Mi primera vez con mis primos
Una noche de juegos entre primos .
Hola soy Blanca y este es mi primer relato. Esto pasó cuando apenas tenía 6 años, y aunque ahora tengo 20 sigue estando en mi memoria como si fuese ayer. Era verano así que mis padres había decidido que viajáramos a casa de mis abuelos, estaban muy cerca de la playa así que sería perfecto para las vacaciones. En casa de mis abuelos también vivían mis tíos, con mis dos primos, Antonio y Rubén, Antonio es el mayor, para ese entonces tendría 12 años y Rubén 10, eran chicos muy guapos, ambos deportistas, siempre habían sido muy buenos en el fútbol. Éramos todos muy cercanos y obviamente por ser la menor ellos siempre estaban al pendiente de mi.
Una tarde mientras jugábamos los tres a la orilla de la playa Antonio dijo que me enterrarían en la arena y me harían una forma de cola de sirena, yo estaba feliz con la idea de ser una sirena así que me dejé. Ellos comenzaron a poner arena sobre mi pero de vez en cuando me iban tocando más de la cuenta, capaz en el momento no presté atención porque estaba distraída con el juego, pero en una de esa Rubén me tocó mi conchita y yo me asusté, mis padres me decían todo el tiempo que jamás nadie podía tocarme allí, asi que me levanté, vi como Antonio le daba una hostia a su hermano y decía que era un tonto que ahora no podrían hacer nada. Yo me quedé callada y no me dije nada a mis papás porque tenía miedo que me regañaran.
Ese mismo día pero en la noche yo estaba jugando afuera con Marta una de las vecinas, ella tenía 8 años por lo que era más pila que yo en muchas cosas, Antonio se acercó a preguntarnos que jugábamos y ella fue directo a darle dos veces y decirle que jugábamos con las muñecas pero que eran juegos de niñas tontas, que ella quería seguir jugando con el cosas de adultos. Yo la verdad no entendí nada así que solo seguí con mi muñeca mientras hacía como que jugaba.
Antonio le dijo: sabes que no puedes contar nada
-lo siento- se disculpo Marta- capaz Blanca también quiere jugar y guarda el secreto
Yo ahí volteé a verlos y les dije que me dejaran jugar, que no le diría a nadie
Pero Antonio dijo que debíamos esperar, pues los adultos estaban en casa pero que en un rato se irían de fiesta. Así fue Marta había convencido a sus padres de quedarse a dormir conmigo, como ambas éramos amigas no le vieron nada de malo. Y mis padres y mis tíos iban saliendo a una fiesta, se supone que mis abuelos se quedarían cuidándonos pero se durmieron. Antonio y Rubén entraron a nuestro cuarto y Marta le dio besos en la boca a ambos, yo no me lo podía creer.
-Blanca, tienes que prometer que todo lo que pase hoy será un secreto – dijo Antonio
-Yo le dije que si, lo prometo- y le ofrecí mi dedo meñique como una Pinky promise
-Bien, para comenzar el juego tienen que quitarse la ropa- dijo Rubén, y marta y yo hicimos caso.
Yo me sentía muy extraña, pero no quería que siguieran diciendo que era una niña pequeña y tenía miedo que no jugaran más conmigo, luego vi que marta ya se había quitado su tanguita y yo también lo hice, veía todo lo que ella hacía y lo repetía.
Entonces Antonio se acercó y me dio un beso, yo tenía mis labios cerrados pero el me dijo que debía abrir un poco mi boca y lo hice, sentí como si lengua entraba en mi boquita y como chupaba mis labios y por muy extraño que pareciera me gustaba, voltee a ver a marta y Rubén también la estaba besando a ella, pero con sus manos tocaba sus tetitas, capaz por ser menor era menos paciente que Antonio y se veía que quería hacer todo rápido.
Mi primo mayor luego bajo de poco sus besos a mis inexistentes pecho para ese momento y comenzó a chuparlos, a mí me causaba una sensación de cosquillas y me gustaba, siguió con sus besos hasta que me dijo que me acostaea y abriera mis piernas, yo le hacía caso en todo. Sentí frío cuando mi conchita quedó expuesta, pero ese frío se acabó cuando sentí su lengua lamerme, de verdad se sentía muy rico y yo no quería que parara, el pasaba si lengua de arriba abajo, hasta llegar a mí culito y hacía círculos en el. Me encanta lo que sentía y al lado veía como Marta estaba chupándole el pene a Rubén y explote, una sensación que jamás había sentido me corría el cuerpo, mis piernitas comenzaron a temblar y Antonio solo se levantó sonriendo.
– Es tu turno Rubén, tienes que ser tu quien desvirgue a nuestra pequeña Blanca
Rubén se acercó a mí, abrió de nuevo mis piernas y se puso entre ellas, yo no sabía que iba a seguir, pero luego vi como Antonio por fin se bajaba el pantalón y salía su pene que era mucho más grande y grueso que el de Rubén y lo metía por la conchita de mi amiga, ella simplemente se tapaba la boca con las manos y lo dejaba metérsela hasta el fondo.
– Te va a doler un poco pero solo es al principio, tapate la boca- dijo Rubén y lo hice
El comenzó a meter su pene en mi pequeña cuquita de a poco, y si, al principio sentía dolor y me tape la boca muy fuerte, cuando siguió metiéndola que no aguante le dije- para por favor me duele mucho- y de repente Marta me besó, era irreal lo que estaba pasando, mi amiguita me besaba para callar mis gritos de dolor mientras mis primos nos cogían a ambas. Era una locura, pero al rato comencé a sentir rico y mis caderas se comenzaron a mover solas, quería más y más, todos estábamos disfrutando éramos unos niños muy perversos, después de un rato Rubén se corrió, o al menos ahora al pasar de los años creo que fue así. Se acostó a mí lado y marta comenzó a chupar su pene que se hacía más pequeño.
Antonio me abrió de piernas de nuevo, yo ya sentía que no podía más pero el dijo- ya Rubén te abrió para mí, es hora de que yo disfrute de mi nueva putita- me tapo la boca y me hundió su verga de una sola embestida, sentí que me reventaba, apenas tenía 6 años y mis dos primos me acababan de coger. Antonio la tenía muy grande y me dolía pero el seguía metiéndola más rápido cada vez, me costó acostumbrarme pero luego de un rato volví a sentirme bien, y quería más, Antonio me decía que era una puta mientras me besabas, yo comencé a sentir cosquillas de nuevo y me salió lo que yo creía que era orina de mi conchita, luego comprendí que había llegado al orgasmo a esa corta edad. Así siguió Antonio hasta que luego sacó su pene lo apunto a mí cara y me lleno de un líquido blanco, y le dijo a marta que se tragara mi semen, mi amiga comenzó a lamer toda mi cara hasta dejarme limpia, mientras que Rubén que no me di cuenta en qué momento se levantó estaba comiéndome el coño. Así estuvimos un rato hasta que escuchamos un ruido, para alivio de nosotros era Max, un pastor alemán que tenían mis abuelos desde hace algunos años. Antonio dijo que mejor lo dejábamos así, antes de que llegaran nuestros padres. Antes de salir me dio un beso y dijo que pronto sería el que quien me abriera mi culito, yo me sentí muy bien, sonrei y le di dos besos. Ellos salieron del cuarto y nosotras nos pusimos las pijamas y nos dormimos.
Al día siguiente todo estaba normal, hasta que mi mamá me preguntó que porque mis sábanas estaban mojadas, entre en pánico, pensé que se darían cuenta. Pero mi papá dijo: déjala amor, capaz tuvo una pesadilla y se orino, no pasa nada, está pequeña aún.
Si mi padre supiera que su pequeña niña ya había tenido dos vergas dentro de su vagina.
Eso es todo por el momento, luego les contaré cómo Antonio desvirgo mi culito. Además también como max el perro sinvergüenza me uso para saciar sus instintos animales. Les mando un beso a todos.
Wow que rico, tremenda infancia tuviste.
Espero más continuación de tus historias, me pajee rico con ellos
Gracias, me alegra que te haya gustado