Mi primera vez haciendo el amor con mi hija. (3)
Mi tercera entrega de esta hermosa aventura..
Mi primera aventura con mi niña hermosa en la ducha, estaba presente en mi mente desde ese día, sabía que era aterrador, que no debía pasar porque era mi bebecita, mi hermosa hija a quien adoraba con mi alma.
Pero desde el día que me vio desnudo en el baño del hotel y con lo que sentí ese día en la ducha, el deseo crecía como espuma por ella dentro de mí.
Nuestra relación siguió igual, como si nada hubiera pasado, solo que no me atrevía volver a bañarme con ella, el deseo que sentía era incontrolable y seguramente no soportaría estar a su lado sin que pasara nada, además mi esposa se daría cuenta, solo debía dejar que el tiempo pasara y volver a tener una nueva oportunidad.
Pensaba como podría ser el día que nuevamente mi niña hermosa estuviera en mis brazos y poder vivir otro momento igual nuevamente y tal vez llegar un poco más lejos esta vez. El pensarlo me dejaba en estado de intranquilidad y tristeza, porque deseaba tanto a mi hermosa niña, pero también sabía que todo lo que fuera hacer, podría hacerle daño profundamente, pero era difícil dejar de pensar en ella, en lo delicado que era su cuerpo, el sabor de su vaginita, lo que sentía cuando nuestros cuerpos se abrazaban, todo daba vueltas en mi cabeza, era como un tormento y sin poder saber qué estaba pensando mi hermosa niña, porque me daba miedo preguntarle.
Pensaba en que pasaría cuando nos viéramos solos otra vez, me atrevería a decirle que deseaba hacer el amor con ella, que deseaba que me regalara su más hermoso tesoro, su inocencia de niña que guardaba en su cuerpo y su alma, eran tantas cosas rondando en mi cabeza.
La fortuna estaba de mi lado nuevamente, mi esposa debía irse a quedar donde una hermana que se encontraba enferma, aunque era en la ciudad, ella prefirió quedarse el fin de semana donde su hermana y de paso se llevaba nuestra hija menor, yo me quedaría con la mayor, cuando me lo dijo, sentí como mi cuerpo se lleno de sensaciones fuertes y nervios, aunque pude disimular un poco, la verdad no se si ella se dío cuenta.
Esta bien no hay ningún problema, igual tu hermana te necesita mucho en estos momentos y si te llevas a una de las niñas, me ayudas un poco con su cuidado, solo que vamos a recogerlas en el carro el domingo en la tarde, para que no tengan problemas.
Ella salió el viernes por la noche para donde su hermana junto a mi hija menor y yo me quedé con mi niña hermosa.
La ansiedad se apoderó de mí esa noche, tuve intenciones de decirle que se acostara conmigo en la cama para que no durmiera solita en su cuarto, pero el miedo no me dejaba, pensaba que si ella me hacia caso, seguramente no podría controlarme y terminariamos haciendo el amor los dos esa noche, no puedo negar que la idea encendía la llama de mi deseo, pero a la vez el remordimiento se volvía apoderar de mí, así pase la noche, casi no dormí de pensar tantas cosas.
Me levanté a la mañana siguiente sin saber que hacer ese día, la ansiedad no me dejaba pensar claramente y el temor era inmenso, tenía la oportunidad que tanto había soñado y anhelado de estar todo un día a solas con mi niña hermosa.
Me aterraba pensar que ella estaba por cumplir los 13 añitos y yo con 34, pensaba en cómo reaccionaría cuando le pidiera que hicieramos el amor, porque aquella vez en la ducha solo había acariciado su delicado cuerpo y había entrado un poco la cabeza de mi pene en su vagina, muchas cosas pasaban por mi mente ese día.
Mi niña hermosa quiero que salgamos un rato y luego ir a comer helado para desaburrirnos un poco.
Papi debo hacer unas tareas que tengo pendientes, las hago y luego salimos.
Así fue, ella terminó sus tareas y luego salimos al parque, la pasamos bien toda la tarde, jugamos, comimos helado y luego fuimos a comer pizza de almuerzo, a mi niña hermosa le encantaba.
Regresamos al apartamento ya entrada la noche, le dije que terminara lo que tenía pendiente para luego poder ver tv.
Mi niña hermosa te gustaría que viéramos tv acostados en mi cama.
Papi y qué película quiere que veamos.
No se mi niña hermosa tu decides que quieres ver.
Me gustaría ver una película de dibujos animados papi.
No espere mucho y la coloque, eran como las 8 de la noche cuando empezamos a ver la película.
Mi niña hermosa te recomiendo que te coloques tu piyama, en caso que te duermas te puedo pasar de una vez a tu cama o si quieres puedes quedarte esta noche arrunchada conmigo en la camita y nos hacemos compañía.
Mientras ella iba a su cuarto yo me coloque mi pijama, no se porque no me coloque mis boxer.
Se puso su pijama, un camisón azul que le llegaba hasta sus rodillas, como era de tela delgada y suave resaltaba su pequeño cuerpo, al verla, mi cuerpo se erizo y empezaron los nervios a recorrerlo todo.
Acuestate aqui a mi lado mi niña hermosa para que no sientas frio.
Esta bien papi, pero estoy sintiendo un poco de miedo como la vez pasada.
Mi niña hermosa no te preocupes, es normal que sientas ese temor de acostarte a mi lado, cómo vamos a estar solitos toda la noche piensas que puede pasar lo mismo que pasó en la ducha el otro dia y algo mas como me dijiste.
Tu crees que sea por eso papi que siento nervios?
Si mi niña hermosa yo tambien estoy sintiendo muchos nervios desde esta mañana, porque pienso mucho en lo de la ducha y que vamos a esta solitos toda la noche, dime, tu no piensas ahora en eso
La verdad papi cuando me dijiste que me acostara contigo pensé que pasaría otra vez y por eso el miedo y los nervios.
Mi niña hermosa no te preocupes, si quieres no te acuestas a mi lado y mejor vas a tu cuarto sola a ver tv le dije en tono cariñoso sobando su cabeza, que dices?
Quiero que me respondas con la verdad mi niña hermosa, te gustaria que pasara otra vez lo de la ducha quiero saberlo.
Papi si quiero ver la peli contigo en la camita, pero no se si quiero que hagamos otra vez lo que pasó en la ducha.
No te preocupes ven y te metes debajo de las cobijas y nos arrunchamos para ver la peli.
Se acostó a mi lado y se arruncho a mi cuerpo, al sentir el contacto de su piel mi deseo se encendió, sentía fuerte mi respiración, fue como la chispa que encendía todo dentro de mi.
Todo en mi cuerpo cambio, era algo inexplicable, sentía que no podía controlar mis emociones y los recuerdos del paseo y la ducha llegaban a mi mente, algo dentro de mi deseaba que saliera corriendo, que evitara lo que podría pasar si seguía en la cama con mi niña hermosa.
Levantarme era una opción, pero como solo estaba con el pantalón de mi pijama sabía que se me notaba como estaba mi pene y se podría asustar mi niña, tal vez lo mejor era si ella se levantaba, así no pasaría nada.
Me levanté de la cama con la disculpa de traer algo para comer mientras veíamos la película, al levantarme la erección de mi pene se hizo notoria, estaba totalmente parado y se podía apreciar fácilmente, de todas formas seguí adelante, solo que mi niña hermosa se dio cuenta y se quedó mirándome, no quito su mirada de mi pene, no le di tiempo de preguntar nada y sali.
Me demore unos minutos para ver si me pasaba la erección, pero fue imposible, los nervios que sentía no lo permitían, pareciera mi primera vez.
Al entrar al cuarto, mi niña volvió la mirada hacia mi pene, al ver que seguía mirando, me acerque al lado de la cama donde ella estaba y le pase las golosinas y el fresco que le llevaba, mi pene sobresalía mucho sobre mi pantalón de la pijama, me di cuenta que ella recibió todo, pero seguia mirando mi pene, me acosté rápido en la cama y lleve las cobijas hasta mis piernas para que ella viera mi pene parado, pensaba, si mi niña se quedo es porque no siente miedo y le gusto verme asi.
Papi, dime porque tu pene se ve otra vez tan grande y duro, el no ha visto mi vagina para estar así.
En ese momento me volví a bloquear mentalmente, eran preguntas de una mujer madura y no de una inocente niña, mi respuesta debía estar en el mismo nivel para que ella no se sintiera que la estaba engañando, que complicado era todo en ese momento y con los deseos que inundaban todo mi cuerpo era un poco más complicado.
Mi niña hermosa, lo primero es que no tengo ropa interior y al no tenerla se nota mi erección mucho es por eso y lo segundo no puedo decirte mentiras ahora, cuando te acostaste a mi lado prendiste una chispa que me puso así como estoy, pero si no quieres verme asi en este momento me coloco mi ropa interior para que no se me note y trato de calmar mi deseo.
Papi y tu quieres hacer lo que me dices.
Que preguntas de mi hija, me sentía cada vez más acorralado, llegue a pensar que mi niña hermosa deseaba verme así, pero quería asegurarse que yo lo deseara también.
La verdad hija, quiero quedarme así a tu lado y ver la película porque me gusta sentirme bien a tu lado, pero si te sientes mal por verme así, me coloco mis boxer para que no te sientas incomoda que dices?
No me atreví a preguntarle si le gustaba verme así, porque si ella me decía que no, debía olvidarme de todo, olvidarme que podría volver a vivir otro momento igual con mi niña hermosa.
No te preocupes papi, podemos ver solamente la película así los dos.
Le dije que se arrunchara otra vez, porque al hacerlo ella quedaría viendo mi pene erecto y quería saber si tenía miedo de hacerlo o no, era la única forma de saberlo, ella aceptó y se arruncho a mi lado.
Se arruncho colocando una de sus manos sobre mis piernas por encima de las cobijas y colocó su carita sobre mi estómago quedaba justo viendo mi pene parado debajo de mi pantalón de la piyama, yo le coloqué una de mis manos en su rostro y la otra sobre sus brazos y la apreté un poco, quería que sintiera que estaba a su lado en ese momento sentí que me soltó un poco y quiso retirarse porque levantó su carita, empecé a dudar si ella estaba cómoda porque ella estaba sintiendo lo acelerado que estaba mi cuerpo y mis nervios.
Mi niña hermosa dime si estas cómoda así o quieres cambiar de posición, recuerda que quiero que estés tranquila y puedas ver la película y no pienses en nada más.
No te preocupes papi, me siento cómoda así, solo que me moví para acomodar mejor mi cara es todo.
En ese momento me volvió el alma al cuerpo, mi niña hermosa no estaba incomoda, le gustaba sentir mi cuerpo como estaba y tampoco le incomodaba ver mi pene erecto frente a ella, no podía controlar mi erección por el contrario, sentía que estaba ahora más erecto, pero no puedo negar que respiraba tranquilidad, porque sabía que se podía repetir lo que había pasado en la ducha y depronto esta vez mi hermosa niña me permitiera hacerle el amor.
Seguimos viendo la película, pero yo de vez en cuando con mi mano acomodaba mi pene, pero siempre lo hacía por encima del pantalón, no me atrevía a hacerlo por dentro, porque si ella lo veía de pronto se levantaba, prefería estar así con ella que solo, ella ahora se había acomodado su cabeza sobre mi pecho y una de sus manos estaba al lado de mi pene.
La verdad no veía mucho la película, porque me distraía viendo como estaba recostada sobre mi pecho y pensaba que la tenía tan cerca, pero el temor que embargaba mi cuerpo me impedía tan siquiera insinuarle algo, lo único era que había empezado a acariciar su rostro y su brazo suavemente, como queriendo despertar el deseo que sabía estaba dentro de ella.
Se me ocurrió arriesgarme a dejar caer un poco mi mano y acariciar su estomaguito por encima de su camisón, cuando sintió mi mano se contrajo un poco, sentí cuando lo hizo, pero yo me hice el loco y seguí así, luego deje de acariciar su rostro y empecé a acariciar suavemente su mentón y baje hasta su cuello y mis dedos entraron un poco por su camisón pero no seguí, pare inmediatamente porque sentí otra vez que ella se movía, en ese momento sentí un impulso que me decía que me acomodará mi pene otra vez, pero que lo hiciera por debajo del pantalón de tal forma que ella lo viera, así lo hice, metí la mano por debajo del pantalón y tome mi pene con mi mano y levanté mi pantalón, en ese momento deje al descubierto mi pene por un momento fuera de mi pantalón y lo solté, me quede estático por un momento, quería saber que reacción tendría mi niña hermosa, si ella seguía ahí, era la confirmación que ella deseaba volver a experimentar lo de la ducha y de pronto sería nuestra primera noche y nuestra primera vez, eso pensé en ese momento.
Decidí hablarle en ese momento, pensaba que lo único que me podría decir era que le molestaba y ya, en cambio si me lo permitía ella podría querer tocarlo un poco o jugar con él.
Mi niña hermosa, te molesta que baje mi pantalón para que mi pene quede así por fuera es que me incomoda un poco con el pantalón porque esta muy grande y así descansa un poco, le dije acariciando su rostro.
Papi si te molesta, dejalo así y no te preocupes porque no me incomoda si se queda así.
Sí era un logro, ella quería ver y sentir mi pene, estaba seguro de eso, de lo contrario me hubiera dicho que no lo sacará.
Seguimos así hasta terminar la película, pero de vez en cuando yo acariciaba mi pene con mi mano, tocaba la cabeza que estaba bien lubricada para que ella se diera cuenta y luego bajaba mi mano como si me estuviera masturbando, solo deseaba despertar deseo en ella, lo único fue que ella en todo ese rato no lo toco.
Terminó la película y le dije que si quería irse a su cama o deseaba seguir conmigo viendo tv hasta que se durmiera y que yo la pasaría a su cama.
Ella me respondió que viéramos tv otro ratico y luego se iría a dormir.
Tenía una incógnita grande, no entendía como ella no lo había tocado y tampoco me decía nada.
No quise volver a subir mi pantalón y tampoco cubrirme con las cobijas deseaba que ella siguiera viéndolo, fue cuando me dijo:
Papí, tu pene se ve grande y duro todavía, no se quiere poner pequeño como en la ducha.
Pensé que era el momento para tratar de convencerla un poco y se me ocurrió decirle, mi niña hermosa ya sabes que debe pasar para que el se calme un poco y no esté así de grande y duro.
Si papi yo se y se tapó hasta su cuello con las cobijas y se acostó boca arriba, no se si era un mensaje, yo hice lo mismo y me tape hasta el cuello con las cobijas.
Entonces tomé una de sus manos y la lleve a su estómago, ella no se opuso y me dejó hacerlo luego hice que ella misma se diera masajes en su estómago por encima de su camisón, no quería subirlo, si me dice que no que hago, pensé en ese momento.
Lo intente, subí su camisón hasta la parte de su estómago, ella se movió al sentir el contacto de nuestra piel, no dijo nada, pensé que podía continuar, que era como un sí de parte de ella, que deseaba que lo hiciera, lleve otra vez su mano hasta su estómago, sentí el calor de su piel y su respiración se estaba acelerando, era la señal, ella quería vivir la experiencia nuevamente, solo que no quería decírmelo, me dejaba la iniciativa a mí.
Suavemente tome su otra mano e hice que masajeara su estómago con sus dos manos, en ese momento deseé tanto que sus manos estuviera tocando mi pene, encendía tanto mi deseo mi niña hermosa que era imposible controlarme, pero no me arriesgaba, me daba miedo que ella no quisiera, por eso debía tener un poco de paciencia y esperar que las cosas se fueran dando poco a poco, no debía olvidar que teníamos toda la noche para los dos.
Tome una de sus manos e hice que rozara su pubis por encima de su pantis, sentir el calor su pubis era genial, ella se dejaba llevar sin decir nada, todo lo hacía en silencio, luego baje su mano hasta su vaginita para que se tocará por encima de su pantis, senti en ese momento la humedad de su vaginita, ella reaccionó cerrando sus piernitas pero sin sacar nuestras manos, sentí que moría en ese momento, el calor de su vaginita se sentía totalmente, sabía que ella estaba excitada.
Tome una de sus manos e hice que la entrara por su panty, sentir el contacto de la piel y como me rozaban sus pequeños vellos púbicos fue fantástico, un impulso que me llevaba a vivir nuevamente la experiencia de la ducha y lograr que mi niña hermosa me entregará la virginidad de su vaginita, lleve su mano hasta su pubis, pero rozando su piel, sentir como palpitaba su piel al contacto con la mía me estremecía, con su mano masajeaba su pubis, el deseo que había despertado en mí al sentir su piel y sus vellos es inexplicable, su cuerpo estaba ardiendo de placer, sentía que su respiración era más fuerte, se estaba excitando, solo que no decía nada, igual yo, estábamos en silencio, solo con el ruido del televisor encendido.
No quería soltar su mano, quería llevarla y ella se dejaba, tome su mano por encima e hice que bajara sus dedos hasta su vaginita para que empezara a acariciarla, al contacto de mi piel con su vagina cerró sus piernas y nuestras manos quedaron en medio de sus piernas sintiendo todo su calor, sentí que estaba bien mojadita, mi niña hermosa estaba excitada y se preparaba para vivir una noche llena de erotismo y porque no, nuestra primera noche de amor.
Hice que abriera sus piernas un poco y empezo a tocar su vaginita por encima sin entrar sus dedos, deslizaba sus dedos en medio de los labios de su vaginita, no soltaba su mano, quería experimentar todo lo que ella sentía en ese momento, así lo hizo una y otra vez.
Pensé que era el momento para acercar mi cuerpo a ella, al hacer contacto la piel de sus delgadas y bellas piernas con las mías empecé a rozarlas para encender un poco más su deseo, ella no quitaba sus piernas, se quedaba quieta, disimulando que veíamos la tv.
Me di media vuelta para quedar de medio lado y mi pene rozó la parte de su muslo, como estaba húmedo la cabeza de mi pene resbalo un poco y ella subió un poco su pierna, me asuste, pense que le había molestado, siguió haciendo contacto la cabeza de mi pene por debajo de su muslo, tome sus manos e hice que bajara sus pantis con sus manos, lo hacía pausadamente, pero en ningún momento me detuvo, estaba seguro que ella deseaba que repitiera lo de la ducha, que estaba deseosa que pasará nuevamente, solo que esta vez deseaba robarle la virginidad de todo su cuerpo.
Me acerque más a su cuerpo dejando que mi pene quedara por encima de su pierna rozando con la cabeza de mi pene que estaba mojada, deseaba tanto que ella lo acariciara pero aguantaba los deseos, sentía su respiración fuerte y cuando sus pantis ya estaban en sus pies, le ayude con mis pies a quitarlos, al momento de subir un poco mi pierna para poder quitar sus pantis, mi pene rozo sus caderitas, aproveche para acercarla mas, quería que sintiera mi cuerpo caliente y mi respiración.
Separe suavemente con su mano sus piernas, mis manos solas no habían tocado su bello cuerpo, solo la rozaba suavemente.
Hice que sus dedos penetraran suavemente su vaginita, ella se sobresaltó y quitó su mano, no sabia que hacer, en ese momento eran solo caricias, no hablábamos solo se escuchaba la tv, entonces tomé una decisión.
Mi hermosa niña, recuerdas que te dije que tu eras la única mujer que podía hacer feliz a mi pene y que él siempre te estaría esperando a tí y tu vaginita para hacerlas sentir todas esas cosas bonitas que sintieron el otro día en la ducha si tu querías y este momento deseo que lo puedas disfrutar, jugar con él como quieras y que al final el te demuestre la felicidad entregandote todo su semen que guarda para demostrarte lo feliz que lo haces.
Papí, es que me da mucho miedo que tu lo entres en mi vaginita, porque tu pene es grande, duro y me va ha doler mucho, también leí, que hacer estas cosas con el papa es un pecado y aún soy muy niña para hacerlo.
Nuevamente con sus respuestas y preguntas, me dejaba sin palabras, sin saber que responder en el momento.
Se que lo que me dices es verdad mi niña hermosa, pero yo no te he dicho que voy a entrar mi pene en tu vaginita, si lo deseo con todo el alma, porque nunca hice el amor con una mujer virgen y hermosa como tu y quisiera hacerlo ahora, pero dime quieres volver a sentir otra vez lo de que sentiste en la ducha el otro día y poder tocar mi pene otra vez.
No se papi, me da mucho miedo, no quiero cometer un pecado y no soy una mujer, soy una niña.
Pero dime, te ha gustado como has acariciado tu vaginita y ver mi pene erecto hoy todo el tiempo.
Papi, si me ha gustado lo que siento, se siente rico, pero de ver tan grande tu pene y duro eso me asusta, porque me puede doler mucho porque soy una niña.
Con lo que ella me decía entendía que si quería que mi pene entrara en su vaginita, ella deseaba darme su más valioso tesoro, la inocencia de su cuerpo, pero no se atrevía a decírmelo porque no quería cometer un pecado.
Mi niña hermosa, quiero que me digas solamente la verdad, es importante para mí en este momento, tu quieres que mi pene pueda entrar en tu vaginita y deje su semen dentro de ella, porque si es eso lo que quieres yo te digo como hacer para que no sientas mucho dolor, solo sentirás un poquito nomás.
Papi, es que no quiero cometer un pecado y soy muy niña para hacerlo.
Eso quiere decir que si deseas que mi pene entre a tu vaginita y deje su semen dentro, verdad mi niña hermosa, lo deseas hacer, pero te da miedo por el pecado y porque eres una niña.
Si papi, es eso.
No lo podía creer, había despertado tanto placer en mi niña hermosa que ella deseaba hacer el amor conmigo, lo había logrado, la inocencia de su cuerpo me lo entregaría.
Mi niña hermosa, quiero que otra vez me digas la verdad, necesito saberla, dime porque quieres que mi pene entre en tu vaginita ahora.
No se papi, solo quiero saber que se siente cuando entres tu pene, el otro día en la ducha me gusto sentirlo en mi vaginita, sentí cosas raras en mi cuerpo, como cosquillas en mi estómago, además tu me dijiste que nunca estuviste con una mujer virgen y quiero ser tu primera vez.
Que alegría escucharlo, mi niña deseaba hacerlo, no le importaba si cometía pecado, solo quería saber que sentía y complacerme.
Me hace feliz escuchar lo que me dices, no sabes cuanto, siempre desee poder saber lo que se siente cuando se hace el amor con una mujer virgen como tu, perdón con una niña virgen como tú, yo seré el primer hombre en tu vida porque me vas a entregar el tesoro mas hermoso que tienes, la inocencia de tu cuerpo y tu serás la primera y única mujer virgen con quien estaré.
Papi, porque me dices que te voy a entregar mi tesoro más preciado que es la inocencia de mi cuerpo y no te importa que sea tan niña.
Era aterrador, sus respuestas y preguntas, era como un golpe fulminante, siempre me dejaba sin palabras, sin argumentos para responder al momento.
Cuando digo tu tesoro mas preciado, es porque es tu tesoro mas preciado, es lo que un hombre busca en una mujer, que sea virgen, que no haya hecho el amor con otro hombre, siempre quiere robar la virginidad para poder disfrutarla.
Y no te importa que sea muy niña para ti?
No mi niña hermosa, por el contrario es lo que más deseo, porque todo tu cuerpo es puro y ningún hombre lo ha tocado como yo.
Me di media vuelta otra vez y le dije que hiciera lo mismo, quedamos frente a frente, la abrace y la estreche en mi cuerpo, mi pene quedó atrapado en medio de los dos, ella lo sintió, porque trato de zafarse, aproveche y la tome de la colita y la espalda para estrecharla más hacia mí, ella me abrazo también, estaba dispuesta a vivir este momento plenamente, ella quería entregarse a mí por completo, no le importaba si aún era muy niña y pecaba, solo deseaba sentir placer en todo su cuerpo, mi pene quedó en medio de sus piernas tocando su vaginita por encima, fue la chispa, sentía toda su humedad y el calor que de ella emanaba, por fin los dos solos y con toda la noche para poder disfrutarla.
La solté y quedó boca arriba y yo de medio lado, lleve mis manos hasta su rostro y lo acaricie, no quería que pasara todo rápido, deseaba que fuera especial, inolvidable para ella y para mi.
Baje mi mano y con mis dedos toqué sus labios, hice que abriera un poco su boca e introduje mis dedos suavemente, las caricias encienden nuestro placer y veía como ella se movía en esa cama, estábamos desarropados, pero ella aun tenía su camisón, yo mi camisa y mi pantalón de la pijama hasta mis muslos.
Baje mi manos hasta donde llega su camisón y empecé a subirlo suavemente para quitarselo, ella levanto un poco su cuerpo para ayudarme a que fuera más fácil, no decía nada, sus ojos estaban cerrados en ese momento, no le dije nada, si ella quería estar así, lo respetaría, cuando termine de quitar su camisón, pude apreciar nuevamente su hermoso cuerpo sobre mi cama, era tan hermosa mi niña, verla estremecía todo en mi, revolcaba todas mis entrañas, el deseo por hacerla mía crecía como espuma, era un momento mágico para los dos.
Me termine de quitar el pantalón y mi camisa, los dos estábamos desnudos, como aquella vez en la duchao para que nuestros cuerpos se fundieran en uno solo por la eternidad.
Lleve mi mano hasta sus pequeños senos, eran tan pequeños, empezaban a florecer como el capullo de una rosa, se perdían en mi mano, cuando sintió mis caricias levantó un poco su cuerpo, no quise preguntar que pasaba solo quería seguir, los acaricie y luego los bese suavemente, sentirlos en mi boca disparaba todo dentro de mí, no sabía si podría aguantar más tiempo, sentía que estallaba.
Baje mi manos hasta su pubis, me gustaba sentir sus pequeños vellos, lo acaricie y apreté suavemente, vi como cerró sus piernas, era mucho placer para ella, pensé, es lo que ella desea en este momento y yo la voy a complacer hasta el final.
Por fin mi mano llego a su vaginita, separe sus piernas y pase mis dedos por encima de su vaginita, estaba totalmente mojada, sentía salir sus ricos juguitos, no soporto y cerró otra vez sus piernas, mi mano quedó prisionera en medio de sus piernas, no quise abrir sus piernas nuevamente, empecé acariciar muy suave su vaginita con mis dedos, sentir el calor que de ella emanaba, lo mojadita que estaba con sus juguitos, la sensación que producía el roce con sus vellitos y ver como intentaba cruzar sus piernas me enloqueció más, pensaba que ya estaba lista para recibirme, pero quería despertar más deseo en ella, quería escucharla diciendo, papi hazme el amor ya, quiero sentir como entra tu pene en mi vagina.
No tocaba mi pene, no se atrevía, igual yo no la quería obligar, deseaba que ella voluntariamente lo acariciara.
Me levanté y me coloque encima de ella con mis piernas abiertas, deseaba acariciarla con mis dos manos, en ese momento ella abrió sus ojos, me quedé mirándola, pero ella miraba mi pene y luego me vio a los ojos, quise decir algo, pero preferí callar, era nuestro momento, las caricias eran suficiente, nuestros cuerpos hablaban por sí mismos, era lo mágico del momento y no quería arruinarlo, no cerró sus ojos, solo desvió la mirada para un lado, yo abrí un poco sus piernas y deslice mi lengua suavemente en medio de su vaginita, mientras mis manos acariciaban sus senos suavemente y las bajaba recorriendo todo su cuerpo hasta llegar a sus muslos y los masajeaba buscando despertar más placer en ella, era algo increíble, no había forma de expresar lo que sentía, su vaginita estaba mojadita y vertía de ella todos sus jugos, los probe y devore por completo, sentía que al entrar mi lengua en su vaginita y por las caricias en su cuerpo, cerraba su vaginita tratando de atraparla en ella, qué locura total vivía en ese momento y yo se que ella también, porque soltaba suspiros, pequeños quejidos y movía su cuerpo.
Besaba su vaginita, me encantaba el aroma de ella, al rozar sus vellitos encendían mi pasión y deseo por ella, le entraba mi lengua y ella apretaba mas sus piernas, de pronto sentí que sus manos tocaban mi cabeza, empezó a acariciarla, no me levante, me estaba diciendo que se sentía bien, que siguiera haciéndolo y eso hice, seguí acariciando su vaginita y comiendo todos sus juguitos que vertían de ella, era una locura mi boca devoraba toda su delicios vaginita, era toda para mi solo.
Me coloque otra vez de medio lado y le dije que hiciera lo mismo, nos quedamos mirando, la oscuridad no era total por la luz del televisor encendido, el único testigo de lo que pasaba en ese momento, la estreche contra mi cuerpo y una de mis piernas quedó en medio de la de ellas, la tome de su colita y la acerque mas y la cabeza de mi pene quedo en medio de su vaginita y lo presione un poco.
Se siente muy duro y grande, me da miedo, duele papi.
No te preocupes mi niña hermosa, tu vaginita ya esta preparada para que mi pene pueda entrar dentro de ella y deje todo su semen dentro de ella.
Papi cómo sabes que mi vagina ya está lista para recibir tu pene y tu semen quiero saberlo.
Es normal que no lo supieras, es tu primera vez, lo que pasa es que ya esta bien mojadita tu vaginita y salen tus juguitos de ella por eso te sientes mojadita y mi pene ya esta listo para entrar en ella porque esta bien erecto y lubricada su cabecita.
Papi osea que cuando mi vaginita este así tu puedes entrar tu pene y no me va ha doler como dices y puedo sentir tu pene como tu lo hiciste con mi vaginita.
Qué más quisiera que mi niña hermosa lo acariciara con su boca, pero no era el momento.
Mi niña hermosa por ahora solo tócalo con tu mano para que sientas lo duro y mojadito que esta.
Ella bajó su mano y tocó su cabeza como la primera vez, luego lo agarró con su mano y exclamó: Papi que duro que esta, seguro que no me va a doler mucho cuando lo entres a mi vaginita.
No mi niña hermosa, estés tranquila te dolerá muy poquito.
Abrí un poco sus piernas y me subí sobre ella, mis rodillas quedaron en medio de sus rodillitas y mis manos a cada lado de su cuerpo, no podía estar sobre ella por mi peso sabìa que no lo soportaría, sentía que estaba lista, que podía entrar por primera vez en ella, tome con mis manos su colita y la levante un poco y sus piernas se abrieron un poco mas, me incline para poder apreciar lo hermosa que era su vaginita, era la primera vez que la veía así, aunque la luz era tenue, podía apreciar toda su belleza y lo lindo que se veían sus vellitos alrededor de ella, era tan pequeña su vaginita, se veía tan frágil, pero al verla plenamente un deseo loco se apoderó de mí en ese momento, la mire a sus ojos, los tenía abiertos.
Mi niña hermosa, me haces el hombre más feliz de la tierra y quiero que tú también lo seas, vas a sentir mucho placer cuando sientas entrar mi pene en tu hermosa y virgen vaginita y yo mucho mas por robar tu virginidad, le dije sin soltar su colita.
Papi tengo mucho miedo, pero siento tantas cosas ricas en mi cuerpo pero no se porque.
Mi niña hermosa, se te escucha tan lindo, es tu inocencia, sientes todo eso en tu cuerpo porque yo lo he despertado en ti, tienes deseos de probar mi pene por tu vaginita, quieres que te haga mujer y ser mía para siempre, le dije soltando su colita.
Papi, cuando entre tu pene en mi vagina yo seré una mujer como mi mama y dejaré de ser una niña como mi hermanita y porque dices que seré tuya para siempre.
No podía creerlo, estaba a punto de penetrar mi niña hermosa y yo buscando conversación en ese momento, era de no creer, pero debía responderle para que estuviera tranquila, si no lo hacía ella no descansaría hasta saberlo.
Mi niña hermosa, serás una mujer porque vamos hacer el amor, pero seguirás siendo una niña como tu hermanita porque tu mente aún lo es y digo que serás mía para siempre, porque deseo que así sea siempre, porque siempre desearé hacer el amor contigo, pero sé que no podrá ser, porque eres mi hija y un día ya no podremos hacerlo más porque tu no vas ha querer y porque tu mami se puede enterar.
Papi si yo quiero lo volveríamos hacer otra vez aunque sea tu hija dime?
Si mi niña hermosa, le dije recostandome sobre su cuerpo y colocando mi pene en la puerta de su rica vaginita y suavemente empece a rozarla desde su pubis hasta su colita, ella se estremeció y trató de cerrar sus piernas pero no podía hacerlo, sentí como se contraía su vaginita, abrí mas sus piernas y empecé a penetrarla hasta que entro la cabeza de mi pene.
Papi tengo miedo de que me duela mucho.
Tranquila mi niña hermosa, no sentirás tanto dolor vas a sentir mas placer cuando entre todo mi pene en tu vaginita.
Me incline un poco y besé sus pequeños senos y los comía todos porque entraban completamente en mi boca, pero mi cuerpo lo sostenía con mis brazos, los mordía suavemente mientras mi pene seguía penetrando su pequeña y deliciosa vagina, sentía que estallaría antes que entrara todo, pero me aguantaba no se como.
Más pasito papi, duele un poco.
Pero no sabía si era por morder un poco sus senos o por que sentía mi pene entrar en su vaginita, la verdad yo deseaba comerme sus senos y penetrarla toda para seguir sintiendo esa sensación tan maravillosa al entrar mi pene en su vaginita que estaba bien mojadita y sentir lo apretadito que entraba mi pene me enloquecía más.
Ya había entrado la mitad de mi pene dentro de su vaginita, su virginidad era mía, mis manos sostenían mi cuerpo para no estar sobre ella y podía ver como entraba mi pene en su vaginita, por momento miraba su cara y sus ojos estaban abiertos mirándome y en su cara gestos de pasión, veía como apretaba los labios de su boca, igual que contraia su vagina al sentir mi pene entrar.
Mi niña hermosa me hace feliz, no sabes lo que estoy sintiendo, es maravilloso lo que se siente cuando mi pene entra en tu deliciosa vaginita, me estas enloqueciendo de placer y quiero que lo hagas por siempre, eres maravillosa en la cama mi niña hermosa.
Papi, me duele mucho mi vagina, cuando entras tu pene.
Esta bien mi niña hermosa, si quieres no sigo entrando mi pene en tu vaginita mas para que no sientas dolor, porque aún falta por entrar la mitad de mi pene, dime quieres que pare ya.
Papi, no se, no quiero que me duela mas cuando entres todo tu pene me da mucho miedo.
Mi niña hermosa te va a doler menos porque tu vaginita se va abriendo más para que no te duela, pero dime quieres que me detenga.
Quiero que sigas porque me gusta lo que siento papi pero lo haces pasito para que no me duela.
Me incline sobre su cuerpo, mis piernas estaban en medio de las suyas, le dije que subiera un poco sus piernas hasta tocar mi espalda, dejé que mi cuerpo descansará sobre ella, deseaba sentir mi cuerpo sobre el suyo, con mis codos me sostenía para no dejar todo el peso sobre su cuerpo, con mis manos tomé su cara y empecé a besarla suavemente, escuchaba sus quejidos, eran suaves, pero se quejaba, mientras nuestras bocas se perdían en solo beso, pensé que podía entrar todo mi pene en su vagina, solo debía empujarlo un poco más y estaría todo adentro, moví mi cola y lo saque para poder entrarlo todo de una vez.
Papi porque sacaste tu pene, quiero que lo dejes dentro.
Lo que me acaba de decir mi niña hermosa era la muerte para mí, no podía creer lo que ella acaba de decir, solo deseaba que mi pene entrará en su vaginita, ya no le importaba el dolor, estaba llena de deseo por que entrará todo en ella y era la oportunidad para comprobar lo que ella realmente deseaba.
Mi niña hermosa, lo saque porque sentí que te estabas quejando y no quiero que tengas dolor, prefiero aguantarme las ganas y no hacerte daño porque te amo mucho.
Papi yo quiero seguir sintiendo esto tan rico, quiero que entres todo tu pene en mi vagina y me beso.
Coloque mi pene hasta sentir que tocaba su vaginita y empece a empujar hacia adentro muy suave, seguía besando su boca no quería parar la sensación era igual que cuando mi pene entraba en su vaginita, pase mis brazos por detrás de su cabeza y su espalda apretandola contra mi cuerpo, sentía tan fuerte su respiración y sus senos contra mi pecho, mi lengua entró en su boca y su pequeña boquita quedó dentro de la mía, deseaba devorarla toda, mordía sus labios suavemente, sentí algo tan delicioso que empuje fuerte mi pene y entro todo en su vaginita, mi niña me abrazo fuerte y dio un grito de dolor.
Papi me dolió mucho, es muy grande tu pene pero me siento bien.
Mi niña hermosa quieres que lo saque y que no lo entre más, le murmure al oído.
Papi no lo saques, me gusto, me duele, pero me gusta lo que siento.
Después de escuchar lo que me decía, empecé a entrarlo y sacarlo suavemente, no quería lastimar a mi niña, sentir su cuerpo, lo pequeño de sus senos en mi pecho y como su vaginita aprisionaba mi pene me llevaba al límite, sentía que ya no podía aguantar más.
Dime mi niña hermosa, te gusta que lo saque y lo entré así, dime quiero saberlo.
Siiiii papi, me gusta, duele pero se siente ricoooo.
Cuando mi semen entre a tu vaginita ya no te dolerá mas, porque mi semen lubricara tu vaginita y mi pene entrará más suave y te gustará más.
Papi como entra tu semen entra en mi vagina?
Mi niña hermosa que preguntas que me haces, despiertas mas placer cuando lo haces.
El semen sale de mi pene cuando la excitación que le produce tu vagina llega al límite y no puede aguantar más, entonces sale todo y llena tu vaginita, es la forma en que mi pene te dice lo mucho que te desea.
Al sentir que me venía dentro de ella, la bese desesperadamente apretandola contra mi cuerpo y empuje fuerte mi pene en su vaginita y estalle dentro de ella dejando caer todo mi cuerpo sobre el de ella, estábamos sudando del placer que mágico era todo, sentía sus manos abrazándome fuerte contra ella, sus uñas casi rasgando mi espalda y un pequeño grito de dolor de ella, una locura ese momento.
Papi ricooo, sigue así me gusta lo que siento.
Me vine dentro de mi niña hermosa, mi semen lleno su bella vaginita, la abrazaba fuerte y no deje de besar su boca, fue lo máximo besar su tierna boca y entrar mi lengua,ella igual respondía a mis besos mientras su vaginita se llenaba de mi semen, era magico todo.
Seguía entrando y sacando mi pene de su vaginita, ella apretando más mi cuerpo y nuestros labios aún unidos en un solo beso, me besaba con locura mi hermosa niña, toda una fantasía el placer que en ella despertaba esa noche.
Mi hermosa niña me has demostrado que eres una gran amante, despertaste todo el placer oculto dentro de mí y me diste tu hermoso tesoro, serás mía por siempre.
Papi qué palabras tan bonitas que me dices, me hace feliz que despierto todo eso en tí.
Me di la vuelta quedando ella sobre mi cuerpo y mirándola a los ojos le dije: Te gusto mi niña hermosa, quiero saberlo.
Si papi, me duele un poco mi vagina y me siento mojada, pero me gusto lo que hiciste.
No podía creer la fortuna que tenía, a mi niña hermosa le había gustado hacer el amor conmigo, no me recriminaba nada, me decía que le había gustado lo que hicimos.
Mi niña hermosa, me haces el hombre más feliz de la tierra, no sabes cuanto te amo, te has metido en mi corazón y nadie te sacará de él, me has dado tu virginidad y tu vaginita ha probado por primera vez mi pene y mi semen.
Se tocó y se dio cuenta que había sangre en su mano, Papi porque veía sangre salir de mi vaginita.
Hija es porque perdiste tu virginidad, pero no te preocupes y también porque mi semen sale de tu vaginita el no se queda ahí dentro, espera y te limpio.
La limpie suavemente con pañitos y luego la abrace contra mi pecho y ella se recostó, la bese en su cabecita diciéndole cuánto la amaba.
Papi sentí algo muy rico que no se como explicarlo y también te quiero mucho.
Así terminó esa hermosa noche y amanecimos los dos en mi cama desnudos, como dos amantes.
Que rico relato, la verdad muy cachondo. POr favor sigue contando como siguieron cogiendo
Esto se llama hacer el incesto y llevaste con mucho cuidado a tu hija para no lastimarla y la desvirgaste ya es tuya esa conchita para cuando quieras meter otra vez tu verga ya después te comeras ese culo de tu hija sigue contando amigo
Muy bien relatado , me gustaria poder conversar
Sobre que tema.
Que rico relato, me excite mucho hasta me duele mi verga de tan dura que está…
Hola , exelente relato yo lo hice igual con mi hija de doce ella era muy sexi y me gustó y a ella igual cuando cogimos la primera vez termina el relato de tu otra hija por favor y si puedes e visto a .i correo
Muy rico y erótico relato
Delicioso relato , fuiste muy tierno con ella , te la vas a coger toda la vida , esta enamorada ahora!!