Mi primera vez – Parte 2 – El despertar
Continuación de mi historia real acerca de mi despertar sexual y todo lo que pasó hasta que tuve mi primer relación sexual..
Continuación de la primera parte (La curiosidad)
El despertar
Los días avanzaban y yo continuaba con mis sesiones de autosatisfacción, tratando de disfrutar lo más que podía y aunque ya no sentía miedo ni remordimiento, preferí no contárselo a nadie; estuve tentada a platicarle algo a mi tía Laura, pero al final no me atreví; creo que por pensar que aún era muy chica para estar haciendo esas cosas. Un día, justamente mi tía Laura y mi tío Marco fueron a mi casa a dejarle un encargo a mi mamá; era un sábado por la mañana y aunque no era muy temprano, aún estaba con mi pijama que es una camiseta muy ligera y un mini short ajustado a mi cuerpo. Bajé a saludarlos y cuando sentí el abrazo de mi tío algo dentro de mí se movió… sus abrazos siempre han sido apretaditos, muy sentidos y llenos de cariño; pero esa ocasión en particular lo sentí distinto. Creo que el llevar ropa tan ligera y sentir más de cerca el cuerpo de mi tío hizo que mi cuerpo empezara a sentirse inquieto nuevamente; pero en esta ocasión, sí con un alto sentimiento de culpa porque me di cuenta que me sentí así después de abrazar a mi tío.
Recibí miles de abrazos de él antes, pero justo ese abrazo me cambió la perspectiva completamente. El sentir mi cuerpo en sus brazos y sentir cómo nuestros pechos se apretaron entre sí, me estremeció. Y es que mi tío, sin ser el hombre más guapo del mundo, sí tiene lo suyo… es un hombre maduro que en aquel momento estaba en el final de sus treintas; muy alto, moreno y de cuerpo delgado pero marcado. Siempre le ha gustado cuidarse y mantenerse en buena forma… me encantan sus brazos con músculos marcados y su pecho fuerte; sus manos son grandes y muy expresivas. Cabello oscuro ondulado y unos ojos también oscuros con una mirada apacible. Otro detalle que siempre me ha gustado de él es que siempre huele rico; usa lociones que huelen delicioso y siempre me ha encantado quedarme con un poco de su aroma con cada abrazo que me da.
Aquella ocasión, después de aquel abrazo magnético no pude evitar mirar a mi tío de otra forma; no podía controlarme… mientras ellos y mi mamá platicaban, yo estaba en medio de una lucha de sensaciones y sentimientos que varias veces me descubrí embobada observando a mi tío. En un momento él volteó y me miró y en el momento que nuestras miradas se cruzaron la pena me invadió y bajé la mirada… me sentía avergonzada. Cuando levanté la cara y mis ojos lo buscaron nuevamente, ahí estaba, aun mirándome y esbozando una sonrisa que nunca me había regalado… era diferente, con ciertos aires de picardía, de juego y de complicidad. Eso lo entendí después de darme cuenta que estaba mirando mis largas y torneadas piernas que se dejaban ver gracias al pequeño short que uso como pijama.
De inmediato el calor dentro de mí se desató… sentí como de un momento a otro la temperatura de mi cuerpo subió y con el simple hecho de sentir la mirada penetrante de mi tío en mi cuerpo hizo que mi intimidad empezara a mojarse. En algún momento me asusté, pensando que sería notorio lo que me estaba pasando… mi madre y mi tía no se percataron, pero mi tío de inmediato lo notó y ahora su mirada estaba fija en mi pecho. Yo, disimuladamente bajé la mirada y me di cuenta que mis pezones estaban super duros y se notaban sin dificultad bajo la delgada tela de la pijama… de inmediato se me subió el color y me aterré. No supe cómo, pero logré salir de aquel transe y pude levantarme del sillón y solo atiné a decir: _ Voy a cambiarme, en un momento bajo_
Corrí a mi habitación; cerré la puerta y me tumbé en la cama sin saber qué hacer… pensé en quedarme ahí y no bajar para no verlo nuevamente… después pensé en cambiarme y bajar, porque una parte de mí quería regresar y volver a sentir su mirada… o mejor, volver a sentir sus brazos cuando se despidiera de mí. Mi mente daba vueltas y mi corazón estaba acelerado… pero más aún; mi cuerpo estaba caliente; mi sexo húmedo y ávido de recibir placer. Nunca me di cuenta, pero de un momento a otro, sin pensarlo, ya tenía mi mano derecha en mi coño, metiendo y sacando el dedo… una y otra vez. Con mi mano izquierda tapaba mi boca por temor a que se me escapara algún gemido que pudieran escuchar… ¡No podía parar! Por más que me decía a mí misma que me detuviera, mi cuerpo no respondía… es como si mi mano y mis dedos tuvieran vida propia… seguí tocándome y metiendo mis dedos medio y anular juntos una y otra vez… imaginándome en los brazos de mi tío… y que eran sus manos y sus dedos los que me tocaban y acariciaban… ¡Dios! ¡No pude parar! Seguí y seguí hasta alcanzar un intenso orgasmo que casi me hace gritar.
Fue increíble. Mi respiración aún estaba agitada cuando me percaté que mis tíos ya se iban… me tardé mucho y dejé escapar la oportunidad de despedirme de mi tío y sentir nuevamente su cuerpo estrujar el mío.
Al día siguiente (domingo) mis papás organizaron una comida en casa e invitaron a mis abuelitos y mis tíos; fue un día ajetreado por todas las compras y preparativos para la reunión; que aunque era algo sencillo, siempre nos llevaba tiempo preparar y montar. Ya pasado el medio día llegaron mis tíos y mis primos y poco después mis abuelos. Todo marchaba con naturalidad, sin embargo en mi interior sentía cierto nervio y hasta incertidumbre por lo que pudiera pensar mi tío por lo ocurrido el día anterior; pero al parecer todo pasó desapercibido, pues mi tío actuó con total normalidad… tanto, que hasta llegó un momento en que me molesté porque pensé que no había significado nada para él.
Ya muy cerca de sentarnos a comer, mi mamá se dio cuenta que hacían falta los refrescos para acompañar la comida y le pidió a mi papá que fuera a comprarlos. Mi papá volteó y le lanzó una mirada inquisidora ya que estaba bien a gusto, sentadote con su cerveza platicando con mi abuelito y mi tío. Al ver su reacción, mi mamá volteó a verme y justo antes que me hiciera la obvia petición, mi tío la interrumpió saltando de su silla y diciéndole que él iba por los refrescos. De inmediato y sin realmente pensarlo, en automático le dije: _Yo te acompaño tío_
Él esbozó una gran sonrisa y atinó a decir _Sí hija, vamos_
Salimos de casa y nos subimos a su camioneta, ya que la tienda no está cerca. Una vez arriba, me pidió que me abrochara el cinturón de seguridad agregando: _No quiero que a mi princesa hermosa le pase algo_.
_Gracias tío por el cumplido_ contesté mientras le sonreía de forma pícara
_No es ningún cumplido. Eres mi princesa y estás hermosa_ contestó el mientras me replicaba igual con una sonrisa pícara y acto seguido, puso su mano en mi pierna a la altura de la rodilla.
Empezó a manejar y yo me quedé pasmada porque no esperaba que fuera a hacer eso. Irremediablemente desató mil sensaciones que recorrieron mi cuerpo como descargas eléctricas. Sentir el tacto de su mano directamente en la piel de mi rodilla me encendió. Ese día, sabiendo que habría reunión en casa decidí vestirme con algo coqueto… en el fondo quería llamar la atención de mi tío nuevamente y quería sentir esa mirada pícara que me regaló el día anterior nuevamente en mí. Me puse un vestido ligero en color verde limón con florecitas amarillas y blancas que me llegaba a medio muslo y que dejaba mis hombros descubiertos; solo unos pequeños tirantes lo sujetaban entre el pecho y la espalda. Me puse un bra en un tono muy parecido al vestido y unas panties que coordinaban. Mi mamá siempre me obligó a usar un pequeño mallón cuando me pusiera falda o vestido; pero ese día (al igual que muchos otros) decidí no hacerlo, en parte porque hacía mucho calor (vivo en una ciudad llamada Torreón al norte de México que es de clima desértico y en esas fechas estábamos en días de mucho calor) porque quería sentirme más cómoda.
Mientras mi tío conducía hacia la tienda empezamos a platicar cosas sin importancia y no quitó su mano de mi rodilla. Pasados unos instantes empezó a mover los dedos para acariciar mi rodilla haciendo pequeños círculos.
_¡Tío! ¡Me haces cosquillas!_ Exclamé al sentir el movimiento de sus dedos. Apenas lo dije y me arrepentí porque lo hice como acto reflejo, pues realmente soy muy cosquilluda y no lo pensé. Pensé que mi tío quitaría su mano… y realmente no quería que lo hiciera.
_¡Eres una niña exageradamente cosquilluda! ¡No pude ser que por hacerte unos pequeños cariños en tu rodilla te de cosquillas!_ Contestó él en tono de juego mientras se fijaba bien en el camino y se esperaba para incorporarse a una calle con tráfico.
_Ya sabes que sí tío, porqué te sorprendes_ le dije entre pequeñas risas
_Bueno_ Atinó a contestar _Entonces a ver si aquí no te dan cosquillas_ dijo al momento que subió su mano un poco.
Obviamente sentía muchas cosquillas, pero me aguanté. _También ahí tengo cosquillas tío_ le dije.
_¡Uuuuuh qué caray!_ Contestó y de nuevo me sonrió de forma pícara; con lo cual me imaginé que había entendido el juego que quería jugar. Nuevamente subió su mano un poco y alcanzó a tocar el borde de mi vestido.
_También ahí tengo cosquillas_ seguí.
_¿Qué tal aquí?_ Dijo él de forma más cautelosa ya que subió un poco más su mano, quedando ya por debajo de mi vestido.
_También ahí_ repetí.
_¡No puede ser! Qué niña tan cosquilluda_ volvió a decir mientras movía la cabeza en un gesto de desaprobación; hizo una pausa, como que lo pensó 2 veces, y lentamente subió su mano más. Llegamos al cruce con una avenida grande y peligrosa; hizo alto total y volteó a su izquierda para ver si podía pasar, yo aproveché para discretamente voltear hacia mi pierna… ver su mano por debajo de mi vestido y sentirla más allá de medio muslo me tenía embelesada; a esas alturas ya no sentía nada de cosquillas; más bien estaba empezando a sentir cómo subía la temperatura de mi cuerpo y mi corazón empezaba a latir más rápido… pero era justo lo que quería.
En el momento que mi tío tuvo oportunidad de pasar aceleró y la camioneta dio un jalón y con ello, la mano de mi tío se deslizó más hacia arriba hasta el punto en que mi otro muslo le detuvo el paso. A pesar de ser alta y delgada, ya desde ese entonces mis piernas eran torneadas y mis muslos frondosos; por lo que su mano no logró llegar más allá. No sé si su idea era esa… quiero pensar que sí. Y tampoco sé si yo hubiera querido eso… pues aunque estaba emocionada y excitada por lo que estaba pasando, no sé si estaba suficientemente excitada para permitir que mi tío tocara mi parte más íntima.
Nos quedamos así unos instantes…esperando la reacción del otro y cómo acabaría todo. Mi tío, como tratando de minimizar la tensión que se sentía, me hizo un comentario relacionado con los refrescos que se iban a comprar. Le contesté y mientras conversábamos al respecto sentí cómo su dedo pulgar empezó a acariciar mi muslo… solo podía mover ese porque los otros 4 dedos estaban aprisionados entre mis piernas. Cada movimiento que su dedo hacía me provocaba unas descargas increíbles en todo el cuerpo… de inmediato sentí aún más los latidos de mi corazón, que ya estaba al cien. Mi respiración poco a poco se hizo más profunda y en mi mente me empecé a dudar si debía continuar o no. Aún estaba deliberando conmigo misma cuando sentí que la mano de mi tío intentó abrirse paso para seguir subiendo… y yo seguía sin saber qué hacer. Me armé de valor y decidí continuar; por lo que muy sutilmente, abrí un poco las piernas para que la mano pudiera seguir su paso.
Pude darme cuenta que mi tío dudó un poco al percatarse de la situación, pero en seguida hizo su movimiento… y subió muy lentamente su mano. Mientras recorría ese pequeño espacio de mi pierna mi corazón se aceleró tanto que llegué a sentir que se me iba a salir; solo atiné a contener la respiración para hacer menos evidente la exaltación que ya sentía. Y fue cuando lo sentí…
La mano de mi tío topó su recorrido con la zona de mi entrepierna… se hizo un silencio lleno de tensión… se me fue la respiración al sentir una mano ajena en mi zona íntima; mi cabeza daba vueltas y me paralicé, no sabía qué hacer… así que solo dejé que mi tío tomara el rumbo de la situación. Y así lo hizo, solo unos instantes después de haber llegado a mi zona prohibida, empezó a mover de una manera muy sutil su dedo meñique… era apenas perceptible, pero ahí estaba… tocando y tratando de masajear mi sexo. De repente, mi tío rompió el silencio:
_Ya llegamos_ dijo mientras empezaba a maniobrar para estacionarse, razón por la cual se vio obligado a sacar su mano, cosa que hizo muy lentamente, con suavidad y cuidado sin dejar pasar la oportunidad de acariciar todo mi muslo en su salida. Nos bajamos y entramos a la tienda, momento en que un pensamiento llegó de golpe y me heló por completo: ¿Y si ya había mojado mi ropa interior por tanta excitación y mi tío se dio cuenta?… ¡No! No no no no… me repetí mil veces y me sentía morir de la pena y la vergüenza de solo pensar que mi tío se haya percatado que mis calzones estaban mojados. Me quería morir. Eso hizo que el camino de regreso a mi casa yo literalmente cerrara toda posibilidad de que se repitiera la incursión de aquella mano intrusa en mi intimidad; pues me senté y crucé la pierna y coloqué mis manos sobre el vestido para asegurar que no pasara… y así fue; mi tío solamente condujo de vuelta mientras me hacía la plática hablando nuevamente de temas sin importancia.
Ya en casa, la comida transcurrió con cierta normalidad… y digo cierta, porque yo no me sentía bien; nuevamente estaba sintiendo esa ola de calor en mi interior y no dejaba de recordar lo ocurrido momentos antes cuando fuimos a la tienda. Aún tenía la sensación de la mano de mi tío en mi pierna y su dedo rozando mi sexo; y también no dejaba de pensar si se había dado cuenta de lo mojada que estaba mi pantie… eso me daba mucha pena. En eso estaba cuando mi tío se levantó para acompañar a mi mamá a la cocina por unas cosas y al pasar detrás de mí se acercó, se agachó y me dio un beso en la cabeza. Ese sencillo gesto me ayudó a relajarme un poco. Mi mamá y mi tío regresaron de la cocina con el postre (un delicioso flan napolitano que hace mi abuelita) y los platos y cucharas desechables para poderlo servir. Cuando me tocó recibir mi porción, mi tío personalmente lo trajo hasta mi lugar y al entregármelo se me quedó viendo con esa mirada entre dulce y pícara que ya me volvía loca y con una voz muy baja; casi susurrando me dijoa: _Un delicioso flan para un pastelito aún más delicioso_
¡Ufff! Con eso me terminó de matar… lo dijo de una forma tan provocativa que de inmediato sentí una descarga de calor en mi interior.
Ya entrada la noche, todos seguíamos en la sobre mesa, platicando y bromeando entre todos; mi hermana se despidió porque llegó su novio por ella para salir. Se arregló y se veía muy bonita y dentro de mí pensé: De seguro van a ir a tener sexo… y yo me tendré que aguantar y solo sentir el placer que yo misma me doy. Mi mamá y mis tíos empezaron a levantar algunas cosas, a tirar la basura y guardar otro tanto de cosas para ir avanzado y no se hiciera tan tarde; mi mamá me pidió que ayudara, yo no quería pero en eso llegó mi tío y se puso atrás de la silla en donde estaba sentada, me tomó por los hombros y se reclinó para decirme al oído: _Ándale princesa hermosa, por favor ayúdanos para terminar pronto. Si nos ayudas te compro lo que quieras_
_¡Va!_ Le contesté. _Me compras una tarjeta de Google Play_ agregué siguiendo con su propuesta.
_Lo que tu quieras hermosa_ me respondió.
En pocos minutos acabamos de levantar y guardar las cosas; se veía que en cualquier momento se empezarían a despedir para irse. Por un lado, no quería que se fueran porque quería seguir viendo a mi tío, pero por otro lado me urgía ya estar en mi recámara para poder darle rienda suelta a toda la calentura que tenía contenida en mi cuerpo.
Me encontraba aún en la cocina terminando de lavar algunos de los cubiertos que se usaron cuando sentí la presencia de alguien atrás de mí; pensé que era mi mamá o mi papá o incluso mi abuela…pero no; era mi tío, que de la nada apareció ahí. Al voltear lo vi y le sonreí y le pregunté si ya se iban; a lo que él contestó que sí y que venía a despedirse de mí.
_OK_ le dije mientras buscaba la toalla para secarme las manos y poder despedirme bien de él, pero él no lo permitió. Se acercó rápidamente y me abrazó por detrás. Lo hizo de tal forma que sus brazos me aprisionaron por completo… acercó su cuerpo al mío y así, estando atrás de mí me dio un beso fuerte y apretado en la mejilla derecha. Fue largo, lo suficientemente largo para darme cuenta que en su abrazo, su mano derecha quedó encima de mi seno izquierdo… y de igual forma que en su incursión por mi muslo, muy sutilmente acomodó su mano de tal forma que pudo agarrar mi seno por completo y lo acarició con delicadeza. Yo me petrifiqué… realmente no me esperaba que intentara hacer algo. Yo solo me quedé inmóvil, con las manos dentro del chorro del agua… sin así pensarlo, cerré los ojos y me dejé llevar por las sensaciones que en ese momento me estaban inundando. Apenas estaba empezando a lidiar con todo eso cuando de repente sentí que mi tío se acercó más para pegarse por completo a mi cuerpo… y lo sentí… justo en medio de mis nalgas sentí una protuberancia dura y caliente. Nuevamente sentí que se me fue la respiración… abrí los ojos tanto que mi tío se dio cuenta y se apartó. Terminó su abrazo y su beso diciendo: _Te adoro mi princesa hermosa_
_Y yo te adoro más tío_ le contesté con la voz un tanto entre cortada por la impresión que aún sentía por lo que acababa de pasar.
Ya que las visitas se fueron, mi mamá y yo terminamos de levantar y arreglar lo que hacía falta y nos subimos a dormir. Mi mamá me preguntó si había hecho la tarea, de lo cual no me había acordado en todo el fin de semana… y con justa razón, mi mente había estado de cabeza con todo lo que me estaba pasando y jamás me acordé de hacer la tarea jajaja. Obviamente le dije que sí la hice jijiji.
Me dispuse a darme un buen baño para tratar de quitarme ese calor que ya me tenía haciendo y pensando locuras. Al quitarme la ropa me percaté que en efecto, mi pantie estaba mojada como nunca… ¡Qué vergüenza con mi tío si se dio cuenta! Pensé mientras ponía la ropa sucia en el cesto. Me metí a la regadera y lejos de enfriarme y apaciguar mi calentura, mis ganas aumentaron; sentir el agua recorrer mi piel de inmediato me llevó a ese momento en la camioneta de mi tío… volví a sentir su mano entre mis piernas y volví a escuchar su frase _Pastelito delicioso_. Me calenté como nunca antes y sin más, ahí mismo en la regadera me toqué… acaricié mi monte de venus y jugué con los vellos de mi pubis que escurrían con el agua de la regadera. Acaricié mi clítoris y mis labios y ya que no pude más metí 2 dedos en mi coño. Lo hice una y otra vez… sin parar hasta que de nueva cuenta sentí el espasmo que anunciaba el orgasmo. Me acomodé de tal forma que el chorro de la regadera tocara mi sexo y me hiciera sentir más.
Un gemido que ahogué con mi mano anunció el estallido de placer que coronó un intenso orgasmo que hizo que se mezclaran el agua y el líquido que alcanzó a salir de mi vagina… caliente y aún deseosa.
Estaba agotada; fueron 2 días llenos de tensión sexual y excitación que me llevaron a lugares en donde nunca antes había estado. Terminé mi baño y me fui a dormir.
Muchas gracias por leer. Me emociona el poder compartir esta historia que durante varios años ha estado celosamente guardada en mi diario. Con gusto recibo sus comentarios en: [email protected].
Wow, qué increíble relato.
Casi parece que estoy leyendo mi propia fantasía; te lo juro, amiga, mi propio tío se llama igual que el tuyo e incluso tiene la misma Constitución física. Lo único diferente es el color de su cabello, Jack el mío lo tiene negro como ala de cuervo.
Pero fuera de esto es muy similar al tuyo.
En fin, espero que nos puedas seguir contando más, por supuesto, si es que tienes más que contar.
Saludos.
Que rico relato, espero la continuacion con ansias
Que afortunado tu tío quiero una sobrina así
Uffffff que rico, ese tío debe estar en la gloria con una sobrina así, muy erótico tú relato, espero pronto la continuación