Mi primera vez

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo sucedió un domingo, mi familia había quedado de verse en mi casa para pasar un rato divertido, mas en el ultimo momento, decidieron reunirse en otro lugar.
Ya había decidido no ir, la verdad me aburro mucho en esas fiestas, y decidí quedarme en casa. En ese entonces tenía 16 años. Eran como las 3 de la tarde y hacia calor, así que decidí darme una ducha para refrescarme. Fui al baño y me fui desnudando; en el espejo del baño me vi, tenía el abdomen plano, grandes piernas, y era algo débil. El agua estaba tibia.
Mientras tanto mi tío había llegado a mi casa. Tocó a la puerta, pero como me estaba bañando no lo escuche, así pues fue con los vecinos y ellos le entregaron un duplicado, se los dimos por si perdíamos las llaves, y entró.

Fue subiendo las escaleras y oyó que alguien se duchaba, entró a mi habitación, se acercó al baño, comenzó a desnudarse poco a poco. Tenia un abdomen marcado, brazos fuertes, piernas gruesas, pies grandes, y de edad unos 36 años. Yo me estaba quitando el jabón del rostro, y por el ruido del agua no lo escuché entrar. Corrió lentamente la cortina, entonces llegó por detrás, me tapó la boca con su enorme mano, mientras que con la otra me toqueteaba. Su pene comenzaba a crecer y yo lo sentía en mis nalgas, era grande y grueso. Entonces me dijo:

-Tu calladito, esto te va a gustar, solo has lo que yo te diga- yo asentí con la cabeza, entonces me giró – ponte de rodillas- me dijo, al hacerlo tomó su enorme verga y me la puso en la boca – solo chupalo, lamelo, te va a gustar – yo comencé a comerme esa jugosa polla y el gemía de placer – ahhhh, ahhh- luego tomó mi cabeza y la movía según el quisiera, por fin se corrió en mi boca – ahora cómelo – me lo tragué, entonces me besó – acuéstate – al hacerlo se subió sobre mí, y comenzó a frotar su pene con el mio, volvía a gemir – ahh, ahhh- luego paró y me dijo jadeando – ponte en cuatro patas – y fue entonces, cuando yo con mis manos y piernas apoyados en el piso, que el me penetró. Entraba y salia su enorme verga, azotaba su pelvis en mi culo, yo solo apretaba los ojos, y el seguía con su ritmo, adelante, a tras. adelante a tras y gritaba de placer – ohhh, oh por dios, ahhh- luego re-pegó su pecho en su espalda y encima de mi eyaculó. Solo sentía el liquido caliente en mi culo dilatado.

Una vez terminado me enjabonó, me secó y me llevó a la cama.
Me arrojó al colchón, el aun estaba mojado, su cuerpo velludo aun tenia gotas de agua, y me besó todo el cuerpo, luego me dijo – ahora bésame tu a mí- y así lo hice y al llegar a su abdomen me dijo – ahora lentamente baja y chupamelo otra vez- y comencé a lamerle todo, al llegar al pene lo metí a mi boca – juega con tu lengua – yo hacía todo lo que el me decía, y después sin aviso, se levantó, me acostó y tomó mis piernas para ponerlas sobre sus hombros, luego me penetró una y otra vez, ahora gritaba más fuerte
– dime papi –
-¡Papi!-
– Dime que ya no!
– Ya no Papi, me duele!
-ahh, si, si, ah, no hijo esto lo hago por tu bien-

y estrellaba su pelvis en mi culo, introducía su enorme pene en mi estrecho ano. Los dos estavamos sudorosos, el de placer, yo de miedo. Luego con el sudor corriendo por su negro pelo mojado me dijo
– ahora a dormir, recuesta tu cabeza en mi pecho-
Al hacerlo me abrazó y puso mi mano en su polla, ya no estaba erecta, enorme, grande, jugosa.
Me dormí en su regazo. Nos levantamos a las 7:
– no le digas a nadie de nuestro secreto, o todos van a creerte loco, nadie te va a creer y ya no les vas a caer bien a nadie. Además le puedo contar lo que le hiciste a tus primos, aunque no sea cierto a mi me creerán más y negar todo lo que pasó entre nosotros. Ahora visteme.
Le coloqué la camisa, la abotoné, le subí los boxers ajustados y el pantalón, entonces hizo que lo masturbara y eyaculó en mi mano.
– Cometela-
Antes de irse dijo:

– quiero que vallas este viernes a mi casa, todos se van a reunir, y te has portado mal, tendré que castigarte otra vez, y si no vas les contaré a todos tu secreto-
Entonces se fue.