Mi prima se puso cachondona
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por schistocerca2610.
Este relato paso ya hace algún tiempo,
Todo sucedió en la noche del cumple de mi tía, que coincide con la fiesta patronal de esta pequeña ciudad y esta cercana a la ciudad de México. Viaje con mi padres desde el DF y llegamos con mi tía a las 3 de la tarde, la verdad ya no me entusiasmaba como antes al ir a las fiesta, pues muchas veces me aburría, ya tenia 17 años. Pero esa tarde, llegue y me sorprendí al ver a mi prima, que se llama Rocío tan crecida, casi estaba de mi tamaño a pesar de tener solo 13 años, además se había desarrollado mucho, pues tenia unas caderas amplias, se le veía una cola bien levantada y sus tetas estaban en franco crecimiento.
Las salude normal, y me acorde como jugábamos cuando yo era más joven cuando ella tenia 8 y yo 12, pues eramos unidos y siempre estábamos risa tras risa. Así casi toda la fiesta paso, yo algo aburrido, mi prima con unas familias lejanas y los adultos bailando y tomando. Ya cerca de las 10 pm, mucho de los invitados se habían ido, pero aun quedaba mi familia, y dos tíos más. Desde ahí me puse a platicar con mi prima, de su escuela, de los chistes que contaba y de como jugábamos antes, pero que ya eramos grandes. Así entre charlas, me contó de las cosas que se escribían en el FB y otras redes sociales, y de como se mandaban vídeos, bien subidos de todo y nos pasamos burlando y riendo por un buen rato.
Como a las 12, mis papás y mis tíos estaban bastante borrachines y nos dijeron que si queríamos ir al baile de la fiesta patronal, y le dije que yo no, y mi prima tampoco quiso, pues no estábamos divirtiendo mucho y platicando también. Así que ellos se fueron y nos dejaron, solo con una tía ya mayor que estaba casi completamente dormida en el sillón.
Así, mi prima Rocío y yo seguimos platicando, y centramos la charla en cuando jugábamos a las escondidas y también había otros juegos que hacíamos con mis perros en la casa de mi padres. Estábamos en una sala de juegos grande que tenía mi tío, toda alfombrada muy a gusto. Me contó que mis tíos no le dejaban tener perro, pero que a ella le encantaban, y seguimos hablando y riendo al respecto.
Así a partir de la charlar de los perritos y eso, mi prima empezó a jugar conmigo, fingiendo ser un perrito, me ladraba, me olfateaba y movía su "colita", lo cual me empezó a llamar mucho la atención y comencé a seguirle el juego, tal como cuando eramos más niños. Yo también comencé a actuar como un perro, claro como un perro adulto y macho y ella ladraba como perrita, así más pequeña, nos anduvimos correteando un rato, riendo, ladrando y haciéndonos cosquillas.
La verdad, yo me había excitado un poco, sobre todo por que cada vez que la alcanzaba la abrazaba y le hacía cosquillas y ella misma me las regresaba, ademas, por que como seguíamos actuando como perros, movía y movía supuestamente la colita y la verdad estaba tan tentadora.
En una última carrera llegamos al salón de juegos, que estaba alfombrada, nos quitamos los zapatos y seguimos jugando, cuando de pronto mi prima se pone a gatear en cuatro y sigue actuando como perrita, ladrando y oliendo. No tarde en ponerme igual a ella, y comenzamos a jugar como dos verdaderos perritos, ladrando y oliéndonos -yo me sentía un poco tonto, pero la verdad andaba algo caliente y por eso seguí el juego-. Mi prima vestía unos leggins negros y una blusa larga, y cuando andaba en cuatro, se le notaba su enorme culo y yo actuando no podía dejar de mirarla por detrás, mientras corría tras de ella. Así, de vez en vez nos encontrábamos de frente, como lo hacen los perros y me gruñía un poco y yo le respondía de la misma forma.
Así, en una de esas ella se acerco y me comenzó a oler debajo del abdomen, y entre risas ocurre el siguiente dialogo:
Rocío: Te tengo que oler así, por que tu eres un perro macho
Yo: Claro y tu eres un perrita hembra…
Y se echa a corre en cuatro patas, yo la persigo y ella me gruñía como toda una perrita y yo la acorrale en la esquina de la sala, para entonces dirigirme a oler detrás de ella, si, en ese culito bien parado y acerque mi nariz y el olor era delicioso, algo que nunca había olido, la verdad que si me calente mucho al pegarme mi cara a su culo. Así me acerco un poco y le digo: -es que tu eres una perrita, por eso te huelo así….y mi prima solo se sigue riendo a y sigue gruñendo.
Así estuvimos un rato, gruñendo y ladrando y le dije:
Yo: Rocío, ahora vamos a jugar como vi unos perritos en el parque…..ehhhh
Rocío: ¿Cómo juegan los perros en el parque?
Yo: así, como cuando se encuentran perro y perrita y se corretean…
Rocío: ahhh ya se, y comienza a reir…jijijijijij
La comienzo a encarar en mi mejor actuación de perro buscando una hembra, y ella se pone boca arriba, subiendo manos y piernas (tal como lo hacen las perritas) cuando juegan con algún macho, y comencé a olerla en el abdomen, cerca de las piernas, y en parte del pecho y roce de manera ligera sus tetas.
Así en solo unos minutos del juego, mi prima se levantó en cuatro patas y se fue caminando cual perrita en el parque, iba muy lento y yo me acerque también gateando lento. Ella se detuvo y me gruño un poco, yo me acerque y le olí de nuevo cerca del culo y entonces mi instinto me guío a lo que hice, pues sin pensar, al finalizar de olerla, me intente montarme en ella, como lo hace cualquier perro sobre una perra en brama.
Sin dejar de actuar como perrita en celo, me gruño un poco y se quito. Entendí por su puesto que el juego podía continuar y volví a intentar montarla, y claro ella me seguía gruñendo, pero ya no se movió tanto. Apenas puse mis dos manso sobre su espalda y hombros, mi verga que ya estaba algo caliente, comenzó a crecer y dado que mi prima no se movió, pues comencé a imitar el movimiento de los perros en cuanto montan a una perra en calor y empece a mover mi pelvis, aun sin acercarme mucho, sobre todo porque me senti temeroso de que sintiera que ya me estaba poniendo bien duro.
Hice varios movimientos de pelvis, hasta el cuarto o quinto movimiento en el que roce su bien formado y parado culo, mi prima sin decir nada me gruño como perrita y me quito de su espalda y se sentó como una perrita que no quiere ser copulada (ya saben, como sucede en cualquier parque). Me acerque y la olía cerca de la cara, actuando como todo un perro semental (en verdad que estaba caliente y todo sin decir una sola palabra).
De pronto, mi prima dice:
Rocío: ¿A ver dime que hacen los perros cuando la perrita no quiere?
Yo: Bueno, esto hacen,
Me moví, sin dejar de olerla, a la parte de atrás de mi prima, pues aunque sentada en la alfombra, su suculento culo sobresalía, así que me coloque detrás de ella y como cualquier perro caliente, comencé a hacer mi movimiento de cadera, intentando montarla, mientras ella me gruñía yo cada vez me acercaba más y en verdad le daba unos arrimones fuertes, además pues ya estaba totalmente erecto, aunque un poco incomodo, la calentura no se bajaba.
Estoy seguro, que mi prima sabia lo que hacía pues en verdad me estaba volviendo loco con este juego, yo totalmente empalmado y mi prima hasta cierto grado indiferente, pero mostrándome el culo…..wowwww.
Se vuelve a levantar para caminar en cuatro y yo no tardo en alcanzarle y ponerle mis brazos encima para montarle de nuevo, ella se queda inmóvil, me gruñe, pero echa la cabeza hacía abajo en señal de satisfacción y ni tardo en montarle de manera franca y comencé a moverme sobre ella, ahora si pegado a sus nalgas, que claramente sentí como las paraba más. Me encarame totalmente sobre sus nalgotas y espalda y ya sin miramientos, me acomode la verga para quedar exactamente en medio de ese par de nalgas y me encime bien sabroso en ella para comenzar a bombear, mientras me acerca a su nuca y comenzaba a besarla lentamente, para inmediato escuchar un gemidito de placer de su boca.
Si despegarme de su culo, yo seguía bombeando y yo me seguía masturbando riquísimo entre su nalgotas y de vez en vez me acomodaba la verga para estar bien en medio, de donde deprendía un calor riquísimo. No dude en comenzarla a sobar en la tetas por encima de la ropa, a lo que respondió moviendo la cola aun más hacía mi y sus gemidos se hicieron más continuos. Así, metí mis manos debajo de la blusa y comencé a tocarle suavemente los pezones, lo cual le arranco mas suspiros.
No dejaba yo de montarla y de gruñirle como todo un semental salvaje, bombeando como todo un perro ante su perra en calor, sin despegarme quise bajarle el leggins que ya esta algo húmedo, y me dijo:
Rocío: no, no lo hagas, pues aun soy virgen y aun no quiero cambiar, no hoy…
Yo: esta bien, Chío, pero ayúdame a terminar, por fa,
Rocío, ¿qué quieres que haga?
Yo:, deja quitarme mis pantalones y ya, si?
Rocío: esta bien, pero yo no me quitaré nada ok?
Yo: esta bien, sigamos así, tu eres mi perrita ok?
Rocío: Ok, me gusta!!!!
Me separe un poco para quitarme el pantalón y verdad la tenia bien parada y mi prima la vio y cerro los ojos; apenas tire mi pantalón y me abalance sobre ella, quien nunca se levanto de estar en cuatro y me recibió moviendo ese culo carnoso pero muy joven. Comencé nuevamente a montarla y mi prima se quejaba ahora más por que de momentos dirigía mi verga directo a su culito o a su panochita, dando unas buenas embestidas, a veces rápido y a veces lento, sin poder evitar el posar mi manos en cada uno de esas carnosas nalgas, abriéndolas un poco para depositar mi pedazo de carne totalmente embutido entre su colita.
Estuve así embistiendo por un rato, y me quite mi trusa y se la puse directa en su totalmente húmeda raja, ya por mis líquidos y los suyos. Me subí en sus nalgas para seguir mi masturbación directa en su culo, y ella gemía tan rico que en un par de minutos, me vaciaba copiosamente en medio del culo de mi prima Rocío, dejando todo su leggin mojado y lleno de mi leche, y dado que era negro al principio se noto el gran volumen que deposite en ella.
Así fue la primera vez que cachondee con mi perrita, que desde esa vez en eso se convirtió mi prima Rocío…
Esperen y luego les platico otras aventuras con ella.
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