Mi prima y yo (parte 2)
Continuación del relato dónde mi prima se aprovechaba de mi.
Hola, soy Dario, aquí estoy de nuevo, para continuar con lo que empecé contándoles sobre mi prima y yo cuando éramos niños.
Cómo les había dicho, mi prima aunque es más chica que yo, en esos tiempos demostró gran madurez sexual y era claro que me quería llevar por ese camino y explorar conmigo con tan solo 9 años. Ya habían pasado varios meses y creo que hasta un año de nuestro juego secreto y fue un verano cuando las cosas se fueron poniendo más serias, recuerdo que mis tíos con mis primas vinieron a casa para la fiesta de año nuevo, calculo que por el año 2000, se quedaron un par de días y una tarde nos quedamos jugando solos en mi habitación con mi prima y se nos ocurrió la idea de armar un fuerte con colchones, almohadas y frazadas, luego de armarlo claro que nos metimos dentro y no tardó en surgir el jueguito de pareja, nos besamos en silencio y ella me metió la mano entre mi pierna y mi short hasta alcanzar mis calzones, yo ya estaba caliente y mi pene se había parado, entonces me moví un poco como para que pueda entrar más cómoda y corrí un poco mis calzones dejando mis huevos colgando, le empecé a tocar la cola y ella metio más su mano y tocó mis huevos, wow era la primera vez que una chica me tocaba y aunque temblaba de miedo me estaba encantando, ella me los agarro y los masajeo un poco, yo seguí besándola y entonces metió más su mano y agarro mi pene, no lo podía creer, me empezo a pajear y saco mi pene y mis bolas por el costado del short, había poca luz pero ví que se inclino para verlo y yo destape un poco las frazadas para que entre algo más de luz y me lo viera, ella sonreía y me hacía la paja cada vez más fuerte, yo estaba agachado con mi paquete afuera y cada vez que ella me pajeaba me apretaba los huevos con su puño contra mi pierna.. me preguntó si me gustaba y apenas le podía responder, sentía unas cosquillas en los huevos que nunca había sentido aunque ya hacía un tiempo que había aprendido a masturbarme. Me masturbo unos 5 minutos y me dijo acostate, me tumbó en el piso y corrió las frazadas dejando total oscuridad, me deje llevar y entonces sentí que me beso la panza, me dió un pequeño susto pero enseguida me puse muy caliente porque apenas un poco más abajo estaba mi pene todo mojado al descubierto, me dió unos 2 o 3 besos con lengua en mi panza y entonces lo sentí, sentí su pelo bajar y rozar mis huevos e inmediatamente un calor todo mojado en mi pene, si, tenía mi pene en su boca, mi primita me estaba chupando el pene, era una sensación increíble cómo subía y bajaba, seguramente ella había visto videos o algo donde había aprendido a hacerlo, se lo metió varias veces entero en la boca y aunque me hizo doler con sus dientes que me rozaban , era una experiencia única y muy exitante, de repente empecé a sentir las cosquillas y le dije que pare porque la iba a ensuciar jaja yo inocente que no aproveche la situación que podría haberle acabado en la boca. Ella se levantó y siguió pajeandome, yo no aguante más y le acabe en la mano. Me limpie con unas sábanas y me fui al baño con muchas ganas de hacer pis. Ese día no hicimos más nada y me arrepentí de no haberle metido mano.
Pasaron aproximadamente 2 meses hasta que nos volvimos a ver, recuerdo una tarde estábamos en casa de mis abuelos y en el fondo había un galpon donde íbamos a jugar lejos de los adultos, había una mesa de madera que tenía las tablas separadas unos 3 centímetros entre si, surgió la idea de jugar al doctor y la doctora, nos turnamos en ser pacientes y la mesa resultó ser la camilla del médico que tenía que revisar, el problema es que podía venir alguien y encontrarnos infraganti acostados en la mesa, entonces decidimos que el paciente se quedaría sentado ya que desde esa posición podíamos ver hacia el pasillo entre los árboles que iba hacia la casa de mis abuelos, es decir que podíamos vigilar que nadie nos vea, comenzamos a jugar primero inocentemente y cuando me empecé a calentar le dije, doctora me duele por aca, tocándome entre las piernas, bueno vamos a tener que revisar me dijo, se me ocurrió entonces que para no tener que sacarnos la ropa apenas me baje el pantalón y me siente en la mesa y no se porque decidimos que el doctor debería revisar desde abajo de la mesa a través de las ranuras que dejaban bastante espacio, fue una estupidez lo que hicimos pero lo recuerdo muy bien porque de esa forma no nos veíamos las caras y generaba un morbo enorme el saber que el que estaba abajo te podía ver y tocar por las ranuras, si hoy lo pienso sería el equivalente a un Glory hole, recuerdo que me baje los pantalones hasta arriba de las rodillas y me tape con mi remera, me quedé sentado vigilando y puse mis huevos sobre la ranura, mi primita estaba abajo y la escuchaba reírse y enseguida me empezó a tocar los huevos metiendo los dedos por los agujeros de la mesa, me apretaba los huevos y yo me re calentaba y ponía mi pene sobre la ranura para que lo vea, enseguida también me lo toqueteo y franeleo un buen rato, aunque ya me lo había chupado hacia unos meses, esto era diferente porque aquí había mucha luz y se trataba más de ver y curiosear con el cuerpo del otro, me siguio manoseando un buen rato hasta que me dijo bueno ahora te toca ser el doctor. Me levanté rápido y le dije que cambiemos lugares, ahora yo me metí debajo de la mesa y la espiaba a través de las ranuras, ella se bajó su pantalón y se quedó en bombacha, se sento y podía verla bien cerquita, una bombacha rosa, le dije que iba a revisar y empecé a tocar su culo y subiendo hasta su conchita, le decía te duele acá? Si doctor ahí me duele, vas a tener que sacarte la bombacha le dije, enseguida ví que se la bajo hasta las rodillas junto con su pantalón y esa fue la primera vez en mi vida que ví una concha, podía ver clarita toda su raya y por delante su conchita rosadita con los labios un poco separados, me puse muy nervioso pero era mi momento, ella estaba regalada para mí, se escuchaba que respiraba fuerte y nerviosa, sabiendo que le estaba viendo bien de cerca la conchita y quería que la revise, entonces metí 2 dedos y le toque la pierna, fui subiendo despacio y empecé a rosarle los labios, se los acaricie muy suave y sentía que quería moverse y respiraba aun más agitada, no quise perder semejante oportunidad así que le empecé a meter un dedo, era muy suave, babosa y caliente, tenía un olor riquísimo que aún recuerdo, metí un dedo casi unos 5 centímetros y lo empecé a meter y sacar, ella empezo a suspirar y a moverse más, le dije, no hagas ruido y solo se rió, seguí me dijo. Seguí metiéndole un dedo y la escuché gemir, eso me puso como loco, la había hecho gemir y todo me dejó de importar, le metí 2 dedos juntos y la empecé a masturbar más rápido, ella se retorcía y yo disfrutaba ver cómo intentaba cerrar las piernas y las volvía a abrir mientras gemía despacito y se movía de atrás para adelante sobre la ranura de la mesa, le metí los dedos cada vez más rápido por unos 5 minutos hasta que pego un pequeño grito seguido de un salto que me saco de adentro de su vagina. Se bajó de la mesa y se subió rápido su bombacha rosa y su pantalón aunque ya le había visto muy bien el culo, estaba muy agitada y se reía, yo no entendía nada de orgasmos en las chicas pero supuse que algo había pasado, me quedé oliendo mis dedos mientras ella se fue al baño, incluso le pase un poco la lengua para ver qué gusto tenía la concha de mi prima y aunque no me gustó mucho en ese momento me quedé muy contento con lo que habíamos hecho. En esa misma casa también recuerdo que habia un baño fuera en el patio detrás del galpón, tenía una pared de ladrillos muy vieja y fina así que me había tomado el trabajo cuando estaba solo, de hacer un pequeño agujero a la altura del inodoro para espiar, ya que también se podia espiar subiéndose a un techo frente al baño y mirar por la ventana de la puerta, ya varias veces había espiado a mi tía desde esa posición aunque era arriesgado a qué me vean, por eso hice el agujero en la pared con un desarmador destornillador y un martillo, en una de nuestras juntadas le conté el secreto a mi prima y le dije pero no me vayas a espiar cuando yo vaya al baño eh.. obviamente yo quería todo lo contrario, después de almorzar cuando era la hora de la siesta nos fuimos a jugar al galpón como siempre y le dije, tengo que ir al baño, ahora vuelvo. Me senté en el inodoro y me toque un poco para tener el pene parado, me quedé en silencio y escuché ruidos de pisadas sobre hojas cerca del baño, le había enseñado a mi primita a sacar un tapón de madera que tenía el agujero, me quedé viendo de reojo cuando lo saco y entro un poco de luz, otra vez el morbo, ella me quería espiar y yo quería que me viera desnudo, por el pequeño agujero podia ver la sombra de ella y sabía que estaba mirando entonces empecé a hacer algunos movimientos cómo si estuviera por salir del baño, me pare frente al agujero con los pantalones bajos con el pene parado y me quedé unos segundos para que se sacará las ganas de verme la pija y los huevos bien de cerca. Luego me subí los calzones y vi que la sombra se fue, unos minutos después salí y volví al galpón a seguir jugando, ella se reía y yo me hacía el desentendido y termino confesandome que me había ido a espiar y me había visto todo, le pregunte que había visto y me detallo tal cual cómo me había parado frente al agujero con los pantalones y calzones bajos y había visto todo durante varios minutos, nos reímos, fingi mucha vergüenza aunque me encantaba la situación, pasaron casi 20 años y sigo sintiendo el mismo morbo con exhibirme y sobre todo esa fantasía que tengo con los Glory holes aunque nunca he ido a uno todavía.
Ya me extendí demasiado y quisiera saber si les gusta lo que les cuento antes de contarles cómo terminó todo con mi prima favorita.
Saludos
Dario
Excelente relato, yo sí quiero leer más.
Excelente, espero y la siguiente tenga penetración!
Que ricas exp con tu prima continua con la siguiente parte por favor
Qué lindos recuerdos! se parecen los míos que ya he relatado. Léelos a ver si te gustan.