Mi prima Jennifer en la ciudad
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Navidad se acercaba y los preparativos para la reunión familiar comenzaban a hacerse. Todos sentían mucha alegria menos yo. Con 18 años la navidad no me parecía lo mismo pero todo cambió una mañana de diciembre.
Aquel dia desperté y descubrí unas maletas al pie de la escalera, en seguida una chica de cabello castaño salió del baño muy contenta.
– Leonardo! –
– Jennifer, cuanto tiempo! – abracé a mi prima con mucha alegría y recordé la última vez que nos vimos. Jennifer era la típica chica americana. Su madre se mudo a Estados Unidos y conocio a mi tio para luego tener a Jennifer. Ella siempre había hablado ingles pero las raíces mexicanas le habían facilitado el español.
– No puedo creer lo alto que estás. Hace dos años medías poco mas de 1.50
-Tu tambien te ves increíble! – su cabello castaño llegaba a su cintura. Sus senos habían crecido considerablemente desde la ultima vez que nos vimos y su culo se veía increiblemente redondo en esos mallones. Pero lo que me mato.fueron sus piernas increiblemente torneadas. – Cuanto tiempo te quedaras?
– De aqui a mediados de enero. Mi madre se quedará en casa de mi abuela y me envió acá para ayudar a mi tia con la cafetería. – la pronunciación era innegable. Era toda una americana.
Pasaron los dias y Jennifer se volvio mi mejor amiga. Hacíamos de todo juntos hasta que algo cambió.
Un dia decidi ir a buscar a Jennifer para salir y al entrar al cuarto de huespedes la encontré de espaldas en ropa interior. Lo que vi me hizo delirar. Jennifer tenía el mejor trasero que había visto en toda mi vida. Su cabello posaba sobre unas nalgas blancas y perfectamente redondas. Su cintura en forma de avispa me volvió loco y sus piernas me produjeron un morbo increíble, me aleje de su habitación y me escondi en mi cuarto.
Los días siguientes fueron un martirio. El verla vagando por la casa con ese increible cuerpo me sacudía. Cuando se me acercaba a abrazarme no podía evitar inhalar su esencia y sentir cada parte de su cuerpo. Finalmente un día que nos quedamos solos decidí hacer algo al respecto. Jennifer se encontraba en el sillón viendo una película vistiendo un pantalón negro y un sueter rojo, me acerqué y me senté junto a ella.
– Jennifer, en serio perdón si sueno enfermo pero debo decir que me he estado enamorando de ti. Sé que somos primos pero no puedo evitar babear cada que te veo en shorts o en tus pantalones ajustados. – Jennifer dudó y finalmente me hablo
-Tu no estás enamorado. Me tienes ganas que es distinto. Te seré honesta. No he dejado de pensar en ti. Ya no eres el niño de antes. Eres guapo, caballeroso y dulce. Me he enamorado de ti pero tu solo quieres cojerme. Y me gustaría que lo hicieras pero somos familia y eso esta mal. – la mire a los ojos y la bese. Ella solo se alejo y volvió a besarme con mas ganas. – Prometeme que no será solo sexo.
– Lo prometo. – empecé a besarla con mas ganas mientras mis manos recorrían cuerpo. Quite su ropa y me encontré con un brassiere blanco bastante sexy y unas tetas blancas y redondas.
Comencé a besarlas lentamente y ella solo suspiraba. Quite su bra y bese sus pezones rosados duros por la excitación. Me desnudé y mi pene erecto salió mientras Jen miraba sorprendida.
– Oh my god. That thing is huge. –
– No hace falta que lo digas en ingles. – me puse de rodillas quitando su pantalón y besé sus piernas lentamente hasta llegar a su ropa interior blanca de encajes. El olor dulce de su vagina me invadió y comencé a besarla sobre esta. Jen tomo mi cabeza y la movía jalando de mi cabello. Quite su ropa interior y vi una vagina rosa y perfectamente rasurada lo cual me enloquecio.
– Quieres que te haga un oral?
– No, hoy disfrutaras tu princesa. – entonces comencé con movimientos circulares con mi lengua sobre su vagina y ella solo gemía soltanto frases en ingles como película porno.
– Oh yes baby. Lick my pussy, eat it. – el escucharla hablar en ingles me encendía mas. Me puse de pie y froté mi verga en su vagina. Ella se sacudió y la metí de un jalón.
– Oh my god! – dijo con un grito de placer, entonces empecé con el mete saca. Sus tetas rebotaban con mis embestidas y ella gemía de placer. Segui por unos minutos hasta que la puse de perrito. Su culo se veía hermoso ensartado en mi pene y empece a penetrar.
– Make your bitch please. – parecía una escena porno con mi primita la gringa. Entonces ella me dijo que quería cabalgarme y la deje, entonces dio rienda suelta a sus instintos mas salvajes.
Ella rebotaba incesantemente y yo me encontraba extasiado ante tal mujer y tal cojida. Era increible, quería venirme pero resistía lo que podía. Ella tuvo un par de orgasmos antes de terminar. Su ultimo orgasmo fue memorable ya que lagrimas de placer rodaban sus mejillas y sus piernas temblaban mientras su vagina se contraía en mi pene. Saque mi verga, se puso de rodillas y eyaculé en sus pechos.
– Holy fuck. Esa fue la mejor cojida que me han dado
– Nos faltan mas princesa..
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