Mi primera experiencia inolvidable: Mi cuñadita.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Will, tengo 35 años y quiero contarles lo que me sucedió hace tiempo, cuando mi esposa recién acababa de tener a nuestra bebe. Por su cuidado tuvimos que irnos a estar unos días a la casa de mis suegros, una casa de 3 cuartos, en uno dormían mis suegros, en otro los papas de mi suegra, y en el tercero mi cuñadita, a quien llamare Karen, quien para ese entonces tenía 18 años recién cumplidos. Nos quedamos en el cuarto con mi cuñada, pero como solo había una cama, mi esposa y la niña se quedaron en la cama y mi cuñada y yo en el suelo. Como el espacio no era muy amplio solo cupo un colchón, por lo que tuvimos que compartir y quedamos uno junto al otro. La primera noche descubrí lo bien desarrolladita que estaba mi cuñada, sus pechitos ricos, unas nalgas paraditas y firmes, y una cintura muy bien formada, así mismo un rostro angelical y una boca deliciosa. Nos acostamos algo tarde, mi esposa y la bebe durmieron casi inmediatamente, por el cansancio del día, mientras yo no podía dejar de pensar en la mujercita que estaba a centímetros de mi, sin yo desearlo mi pene se empezó a endurecer, mi deseo por tocar a mi cuñada se volvió casi desesperante, aunque mi temor por verme descubierto o expuesto era igual.
Quise forzar el sueno, pero no pude, así que comencé a planear lo que a continuación haría: me voltee, quedando mi mano justo a un lado de su cadera, podía sentir el contacto con su short, que por cierto era muy corto, de algodón y ajustado a su figura, eso me puso a mil, a pesar que únicamente era mi dedo menique el que estaba tocando aquel suave algodón. Ella estaba boca arriba y podía ver la sombra de sus lindos pechos sueltos,( sin ningún sostén que los apresara, solo una estrecha blusita los cubría), gracias a un poco de luz de luna que entraba por la ventana. No hubo ningún tipo de reacción de parte de ella, por lo que me decidí a continuar con mi plan. Suavemente empecé a deslizar mi s dedos sobre su abdomen, acariciando con ternura ese firme abdomen y decidido llegue hasta su entrepierna, por supuesto sobre la ropa, lo estaba disfrutando, cuando de repente con un movimiento lento se gira para quedar frente a mí, los dos recostados de lado, tengo que aceptarlo me asuste tanto, que quite la mano inmediatamente y cerré mis ojos, aunque mi respiración me delataba, estaba súper excitado. Cuando no hubo más movimiento, abrí nuevamente los ojos y pude observar ese bello rostro frente a mí, con sus ojitos cerrados, su figura sensual expuesta totalmente, lo que me obligo a continuar con mi faena, volví a deslizar mi mano hasta llegar a su short, el cual gracias a la posición en que se encontraba, había formado un hueco entre la piel y la tela, donde hábilmente deslice mi mano.
Fue maravilloso sentir esa piel tan suave y caliente, sumamente despacio y con mucha suavidad continúe deslizando mi mano hasta que sentí la parte superior de su vulvita, el inicio de sus labios vaginales, me detuve para asegurarme que estuviera dormida, (no sé si estaba dormida o se hacia la dormida), pero al confirmarlo continué acariciando tan delicioso manjar, era un éxtasis, continúe bajando hasta poder tener en mi mano su ardiente conchita. Comencé a escuchar su respiración como se aceleraba, a medida que mis dedos jugaban con sus labios vaginales, abriéndolos para encontrar su clítoris, estuve así , unos 15 minutos, pero mi necesidad y mi deseo por ella crecía, quería mas, así que comencé a bajarle despacio y sigilosamente su short, junto con su calzoncito con mis dedos, deteniéndome cada centímetro, en busca de alguna reacción de su parte que me hiciera detenerme, al no haberla continué hasta lograr bajarlas lo suficiente para que su vagina quedara descubierta, fue entonces que decidí dar un paso más en esta arriesgada aventura, y suavemente me acomode para poder llegar con mi cara hasta su deliciosa vulva, la cual comencé a besar, ( gracias a los consejos de mi esposa tenía una rajita bien rasuradita) mientras continuaba bajando su short junto con su calzoncito hasta liberarla por completo.
Sentía sensaciones abruptas en mi interior, decidí explorar con mi lengua, comencé a lamer aquel manjar, empujando despacio deseando abrir esos ricos labios vaginales, cuando comenzaba a estorbar el hecho de que tenía sus piernas entrecerradas, algo increíble paso, con un leve movimiento comenzó a abrirlas (siempre haciéndose la dormida) hasta quedar totalmente expuesta para mi, y sin más comencé a comerme completamente aquella delicia, su olor y sabor eran especiales, combinación de pureza y juventud, así estuve por cierto tiempo, sabiendo que no podía parar, ya que quizás sería la única oportunidad que tendría de disfrutarla completamente, (por aquello de los prejuicios y los ataques de conciencia ) empecé a tocar sus senos, apretándolos por los nervios, a todo esto mi lengua seguía recorriendo todos los espacios posibles dentro y fuera de su vagina, ya sus fluidos vaginales se hacían notar, su respiración agitada delataba que lo estaba disfrutando tanto como yo. Quería probar el sabor de sus pechos, por lo que con un movimiento rápido y siempre cauteloso subí hasta ellos, y con agilidad los descubrí, no lo podía creer, tenía casi totalmente desnuda a mi querida cuñadita, me abalance a besarlos, sin dejar de pensar que estaba chupando por primera vez aquellos pechos virginales, deliciosos, no hay otra palabra para expresar lo rico que estaban, pasaba de uno a otro, los apretaba y succionaba sin más, ( a todo esto estoy seguro que se hacia la dormida, era muy fuerte para que no se hubiese despertado). Decidí continuar con mi plan y en lo que disfrutaba aquellas delicias, me baje mi bóxer, a estas alturas ya empapado y despacio me fui posicionando sobre ella, que continuaba con las piernas abiertas, por lo que no se me dificulto conseguirlo. Al momento de hacer contacto mi pene, que explotaba, con su rajita, sentí como se estremeció todo su cuerpo, creo que en ese momento no había retroceso, si mi esposa se despertaba, nos encontraría desnudos y a mí sobre su hermana, vaya riesgo, pero les aseguro valió la pena, (no tenía pensado penetrarla, por lo menos esa noche). Continué sobre ella haciendo suaves movimientos corporales, besando sus pechos, y empujando despacio mi pene sobre su rajita.
De pronto me detuve y contemple su cuello y sus labios y sin más comencé a besar su cuello, a lo que sentí una leve respuesta corporal, (cosquillas probablemente), la cual fue cada vez más usual, lo cual denota que lo estaba disfrutando, busque lentamente llegar a sus labios, hasta que con ternura comencé a besar su boca despacio, suavemente, con muchísima ternura, pero sin conseguir respuesta, (Imagino que si respondía al beso se vería descubierta de que no dormía)aunque no importaba, me bastaba saber que al igual que yo lo disfrutaba. De repente me encontré con movimientos cada vez mas rítmicos, mi pene quería entrar, ya no le bastaba estar a la puerta quería entrar, pero no podía, era demasiado arriesgado, pero sin desearlo, ante el mover de mi cuerpo y los líquidos que salían de su vagina, parte de el comenzó a entrar, mi glande había abierto los pétalos, estaba adentro, aunque fuera un poco, era lo MAXIMO, no podía mas, iba a explotar, estaba pronto a eyacular, por lo que detuve el movimiento, pero no me retire de sobre ella, ni mucho menos de lo que había logrado penetrar, así mientras el deseo de eyacular se esfumaba, comencé otra vez suavemente a moverme, los 2 lo estábamos disfrutando, cuando de repente, un movimiento en la cama, donde dormía mi esposa, me obligo a quitarme de encima de su hermana y recostarme (más bien tirarme rápidamente a un lado)
Con rapidez me dedique a subirle su calzoncito junto con su short y le baje la blusa, quedando exhausto después de tan grata y riesgosa faena. La noche prosiguió hasta el amanecer, al despertar me asalto la duda si mi amada cuñada me delataría con sus papas y con su hermana, por lo que me levante rápidamente a ducharme, esperando huir antes que todos se levantaran, pero cuál fue mi sorpresa cuando salí del baño , toda la familia estaba despierta, preparándose para sus diferentes quehaceres, cuando entre al cuarto vi a mi cuñada buscando su ropa para entrar al baño, y me saludo como si nada, también mi esposa que se despertaba en ese momento me saludo y me pregunto cómo había dormido, a lo que mi cuñada le respondió: Durmió como un bebe. Esa fue una de tantas veces que dormí como bebe, ustedes me entienden. En otra ocasión les contare mi historia con mi suegra.
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