Mi prima y yo nos desvirgamos a los 12 años. Diario de verano Pt. 3
Hola, vuelvo con la tercera parte de este relato de incesto con mi prima, en el que por fin nos desvirgamos mutuamente. Si tienen ideas o algo que les gustaría ver en siguientes capítulos no duden en comentar. Gracias por leer..
Es un poco extenso, pero espero que les guste :).
Día 4:
Otra mañana, despertaba al lado de mi prima, ella tenía el sueño pesado, es algo que sabía desde hace mucho tiempo pero que pude comprobar hace solo un par de días. Había dormido con la misma ropa que ayer, un polo y unos pantalones delgados, empecé a tocar su culo con una mano, mientras con la otra me tocaba por encima de mi pantalón. En eso Kiara se movió.
- ¿Otra vez miras si estoy despierta o no? – Dijo mientras sonreía.
- Ahhh, yo…
- No importa. – Me dijo y se dio la vuelta.
Tuve miedo y decidí no continuar.
- No te detengas. – Dijo Kiara.
- ¿Qué?
Nuevamente se dio la vuelta y me miró a los ojos.
- Me gusta… me gusta lo que haces.
Ambos nos sonrojamos.
- Mm… bueno. – Le respondí de forma tímida.
Seguimos así por más de 10 minutos, yo no podía creer lo que estaba pasando. Mi prima me acababa de decir que le gustaba que yo la tocase. Ella se acercó a mí y me dio un pequeño beso en los labios, los dos estábamos rojísimos, esto era nuevo para ambos. Me acerqué y le dio otro beso, y seguimos así hasta que Fabiana abrió la puerta de la habitación e ingresó.
- ¿Ya están despiertos? Es tarde y tengo hambre.
Nos asustamos y ambos nos separamos al instante.
- ¡Oye, no entres sin tocar! – Le dijo Kiara a su hermana. – Sí… eh… ya estamos despiertos.
- ¿Qué hacían? – Le preguntó Fabiana a su hermana.
- Nada… solo estábamos… nos acabábamos de despertar. – Respondió Kiara.
- Hmm, bueno, iré a la cocina, los espero allí. – Dijo Fabiana y cerró la puerta.
Kiara y yo nos miramos, no dijimos nada, luego ella se levantó de la cama, se puso las pantuflas y salió de su cuarto en dirección al baño.
Me levanté y salí unos segundos después de ella. Me senté en la mesa con Fabiana, hablamos por un rato, ella se levantó a traer tres tazas. No había tenido tiempo de apreciar el cuerpo de mi otra prima, con unas pequeñas tetitas muy apetecibles, y un culo impresionante que muchas mujeres ya crecidas envidiarían.
En eso llegó Kiara, se sentó y desayunamos juntos.
Al terminar, lo mismo de siempre, no hacer absolutamente nada. Todo el día veíamos tv, o jugábamos, estaba ansioso y algo nervioso de que llegase la hora de dormir, ya que a lo largo del día no habíamos mencionado lo que pasó en la mañana en la habitación de Kiara.
Llegó la noche y los tres estábamos jugando en el PlayStation.
- Tengo sueño, iré a la cama. – Dijo Fabiana. – No olviden que hoy mi mamá llegará tarde.
- Está bien, que descanses. – Le dijo Kiara.
Cuando ya habían pasado unos minutos desde que Fabiana nos dejó para irse a su cuarto, Kiara se dirigió a mí.
- ¿Quieres ir a mi cuarto? – Me preguntó.
- Ahh… sí, claro… vamos.
Kiara se levantó del sillón y yo la seguí. Abrió la puerta de su cuarto, entró ella primero y yo después de ella, cerró la puerta con llave y se sentó en la cama, con su mano me dijo que me sentara a su lado. Me senté y ella se apegó a mí.
- ¿Te gusta tocarme? – Me preguntó.
- Yo… ahh… Kiara, yo…, sí, creo que me gusta.
- No pensaba que a alguien le gustaría tocarme, siempre lo hago sola, a mí también me gusta tocarte.
- Vaya, gracias, yo pensaba que te enojar…
- ¿Quieres que nos toquemos otra vez? – Dijo sin dejarme terminar de hablar, no esperaba que me preguntara eso.
- Pues, sí, la verdad me gustaría.
Luego de mi respuesta ella puso mi mano sobre mi miembro que aún se encontraba guardado en mi pantalón, pasaba su mano de arriba abajo mientras me miraba a los ojos. Yo no perdí el tiempo subí una de mis manos para posarla sobre uno de sus gloriosos senos. No traía brasier, estaba suave, me encantó, y por el rostro que puso sé que a ella también le gustó.
Empezó a pasarse su otra mano por encima de su vagina, que también estaba cubierta por sus delgados pantalones. Era hermoso escucharla, gemía, se estaba masturbando. No podía creer lo que estaba pasando. Estábamos totalmente cachondos.
- ¿Te… Te gusta? – Me preguntó.
- Sí… me gusta.
Nos miramos un rato y después de eso ella abrió sus piernas, invitándome a participar del placer que ella misma se estaba dando. Empezó a bajarse los shorts que llevaba puestos, yo me puse de rodillas y acerqué mi rostro a su vagina, con algunos pelos, se notaba que no se había rasurado aún. Primero la olfatee, ella respiraba por la boca de forma agitada. Luego de eso saqué mi lengua y empecé a lamerle la vagina, ella gimió, no paré, seguí lamiendo, estaba mojadísima. Seguía sin poder creerlo, le estaba comiendo la vagina a mi prima. Ella no paraba de gemir, saqué mi miembro y me empecé a masturbar con una mano, mientras con la otra sostenía una de sus piernas, la besé, lamí, le metí la lengua lo más profundo que pude y finalmente se corrió, se vino en toda mi cara y sus fluidos se metieron en mi boca, a los segundos yo también me vine rociando mi semen en el suelo debajo de su cama. Ella se levantó y se puso la ropa interior.
- Nunca me había pasado algo como esto, nunca había expulsado tanto. – Dijo Kiara refiriéndose a sus fluidos, supe de inmediato que nunca había tenido un orgasmo completo.
- ¿Es tu primera vez? ¿Nunca te habías venido? – Pregunté aun así.
- Sí, es decir, me gustaba masturbarme, pero nunca me pasó esto, quiero tener un orgasmo, creo que así se llama. ¿Tú ya te habías venido?
- Yo sí, bueno, me he masturbado muchas veces, de hecho, una vez… me masturbé pensando en ti – Dije avergonzado. – Pero no he tenido un orgasmo.
- Kiara se rió – Vaya, no lo sabía… ¿Hacer esto conmigo… te gusta?
- Sí… Claro ¿A ti te gusta hacerlo conmigo?
- Claro, me da miedo que nos vea mi mamá, o mi hermana, o alguno de los que viven en la casa, pero eso también me gusta. ¿Quieres repetirlo?
- Claro que sí, es que me daba miedo que alguien nos encuentre o que a ti no te guste.
- Solo hay que ser cuidadosos, todo estará bien. – Me dijo, se acercó a mí y me dio un beso en los labios al que yo correspondí.
Nos acostamos abrazados ella se dio la vuelta y yo aproveché para poner mi pene, que ya se encontraba duro nuevamente, entre sus nalgas y mis manos en sus tetas.
Día 5:
A la mañana siguiente, desperté y Kiara seguía dormida, se había movido mientras dormíamos y ahora dormía boca abajo, con uno de sus brazos sobre mi pecho. Como cada mañana, despertaba con un deseo muy grande de cogerme a mi prima, deseo que hasta ahora había contenido. La levanté un poco y la puse encima de mí. Después de cerciorarme de que esté completamente dormida volví a posar mis manos sobre sus nalgas, esta vez usé ambas manos y las masajee a la vez, se sentía tan bien, mi pene estaba durísimo y se había colocado exactamente entre sus labios vaginales, empujaba su cuerpo contra el mío suavemente haciendo que mi pene encaje mejor. Era como penetrarla pero con la ropa puesta, era muy extraño pero se sentía tan bien.
Me bajé un poco el pantalón, dejando a mi pene mojado con un poco de semen salir, moví también un poco de los shorts de Kiara y puse mi pene en su vagina que estaba mojada, aún no la penetraba, aunque ganas no me faltaban, solo lo coloqué debajo de su rica y mojada concha mientras seguía apretando y masajeando su perfecto culo. De un momento a otro ella se movió un poco, un movimiento ligero, después de todo el movimiento que había habido al masajear sus nalgas, solamente el movimiento que hizo Kiara bastó para que mi pene encajara en su concha, la había penetrado, había penetrado a una mujer por primera vez en mi vida y era mi prima, ella obviamente sintió eso y se despertó.
- ¿Huh?… ¡¿QUÉ HACES?! – Dijo casi gritando.
Con una de mis manos la tomé del cuello y bajé su cabeza para callarla con un beso, ella quería separarse de mí pero no la solté, no quería dar explicaciones, estaba excitadísimo y ahora que mi pene estaba dentro de Kiara no podía parar.
Ella seguía intentando separarse de mí, pero empecé a moverme y a mover mi pene dentro de ella. Con la mano que tenía en una de sus nalgas bajé hasta su ano y con un dedo empecé a tocarlo, mientras los dedos que me sobraban los estiré hasta poder tocar parte de su vagina. De pronto Kiara dejó de poner tanta resistencia.
- ¿Qué… qué haces? – Dijo de nuevo, pero en voz muy baja.
- Tú… me gustas.
- Tú… tú también me gustas… yo nunca he hecho esto.
- Yo tampoco lo he hecho, solo lo he visto.
Luego de eso volvimos a besarnos y ella ya no opuso resistencia, es más empezó a moverse sola de arriba abajo, por fin, mi prima y yo nos estábamos desvirgando mutuamente, ella estaba sobre mí, abrió su boca y empezó a emitir tiernos gemidos, sentía su cálida respiración en mi rostro. Puso sus manos en el cabezal de su cama y yo puse las mías sobre sus tetas, ella rápidamente se levantó el polo, dejándome ver sus preciosos pechos, nuevamente posé mis manos sobre ellos.
- Ahh… me gusta… me gusta cómo se siente. – Dijo Kiara.
- A mí también, es fabuloso… ahhh… eres fabulosa Kiara.
- Ahhh, ahhh, gracias.
- Me vas a hacer venirme.
- Ahhh, AHHhh, tú igual, ahhh, vas a hacer que… me venga, que… rico, ahhhhh.
Después de eso ella empezó a moverse un poco más rápido y yo empecé a apretar sus tetas, no pude contenerme y me vine dentro de ella. Luego de eso ella emitió un pequeño gemido y también se vino, mojando nuestras piernas y parte de sus sábanas con los fluidos que expulsó de su vagina.
Ella se sentó encima de mí, con mi pene aún dentro de su mojada vagina se acercó a mí y me besó, yo la abracé y puse una de mi mano derecha en su nalga izquierda, nos cubrí con las sábanas y ella pegó su pecho con el mío, nos quedamos en esa posición, besándonos por aproximadamente 20 minutos, hasta que escuchamos que una puerta se abrió.
- ¡Es Fabiana! Muévete, rápido. – Dijo y se levantó.
En eso entró Fabiana a la habitación.
- ¿Ya están despiertos?
- Eh… sí, nos acabamos de despertar. – Le dijo Kiara a su hermana.
- Bien, los espero para desayunar.
- Sí, claro… bien, ahora vamos.
Fabiana salió del cuarto y cerró la puerta.
- Oye… me gustó… me encantó tener sexo contigo.
- A mí también me gustó.
Kiara se acercó a mí y me dio un largo beso en los labios.
- ¿Fue tu primera vez cierto? – Me preguntó ella.
- Sí, lo fue. – Le respondí.
- También fue mi primera vez, creo que me vine muy rápido.
- Sí… digo… ¡no!, yo también me vine muy rápido, pero es que tu… vagina es tan apretada. – Le dije y ella se rió.
- Gracias, tu pene me gusta, se siente bien cuando está dentro de mí, me gustó cuando te viniste dentro.
Nos quedamos en silencio por un momento.
- Mira, me gusta hacer esto, quisiera que lo repitamos alguna vez. – Me dijo mientras me miraba a los ojos.
- Yo también quiero Kiara… me gustas. Y disculpa por casi… violarte… en la mañana.
- No te preocupes. – Me dijo sonrojada. – Me encantó que no me preguntases si quería o no quería. La verdad, quería que lo hicieras.
- Vaya, entonces… – Yo también me sonrojé.
- Creo que sería mejor acordar que… lo haremos… cada que el otro quiera, para no pelear. – Dijo Kiara.
- ¿Cuándo sea?
- Sí, exacto. Bueno, mientras no nos vean.
- Sí, está bien, me gusta esa idea. – Dije muy emocionado.
Kiara me sonrió, se acercó a mi boca y me dio un pequeño beso, luego de eso se levantó y dejó el cuarto para ir a desayunar. Yo seguía sin creer lo que había pasado, había tenido sexo por primera vez y con mi prima, a la que deseaba hace unos días pero conocía hace años. Dicen que cuando uno es joven y recién empieza a experimentar su sexualidad quiere meter su pene en el primer agujero que encuentre, yo considero que esto es cierto, estaba tan ansioso por tener sexo, pero hacerlo con mi prima fue más que solo un desahogo, fue un sueño cumplido. Desde que sabía que viajaría para pasar un tiempo en casa de mis primos imaginaba como estarían los cuerpos de mis primas, aquellas que hace solo unos años nunca vi como amigas con las que jugar y que hoy veía como un hoyo en el que depositar mi semen.
Me levanté de la cama y fui a desayunar con mis primas. Luego del desayuno nos bañamos, Fabiana entró a la ducha primero.
- ¿No te gustaría que nos bañásemos juntos? – Me preguntó Kiara.
- Pues sí, pero creo que es muy riesgoso, Fabiana está aquí, y no sabemos si Mateo y David vayan a bajar a buscarnos.
- Sí, creo que tienes razón. – Dijo mirando el suelo.
- No te preocupes, en algún momento lo haremos. – Le dije, los dos nos miramos y sonreímos.
Cuando Fabiana salió de la ducha Kiara entró al baño, cerró la puerta y yo me quedé afuera. “Mateo y David, bañarse juntos” pensé, ellos se bañan todos los días. A decir verdad, tenía curiosidad de ver si lo que vi el otro día era algo que hacían comúnmente o solo algo de una vez.
Bajé las escaleras para ver si Mateo y David se estaban bañando, aún no era tarde así que supuse que sí, y mis sospechas eran ciertas.
Cuando entré en su piso se escuchaba el agua de la ducha caer. No dudé ni por un segundo, mis instintos me ganaron, y abrí la puerta del baño. Ahí los encontré, duchándose juntos nuevamente.
Lentamente me acomodé en el marco de la puerta, estaban tan distraídos que no me veían.
- Hagamos un 69. – Le dijo Mateo a su hermano menor.
- ¿Qué es eso?
- Yo te enseñaré.
Mateo tomó a su hermano de las nalgas y David soltó un pequeño gemido.
- Eres muy pesado para cargarte, tendremos que hacerlo acostados.
- Eh, está bien.
- Yo iré abajo y tú arriba.
En su ducha había un tipo de alfombra, claramente no de lana, no sé cómo describirlo bien, pero evitaba que tus pies toquen el suelo. Mateo aprovechó esto y se recostó allí.
- Bien ahora tú échate pero al revés.
- ¿Cómo? No lo entiendo.
- Pon tu pene en mi cara y pon tu cara en mi pene.
- Ahh, bueno, ya entendí.
David se sentó en el pecho de su hermano, dándole la espalda, y luego se estiró para que su pene esté en la boca de su hermano. Mateo tomó las piernas de su hermano y las acomodó, empezó a chupar el pene de su hermano que ya estaba durito aunque fuese pequeño. David no metía el pene de su hermano en su pequeña boca.
- ¿Qué esperas? Chúpalo ya.
- Sí, espera, es que se siente tan… ahhh… tan rico. Es la primera vez que me lo chupas y…
- Chúpamelo tú también.
- Espera es que… ahhh… es que
- Si no me lo empiezas a chupar meteré mi pene a la fuerza en tu culo y me vendré tres veces dentro.
- No, espera, está bien lo haré.
David empezó a chuparle el pene a su hermano, Mateo tomó las nalguitas de su pequeño hermano y empezó a jugar con ellas, David gemía.
- ¿Qué? ¿Qué haces? ¿Qué te pasa?
- Yo… yo pensé que te gustaría.
David se había orinado en la cara y dentro de la boca de su hermano.
- Si va a hacer algo así tienes que avisarme para estar preparado. – Dijo Mateo y empezó a azotar el culo de su hermano menor como castigo.
David empezó a gemir.
- No te detengas, chúpalo.
- Bien, bien.
Los dos seguían chupándosela mutuamente, hasta que David le dijo a su hermano.
- Me voy a venir… me vengo Mateo.
En eso soltó un pequeño gemido y puso una cara de excitación.
- ¿Ya me puedo parar?
- Yo aún no me vengo, espera un rato.
- Es que me quiero terminar de bañar para desayunar.
- Si quieres que me venga más rápido dejarás que use tu culo para venirme dentro.
- No, no, está bien.
- Entonces, sigue chupándome el pene.
Mateo le abrió las piernas a David y le enjuagó el ano con el agua de la ducha, para luego con sus manos separar las nalgas de su hermano menor y con su lengua empezar a lamerle el ano.
Mateo lo hacía cada vez más rápido y cada que David dejaba de chuparle el pene por gemir este lo azotaba.
- Ahora sí, me voy a venir, no te separes de mi pene.
Dicho esto Mateo se vino en la boca de su hermano, que al parecer no estaba preparado para la leche de Mateo atorándose múltiples veces.
Ya habían acabado así que cerré la puerta del baño y salí de su piso, y mientras subía las escaleras noté que me había venido un poco, no sé cómo se le denomina a eso, no es una venida completa, pero quizás entiendan.
Al subir vi que Kiara ya no estaba en la ducha así que yo entré. Me bañé, pensé en masturbarme con lo que había visto, pero pensé que no lo necesitaba ahora que tenía a mi prima para satisfacerme sexualmente cuando yo quisiera.
El resto del día fue más de lo mismo, ver tv, almorzar, y como siempre Mateo y David se comportaban muy normal, como si lo que hicieran lo llevaran haciendo un largo tiempo.
Al llegar la noche Mateo y David ya se habían acostado, tía Claudia y Nicole habían llegado temprano así que hicieron que Mateo y David se acuesten en su horario. Fabiana, Kiara y yo seguíamos viendo la tv en la sala del tercer piso.
Cuando llegaron las 12:30 de la mañana Fabiana tenía mucho sueño así que decidió irse a la cama. Unos minutos después de que ella se haya ido Kiara me habló.
- ¿Lo hacemos ahora?
- ¿Quieres ahora?… Yo también de hecho, sí, vamos.
Me lancé a besarla, le dije que esperase, me acomodé en el mueble
- Siéntate encima de mí. – Quería sentir su vagina en mi pene.
Ella hizo lo que le pedí y nos seguimos besando totalmente excitados, le quité su polo dejándome verla por primera vez en brasier, y ella me quitó el mío. Presioné sus tetas que aún estaban cubiertas por su brasier, ella rápidamente se lo quitó y lo tiró al suelo. Se levantó de encima de mí y se quitó el pantalón y el calzón que llevaba puesto, yo hice lo mismo y ambos quedamos completamente desnudos.
Nos levantamos y fuimos a su cuarto, abrimos la cama y allí acostados nos seguimos besando, su lengua en mi boca me excitaba a sobre manera. Recordé lo que había visto hacer a Mateo y David hoy.
- ¿Quieres hacer algo mejor?
- Mmm… claro. – Decía mientras me besaba.
- Bien, date vuelta, chúpame el pene y yo chupo tu vagina.
- Mmmm… bien.
Ella se echó encima de mí, introduje mi lengua en su vagina y la empecé a mover como si la estuviera besando. Kiara gemía y saboreaba todo mi pene.
Kiara lo hacía tan bien, su saliva se sentía tan rica y su boca era tan cálida. A los pocos minutos sentía que me venía.
- Que rico, tu lengua está tan adentro. – Dijo Kiara.
- Ahh… tú lo haces muy bien, me gusta mucho.
- Creo que… ahh… creo que me vengo.
- Yo… ahh… yo igual.
Por alguna razón ella se quiso levantar, pero yo no la dejé, quería venirme en su boca así que solté su culo y la abracé muy fuerte para que no se pudiera levantar, luego seguí lamiendo su vagina muy rápidamente, metí mi lengua lo más profundo que pude, ella primero gemía, bastante fuerte, tenía miedo de que alguien nos escuche. Le di una nalgada y ella volvió a gemir con fuerza y siguió chupándome el pene.
- Me vengo… ya, ahhhh… me vengo. – Dijo mi prima.
Kiara se vino y de su vagina salió una gran cantidad de sus jugos que me cayeron directamente en la cara, mojaron la almohada y se metieron dentro de mi boca. Yo tampoco pude resistir más, me vine en su boca, Kiara se atoró con todo el semen que había expulsado, pero no se separó de mi pene, lo seguía chupando después de que me haya venido. Aunque mi pene iba a empezando a dejar de estar duro, se sentía tan rico que me lo chupara con la boca llena de semen.
- AHHHH… nunca había probado semen.
- Espero que te haya gustado, te voy a hacer tomar mucha leche.
Dije eso y Kiara se rió, dejé que se levante, ella se hechó sobre mí y me besó, tomé las sábanas y nos cubrí con ellas, nos abrazamos, besamos, tocamos, y nos quedamos dormidos desnudos.
Una pequeña pregunta donde estan la pt 1 y la pt 2 gracias bendiciones desde Guayaquil Ecuador
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