Mi primito Alex
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por LolaCaliente.
Desde ese fin de semana, nos encontrábamos cuando el salía del colegio y yo no iba a clases en la universidad, pero la pasábamos muy rico, ciertas veces no nos veíamos y yo le decía que se buscara alguna amiga que quiera hacerlo con el.
Y así fue, Paula es una chica muy guapa, es alta de cabello castaño, delgada y con un cuerpazo, el día que ellos lo hicieron Alex me mandó fotos de como se la metía, también 2 videos en donde claramente se ve como Paula gozaba de ser empalada por tan rico mástil.
Para antes que él saliera de vacaciones en el colegio, mis tíos tuvieron que salir de viaje por negocios de su trabajo, así que como la buena prima mayor que soy, me ofrecí a ir a su casa y así Alex no pasara solo o no llegara muy tarde de las fiestas.
En una de esas tantas noches, tuvo una fiestilla con los guarros de sus amigos en casa de uno de ellos, no me molestó en lo absoluto que saliera, tiene 16 años, así que puede y tiene que divertirse un poco, a parte estaba de vacaciones…
Cuando regresó fue otra historia, yo estaba sentada en uno de los sillones, viendo una película, que ni atención le estaba prestando y no escuché en qué momento entró a la sala de estar, solo sentí un beso en el cuello y su perfume lo reconocería donde sea.
Se sentó a un lado mío y por un momento, continuamos besándonos dulcemente sin profundizar, antes de que yo gimiera con suavidad y abriera mis labios. Alex metió su lengua y llenó mi boca de su sabor. Me llevó casi que corriendo hasta las escaleras y yo lo seguí rápidamente.
Nos quitamos la ropa ni muy llegamos a la habitación. Ahí, ansiosos por tener contacto de piel contra piel, caímos sobre las sábanas, besándonos y tocándonos. Alex me recostó y su boca descendió a mi coñito. Me estremecí, dejándome caer sobre las sábanas mientras me daba placer son su boca y lengua.
Apreté las sábanas en una mano y la otra la bajé para acercarlo más, mis caderas temblaron contra su complaciente boca y gemí aún más cuando me chupaba el clítoris.
Mis gemidos escalaron cuando los dientes de Alex me mordieron, muy apenas, sólo lo suficiente para hacer que estallara en placer, intenté no levantarse muy bruscamente contra la boca de mi primo.
Los dedos de Alex rasparon suavemente, dejando que su dedo medio se colara dentro de mí. Su mano estaba cálida, esto sólo hizo que me moviera con más fuerza contra él, jadeando una súplica mientras su dedo se movía con más ahínco. Cuando lamió, presionó la bolita de su piercing contra mi muy sensible clítoris, provocándome por unos segundos antes de volver a comerme todo el coño. Mis caderas ondularon contra la boca y mano de Alex y sus movimientos aceleraron cuando se dio cuenta que mi orgasmo se aproximaba. Mi cuerpo entero se tensó por el placer y mi cabeza cayó hacia atrás en el colchón, me removí apretando aún más mi agarre en el colchón y cuando mis caderas comenzaron a levantarse, Alex me agarró, sosteniéndome en mi mismo lugar mientras me chupaba con fuerza, comenzando a beber de mí cuando me vine en su boca.
Cuando Alex se recostó lo acerqué a mi lado y suspiré cuando nuestras pieles desnudas se presionaron juntas.
— Alex quiero sentirte.
Besó mi frente y se quedó a mi lado, pero yo podía sentir su erección chocando contra mi muslo. Le acaricié las costillas con mis dedos, para llevarlos a su pezón, pasé el pulgar sobre la pequeña protuberancia haciendo que se hinchara. La respiración de Alex se estremeció un poco y lo hice nuevamente pero esta vez trazando la areola antes de tocar el pezón erecto.
Alex agarró mi muñeca y yo solo me lo quedé mirando, notando la dilatación en sus ojos oscuros y el color de excitación en sus mejillas.
— ¿No te gusta?
— Baja ahí.
Me incliné y rocé mis labios húmedos sobre el pezón de Alex, sus dedos apretaron mi muñeca, pero no se movió y dejó que abriera los labios y sacara la lengua para lamer. Levanté la mirada y vi a Alex con sus ojos cerrados y su mandíbula apretada, me incliné lentamente, empujándolo y haciéndolo recostarse sobre su espalda. Luego bajé la boca nuevamente y chupé sus pezones.
—Lola
Alex sonó ahogado cuando sus dedos se enredaron en mi cabello apretando con fuerza, sus caderas se levantaron hacia mi pierna que estaba entre las suyas. Se me escapó un gemido contra el pezón que estaba chupando cuando sentí su pene duro y desnudo frotándose contra mí, hacía círculos alrededor del pezón rojo y punzante mientras levantaba una mano al otro, para pasar el pulgar sobre el pezón una y otra vez antes de que el índice se uniera para pellizcarlo.
— Lola, Lola
Cerré mis labios en torno al pezón y lo chupé nuevamente antes de darle un ligero mordisqueó que hizo que Alex se impulsara contra mi cuerpo. Alex se levantó y me jaló del cabello, empujándome desde uno de mis hombros.
— Abajo!
Cuando estuve abajo su pene grande y duro palpitó cerca de mi rostro.
— Chúpalo! Chupa.
Levanté las manos para agarrarme de sus muslos, el músculo debajo de su piel se flexionó y se tensó bajo mi agarre mientras ondulaba su pene contra mi boca y yo lo chupaba. Casi no podía moverme y Alex cerró los ojos mientras controlaba el ritmo y la profundidad de sus embestidas.
Penetró mi boca, haciendo que mis mandíbulas y mi garganta dolieran mientras su pene mantenía mi boca abierta para cada movimiento. No pasó mucho tiempo antes de que Alex estuviera estremeciéndose sobre mí y de repente, se separó y comenzó a masturbarse rápidamente para venirse sobre mi boca, mentón y mejillas. Yo no pude hacer nada más que quedarme ahí acostada y con los ojos cerrados hasta que Alex se quitó de encima.
Me senté lentamente para tomar un Kleenex y limpiar mi cara. Cuando lo tiré y volví a acostarme, Alex estaba mirándome con ojos pesados. Sus pezones seguían luciendo rojos y ligeramente húmedos y pude sentir de inmediato el placer encendiéndose dentro de mí.
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