Mi primer Ganga Bang

Un viaje de celebración por mi cumple y la graduación de mi hermano, termino en una rica cogida, mis tres hermanos y mi novio me dejaron toda temblorosa..
Cómo regalo de cumpleaños para mi, y regalo de graduación para mi hermano Diego, mis papás decidieron llevarnos a Los Cabos. Omar mi hermano mayor y su novia, Diego solo, mi novio y yo y mi hermano menor Alan.

Salimos un miércoles por la noche, nos fuimos al aeropuerto de la ciudad, el vuelo salía temprano así que salimos con bastante premura, recuerdo que ya desde el viaje hacia la ciudad empezó el cachondeo, primero mi hermano Diego me metió sus dedos aprovechando que ibamos tapados con una cobija, y yo masturbe a mi novio bajo la misma mientras el sobaba mi tetas. Supongo que Omar iba haciendo algo similar con su novia, mientras que Alan, como el teto que es, no aparto la vista de su videojuego.

Llegamos al hotel el mismo miércoles en la tarde, mis papás se quedaron en una habitación para ellos solos, Omar y su novia se quedaron en otra, y por último Diego, Alan, Eduardo (mi novio) y yo nos quedamos en otra, supongo que la intención de mis papás era que mis hermanos cuidarán que no pasará nada entre mi novio y yo, si ellos supieran…

Ese día, prácticamente llegamos a dormir, todos estábamos desvelados, cansados y con cero energía, a la noche, no pasó nada, mi novio solo atino a desnudarse abrazarme y dormimos de cucharita, su pene flacido entre mis nalgas y sus manos amasando mis tetas, eso fue todo.

A la mañana siguiente, desperté temprano, me levanté en pijama (top y boxers), tome una toalla me dirigí al baño y al abrir la puerta, ahí estaba mi hermano Diego completamente desnudo,

-Buenos días hermanita, ¿No crees que deberías de tocar la puerta al menos?

-¡Diego! Perdón, no imaginé que estuvieras aquí

-No te asustes beba, entra y cierra la puerta

Diciendo eso se giro hacia mi mostrando su verga flácida y sus testículos, estos últimos lucían tersos, como si fueran de terciopelo.

-No nos hemos dado nuestro regalo hermanita

-¿Regalo?

-Si, tu cumple en unos días y mi graduación, ¿o no me vas a regalar nada?

Dude por un momento, mi novio estaba dormido aún, y Alan por igual.

-Date prisa- dijo mi hermano Diego

La verdad es que ver a mi hermano desnudo me hizo olvidar todo lo demás, así que muy obediente, me metí, cerré la puerta y rápidamente me desnude para ponerme de rodillas y chuparle la verga.

-Que rico lo haces beba

-Me gusta cuando me llamas así

-Y yo amo cuando me la chupas así

No tardó mucho en ponerse dura, igual que mis otros hermanos su pene era suave, de piel clara, grueso y con las venas marcadas, pero a diferencia de Omar y Alan que se depilan, Diego tiene pelo en el pubis, bastante recortado y bien arreglado, la verdad se ve sexy; seguí chupando como por 3 o 4 minutos, aunque no alcanzo a venirse, nos metimos a la regadera, y ahí bajo el chorro del agua, aprovechamos, me dio la media vuelta, a modo de quedar a espaldas frente a el, me recargo en la pared fría, mis tetas quedaron contra el frío muro de cerámica, y el chorro de agua caliente cayendo sobre mi espalda, Diego tomo su verga que para ese momento parecía de roca, la acercó a mi colita y aprovechando la pose rozó su verga entre mis nalgas, lo froto en la entrada de mi panochita, para después, sin avisar, meterla en mis adentros, un pequeño grito salio de mi y comenzó el mete y saca, no fueron más de 5 minutos de tenerme así, hasta que me hizo venir, me la saco me dio la media vuelta y me pidió que se la chupara otra vez, obviamente yo soy muy obediente y rápido me puse de rodillas, metí su verga en mi boquita y comencé a mamarla como desesperada, pase mi lengua desde la base de su tronco hasta morder su glande, metí sus aterciopelados huevos en mi boca y meti su carne tan adentro como pude, no creo que pasará mucho tiempo hasta que descargo su lechita en mi boca, la cuál trague con gusto.

-Ahhhhh, que rico la chupas beba, tragate todo amor

Terminando esa breve pero rica cogida, nos bañamos bien, me chupo las tetas y yo jugué con su entrepierna, terminamos, me vestí y salí solo para ver a Eduardo (mi novio) aún dormido y a mi hermano menor Alan recién despertando. Esa mañana no paso nada más, fuimos a la playa más tarde, comimos y paseamos un rato. En la noche, mis hermanos tenían ganas de beber y pasarla bien, así que fuimos todos a un bar, tomamos unos tragos y después nos fuimos a un antro, estuvimos bailando y bebiendo por un buen rato, como a la una, mis papás se fueron a descansar, mi novio no bebé mucho, así que nos la pasamos bailando, hasta las cuatro, cuando todos decidimos irnos. De camino al hotel, mis hermanos decidieron que iban a seguirla, así que pasaron a comprar cervezas, cigarros y esas cosas.

Llegando al hotel, Silvia (la novia de mi hermano) se fue directo a su habitación a dormir, mientras tanto Omar, Diego, Alan, Eduardo y yo nos dirigimos a la nuestra. Estando en nuestra habitación, las cosas comenzaron a ponerse calientes muy rápido, apenas entramos, Omar (hermano mayor) se quitó la ropa, se quedó en calzoncillos, disimuladamente miraba si bulto, un trozo grueso de carne que ya me había comido en muchas ocasiones, pero que ahora estaba momentáneamente prohibido; se estuvo paseando así, hasta que Alan (hermano menor) hizo lo mismo, el usa boxers, pero también es el que tiene la herramienta más grande, y aún bajo el boxer se veía riquísima, no pude evitar comparar la verga de mis hermanos, y mojarme mientras la veía.

Para este momento de mi vida, los cuatro sabían que tan caliente soy, mi novio sabía que follaban con mi hermanos con cierta regularidad, y mis hermanos sabían que compartían a su hermana entre ellos, a los cuatro les genera gran morbo y obviamente a mí también.

Habrian pasado unos diez minutos desde que llegamos, y todos seguían bebiendo, hasta Eduardo (mi novio) llevaba ya un par de cervezas, de repente Diego tratando de llevarnos a un punto en específico, dijo:

-Oigan, no les da vergüenza andar asi frente a su hermana

Alan y Omar se miraron el uno al otro y se rieron

-¡No!- dijeron al unísono y soltaron una carcajada

-Bueno, ¿Y frente a Eduardo?- contesto Diego

Mi novio solo río, se puso de pie y procedió a quitarse el pantalón y la camisa, quedando también en calzones.

-no chingues, ¿tu también?, Ahora solo falto yo- y si, mi hermano Diego procedió a quitarse la ropa, pero el fue más allá y se quedó completamente desnudo; de nuevo pude ver su verga, con el pubis bien arreglado, sus testículos colgando y lo que parecía ser una gota de preseminal en la punta; para ese momento mi entrepierna estaba escurriendo, mi mente estaba imaginando cosas, y mis ojos no sabían hacia donde voltear. La cosa comenzaba a tensarse y ponerse incómoda, hasta que mi novio abrió la boca

-Kitty, di la verdad ¿Cual verga está más rica? ¿La mía, o la de tus hermanos? La verdad es que me quedé estupefacta, entre la situación y lo que estaba viendo, no tuve tiempo de reaccionar ni de saber que contestar, así que me quedé en un silencio forzado…

– Mmmmmm… Ahhh… Ehhh…

Diego comenzó a reir, Eduardo no dejo de mirarme y Alan y Omar se miraban el uno al otro.

Mi novio se puso de pie, se quito sus calzoncillos y dejo su pene al descubierto, quizás no es el más grande, pero si puedo decirles que es el más grueso, como una lata de refresco y se mueve muy bien. Haciendo eso, se acercó a mi, yo aún no sabía cómo reaccionar; es decir, había tenido sexo con los todos ellos, los cuatro ya me habian visto hasta las anginas, pero por alguna razón me sentía nerviosa y paralizada; con mi novio desnudo y acercandose a mi, y mi hermano Diego que también venía por mi, al fin pude reaccionar.

– Ni se hagan ilusiones, la verga más rica que he probado no está en este cuarto (la verdad era la de mi hermano menor)

Termine de decir eso, y Eduardo me jalo, se puso a mis espaldas y comenzó a desvestirme, primero subió mi vestido y bajo mis tanguita, la cuál ya estaba empapada, luego, Diego se puso frente a mi, bajo la parte superior del vestido y dejo mis tetas al aire.

– Sabes, para mí, tus tetas son las más ricas que he probado- dijo Diego

– Y para mí tu panochita es la más rica- dijo Eduardo mientras metía un par de dedos en mi interior.

Alcance a dar un pequeño gemido, mientras mi novio besaba mi cuello y repegaba su verga en mis nalgas, al tiempo, Diego mordía mis pezones mientras dirigía mi mano a su trozo.

Alan y Omar se ponían de pie y terminaban de desnudarse, se acercaban a mi mientras sobaban sus vergas, y yo comenzaba a temblar de emoción.

– ¡Feliz cumpleaños hermanita¡ – dijo Omar al tiempo que Eduardo me hacía poner de rodillas. En esa posición, pude admirar las vergas de mis machos, como les he dicho, mis hermanos compartieron molde, unos penes de tamaño promedio, con venas marcadas y pieles claras suaves y tersas desde el glande hasta el escroto, y mi novio, con un pedazo en verdad grueso, con las venas aún más marcadas, un glande en forma de hongo, piel morena y unos testículos de gran tamaño. Apenas pude admirar el paisaje, cuando Alan me tomo de la cabeza y puso su verga en mi boquita, mi novio tomo una de mis manos y me hizo masturbarlo, Diego hizo lo mismo y Omar se dedicaba a sobarme las tetas mientras se masturbaba el mismo. Asi estuvimos un rato, turnando mi boca de verga verga, hasta que las cuatro estuvieron duras, en ese momento Eduardo me levanto, se acosto en la cama y me sentó en sus piernas de frente a el, no perdió el tiempo y rápido metió su tranca en mi puchita, me empinó y ofreció mi culito a mis hermanos, yo ya estaba gimiendo cuando Diego me la metió sin avisar por detrás, solté un grito de placer y dolor, aunque no era mi primer anal, si me dolió pues no me habían estimulado, así se pusieron a cogerme, entre gritos gemidos, nalgadas y mordiscos llego mi primer orgasmo, temblorosa por todo lo que estaba sientiendo, mi hermano Diego se quitó y dio el turno a Omar, mi hermano mayor es muy brusco, y sin piedad metió su verga en mi colita, que aunque ya estaba dilatada por Diego, se sintió agredida por Omar, pronto el y Eduardo se sincronizaron, mientras uno la metía el otro la sacaba, las sensaciones eran indescriptibles, mi novio no dejaba en paz mis tetas, mi vagina no dejaba de ser penetrada por su verga y mi colita disfrutaba de la verga de mi hermano, en esas estaba cuando llegó el segundo orgasmo, en ese momento mi vagina soltó un chorro de líquido, pude sentir mi ano apretujando el rico pedazo de carne en mi interior y una sensación que recorrió todo mi ser; apenas termine mi segunda venida, cuando ya se estaban preparando para seguir cogiéndome. Alan se apresuró, me puso en cuatro y me la metió con fuerza, rápido comenzó el mete y saca, Diego se puso frente a mi y me dispuse a mamar su verga, Alan fue el primero en venirse.

– Me vengo Kitty

– Hazlo afuera – dijo Diego

Saco su verga y arrojo su semen al suelo

– Vas a tener que limpiar mi leche hermanita –

Después de eso, Omar se puso al lado mío, me hizo sentar en sus piernas, penetrando de nuevo mi colita, me acostó sobre el levantando mis piernas, momento que Eduardo aprovecho para meterlo en mi puchita de nuevo, comenzaron el mete y saca, y como por arte de magia tuve un tercer orgasmo. Yo ya estaba exhausta, temblorosa, sudada y pegajosa, pero mis hombres aún tenían cuerda, Omar me dio la vuelta, al fin tomo mi panochita, Eduardo se adueñó de mi colita y de nuevo comenzaron a bombear, exhausta y todo, seguí gimiendo de placer, gozando del momento.

– Me hacen falta hoyos papitos- grite, cuando Diego metió su verga en mi boquita, tomo mi cara y comenzó a follarme la boca. No se cuánto tiempo habrá pasado, pero al fin tuve un nuevo orgasmo, seguido por la venida de novio que descargo su semen en mi colita, luego Omar que se vino en mi puchita y Diego que se vino en mi boca…

Nos quedamos los cuatro acostados en la cama, Alan se quedó en un sofá, y así quedamos dormidos…

Desnudos, sudados, pegajosos. Y yo, particularmente adolorida y bien cogida, ni siquiera me levanté a limpiarme, así me quedé con mis agujeros escurriendo de lechita, hasta medio día que me metí a bañar.

Mis papás jamás se enteraron y hasta la fecha no saben lo mucho que amo a mis hermanos ( y a algunos primos), mi cuñada eventualmente se enteró y se hizo participe de las aventuras con mis hermanos. Mi novio (ahora prometido) es feliz compartiendome con sus cuñados y yo pues soy la más feliz.

Espero que les haya gustado, si es así háganmelo saber, déjenme sus comentarios, opiniones y demás, pronto estaré de vuelta con un nuevo relato, aunque aún no me decido si poner mi primera vez o mi trio con mis primos, ayúdenme a elegir.

Besos Kitty.