Mi primera vez a los 17 con una niña de 12 pt1
Una niña enamorada encuentra en mí el cariño que no recibe en casa..
Cuando tenía 15 años se mudó a nuestra colonia una familia, a primera vista una típica familia formada por los padres y dos niños, Carlos de 5 años y Jaqueline de 10.
Al pasar el tiempo mi familia, por cordialidad, comenzó a tratarlos e invitarlos a la casa en alguna fiesta o reunión, fue así como supimos que Jaqueline era producto de una relación anterior dónde el padre abandonó a la señora y tiempo después conoció a este hombre, su actual pareja y padre de Carlos.
Esta situación hacia que los dos dejarán a la pequeña Jaqueline a un lado, encargándose únicamente del niño. Mientras él tenía todo, la niña apenas y le regalaban algo en sus cumpleaños si es que decidían festejarlo.
Cómo ya les he contado, mis padres, por cuestiones de trabajo, no siempre tenían tiempo para mi, eso hacia que me identificará con ella así que siempre que tenía oportunidad le regalaba algún chocolate o le ayudaba con sus tareas, esto hizo que nos acercáramos cada vez más, aún así, nunca lo había visto de una manera sexual, para mi era como la hermanita que nunca tuve.
Cuando Jaqueline cumplió 12 años entro a secundaria, ella debía tomar dos camiones para llegar allí así que siempre nos íbamos juntos ya que mi preparatoria quedaba en la misma dirección. A sus 12 años era una niña común, media entonces 1.60 piel clara y muy delgada con cabello largo hasta los hombros, su cuerpo estaba en pleno desarrollo siendo su trasero lo más desarollado al momento, ya que sus pechos eran apenas unos botoncitos, siempre le gustó usar faldas y vestidos lo cual resaltaba la forma de su cuerpo.
Estaba por cumplir 17 años, la verdad siempre he sido alguien introvertido y de pocos amigos, por lo mismo no me gusta celebrar mi cumpleaños algo que Jaqueline siempre me reprochaba y esta vez no fue la excepción, así que para calmarla le propuse ir juntos al cine, sería mi regalo y podríamos pasar el día juntos, su rostro se iluminó y acepto gustosa.
El viernes al salir de clases pase por ella a la secundaria, no sabía que era pero notaba algo diferente en ella, tomamos un taxi para ir a una plaza comercial, aún era temprano así que decidimos dar una vuelta mientras empezaba la película que habíamos elegido, pasábamos por los pasillos cuando Jaqueline se detuvo frente a una tienda de lencería y admiraba los maniquíes que lucían esa ropa de encaje y olvidando que yo estaba ahí comenzó a tocar sus pequeños pechos tratando de compararlos con los del maniquí, duro apenas un momento cuando volvió en si y al verme se puso roja de vergüenza tapando su cara mientras yo solo le sonreía, aunque en el fondo no pude evitar imaginar cómo se vería con algo así.
Hasta ese momento nunca había tenido una novia, jamás se dió nada más allá de unos besos con compañeras de clases y mis experiencias en el sexo habían sido, como ya conté anteriormente, con mi amigo Luis de pequeños y posteriormente tocando a la esposa de mi primo, pero realmente seguía siendo virgen al no haber tenido relaciones con nadie.
Tal vez fue eso, el momento frente a la tienda de lencería y ver a Jaqueline con su uniforme lo que dió paso a la idea de estar con ella, de verla ya no como mi hermanita sino como una mujer.
Continuamos caminando, ella se veía aún avergonzada y yo no podía evitar desnudarla con la mirada así que le propuse ir a comer algo, fuimos por un helado y nos sentamos a platicar, de repente por estar distraída se manchó la mejilla con el chocolate del helado así que me acerque para limpiarla, al estar a su lado pude notar que estaba nerviosa y al tocar su mejilla con mi mano un escalofrío recorrió su cuerpo, su piel era tan tersa que ese roce se convirtió rápidamente en una caricia, ella se dejó llevar y sin dejar de verla puse mi mano en su pierna al borde de la falda, ella por nervios cerró rápidamente las piernas, pero al sentir mi mano recorrer su piel e ir lentamente bajo la falda comenzó a relajarse, su cara se volvió a poner roja y su respiración se agitaba, éramos solo ella y yo en el mundo y de repente mi celular comenzó a sonar, era la alarma de nuestra película, rápidamente salimos de nuestro trance y nos incorporamos, con la voz entrecortada le dije que ya era hora y le ofrecí mi mano para ayudarla a levantarse, tomamos nuestras cosas y fuimos a la sala de cine.
Mientras caminábamos tome su mano, ella se sorprendió pero rápidamente se acercó a mi y me abrazo del brazo hasta entrar al cine, compramos los boletos, palomitas y refrescos y entramos a la sala 2, no recuerdo el nombre de la película, solo que era de terror. Fuimos a nuestros asientos y aún nerviosos por lo de antes nos pusimos a ver la película, en un momento ella se asustó y se pegó mas a mi buscando que la abrazara, cosa que hice de inmediato, el calor de su cuerpo junto al mío, el olor de su cuerpo eran algo embriagante, pronto deje de prestar atención a la película y solo estaba al pendiente de ella, de sus movimientos y sus reacciones. Mientras la abrazaba bajé mi otra mano y volví a tocar sus piernas esperando su reacción, ella solo se acercó más a mi y decidí que era su manera de consentir esa situación, me acomode un poco y cuidando que nadie más en la sala se diera cuenta comencé a acariciar sus piernas por debajo de su falda hasta llegar a su entrepierna, podía sentir el pequeño shorts que usaba bajo su falda, seguí acariciándola por encima y notaba el calor que emanaba su cuerpo por la exitacion del momento cuando de repente se separó, creí que se había molestado, abrió su mochila y en voz alta (para que los demás en la sala escucharan) dijo «tengo un poco de frío», sacando una sudadera y colocándola en nuestras piernas para volver a abrazarme dejando mis manos cubiertas, comprendí lo que quería así que con mayor confianza continúe con mis caricias mientras ella cerraba los ojos y agitaba su respiración cuando de repente bajo una de sus manos cubriéndola con la sudadera y lentamente la dirigió a mi entrepierna dónde mi erección ya era notoria en el pantalón, comenzó a acariciarme la verga por encima del pantalón recorriendo de arriba a abajo y apretando de a poco, ya no nos importaba la película, solo estábamos concentrados en disfrutar ese momento lleno de nervios y exitación.
La película terminó y salimos de la sala, yo con la mochila al frente tratando de disimular mi erección y ella cubriendo su cara con su cabello para que no se notará lo rojo de su cara. Ninguno de los dos dijo nada, pero sabíamos que ambos lo habíamos disfrutado, volvimos a tomarnos de la mano mientras caminábamos a la salida de la plaza comercial cuando me pidió que la esperara un poco pues debía entrar al baño, tome sus cosas y la espere en una banca, mientras esperaba me di cuenta que estaba frente a la tienda de lencería que habíamos visto más temprano y recordé como veía con ilusión aquellos conjuntos de encaje, no me lo pensé y entre a la tienda, al principio la encargada me miró raro, pero se acercó y me preguntó si buscaba algo en especial, con pena le pregunté por el conjunto negro de la vitrina, el que usaba el maniquí, me miró algo extrañada pero me dijo que traería uno igual para que lo pudiera ver, era hermoso en verdad, constaba de un bralette, tanga y liguero, todo de encaje, me mostró también unas medias negras diciéndome que harían juego y luciría increíble en mi novia y que no debía preocuparme por la talla ya que todo era ajustable, no lo pensé más y le dije que lo llevaría, pague y puso todo en una bolsa que luego escondí en mi mochila para salir de ahí.
Cuando volví al pasillo pude ver qué Jaqueline apenas salía del baño y rápidamente se acercó a mi, volvió a abrazarme y salimos caminando como si de una pareja se tratara.
Regresamos a casa de la mano, ya era algo noche así que preferí dejarla primero en su casa, al llegar vimos que no había nadie, Jaqueline suspiro y dijo en voz baja «debieron ir a divertirse en familia» mientras entraba a la casa. Al ver su expresión volví a tomarla de la mano y le agradecí por acompañarme en este cumpleaños, ella me sonrió y cuando le dije que había disfrutado mucho de lo que pasó ella se sonrojó, nerviosa intento despedirse y cerrar la puerta pero le dije que esperara, abrí mi mochila y saque la bolsa con la lencería, le dije que aunque era mi cumpleaños yo tenía un regalo para ella, Jaqueline estaba sorprendida y solo atino a decir gracias mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
Me despedí de ella y fui a mi casa, tome un baño y me dispuse a dormir recordando lo que había vivido esa tarde, eran las 10 pm cuando mi celular comenzó a sonar, era un mensaje de Jaqueline que decía «es precioso, jamás pensé que podría tener algo así de lindo y que sea solo mío, muchas gracias por mi regalo, aunque era yo quien debía darte algo».
Le contesté diciendo «tú sonrisa, verte feliz y tenerte en mi vida, ese es mi regalo».
Pasaron varios minutos y ya no contestó, creí que había sido muy cursi, estaba por dormir cuando llegó un nuevo mensaje (para ese tiempo no había WhatsApp, enviar fotos era a través de mensaje multimedia) era Jaqueline una foto frente al espejo luciendo el conjunto de lencería, no lo podía creer, se veía hermosa, era solo una niña de 12 años pero para mí se convirtió en una mujer en ese momento.
No sabía que hacer o que responder, cuando llegó otro mensaje «¿puedes venir a mi casa?».
Se que está primera parte no es tan exitante como esperarían pero me pareció adecuado presentar todos los elementos y situaciones que llevaron a esta relación, en las siguientes partes les contaré de manera más detallada nuestra vida a partir de ese momento.
Pronto publicaré la segunda parte
Si alguien quiere contactarme pueden hacerlo en este correo [email protected]
Sensual y excitante.
q rico bro neta
Es una buena introducción a una gran saga
Aunque al principio no sea excitante, sí es bueno presentar todos los antecedentes de lo que viene. Buen inicio!