Mi prima y su hermano, una tarde magnífica. Dos culitos a la bolsa
Un simple golpe en mis testículos terminó con una hermosa siesta de sexo con ambos púberes..
Mili tiene apenas 11 años. Es flaca aunque sus nalgas redondas han llamado más de una vez mi atención. Sus pechos están creciendo a pasos agigantados y está en la edad de averiguar y preguntar de todo a cada rato. Yo tengo 16 años, estoy en cuarto año del secundario. Soy un chico común. Se destacan mis ojos grises y lo que es cierto y comprobado que tengo un miembro bastante grande para mi edad. Cuando nos bañamos en el gimnasio luego de las clases de educación física, me doy cuenta que mis compañeros observan con envidia mi rabo. No hace mucho, estábamos en mi habitación con otros dos compañeros de mi edad, viendo porno en internet y luego de varias pelis teníamos las vergas duras. Se nos ocurrió medirnos las tripas. Por lejos la mía fué la más larga y más gorda. Llegó a 20×5.5cms. Contra los 17×4.5 y 15×5.0 de mis amigos.
En fin el tema es Mili. Ya hacía bastante tiempo que cada vez que está cerca mío, intenta tocarme, o jugar físicamente a algo. El otro día en la piscina de casa, estábamos toda la familia en domingo, y luego del almuerzo bien regado los mayores comenzaron a hacer relax, algunos se fueron a su habitación a hacer la siesta. los padres de Mili se fueron a su casa, viven al lado de la nuestra. En fin, quedamos Mili, su hermanito y yo en el agua, de pronto Matías viene nadando con la cabeza debajo del agua y se estrella de frente contra mi bulto, haciendo que se me escape un grito. Matías se asustó y quedó pálido. Mili se me acercó toda intrigada a ver que me había pasado, yo masajeaba mis testículos y mi verga para que se me pase el dolor. Mi prima metida, se me acerca y pregunta, entonces yo molesto me bajo el short y pelando la verga le muestro la tripa a ella y a su hermanito. Matías abrió los ojos y la boca como un muñeco. Pero Mili se me acercó, estiró la mano y tomó mi pene, lo masajeaba lentamente y suavemente, eso hizo que se comenzara a endurecer y a crecer. Pronto estaba totalmente erecta, por lo que Mili no daba crédito al tamaño. Y en su inocencia no tan inocente, me dice, joder Quique, tu pito si que está grande. Yo no soy tan inocente ni tan lerdo, aprovechando el momento me hago el dolorido para que me la siga acariciando. Ella gustosa sigue masturbándome sin darse cuenta de lo que está haciendo. Bueno eso creía yo. Luego comprendí que sabía mucho más que lo que aparentaba. Luego de un rato yo estaba caliente. Por lo que de digo que debo salir del agua para revisarme las partes. Al lado de la pileta está el quincho, y tiene un baño, me encaminé hacia allí con el objeto de hacerme una buena paja y liberar la presión del semen en mis bolas. Al entrar al baño siento un ruido detrás mío, al mirar por sobre mi hombro descubro que mi primito me acompaña. Entro al baño y El entra conmigo. Cuando le pregunto que hace, me contesta que está preocupado por ser el quien me golpeó y que observó como se me hinchó el pito por el golpe. Y la verdad es que mi primito tiene un hermoso culito, y su boca aparenta ser muy suave. Simplemente vuelvo a bajarme el short, le acerco la pija a la cara y le pido que me la masajee y me chupe la cabeza a ver si así se me baja la hinchazón. El nene sin desconfiar de nada simplemente toma por el tronco mi pija y se mete la cabeza a la boca. No sabe que hacer por lo que le indico que debe chuparla como cuando come un helado o un chupetín, sin los dientes. Matías aplicado pronto comienza a hacerme las delicias de una buena mamada, yo para esto lo tomo de las nalgas y busco con mis dedos el agujerito de su culito. Lo encuentro, meto la mano por dentro de la pierna del short y suavemente comienzo a acariciar su ano. El niño no dice nada, es más, se esfuerza por meterse más pija a la boca. De pronto se abre la puerta del baño y entra mi primita. Al ver lo que estaba pasando se quedó helada. Matías se asustó y se sacó la pija de la boca. Mi rabo quedó duro apuntando al frente. Yo comencé a sentir algo de pánico. Si Mili llega a decir algo me matan. Por el contrario, mi prima se me acercó, se arrodilló frente a mi, tomó la pija por el tronco y sin palabra alguna se metió la cabeza y un pedazo de verga y comenzó a darme una rica mamada. Y qué descubro? Sus pezones quieren salirse del corpiño de su bikini. Me adueño de sus tetitas las cuales aprieto y pellizco, más se enardece y se mete un poco más de pija a la boca. La verdad que para tener 11 años, lo hace muy bien. Pronto me tuvo al borde de acabar. La hice detenerse y puse nuevamente a chupar a Matías. Aproveché ese impass y les pedí que se desnudaran por completo, lo mismo hice yo. Senté a mi primita sobre la mesada, haciéndole abrir las piernas, lo que me presentó una excelente imagen de su vagina apenas con una pelusita, pero brillosa, lo que indicaba que estaba excitada. Y mientras Matías seguía entusiasmado con mi verga, me apliqué en darle una tremenda mamada de concha a mi prima. Ella gemía y suspiraba fuerte, pronto me estaba tirando del pelo como queriendo meterme dentro de su vagina, y sin aviso alguno comenzó a resumir jugos de su conchita, la muy guarra había acabado. Yo ya tenía la verga más que dura, y quería acabar, por lo que tomé coraje, bajé a mi prima de la mesada y la puse de espaldas a mí, lo mismo a su hermano, tomé de la ducha el frasco de acondicionador y unté sus culitos con mis dedos con mucho producto lo mismo a la cabeza de mi verga. Luego me acomodé detrás de mi prima, abrí sus nalgas, posicioné la punta de mi verga en su anito pequeño y empujé un poquito, para mi sorpresa la cabeza entró casi toda sin mucho esfuerzo, solamente un quejidito de parte de Mili, empujé un poquito más i la tripa se deslizó otro poco hacia el interior de su aterciopelado túnel trasero, ahora la niña suspiraba fuerte y gemía, a punto de llorar, le pregunte si le dolía, a lo que con la cabeza asintió. Y me comenta entre quejiditos y murmullos que mi verga e mucho más gruesa que la de su papá. Eso me dejó helado. Ya la pendeja había recibido verga por el ano de parte de su padre. Seguí cogiéndola suavemente, no quería lastimarla. Pronto se relajó y disfrutaba del polvo. Algo me intrigó, por lo que saqué mi pija de su culito suavemente, unté más acondicionador en mi tripa, abrí las nalgas de mi primito, y allí estaba su ano, rosadito, pero muy relajado, algo abiertito. Metí dos dedos con producto y lubriqué bien su interior, luego puse la punta de mi pija en su ano, y empujé. Costó un poquito pero pronto la cabeza se deslizó hacia su interior, y n solo entró la cabeza, casi media verga se fue detrás. Matías gimió fuerte y se le escapó un gritito. Pero ya mi tripa estaba adentro y apretada. me moví suavemente, tomo al chico por las caderas y noto que su pene está totalmente erecto. Inicio un lento vaivén y el niño de a poco va tomando ritmo, se acopla a mi movimiento y de a poco sigue enterrándose la verga, y para mi sorpresa pronto mis testículos pegan en sus nalgas. Tiene 20 cms de pija dentro con ocho años de edad. Eso fue tremendo para mi lívido y con cinco potentes chorros le llené el culo de semen. Esperé a que mi tripa se achicara y se la saqué muy suavemente. Su culo parecía un volcán. Para esto mi prima sentada en el inodoro simplemente observaba lo que hacíamos. Se me acerca con una toalla mojada y comienza a limpiarme los restos de semen y caquita que habían quedado de su hermano. Luego sin más se mete nuevamente la pija a la boca, vuelve a hacérmela parar, me hace sentar en el inodoro, se sube a caballito de mis piernas, acomoda la punta de la pija entre sus labios vaginales y se va sentando suavemente, primero la verga cuesta entrar, pero luego lentamente va entrando hasta que la cabeza topa con el útero de la niña. Al menos 3/4 partes de mi pija está dentro de su cuevita. Me abraza fuerte y comienza a cabalgarme, pronto está totalmente descontrolada, se pega unos sentones tremendos, y así llega a su primer orgasmo, queda desmadejada sobre mí, la hizo un poquito, posiciono la punta de mi verga en su ano, ella entiende lo que quiero, simplemente se va sentando mientras mi pija la va perforando, se metió todo el pedazo en el culo. Es tremendo lo que aprieta, pero no afloja, se mece y suavemente me va cogiendo y me va llevando a un nivel de excitación tal que no aguanto más y acabo dentro de su ano. Terminado el momento, se levanta chorreando semen y fluidos, se mete a la ducha y se va lavando mientras se pavonea delante mío, su hermano entra a su lado y entre los dos se bañan uno al otro, finalmente me llaman a mi y entre los dos me bañan por todos mis recovecos. Finalmente ambos me dan un beso húmedo sobre la cabeza de la chota y nos secamos. Volvemos a la pileta y seguimos solos, pero ya hay una cofradía entre nosotros. Entonces les pregunto si lo hacen seguido con su papá, a lo que me responden que lo hicieron unas tres veces cada uno pero cuando su madre lo descubrió, ya no lo hizo más. Pero que si yo quiero, guardamos el secreto y lo podemos hacer cuando yo quiera. Uds, que creen. Debo seguir?
La verdad bastante morboso.
Qué pasó con el relato «Benicia, la niña del 4to»D»»?? Tenés que continuarlo! Espero la segunda parte.