Mi primera vez con una niña 3ra Parte
Continua la anecdota de mi relacion con mi sobrina, ahora de 9 años. Meli..
¡Al fin pude escribir la 3ra parte! Los siento por tardar tanto, espero sigan disfrutando de Meli.
Después de los sucesos de las anécdotas anteriores, yo ya estaba pervertido por mis deseos hacia Meli. Todos los días fantaseaba con ella y todos los días “jugábamos”. La verdad es que durante todo este tiempo jamás hice que tocara o chupara mi miembro, y lo mismo aplica con su vagina, nunca la había chupado o tocado directamente. Todo había sido con ropa interior de por medio. No se como aguante tanto tiempo, creo que es porque sabia que lo que hacíamos estaba mal, pero ya no aguantaba. Comencé a planear lo que haría, quería que Meli lo disfrutara. En un par de semanas sería el cumpleaños número 9 de Meli y le haríamos una fiesta. La temática sería ballet ya que Meli lo practica desde más chica. Ese sería el día en que al fin haremos el amor.
Llego el día de la fiesta, y Meli vestía un leotardo de tirantes rosa con faldita corta y debajo unas pantimedias blancas. En sus piesitos unas zapatillas de ballet rosas también. Era la niña mas hermosa de la fiesta, se veía muy linda con su traje. En la fiesta había muchas otras niñas, todas en leotardos y algunas sin faldita. Había una gran cantidad de niñas a las que se les notaba su rajita, entiendo porque había tantos padres en la fiesta. Pero yo solo tenía ojos para Meli, la más hermosa de la fiesta. Despues de algunas horas, la fiesta termino y mi prima me pidió que me trajera a Meli a la casa mientras ellas recogían el lugar. Meli se veía super cansada y estaba tan sudada de correr y jugar, se podía ver todo el sudor en su carita y cuello. La cargué y me dirigí al carro. Obviamente aproveche para tocarla un poco, cosa que a ella le gusta. En este punto a Meli le encantaba todo lo que le hiciera y me dejaba hacer lo que quisiera con ella, era su novio.
Yo: ¿Te divertiste?
Meli: Si, me gustó mucho.
Yo: ¿Y te cansaste mucho?
Meli: Si, tengo mucho sueño y estoy toda sudada.
Yo: ¿Entonces no vas a querer mi regalo de cumpleaños?
Al oír esto Meli agarro energías y pareció alegrarse mucho
Meli: ¡Si lo quiero! ¿Qué es? ¿Me lo das ya?
Yo: Esta en la casa, y es una sorpresa. Te lo doy cuando lleguemos.
Meli: Ándale, dime
Así continuo todo el camino hasta que llegamos a la casa. Al llegar, la cargue y la lleve a mi cuarto.
Yo: Aquí está mi regalo.
La agarré fuerte y la bese en la boca. Fue un beso tan apasionado, abríamos la boca y usábamos nuestras lenguas. Los besos de Meli habían mejorado bastante ya que lo hacíamos todos los días, ya no se sentían tan torpes. Obviamente estaba acariciando todo su cuerpo, sus pequeños pechos y sus pompis redonditas. Se podía ver sus pequeños pezones por el leotardo. Yo ya no podía más. Despues de estar un rato cachondeando, Meli dijo:
Meli: Me gusta mucho tu regalo, gracias novio.
Yo: Todavía no se acaba. Acuéstate en la cama.
Me puse arriba de ella, como en posición misionero y la admiré. Meli de 9 años, vestida como balerina de ballet, ahí acostada con las piernas abiertas. Hermosa se veía, pensaba como podía hacerle de todo sin quitarle su leotardo y sus medías, pero no se podía. Seria muy incomodo para ella y para mí. Le dije que se relajara, que le daría un pequeño masaje.
Comencé por quitarle sus zapatillas de ballet. Wow, sus pies estaban muy sudados y con un aura caliente, se podía ver en sus pantimedias. Agarré sus piesitos y empecé a acariciarlos. ¿Como puede ser que este tan excitado solo con los pies sudados de Meli? Comencé a besarlos y poco a poco a lamerlos. Sabían deliciosos. No quería parar, pero tenia que seguir con esto. Fui subiendo con mis manos por todo su cuerpo, la cargué y la puse de espaldas a mi entre mis piernas. Empecé a besarla en el cuello, seguía muy sudada, mientras bajaba los tirantes de su leotardo hasta descubrir sus pezonsitos. Finalmente, procedí a quitarle todo el leotardo. Ya solo faltaban las pantimedias. La volví a cargar (me encanta que al ser tan pequeña pueda moverla a mi antojo) y la volví a poner boca arriba sobre la cama. Procedí a quitarle sus pantimedias con las manos mientras pasaba mis labios sobre su cuerpo. No sé si sepan, pero con estos trajes no se usa ropa interior por lo que Meli estaba completamente desnuda frente a mí. Que hermosa es mi Meli. Durante todo este tiempo la cara de Meli era de placer, se notaba que le encantaba.
Abrí sus piernas, jamás había visto algo tan hermoso, nunca había visto su rajita de esta manera tan perfecta. Era chiquita, bonita, limpia y sin pelos. Se podía ver perfecto. Me quede hipnotizado por la vista. Acerqué mi cara para empezar a chupar, al acercarme sentí su olor y wow. Que olor tan fuerte tenia mi Meli, estaba tan sudada de haber jugado todo el día. Olía a sudor, fluidos y orines. Era un olor tan fuerte, delicioso y tan excitante que no aguante más y comencé a chuparla y restregar mi cara en su rajita. No podía creer lo que hacía, y a Meli parecía encantarle ya que se remolineaba y gemía de vez en cuando. Así duramos un buen rato, yo chupando como loco y Meli poniéndose tensa. Decidí que mientras estaba chupando introduciría un dedo por su vaginita. Al hacerlo Meli grito, pero no fue de dolor, fue de placer. Le pregunte que si estaba bien, ella asintió. Yo continue y poco a poco fui agregando mas dedos hasta llegar a tres. Meli estaba extasiada, gimiendo y tensando todo su cuerpecito.
Yo: ¿Te gusta novia?
Meli: Si, se siente muy bien novio.
Yo: ¿Quieres sentir mas?
Meli: Si, ¿qué tengo que hacer?
Yo: Tu no te preocupes, este es tu regalo.
Me quite el pantalón y el calzón, dejando ver mi pene erecto. Y en la posición en la que estaba comencé a rozar mi pene con su rajita. Era la primera vez que lo hacíamos sin ropa interior, y vaya diferencia. La sensación es muy diferente. Procedí a meterla con mucho cuidado, viendo la reacción de Meli. Era de disfrute hasta que llego cierto punto en que soltó un grito.
Yo: ¿Estas bien Meli?
Meli: Estoy bien, pero me duele.
Yo: ¿Quieres que pare?
Meli: No, este es tu regalo. Yo lo quiero.
Yo: Ya no falta mucho Meli, te va a encantar
Seguí metiendo mi miembro lentamente, en la cara de Meli se veía que le dolía, pero se lo aguantaba.
Yo: Listo Meli, ya está todo adentro. ¿Te duele? (La verdad es que no estaba todo adentro, llego un punto en el que ya no podía seguir, supongo que al ser tan pequeña su vagina es también pequeña)
Meli: Si, pero ya un poquito menos.
Yo: Voy a moverlo un poco.
Empecé a moverme lentamente, sin sacarlo. Solo moviéndolo dentro de ella. No puedo creer que sentir esta sensación sea considerada ilegal. Es hermosa, me encanta y es lo mejor que e sentido en mi vida. Estar dentro de mi Meli es una sensación inexplicable, es deliciosa, dulce, excitante, sin palabras. Después de un rato y al ver que la cara de Meli cambiaba a placer, decidí hacerle el amor. Comencé a tener sexo con Meli, mientras lo hacia la besaba en la boca como si fuéramos novios. Meli no podía concentrarse en darme besos por lo que solo tenia la boca abierta, gimiendo y de vez en cuando gritando. Le estaba encantando, y eso me hacía muy feliz.
Seguí haciéndoselo hasta que estuve a punto de venirme, y cambié de posición para descansar un poco. Me senté y viendo hacia mí, la puse arriba de mi pene. Esta vez entro más fácil y rápido. La agarré fuerte debajo de las axilas y comencé a moverla de arriba abajo. Pareciera que estuviera masturbarme con Meli, pero estábamos haciendo el delicioso amor. Cada que podía la besaba, aunque fuera algo incomodo por lo pequeña que es. Así seguimos por algunos minutos, se notaba que Meli ya no podía, estaba muy cansada. Así que me apuré a terminar, saqué mi pene de la vaginita de Meli y me vine. Termine en su abdomen, pero por lo cansada y extasiada que estaba Meli no se dio cuenta. Mi pene quedo manchado con sus fluidos y con un poco de sangre, supongo que de su vaginita. La cual rápidamente me limpie para que Meli no se asustara.
Yo: ¿Te gusto tu regalo?
Meli: Si, me encanto. Muchas gracias novio. Me dolió poquito.
Yo: Las siguientes veces ya no te dolerá
Meli: Yei! Te quiero mucho novio.
Y me abrazo con un amor tan hermoso. La abracé también, la limpié y le puse su pijama. Nos acostamos de cucharita, que placer poder dormir con mi niña de 9 años. Mientras nos dormíamos yo pensaba que era el mejor sexo que jamás había tenido. No se como regresare a disfrutar a su mama y tia.
Sigue así espero los próximos
buen relato! pude imaginarme a la pequeña Meli en esas escenas que describes
Excelente relato, no puedo esperar que va a suceder con Meli…
Meli que ricas pajas me has sacado
Ufff que buena experiencia tuviste
«Meli: Si, tengo mucho sueño y estoy toda sudada». Mmm así la agarras y que sude más a pura verga.
Asi quiero andar cogiendo mucho yo pero con un nene. Por favor, sigue!
Me encantaria ver aplaudir el culo bien cogido de tu sobrina y tu verga salir jugosa y brillosa de su vagina. Te la chuparía. Mejor si no regla y la lecheas. Todo un gustaso ❤🔥