Mi prima me desvirga

Esto que relato sucedió hace unos años, yo tenía 13 años de edad, ella 17. Desde ese día no hay semana que no tengamos sexo.
Jazmine tenía 17 años, es mi prima, yo apenas acababa de cumplir los 13. Soy Enrique, un chico flaco, para nada vistoso, apenas si juego un poco de futbol y nada más. Ella es una flaca alta, muy corpulenta para su edad, no gorda, pero sí grandota. De cuerpo pesado, sus pechos son gloriosos, abundantes, sus piernas macizas terminan en dos poderosos glúteos, su cara es preciosa, y su boca generosa de labios gruesos. Y por sobre todo su personalidad es genial, riéndose todo el día, es cariñosa y muy juguetona. Y eso en definitiva llevó al inicio de este relato. Yo no había estado nunca con ninguna chica, me masturbaba mucho, luego de lo que pasó con Jazmine,  me convencí que tengo una muy buena verga, casi deforme, en proporción a mi cuerpo, es que mi prima la midió con el centímetro de costura, ese de tela, y mi pija tenía en ese entonces,  de la punta de la cabeza a la base del tronco 20cms y cuando le midió el grosor daba 7cms de diámetro en el tronco y 9cms en la circunferencia de la cabezota, esto cuando estaba parada, obvio.

Esa tardecita estábamos con mi prima en el jardín de casa, está adelante, hay un par de árboles, rosales y demás plantas, algunas muy tupidas y altas, ella me estaba contando que tenía un amigovio que le tocaba las tetas, el culo y le había metido mano en la conchita, que el  le había pedido que le toque la verga, se la había amasado por sobre el pantalón, pero que no parecía muy grande. Cuando el novio le pidió que se la chupe, ella no se animó y medio se pelearon. Aunque todavía era virgen, ya tenía ganas de coger, pero no se animaba, yo para esto con lo que me contaba me estaba calentando, me imaginaba la paja que me haría pensando en mi prima chupándome la verga. En eso ella se para para mirar hacia la calle, yo no sé por qué me le aproximé desde atrás y tomándola de los hombros la estreché contra mi, Ella es un poco más alta que yo, lo que propició que mi pija que se encontraba totalmente dura se le incrustara entre esos hermosos y gordos cachetes. Al sentir mi palo en su culo, giró la cabeza y sonriendo me dice, oye, estas empalmado, a mi me dio mucha verguenza y me separé un poquito, ella entonces echó su culo hacia atrás buscando nuevamente el contacto con mi tripa. Y la naturaleza hizo el resto, bajé mis manos y me adueñé de sus tetas, que hermosas, pesadas, llenas, sus pezones estaban duritos, ya se estaba excitando. Y se comenzó a refregar contra mi entrepierna como una culebra. Yo bajé una mano y la metí en su entrepierna, ella las abrió un poquito para permitir que mi mano entre por encima de su falda en contacto con su cuquita. Le mordí el cuello y ella gimió. La di vuelta y quedó de frente a mí, me besó con lengua, yo no sabía como hacerlo, pero ella llevaba la voz cantante, estira una mano y me agarra el pedazo por arriba de mi short, al sentir el tamaño, principalmente el grosor como que abrió los ojos de sorpresa, sin preguntarme nada, me lleva hacia el rincón donde el matorral es muy espeso y nos escondemos,  me apoya la espalda contra la pared, se arrodilla frente a mi y me baja el short liberando así mi pija, la que saltó hacia el frente casi pegándole en la cara, y quedó bamboleante, ella lo tomó con su mano, lo sopesó, lo acarició, lo olió y finalmente cerrando los ojos, abrió sus gloriosos labios y se metió la cabezota a la boca, parecía un volcán de lo caliente que estaba, me la chupaba como a un helado, suavecito, a medida que se fue animando cada vez se la metía más adentro, de pronto ya tenía tres cuartas partes y no aguanté más, no le pude avisar y me vine llenándole la boca de semen, ella no hizo nada, solo siguió chupando y lamiendo, se trago toda la acabada y seguía de ojos cerrados. Finalmente luego de que mi pija se ablandó, ella abrió los ojos, me sonríe y muestra su boca limpia. Se para, acaricia un par de veces más mi verga, y me pide que me suba el short. Yo lo hice, estaba maravillado, y pensé bueno, por hoy se acabó la fiesta. Pero no fue así.  Entramos a la casa, estaban ya preparando la mesa para cenar, nos sentamos y Jazmine lo hizo en frente a mí. En lo bien que estábamos comiendo siento un pie que me mete entre mis piernas, y comienza a sobarme la verga, a los dos segundos ya la tenía otra vez parada, ella lo sintió y me guiñó el ojo, yo estaba todo colorado, tenía miedo que se dieran cuenta en la mesa. Pero todo pasó desapercibido entre la comida, el vino y la charla de los mayores. Finalizada la cena, Jazmine me mira y me indica que salga nuevamente al jardín, nos hacemos los tontos y salimos, a la pasada apagó la luz del hall de entrada con lo que todo quedó a la luz de la luna. Me tomó de la mano y directamente me llevó detrás del matorral, y nuevamente me baja el short y se prende con las dos manos de mi pija, la chupaba desesperadamente, yo me atreví a tomarle las tetas, se las masajeaba, la hice levantarse y la apoyé de frente a la pared, metí mis manos por debajo de su blusa y me adueñé de sus pezones mientras le apoyaba la pina entre sus glúteos, la comencé a frotar arriba y abajo, ella apenas gemía, pero abría las piernas un poquito, de a ratos la punta de mi pija se enganchaba en el borde de su ano, y ella suspiraba fuerte, alcé su falda, corrí un poco su bombacha y me encontré con sus glúteos blancos, gordos, duros, directamente le apoyé la cabezota en su oyito y empujé, apenas si amagó a entrar, y ella pegó un gritito, no sacala!!! es muy gruesa, me hice hacia atrás y ella se recompuso, pero seguía apoyada al paredón, la tomé de la cadera y saqué su culo hacia fuera, con lo que su vagina quedó con fácil acceso, le dejé correr la verga por entre los glúteos camino a su conchita, su suaves bellos estaban totalmente empapados, sus jugos vaginales encharcaban sus labios haciéndolos sedosos y resbaladizos, tomé mi verga desde el tronco y se la froté entre sus pliegues, ella abrió más las piernas y echó más hacia atrás su cola permitiéndome alcanzar  la entrada de su vagina, pasé arriba y abajo como había visto hacían en una porno, y cuando sentí que estaba en la entrada de su sagrada y virginal cueva, empujé despacito y la cabeza entró un poco, ella gimió, volví a empujar y entró otro poco, el me pide que se la ponga despacito que le duele, que es muy gruesa, que está muy dura, sigo empujando y me topo con lo que luego sabría era su virgo, mi pija se atascó ahí y no avanzaba, se la empecé a jugar, lentamente adentro y afuera, cada vez pechaba un poco más adentro, y de repente algo dentro se rompió y la pija entró hasta chocar contra su útero, los 22cms entraron hasta que mi verga desapareció totalmente dentro de su concha, ella suspiró fuerte, con la mano me quería apartar, pero yo estaba totalmente enterrado en ella, la concha era una olla a presión, hervía de caldos, pulsaba, apretaba mi verga como si la tuvieran con una mano, pero era suave, sedosa, resbaladiza, y ponto su vagina se adaptó al tamaño del intruso, y mi prima se comenzó a mecer, adelante y atrás, adelante y atrás, ya luego cogió ritmo y luego ya sola se la ensartaba toda, como loca se revolvía, se agarraba las tetas, yo en el énfasis de sujetarla la tenía agarrada de las caderas, solté una mano y untando saliva en mi dedo gordo se lo hundí todo en el culo, se sobresaltó pero siguió cogiéndose sola, abrí sus glúteos y metí los dos dedos gordos en el agujero del culo, y de pronto gimiendo como descarada alcanzó un tremendo orgasmo, yo aproveché y se la metí lo más profundo que pude, y también los dos dedos en el culo hasta el fondo, y le descargué toda la leche contenida, Ella se aquietó, pero seguía moviéndose despacito, adelante y atrás, adelante y atrás, como estirando el coito. hasta que mi verga se achicó, entonces se dio vuelta sacándosela de la concha, por sus piernas corría un pequeño reguero de sangre, mezcla con semen y sus jugos vaginales. Me abraza, me besa en la boca con un beso de lengua largo y me dice, gracias Enrique. Hoy ya soy toda una mujer, gracias a vos y a esa enorme verga que tienes. Si te portás bien y no contás nada, este puede ser nuestro secreto de siempre y podemos disfrutarlo los dos. Y así se inició una relación que a la fecha perdura. En la parte dos les cuento cuando me pidió que la iniciara en el sexo anal, pero es relato de otro día.