Mi primita y yo (parte 3)
Continuamos (parte 3).
Las semanas pasaban como siempre, diario me comía su culito o su vagina o mínimo era una mamada, hasta hacerme terminar, hablábamos de todo y de nada. Celia ya llevaba casi dos meses viviendo con nosotros y por lo que veía se iba a aventar un buen rato, la verdad no era carga para mis padres, mi tía, le mandaba dinero a mis papas y ella era acomedida con mi mama.
Un miercoles, que regrese a casa después de la escuela, escuche risas y le pregunte a María que si había alguien más, pensaba que era una película. Me respondió que si, que la srta. Celia (siempre hablaba de usted, para referirse a alguien que no estaba) trajo a una amiga del colegio para hacer un trabajo. Subí a mi habitación y no fue a buscarme, estaba encerrada en su habitación, junto a su amiga, baje medio enojado a comer y seguia sin bajar a saludar, cuando termine decidí ir a verla, toque su puerta para poder pasar y me abrió su amiguita, una nena morenita, igual de delgada que mi prima pero con mucho más busto que mi prima, su cabello era rizado y unos ojos grandes y obscuros, mi prima se asomó detrás de ella y me saludo muy eufórica, me presento a maggie su amiga del colegio, sólo les dije que si ya habían comido y que estaría en mi habitación, por si necesitaba algo.
A los pocos minutos, entro maggie con pena, para pedirme unos lápices, en lo que buscaba, me hizo platica, que le caía muy bien mi prima, que una vez la defendió de otras niñas por su tez. Mi prima era blanca y tenía muchas pecas, que ponía su mano sobre la de ella y le decía que amaba su color de piel, cabe mencionar que mi abuelo era libanés y yo fui el único que salió de su tez, moreno, ceja poblada y cabello rizado. El caso es que no me había percatado y ella era igual o un poco más morena que yo.
Yo estaba acostado viendo un programa, ella seguía platicandome de lo bien que se llevaba con Celia, al punto de sentarse en la esquina de mi cama y podía verle sus senos bajo su blusa escolar, entre la plática me pregunto que si le daba los lápices que pedía, la verdad me dio flojera levantarme y ayudarle, además de que traía una erección enorme y si me levantaba se notaría. Sólo le dije que estaban en un cajón, que si podía buscarlos, así que se levanto y comenzó a buscar desde el primer cajón levantando su culito y dándome una vista de 100!, por estirarse a buscar al fondo su blusa se le salió de la falda dejándome ver su piel canela. En el primero no estaba, busco en el segundo y nada, en el tercero tuvo que agacharse un poco y ahí contemple su culito, su falda se le levanto a medio muslo y fue donde encontró los colores que buscaban. Fueron de los mejores minutos que pase en mi vida, no me había percatado que Celia estaba espiandonos y cuando maggie me daba las gracias, Celia entro y se aventó sobre mi, ella me trataba de hacer cosquillas y gritaba a maggie que la ayudara… Al principio maggie era muy cautelosa sólo me detenía las manos, no obstante mi primita que aprovechaba para agarrarme mi verga, al estar su amiga mi pena era obvia y no dudo que me viera mi verga de vez en vez ya que traía un pants muy holgado y era fácil que se hiciera una carpa.
Llego el punto en que Celia se puso sobre mi, de hecho sobre mi verga y le dijo a su amiga que se subiera también, maggie entre risas le decía que en donde, tratrándose se poner atrás de ella. Celia le dijo que sobre mi pecho viéndola a ella, y así lo hizo, si cuidado dejando su culo en mi pecho, Celia se movía de atrás hacia delante y le pedía a maggie que hiciera lo mismo, entre el juego, la faldita de su amiga se comenzó a acomodar, dejándola sólo con su calzón sobre mi pecho que podía sentir, ya que no llevaba camisa. Como pude, logre soltar mis brazos dejandolos detrás de ella, así tuve la libertad de levantar su falda y comprobar que si era su calzon lo que pegaba en mi. Celia se movía para ver que estaba haciendo y yo hacia como que me quería soltar levantando mi cadera rítmicamente con los movimientos de Celia y como si ella me leyera la mente distraía más a maggie para que pudiera seguirle viendo su culito.
No se como se me ocurrió el decir que iba a desmayarme si seguían así, y segundos después lo hice, no me moví para nada. Al principio Celia se movía más fuerte para que siguiera yo moviéndome, pero no lo hice, maggie volteo a verme y le dijo a Celia que tenía los ojos cerrados, que mejor vieran si estaba bien, ambas se pusieron a cada lado mío, me movían y yo no reaccionaba, Celia le pidió a su amiga que fuera por una toalla y la mojara para ponérmela en la frente y maggie salió corriendo por el encargo.
– ¿estas bien? – pregunto Celia. Yo no me movía, me dio un besito y se lo correspondí, pero sin abrir los ojos. Mi primita se separó al momento de que llego maggie con la toalla.
– ponsela en la frente – le pidió Celia a su amiga. Celia puso su oído en mi pecho – ¿escuchas? – dijo Celia.
– ¡si! – respondió maggie poniendo su oído igual. – ¡Esta vivo!
– vamos a revisar porque no ha despertado – dijo mi primita poniendo su mano sobre mi panza.
– ¿Pero si se despierta? – dijo Maggie.
– Lo habremos salvado – respondió Celia.
Maggie comenzó a mover mis manos, yo las dejaba caer sin fuerza, me movía mi cabeza de un lado a otro y de igual forma, no oponía resistencia. Celia le pregunto si había visto mi bulto, su amiga solo asistió con una risa.
– ¿Vemos que tiene? – pregunto Celia.
– Ok, pero rápido – respondió su amiga. Celia no perdió oportunidad y me bajo el pants hasta donde podía.
– ayúdame, levántalo un poco – dijo mi prima, creo que Maggie no reaccionaba tan bien, ya que mi prima tuvo que repetírselo dos veces. Como pudo Maggie trato de levantarme y Celia saco mi pants, hasta dejarlo casi en mis tobillos.
– ¿Habías visto una de estas? – pregunto espantada Maggie.
– No, nunca – respondió mi prima. Yo me moría de la risa, por todo lo que estaba pasando. No sabía que mano comenzó a tocar mi verga, la tocaba con la punta de sus dedos. Sólo oía sus risas de ambas niñas, no paso mucho tiempo hasta que sentí otra mano y después otra en mis huevos, después silenció pero las manos seguían jugando en mi, abrí lo menos posible los ojos y cual fue mi sorpresa ambas niñas estaban besándose, las dos tenían los ojos cerrados, fue hasta que se separaron que volví a cerrar los ojos, ahora fue maggie la que dio la iniciativa al decir si me despertaría al subirse ella sobre mi, Celia le dijo que tal vez no me despertaría y no tardo en subirse sobre mi, sentía su calzoncito rozar mi verga se movía de atrás hacia delante, sin querer comencé a mover mis dedos de lo rico que sentía, eso lo vieron y dijeron que ya estaba reaccionando, ahí fue cuando Celia dijo que le tocaba a ella, que tal vez ella podía despertarme.
– ¿te los quitarás? – dijo maggie
– si, tal vez así se despierte más rápido – se acomodó su falda de tal manera que sus labios se amoldaban a mi verga, realmente era imposible no gesticular.
– esta funcionando – dijo maggie viendo como ceñía los ojos – déjame intentarlo – repuso. Mi primita no dejaba de moverse, sus manos ya estaban en mi pecho y sentía como se humedecía el tronco de mi verga. Con mucho reparo Celia concedió.
– esta bien – dijo, maggie volvió a subirse sobre mi, pero mi primita le dijo que sin calzón, con pena maggie se los quito y se subió rápido sobre mi.
Casi me venía en ese instante,
sentir su vagina. No era como la de mi prima se sentía más cerradita pero ya se humedecia, mi prima se puso sobre mi pecho dándome la espalda, se atoro su falda de tal manera que pudiera verle culo, puso mis brazos sobre sus piernas y mis manos terminaban en los muslos de maggie, ambas se movían de atrás hacia delante, llevándome de a poco con sus jugos, mis dedos acariciaban los muslos de la amiga de mi prima, ya no era tanta la importancia que me daban a mi, sino el sentir que sus vaginas experimentaban.
Con más confianza comencé a acariciar los muslos de maggie, mientras celia se desabotonaba su blusa y comenzaba con la de su amiga. No tardó en caer la ropa de ambas, sólo faltaba que se quitaran sus faldas. Comencé a mover mi cadera, mis manos ya recorrían los muslos de maggie, celia comenzó a irse hacia atrás dejando su vagina sobre mi boca, sacándole lengua comencé a lamer su vagina. Era dicifil controlarme y moverme.
– se siente rico – decía maggie
– si, y se siente mejor cuando te lo metes – respondió mi primita.
– te lo has metido – pregunto maggie sin dejar de moverse
– pues obvio, mi primo cuando se duerme, jamás se despierta – repuso celia – ¿quieres ver? –
– a ver, no te creo – reto maggie a celia
– muevete, pero si yo lo hago, tú harás lo mismo – regresando el reto.
– vale – ya sin temor aceptó
Se levantaron y cerré los ojos inmediatamente, tardaron un poco, pero cuando se acomodó maggie sobre mi pecho y siguiendo las instrucciones de mi prima, puso mis brazos sobre sus muslos, como los había acomodado anteriormente mi prima, mi barriga y mis brazos recibían caricias, poco a poco abrí los ojos y vi ese culito de maggie, redondo morenito y sin un sólo pelito o estría.
– mira – dijo Celia, se levanto un poco, agarro mi verga y se la comenzó a clavar, bajando de a poco y cuando su culo choco con mis huevos, comenzó a moverse.
– ¿No te duele? – pregunto maggie.
– al principio un poquito pero se siente muy rico! ¿Quieres intentar? – respondió Celia sin dejar de moverse – bésame – dijo Celia, maggie se acercó a ella y comenzaron a besarse, yo aprovechaba para verle ese culito de maggie y mis manos separaban las nalgas de Celia y con un dedo le estimulaba su ano. Maggie se movía y sentía su humedad en mi pecho. Mi prima se movía cada vez más rápido, chocando sus nalgas en mis huevos, yo seguía separando sus nalgas lo más que podía y ya tenía dos dedos dentro de su ano. Se que mi primita estaba empezando a tener su orgasmo por las convulsiones que sentía de su vagina, de un momento se quedo tiesa y abrazo a maggie.
– te toca, se siente delicioso – dijo mi primita, sacándose mi verga despacio, sé que no quería, pero lo hizo a regañadientes. – te ayudo, para que te sea mas fácil, dijo Celia, poniendo todo su culo enfrente de mi cara, como ella sabía perfectamente que no estaba dormido, coloco mis manos en mi rostro para que pudiera acariciarle el culito, casi se acuesta deteniendo mi verga erecta y Maggie sobre ella, de a poco Maggie comenzaba a bajar, lo hacía muy despacio, realmente estaba mas estrecha que mi prima y la sensación era ¡inaudita!
– Duele – dijo Maggie, solo habiendo la mitad de mi cabeza en su pequeña vagina.
– Si, por eso no dejes de acariciarte las tetas – respondió Celia – yo te ayudo, de verdad se siente rico cuando estás hasta abajo – le decía a su amiga. Celia había puesto su vagina casi en mi barbilla y aproveche para que con mis manos separarle sus labios y meter mi lengua en su vagina que estaba muy húmeda y abierta, ella no aguanto el placer y se acostó, quedando mi verga en su rostro, su manita seguía deteniendo mi tronco, mientras Maggie de a poco comenzaba a bajar, no sé si lo vio en una película o le nació pero comenzó a lamer mi pene y el clítoris de su amiga mientras yo hacía lo propio con ella. Maggie solo gemía y sollozaba, hasta que por fin sentí el frío de sus nalgas pegar contra mis huevos, conscientemente comencé hacer contracciones en mi verga para que ella los sintiera.
– Muévete – le ordeno Celia.
– No puedo casi moverme, es muy grande – dijo entre sollozos y pequeñas risas Maggie – Espera, espera – y centímetro a centimetro comenzó a moverse, muy despacio, fue en ese momento cuando decidí “despertar” con movimientos de mi cadera, pero obviamente sin tratar de lastimarla, solo me movía hacía arriba y hacia abajo, la coordinación todavía no era perfecta, pero ayudo a que Maggie se relajará y comenzará a gozar.
– ¿Te gusta? – pregunto Celia.
– Si, mucho, se siente muy rico – respondió Maggie. Celia le acariciaba sus tetitas que bailaban de arriba a abajo.
Se acomodo para que yo siguiera lamiendo su clítoris, ella sola se separaba sus labios para que entrara mi lengua, una mano de mi prima estaba en sus labios y la otra acariciaba las tetitas de su amiga o las suyas, mientras las mías ya estaban en las nalgas morenas de Maggie, ella solo se detenía de las mías y ya se dejaba hacer, mis dedos recorrían todas sus nalgas y sus muslos, no decía nada, se dejaba hacer todo.
Mi prima se levanto y se colocó de frente a ella y como si fuera hombre le empino su vagina a su amiga para que se la lamiera. Realmente era una escena muy perversa, ver a esas dos niñas de doce años haciendo poses de estrellas porno. Maggie abrazo las piernas de Celia, colocando ambas manos detrás de sus nalgas y apretándolas lo mas duro, enterrando sus uñas en sus carnes. Yo recorrí mis manos en medio de sus muslos hasta llegar a su vagina que ya se movía con mas naturalidad, con mis dedos acariciaba y separaba sus labios, pasaba mi dedo gordo sobre su clítoris, lo que provoco que se arqueará y apretará mas las nalgas de Celia. Yo trataba de hacerme mas hacía la cabecera para poder estar mas cómodo, cuando Maggie reacciono y volteo a verme, se ruborizó un poco y mordiéndose el labio volvió a lamer la vagina de Celia.
Ese era el consentimiento que esperaba para poder hacer mas, por lo que me senté y comencé a besar las nalgas de mi prima y mis manos recorrían esos abultados senos de Maggie, con la palma de la mano los levantaba y besaba o mordisqueaba su pequeño pezón moreno, con la otra mano trataba de quitar su falda y pasarla por arriba, para estar los tres completamente desnudos. Comencé a bombearle su vagina cada vez mas rápido, me encantaba verle rebotar sus tetas y ver la cara de sufrimiento que ponía Maggie. Como no tenía condón, no podía venirme, por lo que frene mis embestidas, ella al verme parar, separo a Celia y pregunto que porque paraba, le explique que podía dejarla embarazada, me levante de la cama y fui al cajón donde tenía los condones, Celia y Maggie no perdían oportunidad e hicieron un 69 quedando Celia con el culo en popa, me puse el condón lo mas tranquilo que podía, sin dejar de ver el espectáculo que me ofrecían aquellas niñas.
Regrese y me puse detrás de Celia con saliva empapaba el culo de Celia, mientras Maggie separaba sus nalgas y lamía su clítoris, con una mano me acariciaba mi verga y mis huevos, yo seguía lubricando a mi primita con un dedo, después dos. No tarde mucho en ponerle mi verga en la entrada de aquel culito que ya no era virgen, la verdad ya me punzaba mi verga de que quería venirme lo antes posible y fue así, metí mi verga en el culito de mi prima y comencé a embestirla lo mas rápido que podía, hasta que sentía que no iba a aguantar mas y saque mi verga, me quite lo mas rápido el condón y apenas lo saque me vine, llenando mi semen en el culo de mi prima y caía en el rostro de Maggie. Le pase mi verga a Maggie para saber si quería lamerla y con un poco de rehuso comenzó a lamerla, mientras mi primita se esparcía lo que le había caído en la espalda.
En la pose en que estaba Maggie me lamía los huevos y mi verga, yo acariciaba su rostro y el culito blanco de mi prima, hasta que estas tuvieron su propio orgasmo, tumbándose una al lado de la otra y yo sentado en la cabecera de mi cama.
Celia se acomodo quedando acostada en mi lado derecho de mi pecho y Maggie del lado izquierdo ambas desnudas y poniendo sus piernas sobre las mías, era en ese momento el rey del universo.
– ¿Viste?, te dije que se dejaría – dijo mi prima a su amiga.
– Si y se sintió muy bien – respondió Maggie.
– ¿Cómo que me dejaría? – pregunte a ambas, mientras acariciaba sus siluetas.
– Me contó Celi lo que hacían y me dijo que tú serías la persona indicada para poder perder mi virginidad, que me cuidarían y que no habría problema – me dijo Maggie mirándome a los ojos.
– Si, así como lo fuiste conmigo – respondió Celia dándome un beso, metiendo su lengua.
No nos habíamos dado cuenta de la hora y no faltaba mucho para que llegarán mis padres por lo que las niñas salieron corriendo al cuarto de mi prima para ducharse. Yo seguía acostado, desnudo y acariciándome la verga y pensando que ahora había sido yo el engañado… contento pero engañado.
Escuchaba como las niñas se duchaban mientras observaba algo en la televisión, con reparos me levanté y me dirigí al baño a ducharme, mi verga seguía palpitandome y desnudo camine al baño, mientras se calentaba el agua, mi puerta se entreabrió y se asomó mi primita. Quiero chupartelo un momento, se inco y se metió mi pene a su boca, yo veía como se engullía mi verga y mis manos sólo acariciaban sus cabellos, no se como me fije en la puerta y estaba maggie observandonos, con una seña le pedí que pasara y se acercó a nosotros, la tome por la cintura y la bese, ella ahora acariciaba a Celia y yo me dedicaba a estrujar sus senos y besarla con ganas, le abrí su blusita y le mordía sus pezones y mi mano se iba a su entrepierna. Despacio duele un poco, me decía al oído, con delicadeza pasaba mis dedos por sus labios vaginales, el dedo medio lo rozaba entre su clítoris, notaba que le agradaba porque se estremecía, por su parte Celia seguía mamando mi verga, masajeaba mis huevos con sus manitas, hasta que ya no pude y termine viniéndome dentro de la boca de mi prima, termine sentado en la taza del baño besando el vientre plano de maggie, Celia se levanto y beso a maggie en la boca, por su parte maggie se acomodó su corpiño y cerró su blusa. Ambas salieron del baño, justo al momento en que escuchábamos el carro de mi madre.
Me duche pensando en lo que había pasado provocando otra erección, me bañe lo más lento posible y salí poniéndome un pants y una camisa y me dirigí a la cocina. Ahí me encontré a mi madre y tuvimos una pequeña charla de los estudios, al final me dijo que el fin de semana, ella y mi padre se irían de viaje y que Celia y yo iríamos con unos tíos a Cuernavaca, para que no nos quedáramos solos en casa, así que el viernes en la tarde pasarían mis tíos por nosotros. Por lo que me pedía que organizara mi maleta y me dio dinero para no pedirle nada a mis tíos, como eran primos de mi mama, ella hablaría con mi prima para que no se sintiera mal de estar con extraños.
Al poco rato bajaron las niñas y saludaron a mi madre y ella las llevo por un helado y ambas llevarían a maggie a su casa. En el tiempo que estuve sólo aproveche para hacer mis tareas escolares y limpiar el desorden de mi habitación, para cuando llegaron mi mama y mi prima yo estaba completamente dormido.
Continuara…
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