Mi primer venida a los 11 con mi primo y abuelo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Cazabultos.
Como era costumbre llegamos a casa de los abuelos, como los demás integrantes de la familia, para celebrar la noche buena y la Navidad. Saludamos a mi abuela y a los que estaban presentes, pregunte por el viejo y me dijeron que había ido a las vías. Acostumbraba ir a una estación de tren cerca de la casa. Pocas veces pasaban trenes, por lo que era un lugar muy tranquilo y él disfrutaba leer ahí sin interrupciones.
Me encamine a buscarlo y sorprenderlo. Lo vi sentado de espaldas en la banca, me acerqué lentamente el sorprendido fui yo. Mi primo Josue de 15 años, era rubio, ojos verdes, un cuerpo muy formadito para su edad, figura de escultura griega, nalgas muy paradas y redondas. Vestía un short azul muy corto, con trusa blanca y playera roja sin mangas. Mi abuelo lo tenía de rodillas, mamando su verga bien parada y recta. Era de tamaño normal 17 cm y recta, sin circuncidar.
Lo tomaba de sus dorados rizos y lo empujaba para que la chupara hasta el fondo. Yo estaba asombrado por el espectáculo, siempre había sido yo el objeto del deseo de mi abuelo, pero era excitante ver como sometía a mi primo y lo cogía por la boca. Ese era un gran espectáculo; mi verga se puso al 100 al verlos. Me la sobaba sobre el pans y mi primo, al abrir los ojos, me vio detrás de mi abuelo. Se quedó completamente espantado, perdió el color y pegaba en la pierna a mi abuelo señalándome.
Al verme sonrío, me indicó que me pusiera a su lado. Lo hice y viendo que estaba completamente excitado, bajo mis pans y los calzones para dejar mi verga libre. Tomó a mi primo del cabello y lo puso frente a mi pene y le ordenó mámamela. Tenía 11 años y nunca me la habían chupado, aún sin vello púbico y con apenas unos 13 cm de pene gordo y cabezón, el cumplió la orden. Pensé que yo era bueno en materia oral, pero Josue era un verdadero experto. Movía su lengua en círculos sobre mi glande, se la tragaba toda y la sacaba completamente mojada. Por primera vez tenía nuevas sensaciones en mi pene, sentía como algo salía por ese pequeño hoyo en la cabeza. Era precum, estaba lubricando ante tanta excitación; mi primo lo notó y se lo hizo saber a mi abuelo. Entonces el viejo se acercó a mi y me dijo al oído: "quieres saber por qué disfruto cogerte?" Respondí con la cabeza afirmativamente.
Se levanto y jalo a mi primo, puso sus manos sobre la banca a los costados de las piernas del viejo y bajo su ropa hasta las los tobillos dejando al aire sus deliciosas y redondas nalgas, llenas de pequeños vellos dorados y salió su linda verga de unos 15 cm, circuncidada, rosada y gorda, casi a reventar y babeando de excitación. Mi abuelo lo obligo a mamarle nuevamente la verga, mientras escupía en su mano y le embarraba saliva su culo. Yo sentía mi verga a todo, nunca había estado tan excitado, no tenía ningún control en ella. Con sus manos mi abuelo me guío hasta estar frente a ese redondo y rubio culo, su ano rosado y hermoso latía pidiendo verga. Entonces, el viejo me ordenó meterle la verga como el lo hacía conmigo. Lo intentaba sin lograrlo, era mi primera vez como activo y no era el mejor.
Mi primo tomó mi verga, que no dejaba de lubricar, y la colocó en su culito. Estaba ardiendo, mojado con la saliva de mi abuelo, y latía desesperado por una verga. Esa visión fue una locura para mi. Se la deje ir de un solo golpe, entro completa y muy fácil. Se veía que mi abuelo también se lo cogía y lo tenía bien acostumbrado.
Dentro empece a moverme, pero mi primo marcaba el ritmo moviendo sus nalgas en círculos. La sensación era indescriptible, ahora entendía por qué todos querían meter su verga en mi culo, era apretado, caliente y húmedo. Mi abuelo disfrutaba tanto del show que se vino en la boca de mi primo y lo forzó a comerse toda su leche. Empezó a masturbarlo mientras yo seguía bombeando, mis piernas comenzaron a temblar y sentí una descarga que venía de mis pies hacia mis testículos y de la cabeza hasta mi pene. Se me iba la respiración, no dejaba de jadear y comencé a sentir mi pene explotando. No podía más, me vine dentro de él. No se cuantos chorros fueron, solamente sentí que me vaciaba. Mi primo se venía y su culo me apretaba tan fuerte que me saco la verga.
Me hice a un lado y me senté en la banca, veía estrellas y sentía que mi cuerpo no me respondía. Ese placer era demasiado, me había convertido en un hombre de verdad. Mi primera venida y fue con mi primo y mi abuelo.
Después de unos minutos, nos acomodamos la ropa y mi abuelo tomo mi mano y nos dijo que debíamos irnos. Ya casi llegando a casa venia otro de mis primos por nosotros.
Esa noche me toco compartir cama con Josue. Al saberlo, se acercó a mi oído y me dijo, ahora yo seré el que te cojaq ese culito. Esa noche fue la primera de muchas experiencias con él hasta sus 22 años que dejó de ir a las reuniones de Navidad.
comop sigue