Mi prima segunda: Carla
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Ghonas.
Era verano en esa ocasión, así que mis primos y yo fuimos al rio. Llegamos ahí, nos desnudamos, no completamente, pero sí en boxer, ellas en pantys. Fuimos en total 8 primos. 5 primas y tres primos. Entre hermanos hermanas, etc. Carla estaba preciosa, usaba un corpiño blanco, un braguita blanca con un moño en el centro, era hermoso casi poder ver esa semi transparentada prenda interior, solo bastaba un poco para poderla apreciar.
Nos metimos al agua, ella sabía nadar mejor que yo. Así que se lanzó al agua desde una piedra como un metro de alto, al yo la iba a seguir, los demás aun estaban charlando entre ellos, solo ella y yo habíamos subido a la piedra.
Aquí inicia lo divertido, cuando ella se lanzó al agua, por la altura y la fuerza que se lanzó, su ropa interior se le salió y quedó flotando, al ver eso me lanzé y atrapé su ropa, y la escondí entre mi boxer. Ella estaba sentada debajo del agua sobre una piedra, y me gritó, – dámela –, pero no enojada, sino con voz suave, su expresión mostraba arrepentimiento por haberse lanzado al agua así.
Me dice, –no seas malo, dámela por favor si???, haré lo que quieras si me la das–. Obviamente no debió haber dicho eso, pero bueno, le dije, segura que harás lo que sea, –sí, haré lo que quieras pero por favor dámela ya!!–. Mis demás primos aún estaban del otro lado del rio, unos ya estaban sobre de piedras a puntos de lanzarse, así que nadie se daba de cuenta de lo que ocurriría.
Entonces le dije, quiero que me muestres tu panocha, completamente, al rato cuando regresemos a casa. Y posiblemente hagamos algo más qué dices? Al oir eso, ella me dijo, – eres un idiota, pero está bien. Además ya se que haces todo lo posible por estar cerca de mi cuando te visito o no?? –
Me ruboricé un poco y me puse rojo como tomate, y solo le dije. Sí, es cierto, me gustas mucho y siempre trato de estar más tiempo contigo.
Luego ella me dice, –Sabes algo?, eres mi primo preferido, sé que dije que eres idiota, pero, no lo creo del todo, eres el que me presta su chaqueta cuando tengo frio, me llevas a casa cuando no tengo con irme, a pesar de que tengamos que caminar. Además me ayudas con mi tarea cuando es complicado. Y sabes algo más? Un chico me pidió ser su novia hace dos semanas, y le dije que no, por pensé en ti, y no quería hacerlo hasta después de haberte dicho. –
Al decir eso, me quedé helado, a pesar de estar bajo el agua, alguien más se la quería tirar ya. Entonces ella se paró, y como si nada metió su mano dentro de mi boxer, tocó perfectamente mi pene, flácido obviamente, solo dijo – ops, entonces esto podré ver y tocar mejor al rato? –. Como el agua nos llegaba hasta el pecho, no había mucho problema con que la vieran, además estaba parada en frente de mi. La escena era sumamente excitante, después se puso su ropa interior y se paró en frente de mi, volvió a meter la mano, pero esta vez, mi pene estaba erecto a más no poder, unos 14cm posiblemente. Entonces ella dice – wow, esto creció mucho. –
Entonces, ya estaba hecho, ella y yo tendríamos algo muy excitante al regresar. Durante todo el día en el río, ella buscaba solo pretextos para tocarme (mientras que los otros no se dieran cuenta), o mostrarme su entrepierna.
Me mostró su hermosa vulva mientras estaba en la orilla, acostada sobre la arena con los pies dentro del agua. Era hermosa, unos cuantos vellos púbicos apenas. Aún eran de color amarillo, un clitoris pequeño, unos labios delgados y pegados. Era hermoso, era imposible no tener una erección.
Regresamos como a las 6 de la tarde a casa. Estaba ansioso por llegar. Cuando tenía yo 12, mis hermanos y mi padre construimos una casa en un árbol como a 10 minutos de mi casa, era un terreno de papá, el árbol es enorme, y la casa tenia una hermosa vista, un pequeño cuarto de 1.5m metros ancho y largo y 1.20m de alto. Era perfecta, estaba en perfectas condiciones. Lo reparamos cada año.
Fui, llevé cobijas y almohadas, ya que lo demás ya había. Regresé a casa, cené normalmente, puse café en un termo y dos tazas, empaque galletas también. En eso le decía a mamá que iría a hacer una fogata con los primos, me dijo no vayan a incendiar el cerro solamente.
Estaba en eso, cuando me dice Carla, saludó a mi mamá y luego me dijo, vamos. Al salir la ví que traía bicicleta, y me dijo y la tuya, espera voy por ella, fui por mi bicicleta, y nos fuimos, la noche erra hermosa, había luna, no llena pero sí alumbraba. Ella preguntó, traes luz, le dije, dos linternas, y tu? Sí, traigo una. Perfecto. Al llegar a la casa, subimos, ella se sentó, y sacó de su mochila la linterna, la encendió y me dijo, me ayudarás con esto.
Eran recortes de un rompecabezas, es para mi hermano dice. Se me olvidaba decirles, ella estaba usando una falta holgada floreada, suave mu suave, una blusa blanca con el cabello recogido en una coleta, era hermosa, realmente hermosa, sentía como si estuviera enamorado de ella.
Al sentarse, abrió las piernas y puso el rompecabezas en frente de ella, comenzamos a recortarlos, y luego me percaté, que su falda había subido más y lo hacía al propósito, un poco más y pude ver que no llevaba ropa interior, cuando me di cuenta le dije, wow, no traes ropa interior. Ella me dijo, no creo que la necesite o si?. Al decir eso me calentó de 0 a 100% de un sólo golpe.
Terminamos con el rompecabezas, y me dice, y que traes para mi? La indirecta la capté, pero opte por decirle, café y galletas, se empieza a reir y le digo, qué??, – nada, solo que pensé que tu y yo,… no nada olvidalo –
Le di su café y las galletas, me dijo esto es hermoso, luego le digo, quieres ver la luna entre las hojas del árbol, ella me dice, no quiero salir, no es necesario, jalé una palanca de la casa y el techo se abrió mágicamente. Y ahí estaba, la luna, reflejada entre las ramas del árbol. Apagamos la linterna y nos acostamos viendo hacía arriba. Es hermoso me dice, así es, me agarró de la mano, y ahí estaba de nuevo esa sensación, en mi estómago, en mi boca, en todo, sabía que ella sentía lo mismo.
Se volteó sobre mi, y comenzó a besar, torpemente por cierto, nuestros dientes chocaron como 5 veces, mientras me besaba apasionadamente me decía, – no sabía si también sentías lo mismo, pensé que dirías que estaba loca si te decía lo que siento, y quiero hacerlo. Quiero que seas el primero, quiero que me hagas tuya y tu seas mio. – Dicho esto, ella se subió sobre mi, abrió las piernas a la altura de mi pene, me besó de una manera tan intensa, tan sincera de sus sentimientos, la sentía entregada completamente, más allá de solo querer sexo. Me sentía mal, porque no sabía lo que yo sentía, como si me estuviera burlando de sus sentimientos, pero claro, la excitación y la calentara ganó al fin de cuentas.
La tomé de su cintura mientras me besaba, ella me besaba el cuello, la boca, el pecho, me quitó la playera, luego me quitó el pans que llevaba, quedando solo en boxer. La acosté y la comencé a besar el cuello, le quité su blusa, su corpiño, baje por sus pechos, su respiración aumentó. Sus gemidos también, me arañaba la espalda, me besaba la frente mientras yo intentaba besar sus diminutos pechos. Me encantaba, ella se estaba completamente segura de hacerlo, no tenía miedo, ni yo, bueno sí, no quería herir sus sentimientos.
La besé, recorrí cada parte de su pecho, de sus pezones, de su cuello, labios, metía su lengua en mi boca, estábamos cubiertos de sensaciones nuevas, de adrenalina al saber que podían encontrarnos. Bajé a su entrepierna, a ese tan anhelado y precioso orificio que nos enloquece al 100. Le quité la falda y la coloqué a un lado, luego metí al cabeza entre sus piernas, comencé a besarle desde su bligo, baje lentamente, cm a cm, hasta llegar a su clítoris. Ella me pegaba contra su panocha aferrándose de mi cabeza, de mis cabellos. Me pegaba contra ella para que lo siguiera haciendo, su clítoris sabía a ella solamente, era notorio que terminaba de bañarse, porque solo sabía a sus fluidos recien salidos de su vagina. Estaba dilatada a más no poder, empapada a más no poder.
Le froté el clítoris mientras lamia despacio pero fuertemente sus labios vaginales, lo hacía como si tuviéramos toda la noche, como si no hubiera un mañana. Ella gemía a más no poder, me decía si, sí, sí, sí, hazme el amor, metémela por favor.
Me quité el boxer, subí sobre ella, podía ver su rostro por la luz de la luna, era hermosa, su cabello sobre su cara, su respiración, me tomó del cuello y me besó, nos quedamos quietos y le dije, estás lista mi amor?, ella me dijo, sí, estoy lista mi amor, azlo.
Coloqué mi pene en su entrada vaginal, y lo comencé a introducirlo, lentamente, entró la cabeza de mi pene en ella, al sentirlo ella se arqueo de espalda un poco, metí la mano po debajo de su espalda y la tomé del hombro para evitar que se alejara en cada envestida que le daría a continuación.
Se lo metí despacio, lento, hasta que porfin entró todo, ella me dijo, me duele, me arde, le dije, tranquila, será solo por un instante, relajate, estuve así, besándola solamente, luego comienzo a meterlo y sacarlo, cada vez más rápido, ella gemía más y más fuerte, la besé para evitar que se escuchara fuera de la casita.
Ella me dijo, espera, me espalda me lastima, le dije ve arriba, ella dice, como?, me acosté, y la tomé de la cintura y la puse sobre mi. Ella sola tomó mi pene y lo puso en su entrada, con intuición comenzó a cabalgarme, lentamente, mientras acariciaba mis testículos, una sensación excitante. Estaba gozando, ambos lo estábamos.
Ella comenzaba a gemir más fuerte, a lo que la agarré y la bajé hasta besarla, se apoyó de sus rodillas y le comencé a dar más fuerte, su panocha estaba mojada completamente. Me la cojí rapidamente, estaba por terminar, y ella también, sus piernas comenzaron a temblar, su respiración aumentó, creí que se desmayaría, pero no lo hizo.
Nuestros sexos se despejaron justo antes de eyacular, ella se lanzó a un lado y no quería la tocara, estaba ultra sensible por su orgasmo logrado, yo me agarré el pene para no mojar las sábanas-cobijas que llevé. Luego dejo de como convulsionarse, y se quedó viendo hacía las ramas del árbol, me agarró y me dijo, limpiame. La limpie con mi boxer, recorriendo esos hermosos labios por última vez esa noche.
Suspiró fuertemente, y luego dijo –así que así se siente hacer el amor por primera vez –, le dije, sí. Así es. – me encantó, quiero volver a hacerlo, – yo le dije, ya??, ella dice, – no, claro que no, tal vez en un mes, dos meses, cuando venga otra vez, o no lo sé. — teníamos trece, ella me dijo algo que no quería que me dijera, – quiero que seas mi novia – , yo le dije, qué?? somos primos, ella me dice, sí claro, ser tu novia no, pero sí cogerme verdad???, no lo dijo en tono enojada, sino sarcásticamente, si pero, al menos al cogerte, nadie lo sabe más que tu y yo, y ser novio es como salir por ahí a caminar los dos, que nos vean y todo y qué? Somos primos segundos o políticos, nada tiene que ver. Bueno, dije, entonces está bien, anduvimos por dos años. Prácticamente toda la secundaría, cuando cumplió 15 se junto con un hombre para casarse. Actualmente tiene 2 hijos, aún la veo, pero ya nada de nada.
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