencia tiene y el tío la había cogido por todos lados, por la cola, por la boca, por la concha.
«Así, despacito, quiero disfrutar tu pija, cogeme asi, que bien me estas cogiendo», me decia mi prima, con los ojos cerrados, se notaba en su cara que estaba disfrutando.
Sus manos acariciando mi espalda, sus piernas bien abiertas, dando gemidos tratando de que sean lo más silencioso posible, yo metía y sacaba mi pija de su concha muy despacio, escuchando los suspiros de mi prima.
«Edu, dejame dar la vuelta, así me seguís cogiendo por la cola», me dijo mi prima, dejando que se la saque, se puso en cuatro y cuando abre sus nalgas veo el agujero de su cola, enorme, abierto.
Yo nunca había visto otro ano, pero no me imaginaba que todos estuvieran así de grandes.
«Mmmmmmmm, haaaaaaaaaa», gimio mi prima cuando agarrando sus caderas se la metí toda, quedando incluso entre sus abiertas nalgas.
Yo la movía dentro de su abierta cola, sentí un extraño olor, que a su vez no era desagradable, ese olor me excitaba.
Miraba como mi pija entraba y salia de su ano.
Si no estuviera viendo con mis ojos que le estaba cogiendo la cola, podría llegar a pensar que era por la concha que la estaba cogiendo.
Las tetas de mi prima colgaban, moviéndose a medida que nos moviamos nosotros.
«Como me vas a coger mañana cuando estemos solos, Edu, me estas haciendo disfrutar mucho», decia Chiqui, con apenas voz.
Se soltó una nalga y mientras yo le cogía la cola, ella empezó a acariciar su concha.
«Dale, cogeme más fuerte», decia Chiqui ahogando sus gemidos aplastando su cara contra las sábanas, sentía como me apretaba la pija con su ojete, movía su cabeza para los costados, «mmmmm, mmmmmmmmm», escuchaba a mi prima apretando fuerte su ojete contra mi pija.
Yo casi grito cuando me empecé a acabar dentro de la cola de mi prima.
Estábamos bien pegados los dos, sólo escuchaba como gemia mi prima, yo no podía ni pestañar, parecía que lo único que funcionaba era mi pija echando leche dentro de mi prima.
Cuando reaccionamos seguíamos pegados, se la saqué, viendo su ojete tan abierto, como goteaba leche, ella me miró con una sonrisa en sus labios, «que bien me cogiste», me dijo Chiqui en voz muy baja.
Nos abrazamos desnudos como estábamos y nos dormimos, tanto ella como yo, estábamos muertos.
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