Mi primo favorito

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ese fin de semana por fin ocurrió lo que tantas veces había soñado, él se acercó a mí y me beso, sentía su aliento caliente mientras su paquete se endurecía, yo le devolví el beso y lo acerque más hacia mí, comencé a sobar su paquete por encima del pantalón, mi primo soltó un suspiro y comenzó a besar mi cuello. Desabroche su pantalón y acaricie sus nalgas, le quite la camiseta y comencé a pasar mi lengua por su pecho y por encima de sus pezones endurecidos. Mi primo comenzó a gemir despacio. Sin decir nada nos fuimos a mi habitación, lo acosté sobre la cama y termine de desnudarlo completamente. Comencé a pasar mi lengua por su polla, recorriéndola de arriba abajo, llegue hasta sus huevos y los llene con mi saliva mientras mi primo suspiraba con los ojos cerrados.

Mi primo soltó un gemido cuando me metí su polla a la boca y comencé a chuparla, con su polla en mi boca comencé a recorrer sus nalgas con mi mano, le metí un dedo y él se estremeció de placer, mi primo no paraba de gemir al sentir como lo follaba con mi dedo mientras se la mamaba. Estuvimos un rato así, el gimiendo y yo con la polla durísima.
-ya métemela-casi suplico

Me saque la polla mientras él se ponía a 4 patas, se la metí de un solo golpe, mi primo ahogo un grito al sentirla dentro. Comencé a moverme despacio mientras mi primo soltaba pequeños gemidos. Comencé a clavársela cada vez más rápido mientras mi primo gemía más fuerte y comenzaba a pajearse.
Me calentaba tener a mi primo en cuatro patas con el culo abierto por mi polla, dando gemidos de placer.
-me voy a correr- anuncio mi primo mientras se movía tratando de clavarse más mi polla en su culo.

Yo aumente mis embestidas hasta sentir que mi primo comenzaba a retorcerse de placer, haciendo que su ano se cerrara sobre mi polla. Al sentir como su ano apretaba mi polla no pude soportar más y comencé a correrme, le llene el culo de leche a mi primo mientras el gemía sin parar.
Cansados nos acostamos en la cama mientras yo lo abrazaba y acariciaba su pecho. Desde ese día puedo decir que se convirtió en mi primo favorito.