Mi prima es mi primer amor – Parte 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Leonanky.
Estando en la habitación, simplemente Franchesca pierde los cabales.
—Maxi, quiero que me folles.
—Vamos, acuestaste. No sabes lo que dices.
Trato de resistirme y soportar la tentación, a pesar de que tengo el alcohol subido a la cabeza.
—Sé lo que digo. Yo veía como te morías de celos al verme bailar provocativo con el otro.
—No… Claro que no. Ya vete a dormir.
—¡No! Ven acá.
Me lanza un beso infinitamente apasionado. Yo simplemente no resisto a eso, y me dejo llevar en la corriente de besos que proporciona sus labios.
Nuestras bocas se entrelazan, y nos besamos por un buen rato.
En eso tocan la puerta ambos nos asustamos, pero después empezamos a reírnos.
—Pase. —Dice mi prima.
Yo trato de hacerme el dormido. Es lo único que se me ocurre.
—Caramba. Menos mal que llegaron. Ya los iba a buscar. ¿Maximiliano se durmió?
—Si. El pobre está muy cansando. Bailó mucho.
—¿Maximiliano baila?
—Si. Sólo que a veces le da pena o simplemente no quiere hacerlo.
—Mmm… Bueno. Duermete ya, que mañana tienes clase.
—Está bien.
Luego mi tía se va.
En verdad que había quedado dormido, ya que Franchesca me despertó.
—Tonto… ¿En verdad te dormiste?
—Lo siento. Tú muy bien sabes cual es mi estado.
—Vale. Sigamos en lo nuestro.
Volvemos a besarnos, luego nuestras manos empiezan a explorar el uno a la otra.
Franchesca la coloco boca abajo, ella está me mira fijamente. Yo la miro a los ojos y le digo cuanto la quiero y lo mucho que me gusta.
—Vamos hacerlo.
—Vamos.
Lentamente le subo el suéter, le quito el sujetador y, al frente mío quedan sus hermosas y magníficas tetas. Yo empiezo a chupar sus pezones, mientras que mi otra mano toca su sexo por encima de la ropa.
Agarro sus dos tetas y la manoseo a mi gusto, luego los pellizco y ella gime de dolor pero a la vez de placer.
Sigo bajando hasta que doy con su entrepierna.
Le quito el short y la tanga que tiene, eso lo tiro al suelo. Luego me dedico a lamer su sexo. Paso mi lengua por su rajita, la penetro con mi lengua y ella sólo gime.
Busco su clítoris y empiezo a chuparlo, a tirar de él con mis dientes. Franchesca gime sin parar. Ella me agarra por el pelo y le pega totalmente a su cosita.
Yo devoro su cosita una y otra vez, penetrándola con mi lengua. Luego de qur está bien húmeda, introduzco mis dos dedos. Ella hadea, yo meto y saco mis dedos una y otra vez.
—Correte para mí Franchesca.
—¡Aaah! ¡Aaah! ¡Aaah! ¡Siii mi amor!
Aumento mi ritmo y Franchesca grita de placer, de manera que le tapo la boca con mi otra mano. La masturbo con mis rápidamente con dedos, por lo que ella empieza a arquear su cuerpo, debido a que su orgasmos se acerca.
—¡Maxi, me vengo!
—Aquí te espero.
Ella hadea rápidamente y gime sin parar, una y otra vez. Luego de eso suelta un suspiro ahogado al venir su orgasmo.
Ella baña toda la cama y mi mano. Luego yo me llevo los dedos a mi boca y los pruebo. Mi prima en verdad que sabe divino.
Vuelvo a meter sua dedos en su cosita y los saco para que ella pruebe su orgasmo.
—¡Hmmm! ¡Me encanta!
Luego ella se pone encima de mí, y empieza a moverse por encima de mí ropa, haciendo que mi paquete se ponga al modo extremo.
—Vamos Maxi… ¡Hazmelo ya!
La tumbo y empiezo a besarla. Mientras lo hago la empiezo a desvestir, en algunas parte ella me ayuda.
Una vez desnuda, empiezo a manosear sus hermosas tetas.
—¿Sabes?, todo esto. Todo tu cuerpo es mío. —Estoy al extremo.
—Si mi amor. Y todo esto que tienes es mío nada más.
Volvemos a besarnos, luego de eso me preparo para follarmela.
—Abre las piernas Franchesca.
—Vale.
Estando abiertas sus piernas y al estar su hermoso sexo, expuesto a mis institos. Simplemente deseo observarlo toda mi vida, ya que es lo más hermoso que he visto y que veré. Para mí, es perfecta su vagina.
Acerco mi pene a su cosita, poco a poco se lo meto. Ella empieza gemir.
—Si quieres paramos.
—Ni loca. Sigue, sigue. Me encanta.
Hundo un poco más y le doy una embestida final, metiéndosela por completo.
Ella grita, pero rápidamente la beso para aplacar su ruido.
Empiezo a moverme y ella empieza a hadear y gemir como toda una puta.
—¡Aaah! ¡aaaah! ¡aaah! ¡Dame más duro Maxi!, ¡Dame más!
La penetro rápidamente y ella gime con intensidad. Rápidamente ella me da un orgasmo, el cual yo siento. Saco mi pene y veo como se sale. Luego decido penetrarla por atrás.
Cuando pongo mi instrumento en su culo. Cuando ella se sobresalta.
—Por ahí no. Por ahí duele.
—¡Naaah! —Es todo lo que digo.
Sin más ni más, le undo mi paquete haciendola gritar.
Ella deja de gritar, al parecer se está acostumbrando. Así que empiezo a embestirla como es debido.
Gemidos y gemidos. Gemidos que llenan la atmósfera de nuestra habitación.
Luego, decido cambiar de posición. A ella se ordeno que se siente sobre mí. La penetro de caballito por unos minutos, luego de un rato empiezo a sentir que mi orgasmo está próximo.
Le mando sendas de folladas a ese culo, haciendola jadear como una perra.
—¡Aaaaah!
—¡Uuf! ¡uuuf! ¡Maxi no pares!
Hasta que no resisto más y me vengo en el culo de Franchesca.
Nos quedamos abrazados por un buen rato, para descansar de éste gran embate.
Ella se levanta un poco y me mira con cariño.
—¿Sabes algo Maximiliano?
¿Me llama por mi nombre?, es muy raro. Cuando lo hace, es porque va a hablarme algo serio.
—Siempre me has gustado. Sólo que no podía decirtelo, tampoco debía porque eres mi primo. Aun así, déjame decirte que eres un chico maravilloso, un chico por la cual me jugaría el cuello.
A pesar de estar ebrio, escucho atentamente sus palabras.
Me armo de valor y le confieso lo que siento.
—Desde éste tiempo para acá me di cuenta, que eres mi chica ideal. A pesar de que nuestros lazos sanguíneos nos separen, quiero que sepas que en mi corazón está escrito tu nombre. No me importa el mundo. No me importa nada ni nadie. Sólo me importas tú. Eres la única mujer que me quiere por lo que soy y eso lo valoro mucho. Además, puedo decir que vendería mi alma al diablo con tal de que tu vayas al paraíso.
¡Uau! Ni yo mismo puedo creer lo que dije.
Ella al escuchar esas palabras empieza a llorar.
—Nunca nadie me había dicho tan lindas palabras.
—No son palabras Franchesca. Es lo que me haces sentir.
Ella sonríe y de lanza un suave y tierno beso, el cual, parece durar toda una eternidad.
Wooowww! delicioso, excitante y lleno de ternura!