Mi primera vez con mi tío
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Zooguy28.
Desde los once años era consciente de mi sexualidad diferente e incluso, a esa edad, ya había tenido sexo oral con un amigo, juegos por encima de la ropa con varios e intentos de penetración también pero, ya a los 16, lo que quería era probar algo definitivo, una verdadera verga que me hiciera rogar por más así que, tras mucho pensarlo, al fin le mandé msj a un tío que yo había oído que le gustaba dar por culo y así fue…
Este tío es mecánico y, obviamente, tiene el físico de su oficio, gordo, barbón, peludo en las partes necesarias, con unos ricos pezones y, sobre todo, una impresionante verga de 20 centímetros y súper gruesa que nada más de acordarme se me hacen agua las nalgas
Total que, como comenté, le mandé msj que necesitaba un chequeo de aceite y él entendió de inmediato la indirecta así que nos pusimos de acuerdo para el asunto, quedó de pasar por mí a mi casa esa misma semana y dizque llevarme al antro aunque de este, ni las luces vimos, ya que, en cuanto estuvimos lejos, inmediatamente empezó a acariciarme las piernas y a meter un dedo enmedio de ellas aún con mi pantalón puesto y él todavía manejando su camioneta mientras me contaba de todos los que se había cogido y de lo mucho que le excitaba la idea de cogerme a mí también así que con eso bastó para prenderme y, sin más, le pedí que me llevara a donde se pudiera coger a gusto porque moría de ganas de sentirlo adentro de mí y, para demostrárselo, me agaché en la camioneta y se la saqué del pantalón para mamársela lo mejor que sabía, algo en lo que debo ser bueno ya que inmediatamente me llenó los labios y la lengua de lubricante aunque traté de hacerlo lo más despacio posible ya que no quería que se viniera en mi boca sino en mi culo ganoso.
Ya con esos antecedentes, en cuanto pudo, se desvió de la carretera y se metió a un caminito vacío de gente para enseguida estacionarse ahí, apagar las luces y hacer hacia atrás el asiento para poder disfrutar mejor, algo que no dude yo en aprovechar para empezar a besarlo mientras le quitaba la ropa, excitándome aún más al sentir su olor, una mezcla de hombre recién bañado con aceite de autos y sudor que me acabó prendiendo y me hizo recorrer su pecho con mi lengua sedienta mientras él me acariciaba la espalda y me quitaba la ropa también desde la chamarra hasta los calcetines quedando completamente desnudos ambos y sin parar de besarnos, lo cual obviamente me prendía aún más ya que sentía su barba rasposa en mi rostro.
Casi enseguida y sin parar ni un momento la calentura, chupé sus enormes pezones por primera vez y es que algo que me excita mucho es el pecho de un hombre y más de uno como él jeje, mientras yo le chupaba los pezones, él pellizcaba los míos sin llegar a lastimarme y eso no hizo más que calentarme todavía más mientras, sin parar de recorrerlo con mi lengua, bajaba hasta su gruesísima verga que, una vez más, estaba cubierta de su delicioso lubricante, mismo que me ayudó a recuperar la saliva perdida conforme empecé a chupársela con ansías a la vez que él, aprovechando que yo estaba inclinado, sin más comenzó a acariciarme el culo y a meterme uno de sus gruesos y, para ese momento, ensalivados dedos, algo que, si bien en un principio me incomodó un poco, casi enseguida se convirtió en placer y me llevó a gemir sin poder evitarlo, lo que él tomó como signo de que me gustaba lo que me estaba haciendo ya que, sin avisar siquiera, me metió de inmediato el segundo dedo a la vez que me preguntaba si quería que me cogiera y en qué posición y, aunque a esas alturas, la pregunta ya ni siquiera era necesaria, no pude evitar responderle que desde luego que quería sentirlo todo adentro y, dada mi poca experiencia sexual, la única posición que se me ocurría era el clásico perrito, algo que a él le agradó también ya que, sin más, desprendió su delicioso pitote de mi hambrienta boca y, cargándome suavemente, me puso de espaldas a él y me inclinó un poco más avisándome que estaba por entrar a lo que yo le respondí con un gemido que lo hiciera mientras relajaba mi, hasta ese instante, virgen culo y sentía como, con su verga untada con mi saliva y la suya, empezaba a acariciarme toda la raja para enseguida, finalmente, empujarla suavemente en mi interio
Nno pude evitar sentir dolor en cuanto la roja cabeza entró, este se desvaneció casi de inmediato cuando mi tío, sin más, comenzó a besar y lamer mi espalda al mismo tiempo que seguía empujando hasta que, al fin, sentí sus enormes y colgantes huevotes chocar contra los míos, momento en el que anunció satisfecho que estaba aguantando muy bien y que ya la tenía toda adentro, a lo que le contesté que podía sentirla y que era lo mejor que había sentido hasta ese momento, él asintió sonriendo y reconoció que opinaba lo mismo ya que siempre había querido cogerse a alguien de la familia y que mejor que hubiera sido a mí ya que le excitaba muchísimo mi cuerpo y más aún que le hablara ya que, al menos hasta ese entonces, aún lo trataba de “usted” y, hasta la fecha, lo sigo llamando tío en lugar de hacerlo por su nombre como muchos de mis primos pero, como sea, tras esas satisfactorias palabras, sin más empezó a moverse de adentro hacia afuera sin parar de besarme el cuello, la nuca y las orejas a la vez que yo gemía pidiéndole “cójame tío, déme más duro, métame toda su verga tío, quiero sentirla hasta el fondo” y a la vez él, en mi oreja, me decía “claro que te voy a dar verga sobrino ahora y siempre que quieras, está chingón tu culo sobrino, me hace gozar sabroso, estás bien apretado” y muchas otras cosas más que soy incapaz de recordar ya que, al final, lo más importante para mí en ese momento era sentir su vergota, la cual ya entraba y salía con una facilidad impresionante y me provocaba una serie de escalofríos mientras mi propio pito, erecto casi desde que salí de mi casa, chorreaba litros y litros de lubricante hasta que, tras apenas tocarlo, empecé a venirme a chorros como nunca lo había hecho al mismo tiempo que mi tío, sin parar de moverse, anunciaba su venida con una respiración agitada y aún me preguntaba en donde los quería a lo que yo, sin pensarlo siquiera, le contesté que, siendo mi bautizo, obviamente adentro de mí, lo cual mi tío satisfizo de inmediato llenándome el culo con una sensación abrasante y en extremo placentera con sus chorros y chorros de leche que, aún después de que él saliera de mí con aspecto agotado, seguían escurriendo de mi culo, lo cual me hizo sonreír con satisfacción y placer a la vez que mi tío me aseguraba que eso teníamos que repetirlo y, desde luego que lo repetimos varias veces más aunque eso ya es otra historia que tal vez algún día comparta ya que con él es con uno de esos hombres con los que más fantasías he cumplido, jeje
Y así termino mi relato, el cual es 100 por ciento real y espero les haya gustado, espero sus comentarios para decidir si sigo escribiendo otras aventuras que he tenido tanto con ese tío como con otros amigos e incluso, por qué no, tal vez algunas de las fantasías que aún me faltan por cumplir ya que soy bastante erótico, morboso y calenturiento y les puedo asegurar que les gustarán, saludos!
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