Mi primera vez… y fue mi tío quien estrenó mi conchita.

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por gabyhot26.
Como ya les he dicho en mis relatos anteriores desde los 11 años he tenido un cuerpo muy bien proporcionado, sobre todo mis pechos y me cuido mucho para verme siempre lo mejor posible.
Ha diferencia de hoy, que mido 1.70, cuando tenía 12 años media alrededor de 1.55 por lo que siendo bajita y delgada mis curvas eran muy notorias, cosa que llamaba mucho la atención, entre mis compañeros de secundaria, maestros, vecinos, incluso mi familia.
Y es justamente de este último corte que es mi historia de hoy.

Mi incursión sexual comenzó a mis 11 años con mis primos y mi tío mamando sus vergas por casi todas las vacaciones, nada de penetración y quien realmente me encantaba y me encanta es mi tío Ismael, un hombre que en ese entonces tenía 34 años, atlético, de abdomen marcado, 1.72 de altura y muy guapo, ojos cafés claro y unos labios carnosos encantadores.
Justamente un año después, fue turno de él y su familia venir a visitarnos por fechas decembrinas, aunque sólo se quedaron un fin de semana.

Cuando mi madre me hizo saber de la noticia me emocioné muchísimo y estuve buscando el mejor atuendo para la cena de navidad… y lo encontré: un trajecito perfecto de santa Claus, obviamente en versión femenina, que constaba de una faldita roja con adornos blancos que me llegaba a medio muslo y con mis caderas recién macadas y unos muslos apetecibles se veía sublime; una blusa blanca de botones que no tenía escote pero que era ajustada y levantaba muy bien mis firmes y apetecibles senos, conjuntada con un abrigo rojo igualmente con adornos blancos y ajustada, sin olvidar el gorrito rojo, las medias blancas que llegaban no llegaban hasta la falda sino que dejaban ver 2 o 3 centímetros de mis carnosos muslos entre la media y la falda y unas botas con tacones bajitos.
Al probarme el atuendo y mirarme en el espejo me vi sumamente sexy y sin pensármelo dos veces le pedí a mi padre me lo comprara.

Mi tío llegó a la casa el 24 por la tarde noche, yo me encontraba en una posada con mis amigas de la secundaria y me llevaron a casa alrededor de las 11 de la noche.
Cuando llegué a casa mi padre estaba con mi tío y mis primos en la sala viendo una película en la sala pequeña y mi tía, madre y prima se hallaban en el balcón bebiendo vino y charlando.
Cuando me vieron entrar a la sala mis primos y tíos me miraron con mucha lujuria y eso que llevaba puesta una ropa muy sencilla que no resaltaba nada en exceso, los saludé, luego a mi padre y les dije que estaba cansada y que me iría a dormir, mi padre me dijo que estaba bien y sin más me dio mi beso y me fui, cuando miré de reojo, noté como mi tío y primos veían mi culo enfundado en unos jeans semi ajustados al caminar.
Esa noche me masturbe de lo lindo esperando que alguien entrara a mi cuarto y me diera a comer su verga, quien fuera, pero no pasó nada.

Al día siguiente mi madre me despertó muy temprano para ayudarla a adornar la casa, más de lo que ya estaba decorada pero como no sabía cocinar pues por eso no me pidió ayudarla.
A la cena iría toda la familia, mi familia paterna no es muy extensa, pero si la familia materna y vendrían tíos, tías, primos, primas, padrinos, incluso unos sobrinos y cuñados que ya habían, en pocas palabras, casa llena, como 50 personas.
Dieron las 6 y yo me fui a bañar y a cambiar.

Ya todos estaban en el salón mayor cenando y charlando, riendo, bebiendo y demás.
Cuando entré con mi trajecito, dije en voz alta, buenas noches y todos voltearon a mirarme, hubo más de una boca abierta, pero se limitaron a chulearme y decirme lo hermosa que me veía, me puse un maquillaje muy ligero pero mis labios si eran de un rojo intenso y el cabello planchado cayendo por mis hombros, y pronunciando más mis tetas.

Cenamos, brindamos, charlamos, y en un momento como entre las 12, la 1 de la mañana ya muchos estaban ebrios, bailando y fumando, otros jugando y viendo cosas en la televisión, pero yo me retiré al comedor familiar que estaba junto al salón mayor que tenía un gran vidrio de 2×3 metros de una vista que permite ver lo que pasa en el salón mayor pero no permite ver del salón mayor hacia el comedor.
Unos minutos después de que entré en el comedor escuché como ponían el seguro y apagaban la luz, era mi tío, lo miré fijamente y noté una mirada súper caliente en él.
Sabía muy bien porqué estaba ahí, yo quería lo mismo que él.

-Te ves preciosa, señorita Claus.

-Gracias tío, estaba muy indecisa al comprarlo.

-Pues qué bueno que lo elegiste, te hace ver como toda una mujer.

-Qué cosas dice tío.

Dime Ismael amor, o Isma.

-Ok, Isma.
¿en serio te gusta mi trajecito? Le dije apretándome un poco los pechos.

Claro, resalta muy bien tus tetas que dan ganas de comérselas.

– ¿Y qué esperas? Sabes que me vestí así para ti.
Desde que me dijeron que vendrías estuve buscando la ropa ideal para ponerte caliente.

-Pues lo lograste hermosa.
Y se apretó la verga por sobre su pantalón enseñándome ya una notoria erección.

-Se ve riquísima Isma, ¿me la vas a dar?
-Es toda tuya, ven por ella.

-No, mejor ven tú, aquí es más cómodo.
Y me abrí los botones del abrigo para quitármelo, intentando al quitármelo, extender lo más posible mis brazos para que notara mis pechos y mis pezones que ya estaban marcados.

-Por dios, que maravilla, pareciera que te crecieron desde la última vez.

-es muy posible Isma y hoy puedes hacerles todo lo que te apetezca.

De inmediato se acercó a mí y me abrazó por la cintura dándome unos pequeños besos por el cuello.
Yo me entregué a la calentura y metí mi mano derecha entre nosotros para sentir su verga.
Estaba durísima, la sobe de arriba abajo sintiéndola toda como palpitaba y pedía a gritos ser liberada.
Él se separó un poco y con mucha fuerza, me arrancó la blusa, los botones volaron y mis tetas quedaron al aire, quedó asombrado al ver que no traía brasier.

-que hermosas tetas tienes Gaby- me dijo comenzando a apretármelas, le cabían perfecto en sus manos, las amasó y retorció mis pezones.

-aaaaaaaaagg tío, que rico, apriétamelas más, se siente muy rico, por favor, cómemelas-, le dije mientras con mis dos manos le baja el cierre del pantalón.

-Sí amor, me encantan tus tetotas- y comenzó a comérmelas mientras yo lo masturbaba con las dos manos, su liquido pre seminal me lubricó las manos y lo pude masturbar mejor.
-aaaay amor, lo haces estupendo, eres una experta, chúpamela todita amor.

Me presiono de los hombros obligándome a arrodillarme y así lo hice, nada más de tenerla enfrente de mi la olí y comencé a comérmela todita.
La lamí desde la base hasta la punta, chupé sus guevos y de una me metí toda su verga en la boca, era mi primera garganta profunda y lo resistí muy bien, sentí una leve arcada que fue más que perfecta pues liberé mucha saliva, suficiente para sacármela de la boca y esparcirla con mi mano de arriba abajo.

-Si mi amor, así asííííí, jálamela con tus suaves manos.

– ¿Te gusta Ismael? ¿Te gusta cómo te la chupo?
-Si mi amor, no pares, sigue, sigue.

-todo lo que quieras Isma- y seguí con mi mamada, casi no usaba las manos, movía mi cabeza de atrás hacia adelante tan rápido como podía, él en ningún momento me jaló o hizo algo por influir en mi movimiento.

Sin avisarme, comenzó a soltar semen en mi boca, me encantó porque el primer chorro fue mucho, tanto que apenas pude retenerlo, el segundo definitivamente hizo que soltará todo, lo deje resbalar por mi barbilla hasta mis tetas.
Me separé un poco y se la comencé a jalar rápido y siguió soltando otros chorros más pequeños, todos sobre mi cara y cabello.
Tomé el semen de mi barbilla y cuello y comencé a esparcírmela por las tetas mirándolo a los ojos.

-Awww, fue mucho semen Isma, mira, llenaste perfecto mis tetotas.

-Aaaaaagg, no me había corrido así desde que lo hicimos hace un año.

-Es que nadie puede chupártela como yo.
Ven, sigamos, cógeme las tetas, ya las tengo bien lubricadas- y puse su verga entre mis tetas presionándola y subiendo y bajando mis pechos.

-Que rico lo haces amor, harás que me corra nuevamente.

-Sí Isma, dame toda tu leche, no sé cuándo volverás a dármela.
Estuvimos, así como 10 minutos, solo con mis tetas y mi cara llena de semen cuando de pronto soltó nuevamente sus chorros, pero en menor cantidad.

-aaaaaaaah gabyyy.
Gabyyyy, toma mi semen.
Recibí toda en mi boca y la tragué.

-sabe deliciosa, es la mejor leche del mundo.
Quiero tenerla para siempre.

-Te daré algo que tendrás para toda la vida.

– ¿acaso quieres cogerme Ismael? ¿Quieres comerte todo esto? Le dije viéndolo a los ojos estando de rodillas y sobándome una teta y con la otra mano mi conchita, por debajo de mi falda.
Esto lo calentó de sobre manera que me levantó, me puso de espadas a él, viendo de frente al enorme vidrio y pegó mis pechos a ese vidrio frío que provocó que se endurecieran mis pezones.
Abrió mis piernas y subiéndome solo un poco la falda sin mover mis medias ni nada, vio que traía una diminuta tanga, me la bajó y me la quitó, la metió a su bolsa y m3e dijo que se la quedaría como recuerdo mío
-Sí tío, pero métemela ya, me tienes escurriendo.

-Tal vez te duela un poco, pero te va a encantar después.

-Ya sé eso, ya me lo han dicho, quiero también el dolorcito.

-Pues ahí te va mi amor.
Apoyé mis manos al vidrio y me preparé para ser ensartada.
Cuando sentí la punta de su verga en la entrada de mi conchita me estremecí y di un gemido de buen sonido.
De a poco la fue metiendo más y más, hasta que sentí que paró como si algo lo bloqueara
-es cierto Gaby, eres virgen
-aaay si tío, estaba deseando que tú fueras el primero, me encantas y me encanta tu verga, házmelo como tú quieras, soy toda tuya.
Y en un empujón, el obstáculo dejó de existir, di un fuerte gemido de dolor, pero mi tío me tapó la boca.
De hecho, algunos debieron oírlo, pues a través del vidrio noté como algunos pusieron una carta de desconcierto y eso me excitó todavía más, yo los miraba a ellos y mis tetas estaban pegadas a ese vidrio rebotando, pero nadie podía verme.

-aaah aaaaah aaaaaaaah, tío tío tío que rico, métemela toda, asii asiii, empújala duro.
Ni parecía que me había dolido, estaba gozando con una autentica perra y jadeando como tal.

-uuuuuy siii, Gaby, que apretadita estás, me encanta tu conchita- me tomó de las caderas y comenzó a darle más duro y más rápido.

– aaay tío siiii, que vergota, que rica tu vergota, me vuelve loca, ah ah ah ah ah.
Estaba sumamente excitada, me apreté mis pezones yo misma y me amasé mis tetas.
Estuvimos así unos 30 minutos y mi tío no paraba de empujarme su fierrote por la concha.
Habré tenido unos 5 orgasmos, ya no podía estar en pie, cuando de pronto.

-voy a volver a terminar Gaby, ¿dónde lo quieres? Aaah aaah
-en mi cara Ismael, dámela en mi cara y quiero limpiarte tu verga con mi lengua.
Me la sacó, me puse de rodillas, frente a él, se la comenzó a jalar y se descargó totalmente, fue tanta leche como en la primera corrida.
Quedé tendida en el suelo, estaba exhausta, pero muy satisfecha.
Mi tío se acercó a mí, sacó unas toallas húmedas de su chaqueta y me limpió
-gracias tío, no tengo fuerzas para hacerlo yo.

-es lo menos que puedo hacer, me acabas de dar el mejor palo de mi vida Gaby.

.
gracias a ti, tu vergota es lo más rico que me ha pasado, quisiera tenerla todo el tiempo metida en mi concha, mi boca y en mis tetas.

-amo tus tetotas, ya quiero vértelas en unos años más.

Descansé unos minutos y me incorporé para ponerme la blusa, pero no tenía botones, así que la hice bolita y me puse mi abrigo, se notaba mucho que no traía nada abajo porque se marcaba el canal de mis pechos y mis pezones.

Salí yo primero al salón mayor y nadie me notó pues ya estaban todos muy tomados, incluso mis hermanos.
Subí a mi alcoba y estaban mis primos viendo vídeos en mi ordenador, me sorprendió verlos ahí, pero más a ellos verme entrar con los pezones erectos marcándose en mi abrigo.

-hola primita te estábamos esperando.

– ¿ah sí? ¿acaso estaban esperando por esto? Les dije al momento que cerraba la puerta y me abría el abrigo mostrándoles mis tetas…
Pero esa será otra historia.
Comenten y califiquen mi relato.
Ayúdenme a que mis relatos sean los más vistos y populares y les prometo muchos más.
Besitos.