Mi prima descubre mi miembro y se enamora de El
Marite es mi prima, dos años mayor que yo. Yo estoy en quinto año de la escuela secundaria, ella ya en primer año de la universidad. Todo pasó de repente y ahora es imposible sacármela de encima..
Marité es una trigueña bastante exuberante. Ya de por si es alta para el promedio de las mujeres. Supera largamente el 1,70mts. Por lo que es titular en el equipo de basquet ball y boley ball en la universidad. Es alta y flaca, aunque sus piernas son musculosas y sus nalgas ni que hablar. Reconozco que más de una vez me he masturbado pensando en mi prima, soñando que teníamos un buen coito. Si bien no es hermosa, es muy agraciada y muy cariñosa. Por lo que más de una vez que ha dejado con la verga dura sin que ella se entere. Tengo que aclarar que Dios me ha dotado de una buena tranca. A mis 18 años porto un badajo de 23×6,5cms. Lo que obviamente nunca había tenido a mi edad, era sexo con ninguna chica. Hace un par de años tuve una noviecita, hermosa ella, y físicamente una muñeca, pero cuando estábamos fajando y tomó mi verga en sus manos, se asustó tanto que no quiso saber nada de sexo conmigo. Por lo que mis sesiones de sexo eran solo masturbarse.
Llegó mi 18 cumpleaños, ya me consideraban mayor. En mi fiesta de cumpleaños mis padres me regalaron un auto, yo más que feliz. Hubo una gran fiesta en nuestra casa quinta, donde toda la familia asistió. Se comió y se tomó más. Entrada la noche la gran mayoría de los parientes hombres y mujeres estaban bastante alegres por no decir borrachitos. Incluido yo. Se armó el baile y todos a bailar. Yo bailaba con quien se me pusiera enfrente, de pronto se me arrima Marité, me abraza y comienza a bailar bien pegado a mí. Claro la música era una bachata, el alcohol me desinhibió y la tomé por la cintura atrayéndola hacia mí, puse mis manos sobre sus nalgas y la apreté fuerte contra mi verga que ya estaba algo morcillona. Bailamos y mi prima estaba bastante descolgada, el alcohol la había transformado, estaba totalmente zafada, a tal extremo que apoyaba su pubis con fuerza contra mi pija y se refregaba abiertamente, lo que sí de pronto notó el tamaño de mi miembro que ya estaba totalmente erecto. Medio se frenó, bajó una mano y disimuladamente tomó mi miembro por encima del pantalón. Lo apretó y lo recorrió en toda su extensión. No disimulaba su asombro. De pronto me dice, joder Quique, que pedazo de tripa llevas. Yo solo sonreía y seguía bailando, pero pude notar como ella propiciaba cada vez más el roce con mi verga. Al fin ya no aguantó más y arrimándose a mi oído, me dice, oye Quique, te tengo un regalo especial por ser tu cumpleaños. Sígueme. Me tomó de la mano y me llevó hacia el patio trasero de casa donde está lleno de árboles y hay un pequeño galpón que mi padre usa como taller para arreglar su auto. Nos metimos y no me dio tiempo a acomodarme, me abraza y me mete un beso de lengua que me puso a mil. Me toma de las manos y las pone sobre sus hermosos senos, mientras ella me masajea la verga por sobre la ropa. De pronto se arrodilla frente a mí, me desabrocha el pantalón, me baja el mismo y el sleep dejando libre mi verga, la que saltó hacia adelante mostrándose en todo su esplendor. Inmediatamente Marité la toma por el tronco y con gran esfuerzo abre la boca y se mete la cabeza y un pedazo de pija a la boca y comienza a darme una tremenda mamada. Yo estaba en el séptimo cielo, nunca antes me la habían mamado. Y mi prima lo hacía de maravillas, pronto me tenía totalmente excitado con la pija como un tronco, le avisé que iba a acabar, no le importó, se metió la pija más adentro casi hasta la garganta y cuando le acabé se trago todo el esperma sin derramar una gota. Terminó lamiendo la cabeza, limpiándola. Luego se levantó, se arrolló el vestido a la cintura y me dice, bueno primo, ahora te toca a tí. Me hizo arrodillar, me tomó por las orejas y me incrustó entre sus piernas, su vagina esta totalmente depilada y emanaba un calor impresionante, estaba totalmente mojada, me fue indicando como besarla y darle placer, de pronto me sentía todo un hombre. Mi prima gemía como una putita y me tironeaba del pelo y las orejas. Luego de un rato de darle lengua, estaba lista, se subió encima del banco de trabajo de mi padre, daba justo la altura, se abrió de piernas y me atrajo hacia ella. Mi tripa estaba gorda y dura, me dice, primo, métela toda. Y tomando mi verga por el tronco la posicionó entre sus pliegues vaginales y me dice, dale, empuja. Le hice caso y empecé a entrar en mi primer polvo vaginal. Marité gemía pero seguía haciendo que la penetre, finalmente la punta de mi verga topó con su útero. Estaba totalmente empernada. Inició un movimiento de pelvis que hacía que mi verga saliera un pedazo y le entrara hasta el fondo, pronto comenzó a agitarse y a gemir, pronto estaba desaforada, y me decía, si Quique, así, más adentro, y la verdad es que la tripa no entraba más adentro. Y pronto supe lo que era un orgasmo femenino. Mi prima se vino con todo, una tremenda acabada, sus flujos salían a raudales de su conchita, pero como yo había acabado en su boca, estaba lejos de poder acabar, mi prima se dio cuenta, se baja del banco de trabajo, se pone de panza en el mismo y me dice que la penetre desde atrás, siguiendo sus indicaciones la penetré hasta el tope, ella volvió a gemir y a disfrutar de mi poronga. Pronto estuvo otra vez a punto para acabar, me di cuenta por que su concha se inundó nuevamente, y casi se le doblan las rodillas. Estira la mano hacia atrás, se saca la verga de la concha, se la posiciona en su ano y me dice, Quique, metémela por e culo, pero despacito que tu verga es muy gorda. Comencé a presionar pero no había caso, la pija no lograba superar su esfínter, luego recordé que Papá guarda vaselina líquida para lubricar los cables, la busqué en un cajón del banco de trabajo y la encontré. Puse vaselina en mis dedos y me dediqué a abrirle el culo a mi prima, cuando tres dedos entraron suaves con la vaselina, unté mi verga con ella y se la apoyé en su agujerito. La cabeza casi entró toda al primer intento, y como yo estaba ya muy caliente, no me di cuenta y se la metí toda de una, presionando y con tanta lubricación le entraron los 23 cms. Mi prima gritó, y comenzó a llorar, se quiso salir de abajo mío pero ya la tenía toda adentro por lo que no había forma de que se la saque, y tomándola firme por la cadera comencé a cogerla con fuerza, se la sacaba toda y se la metía hasta el fondo, esta putita quería pija, pija tendría. Estuve así por más de 10 minutos hasta que de pronto mi prima me dice, seguí Quique que te acabo, y eso disparó mi calentura, aceleré y le llené el culo de leche, al mismo momento Marité tuvo su tercer orgasmo. Tuvimos que esperar que mi verga se achique un poco para sacársela, ya que cada movimiento era un sufrimiento para mi prima. Finalmente nos acomodamos la ropa, mi prima se me acerca y me da un beso en los labios y me dice, primo, con ese pedazo de verga, ni se te ocurra que no voy a venir una vez por semana a cogerte. Y con un apretón de mi verga sellamos un pacto que lleva ya varios meses. Tenemos sexo de primera.
Wooooooooooowwww! qué rico!
Rico