Mi primita es una gran anfitriona a sus 6 años (Mi primita Lucía | parte 3)
Tenemos una cena en la casa y resulta que uno de los invitados es el chico que nos vio a mí primita y a mi en el río..
Después de lo ocurrido la última vez en el río con Lucía, fui todos los días al río a ver si encontraba a aquel misterioso chico que nos pilló, pero no lo vi ninguna de las veces y eso me ponía algo nervioso. ¿Y si se lo había contado a alguien? Ese pensamiento no salía de mi cabeza, y durante todos esos días no siquiera toqué a Lucía por muchas ganas que tuviera de hacerlo.
Ella venía a mi cama cada día y me pedía hacer cosas ricas pero yo siempre le dije que no, por mucho que me doliera rechazar ese cuerpo perfecto, esos ojos preciosos y esa vaginita de tan solo 6 años de edad.
Fue en esos días cuando los mayores nos avisaron de que vendrían unos amigos para hacer una cena en patio. Encenderían la barbacoa y lo pasaríamos bien, así que nos pidieron que para ese día estuviéramos en casa y nos portáramos bien con los invitados.
El día llegó y yo me sentía incómodo, llevaba casi una semana sin eyacular, tenía los huevos a punto de reventar, y con cada mirada que le echaba a Lucía, mi polla despertaba queriendo salir de mi pantalón y penetrar su vaginita perfecta.
Ayudé en lo que pude y me fui a bañar antes de que llegaran los invitados. Me quise ofrecer para bañar a Lucía pero no quise levantar sospechas así que me resistí. Me puse ropa informal ya que iba a ser una barbacoa entre amigos, y me fui al patio con mis tíos y mis padres a preparar todo. Al ver a Lucía saliendo al patio tuve que sentarme para que mi erección no se notara. Llevaba un short cortito, tan cortito que se le podía ver la parte baja de sus nalguitas totalmente redondas y perfectas, tan suaves que cualquier persona querría tenerlas de almohada. Llevaba también un top ajustado en su pechito plano, con sus dos pezones pequeñísimos marcándose, y su ombligo al aire justo en el medio de su vientre plano. El pelo lo llevaba recogido en dos trenzas como si fuera una niña buena que va al colegio en un cuento infantil. Ella al salir me miró con una sonrisita que cualquiera diría que es de inocencia, pero yo sabía que tras esa carita de niña buena y esa sonrisita inocente, se escondía una putita con ganas de verga.
Al poco tiempo yo ya estaba distraído en otras cosas y my erección se había calmado, cuando llamaron a la puerta. Yo fui a abrir para recibir a los invitados, y cuál fue mi sorpresa al abrir la puerta.
Justo al abrir estaba preparado para saludar, pero me quedé congelado. Ante mí se hallaba una pareja de mediana edad, más o menos como mis padres, y justo detrás de ellos estaba el chaval que nos descubrió a Lucía y a mí, que se quedó igual de congelado que yo, con sus ojos muy abiertos.
El señor se dirigió a mí y me dijo si me acordaba de ellos. Yo no sabía qué decir. Resulta que ellos eran muy amigos de mis padres y mis tíos en mi infancia, y vivían en el pueblo, y su hijo era muy amigo mío cuando éramos niños, y jugaba conmigo cada verano. Yo era muy pequeño y no recordaba casi nada de aquello así que solo asentí y les invité a pasar.
Cenamos tranquilamente durante una infinita charla entre mis familiares y sus amigos, que resulta que se habían mudado fuera del país y habían vuelto ese mismo mes para quedarse, por eso la cena. En un momento de la cena mencionaron cuánto había crecido yo, que ya era un hombre, y recordaban que cuando era pequeño no me despegaba de Marcos, que así se llamaba su hijo, mis padres respondían que al ser casi de la misma edad era normal que fuéramos tan buenos amigos, ya que Marcos tiene un año menos que yo. Mencionaban que los dos nos desnudábamos y jugábamos juntos en los árboles frutales todo el día, cosa que a mí me hizo enrojecer un poco.
Después de cenar nos quedamos en el patio con un poco de música, los mayores empezaron a beber y yo me senté un poco más apartado de ellos mirando vídeos en Instagram. Marcos preguntó dónde estaba el baño y entró en la casa mientras los mayores ponían música.
Después de varios minutos yo andaba aburrido y no sabía qué hacer. Marcos no había vuelto del baño y al mirar al rededor me percaté de que Lucía tampoco estaba, aunque pensé que se habría ido a dormir porque era pequeña.
Me despedí y entré en la casa, me puse a pasear viendo las distintas habitaciones cuando empecé a escuchar un pequeño ruido. Venía de una habitación entreabierta, con las luces apagadas. Yo me asomé despacio para no ser pillado y mis ojos se abrieron como platos al ver a Marcos sentado en el sofá totalmente desnudo, recibiendo una mamada de nada menos que Lucía, que también estaba desnuda y parecía disfrutar mucho su postre.
Marcos gemía con los ojos cerrados, y su mano estaba en el culito de Lucía, con un dedo enterrado en su anito dedeando suavemente a mi primita, que movía su cabeza con intensidad.
Yo entré y encendí la luz, cerré la puerta y me dirigí hacia ellos para matar a Marcos con mis propias manos, pero entonces Lucía me paró, se la veía emocionada, alegre.
L: Primo primo! Marcos también juega con nosotros!
Yo me paré al instante mirando a Marcos, que con un cojín se cubría su polla y me miraba con miedo.
M: Oye, lo siento, no era mi intención, pero me la encontré al salir del baño y ocurrió…
Yo estaba callado escuchando cómo Marcos intentaba darme una explicación entre nervios, ya estaba algo calmado y Lucía me abrazó con energía.
L: Primo primo, ¿Sabes que en mi culito se pueden meter los dedos? Marcos me enseñó y es rico! ¿Quieres probar?
Yo abrí la boca para responder pero ella no me dejó, hablando más.
L: ¿Y sabes qué? La cosita de Marcos no es tan grande como la tuya así que la puedo meter más en mi boca mira.
En cuanto dijo eso quitó el cojín de las manos de Marcos y empezó a chupar de nuevo. Es cierto que la polla de Marcos era algo más corta y delgada que la mía, pero aún así era un buen tamaño. Estaba dura como una roca y Lucía se la metía en la boca casi entera, aguantando la respiración unos segundos antes de seguir chupando a menos profundidad. Marcos no podía hacer nada más que cerrar los ojos y disfrutar de la boquita perfecta de mi primita, que ya era una experta mamadora.
Entonces Lucía paró de mamar y me miró fijamente.
L: ¿Juegas con nosotros primo?
Lo preguntaba como si fuera lo más normal del mundo, como si eso fuera un juego más que no tenía mayor importancia que cualquier otro juego. Eso hizo que mi polla creciera aún más y Marcos notó eso, y lo aprovechó para librarse de mí reprimenda.
M: Vamos, quédate, así Luci se divertirá más, ¿No crees?
Yo ya no pensaba en ese momento, y como si fuera un reflejo propio, empecé a desnudarme, quedando igual que Lucía y Marcos, con mi polla apuntando al techo y una gotita de líquido en la punta.
Lucía sonrió como si fuera la mañana de navidad, y se acercó a saborear su regalo. Frotó la punta en sus labios, como pintándolos con un labial pervertido, y se la metió a la boca sin rechistar. Casi me había olvidado de lo bien que chupaba mi primita, y para ponerme más cómodo me senté en el sillón dejando que Lucía hiciera el trabajo. Acariciaba su cabecita y jadeaba, mirando lo bien que me la chupaba.
Marcos se arrodilló en el suelo detrás de Luci y le abrió sus nalguitas inclinándose para lamer su anito perfecto, cosa que hizo que Luci se estremeciera un poco sin sacarse mi polla de la boca. Marcos chupó el culito de Luci unos minutos hasta que se despegó y empezó a meter su dedo en el culito de Luci, abriendo su pequeño anito poco a poco. Lucia daba pequeños gemidos ahogados en mi verga mientras Marcos me miraba diciendo que no pasaba nada, que no le estaba haciendo daño.
Después de eso Lucía se acostó boca arriba en el sofá abriendo sus piernitas, y Marcos se inclinó chupando su vaginita mientras seguía taladrando su anito con el dedo que ya se movía con total libertad dentro del culito de Luci. Yo seguía disfrutando de su boquita, que ahora que estaba boca arriba me miraba mientras seguía chupando mi polla como una profesional aunque no le entrara más de la mitad.
Unos minutos después de cambiar la posición Lucía empezó a contraer sus piernitas y a agitarse, moviendo sus caderitas a la vez que sus gemidos se ahogaban en mi polla, estaba alcanzando un orgasmo. Pude ver que la boca de Marcos estaba toda mojada de fluidos de mí pequeña primita cuando paró sonriendo, y me pidió cambiar ya que quería recibir una mamada de su boquita perfecta.
Nos cambiamos y Luci empezó a chupar la polla de Marcos mientras yo frotaba la mía en los labios y el clítoris húmedos de mí pequeña primita. Frotaba mi polla por su coñito infantil y bajaba hasta su culito, punteando su ano con mi verga intentando penetrar un poco sin ningún éxito, por lo que volvía a frotarme con su vaginita que estaba ya un poco rojita y muy húmeda.
Por cambiar decidí seguir punteando su culito con la punta de mí polla despacito y suave, mientras frotaba su vaginita con mi dedo pulgar. Así estuve unos minutos hasta que noté que mi primita tenía un segundo orgasmo, volviendo a sacudir sus piernas y contrayendo sus caderitas, moviéndose erráticamente arriba y abajo mientras le salían fluidos de su vaginita. Ese movimiento hizo que sin querer mi polla entrará en su culito, aunque fuera solo poco menos que la cabeza, sentí cómo su anito se abría dando paso a mi polla adolescente.
Eso me excitó demasiado y tuve que parar al instante para no correrme, quería disfrutar del dulce y suave cuerpito de Luci un poco más.
Cambiamos por última vez ya que estábamos algo cansados y tanto Marcos cómo yo estábamos al límite. Yo me senté en el borde de la cama y me eché hacia atrás, quedando casi acostado, y Lucía se puso de espaldas sobre mí, con mi polla entre sus piernitas, que estaban bien abiertas para invitar a Marcos a qué se uniera a nosotros, cosa que hizo sin dudar. Marcos se puso de rodillas quedando a la altura perfecta para frotar también su polla contra mi primita, y así hicimos.
Yo con una mano agarraba mi polla para mantener el frotamiento con la vagina de Luci, y con la otra acariciaba su pechito y jugaba cons sus pezones, que a pesar de ser muy pequeños estaban duritos. Al ser Lucía tan pequeña, mi polla se frotaba un poco con la de Marcos, cosa que no nos importaba mucho aunque los dos seamos heteros.
Lucía sonreía a Marcos y jadeaba, no de cansancio, sino de excitación. Mi primita de 6 años estaba gozando el hecho de tener dos pollas frotándose con su pequeño coñito, y movía su cuerpito en consecuencia, con un ritmo lento pero firme, haciéndonos gozar más a los dos.
En poco tiempo Marcos empezó a gemir y varios chorros de leche salieron de su polla y cayeron sobre el cuerpo de mí Luci, que soltaba una pequeña risita al ver eyacular a nuestro nuevo amigo. Una vez hubo terminado se levantó y se quedó sentado cerca para seguir viendo.
Yo aproveché que ya tenía a Lucía sola para mí y le cerré sus piernitas apresando mi polla entre ellas, y empecé a moverme más rápido, como follando sus piernitas y frotándome a su vez con su vaginita tan pequeña y húmeda.
No tardé ni dos minutos en acabar. Liberé tanto semen que mis huevos me dolían, y tanto Marcos cómo Lucía se quedaron sorprendidos con toda la leche que me salió. El cuerpo de Luci estaba cubierto de semen. Ella cogió un poquito con sus dedos y se lo llevó a la boca, sonriendo mientras lo hacía.
Nosotros reímos un poco y nos vestimos. En silencio llevé a Lucía al baño para lavarla mientras Marcos volvía a la barbacoa. Yo lavé bien a Luci y la llevé a su cama, ya que estaba muy cansadita. La dejé acostada y me quedé con ella hasta que se quedó dormida, que no fue mucho tiempo. Entonces bajé a la barbacoa yo también sólo para ver que nadie se había percatado de que ni Marcos y ni yo estábamos presentes. Marcos me sonrió y se sentó conmigo a hablar de todo un poco hasta que se fueron, y yo me fui a dormir con los huevos vacíos y una sonrisa en mi cara.
Pues este ha sido el tercer capítulo, espero que les haya gustado y que me dejen sus opiniones en comentarios. ¿Qué opinan de Lucía? ¿Y de Marcos? ¿Qué creen que va a pasar en el futuro con mi primita?
Excelente relato. me encantaría que la culiaran los dos, que le hicieran una doble penetración a la nena y convirtieran en su juguete sexual, en su puta privada
Para cuando la cuarta parte?? espero la escribas pronto!!!
Ojalá y lo continúes! ojalá la puedas penetrar ahora sí!