Mi primita se desvirga conmigo
Isabel tiene 13 años. Es una hermosa morocha, de buenas caderas, con unos incipientes senos. Y ni hablar de su culito. Deseado por todos los hombres del vecindario..
Mi prima Isabel es una preciosura por donde se lo mire. Por ejemplo, usa el pelo largo hasta la cintura, llena de bucles o rulos grandes y cuando camina su cabellera se mece al compás de sus rellenitas nalgas. Yo a mis 17 años vivo con ganas de sexo. Mi novia Juanita de 16 años, me complace bastante aunque no siempre podemos hacerlo. De echo hacía más de una semana que no lo hacíamos cuando sucedió lo que dio origen a este relato. Es que convencí a Juanita de tener sexo anal, sin mucha experiencia lo intentamos, pero el gran problema es que mi verga es contundente. Es bastante cabezona, son apenas 18cms de largo pero a medida que transcurre el tronco, se va engrosando y contra la pelvis tiene casi 7cms de lomo. Usando el gel de mi padre la pude penetrar con bastante dificultad, y cuando se la enterré toda la lastimé. Al sacársela sangraba bastante. Por lo que hace una semana que Juanita no quiere saber nada del sexo. hasta camina con cierta dificultad.
Volviendo a Isabel, como les decía, en el barrio todos le tienen ganas. Más cuando pasa de vuelta del colegio con su falda cortita, mostrando sus largas y moldeadas piernas, o con su camisa blanca que apenas contiene sus hermosos y frondosos pechos. Guauuuu!!!!. Para colmo es una persona muy cariñosa y alegre por lo que pasa saludando a todo el mundo. Me imagino las pajas que se harán los chicos en el barrio soñando con Isabel. Convengamos que yo también le he dedicado algunas.
Llegó semana santa, era viernes santo, en casa son todos muy católicos, salvo yo. Por lo que mis padres y mi hermana Luana de 15 años se fueron a la misa de las 19:00hs a la catedral principal. Las misas duran casi dos horas, son larguísimas y pesadas. Una lata. Recibo un mensaje de whatsapp y es mi prima Isabel, preguntándome si estoy en casa. le contesto que sí. Me dice que se viene a pasar un rato conmigo, ya que mis tíos también se fueron a misa. Y que ella se quedó sola y está aburrida. Aclaro que mis tíos viven a una cuadra de nuestra casa, por lo que en cinco minutos estaba Isabel tocando timbre en casa. Le abrí y vaya sorpresa, estaba preciosa, venía vestida con una calza negra de lycra que modelaba sus piernas y su cola, un top de lycra que obviamente demostraba que debajo no tenía nada y con su amplia boca y cálida sonrisa se me viene encima, me abraza haciéndome sentir la dureza de sus pechos y para mi mayor sorpresa siento como con su pelvis busca el contacto con mi bajo vientre, en realidad con mi verga. Su abrazo duró un poquito más de lo acostumbrado, eso hizo que mi rebelde palo medio se encrespara. Y como mi prima tonta no es, al sentir como la verga comenzó a ponerse dura, se le colorearon las mejillas, y sonriendo se echa para atrás y me mira descaradamente el bulto.
Se separa de mi y se encamina hacia el living, caminaba delante mí moviendo su portentoso y preciado culo. Ya para esto mi pija estaba a mil. Y era imposible ocultar la carpa en mi pantalón. Mi prima se sienta en el futón y con cara de gata hambrienta me llama a su lado y me hace sentar bien cerquita de ella. De pronto me dice, Tito, me contó Juanita que Uds. tienen sexo hace ya tiempo, y que tu pene es bastante gordo. Y se largó a reír. Yo sorprendido por el comentario no atiné a nada. Ella muy seria me pregunta si es cierto y que está intrigada, ya que no conoce ningún pene, salvo lo que puede ver a veces en el porno de internet. Pero que le gustaría ver uno en vivo y en directo y que como somos primos, le pareció correcto que sea yo quien se lo muestre. Al principio estaba sorprendido por su solicitud, luego se me ocurrió que a lo mejor mi prima estaba dispuesta a tener sexo, estaba casi seguro que continuaba siendo virgen pero no podía jurarlo. Es cierto que me gusta mucho y ante su pedido no pude negarme. Me paré de frente a ella, mi bulto quedaba justo frente a su cara, me desabroché el pantalón, me lo bajé junto al sleep y liberé mi pija frente a los ojos de mi prima, que al verlo abrió grande los ojos y quedó a boca abierta mirándolo. Luego estiró la mano y lo tomó por el tronco, sus dedos apenas abarcan el grosor de mi palo, lo investiga de lejos, luego se acerca y lo olfatea y de pronto sin aviso alguno, abre grande la boca y se mete la cabeza de mi pija a la boca, apenas le cabe. Pero hace un buen intento de chupármela, me lastima un poco con los dientes pero la corrijo y comienza a darme una linda mamada, inexperta pero se esfuerza, pronto mi verga está esplendorosa, gruesa, hinchada y nervuda. Estiro mis brazos y con mis manos me apodero de sus pechos, ya sus pezones están duros, sin mucho esfuerzo y con su ayuda le saco el top liberando así sus hermosos pechos, llenos, pesados, se los toco y aprieto sus pezones y ella gime mientras sigue mamándome la verga. Es muy aplicada por lo que pronto tenía ya un buen pedazo de tripa en la boca. Pronto ya estaba por acabar, se lo hice saber pero no se echó atrás, se esforzó un poco más, la cabeza de la verga ya tocaba su garganta y de pronto le comencé a lanzar chorros de semen directamente a su garganta. Isabel se lo tragó todo sin pestañear, es más, luego siguió lamiendo y chupando hasta que mi verga se ablandó. Finalmente sacó la tripa de su boca y sonriendo me pregunta si lo hizo bien y si me gustó. Que le podía decir, nada. Solamente la hice pararse, le ayudé a sacarse la calza y su bombachita, quedando mi prima totalmente desnuda. Al verla así mi pija reaccionó al instante, comenzó a ponerse dura de nuevo. Senté a mi prima en el futón a pierna abierta y me arrodillé entre ellas, acometí su vagina depilada que ya estaba brillosa por sus jugos, la verdad es que parece una rosa, sus labios vaginales encierran un agujerito pequeño que pronto probaría la intrusión de una verga cabezona. Acometí con la lengua y mis dedos su conchita, comenzó a gemir y a suspirar fuerte, me tomó de los pelos y quería meterme dentro de su conchita. Mis dedos acariciaban sus glúteos y palpaban en busca de su pequeño agujero trasero. Al encontrarlo unté con los jugos de su vagina dos dedos y metí suavemente en su culito uno de ellos. Isabel se quedó quieta por un segundo ante la intrusión en su trasero, pero pronto su calentura pudo más, yo seguía chupando y lamiendo su clítoris, pronto estuvo ya muy excitada y sin aviso me llenó la boca con sus fluidos, había acabado, pero seguía entusiasmada, probé y metí un segundo dedo en su culo. Ni se inmutó, seguía excitada, por lo que deduje que era el momento de desvirgarla. Me acomodé bien cerquita de ella, sus piernas sobre mis hombros me brindaban una hermosa fotografía de su virgen conchita y de su rosado culito que estaba algo dilatado por mis dedos. Le pregunté si estaba dispuesta a ser penetrada. Que le dolería bastante al principio pero luego lo disfrutaría. Con la cabeza y sin hablar dio el consentimiento. Tomé mi pija por el tronco, posicioné la cabezota entre sus labios exteriores, empujé un poquito y encontré su virgen túnel, inicié la penetración suavemente, ella se quejaba un poquito al paso de tamaña cabezota entre sus pliegues vírgenes hasta que topé con su himen. Le pedí que aguantara un poquito y antes de que contestara presioné fuerte y rompí su virgo, la verga lentamente se fue desplazando a su interior entre quejidos y un suave llanto de mi prima. Al llegar al fondo de su vagina me quedé quieto por un rato. Primero que es una niña y tiene la vagina del tamaño de una niña, segundo mi verga es muy gorda para esa conchita, lo que hacía que las paredes de su concha apretaran fuertemente mi verga, y ella gemía ante el grosor de mi herramienta. Pasaron un par de minutos y finalmente se relajó. Lo sentí en sus paredes vaginales, entonces muy suavemente comencé a cogerla. Luego de unos minutos ella comenzó a disfrutar la verga, y luego ya estaba entusiasmada y se movía muy bien, aunque estaba bien ensartada. Ya luego la penetraba hasta el fondo, se la sacaba casi toda y volvía a penetrarla, fue así como logró su segundo orgasmo en medio de un pequeño llanto emocional. Como yo había acabado antes, no estaba dispuesto a acabar enseguida, por lo que le seguía dando matraca, cada vez más fuerte, ya pronto éramos dos animales teniendo sexo. Pudo volver a acabar y quedó laxa. Y yo con la verga más dura que nunca. La dejé respirar, le saqué la verga y me fui al baño a buscar el gel. Quería hacerle probar lo que es tener una pija gruesa en su culo. Me acerqué a ella, le propuse si quería probar el sexo anal, medio dudó. Con mucho miedo me pidió que se la metiera pero despacito, ya que mi pija es muy gruesa. La hice poner en cuatro en el sillón, unté gel en mis dedos y acometí con ellos su agujerito trasero. Primero un dedo, luego dos, y aprovechando su calentura volví a penetrarla por la concha, lo que hizo que se pusiera cachonda de vuelta, lo bueno es que su esfínter es muy elástico, me dio la impresión que ya algo había pasado por ahí, con tres dedos en su culo y la poronga en su concha mi prima estaba eufórica, saqué mi pija de su concha, la unté con mucho gel, y se la apoyé a su rosado agujero que ya se veía bien dilatado, con mucho esfuerzo pero suave, logré que la cabeza pasara su esfínter. Isabel no solo no se quejó, lo recibió con muy buen ánimo. Seguí presionando y la verga fue entrando, hasta la mitad. Al llegar a la parte más gruesa mi prima comenzó a quejarse y a llorar, quería que se la saque, que le duele mucho. Ya lo más difícil había pasado, media tripa estaba en su culo por lo que simplemente desoí sus pedidos y seguí penetrándola, de pronto comienza a insultarme, me dice primo hijo de puta, sacala que me duele mucho. Es muy gruesa, es muy gruesa, más que la de papá!!!!! Y la sorpresa fue mayúscula pero confirmó lo que creía, que ese culito ya había recibido varios pijazos. Seguí dándole verga hasta enterrársela toda, apretaba y mordía un almohadón mientras lloraba. Yo le di matraca hasta que no aguanté más y le llené el culo de semen. Tuve que esperar un buen rato hasta que mi tripa se achicó lo suficiente para sacársela sin hacerla doler. Una vez afuera, mi prima se da vueltas y mirándome a los ojos, me dice que soy un hijo de puta. Que le dolió mucho. Pero que le gustaría volver a hacerlo conmigo. Es por eso que hoy estoy esperando que llegue.
Wooooooooooowww! qué delicia!