Mi primo me desvirgó
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Saludos, soy Betariz tengo 19 años, actualmente estoy casada tengo dos niños de 1 y 3 añitos, soy feliz con mi esposo, quiero compartir con ustedes este relato que marcó mi vida con mi primo Humberto que desde niña tenia un sentimiento muy especial.
En una tarde de verano en la que hacia mucha calor, quiso el destino que me encuentre sola en casa viendo tv con mis piernas abiertas comiendo canguil, en esas, llama a la puerta mi primo que tenia un negocio de agua, le digo que pase a la cocina a dejarlo, al rato se sienta sobre mi preguntándome qué estaba viendo, yo le dije una película de acción, se sentó junto ami a preguntarme de mis papás, le dije que salieron a Guayaquil, que vendrían en la noche.
Creo que eso fue el punto de entusiasmo de Humberto que lo primero que hizo fue mirarme a los ojos, junto a mi empezó a sobarme suavemente el brazo, sinceramente me derretía al sentirlo, ya antes lo había hacho y no se por qué se lo permití, ahora me lo hacía ampliamente, vi su pene abultado y estruje mis labios, me levanté a preparar limonada y en esas que Humberto me rodea la cintura con sus brazotes me besaba el cuello, con su rodilla sobaba mi vagina que ya estaba dilatada del deseo, como gatita al principio me negaba pero sus caricias pudieron más, me dobló sobre la mesa bajándome el short de licra, sentí su pene sobar mis nalgas, me alzó un poquito, yo me dejé, quería que me haga el amor, lo deseaba como loca, su pene rozaba mi culo hasta entonces virgen, sus brazos hicieron que me volteara y unimos nuestros cuerpos, mi espalda ahora tocaba la mesa, sus manos me bajaron la lycra y el calzón, vi su boxer amoldado por su rico pene, se lo sacó, su pene sobaba las paredes de mi vagina, su cabeza tibia y lechosa preseminal la sentia tibia, me dijo que mirara y me preguntó que si ñle gustaba su pene, yo le respondi que si, que que me gustaba.
Me dijo que me iba a culiar, yo con temor le dije que no, tenia miedo, Humberto no me dijo palabra, solo sus labios se dirigieron a mis pesones comenzando a lamberlos, su lengua mamaba mis senos puntiagudos, sus dientes y sus labios chupaban asi con en meter y sacar de lengua, empecé a moverme a todos lados, no podía más, queria ser suya, mi vagina babaeaba queriendo su pene, la lengua de Humberto trabaja en mi ombligo hasta qye senti la gloria cuando me mamaba la vagina, era algo nuevo para mi pero me gustaba.
Vio el liquido que salia de mi vagina y sin pensarlo dos veces me empezó a puntear su cabeza de pene introduciendolo en mi vagina cada entrada sentia dolor, con mis manos empujaba su pecho pero el se aferraba a la mesa a no dejarme ir, vi su pene lleno de pelos en mi afeitada vagina, Humberto me metió el pene poco a poco, era muy doloros ntir su cabezota y tremendo tronco dede pene, ahora entiendia por qué le decían el "burro", me hizo su yegua, me hozo sentir mujer, mientras sacaba y metia su pene llegó un momento en que me lo metió todito, se que dó quieto con su pene dentro de mi ovario, en ese momento quise gritar a lo que Humberto me besó, creo que le di un manazo pero insistión en besarme.
Me saco lentamente el pene, pero rápido me lo volvio a meter e hizo un mete y saca muy doloroso pero a la vez muy delicioso, me asusté cuando me la metia más rápidamente, vi su pene lleno de sangre y de semen chorrear por mis piernas, sabía que ya no era virgen, que habia sido suya, reconozco que lloré y él me levantó de la mesa, cogió unas serviletas de papel me las pasó para que me limpiara, no podía caminar, me sentó sobre la silla, me hizo abrir de piernas y me limpió la vagina, Humberto estaba algo asustado, sólo me rogó que no dijera lo sucedido a mis padres por temor a represalias, me dejó sentada como si nada y se fue, me fui a limpiarme al baño, lloré por el liquido sanguinolento y por temor a lo que dirian mis padres, me sentia otra pesea bañarme y enjabonarme ne repetidas ocasionas sentia el olor del cuerpo de humnberto, el resto de lanoche pense en lo que me Había hecho Humberto, mis dedos sobaban mi vagina, abri mis piernas y noté que ya no me salia sangre pero sentia un dolor en las paredes de mi vagina cuando frotaba mis dedos.
Pasaron los días, cada vez que llegaba a casa me le escondía por recelo, cuando nos encontrábamos por casualidad se sonreía y de forma instintiva le respondía con una sonrisa, sabia que era suya mi virginidad, empecé a amarlo, deseaba que me poseyera , se me insinuaba con el saludo haciendo prolongados sus besos en mi mejillas, sus abrazos era ardientes, pero no habia lugar ni espacio en ese momento para amarnos, hasta que un día en que me quedé sola lo llamé por telefono, al rato estuvo conmigo, nos miramos, nos sonreimos y sin más entramos a mi cuarto, nos quitamos toda la ropa queriamos sentirnos a plenitud, su pene entró ahora con más gusto en mi vagina, algo de dolor sentí pero más era el placer de tener su pene en mi vagina, no queria que me la sacara con mis manos empujaba sus nalgas queria más y más, mis fantasias sexuales se cumplian al tenerlo asi en ese momento, Humberto era mio y yo era suya, me besaba mis pesones, y mi ardiente deso se incrementaba.
Me dio vuelta en la cama, abrió con sus manos mis nalgas metiendo luego su pene de poco en mi culo virginal, yo me hacía a los costados por el dolor que sentia, pero Humberto con sus manos no me soltaba, su aliento lo sentia en mi espalda, su sudor era excitante, cada vez que me lo metoia más dolor sentía pero este dolor era muy diferente al anterior el de mi vagina, Humberto metia y sacaba rápidamente su pene hasta que botó un puje, su leche me la dejó dentro de mi culo, reconozco que no me penetró totalmente mi culo pero expulsaba su leche desde mi ano exterior.
Nos limpiamos con papel higiénico, me levantó de sus brazos por mi cadera y me llevó a la cama, me enseñó el 69, no pude más y le pedí que me culiara la vagina, queria su leche, antes de eso me la mamó y yo hic elo mismo delicadamente con su pene, senti un sabor especial, me acostó en la cama, mis piernas se ubicaron en sus hombros abriendolas y penetró suavemente mi vagina era delicios esa posición, el dolor iba disminuyendo por que mi vagina se ampliaba, era todo placer, era todo tan rico que sentí botar mi leche en su pene, él sintó que yo había acabado y eso lo estimulo a repediamnete con gran velocidad a meterme y sacarme su pene hasta que se quedó quieto lleno de sudor sintiendo yo si leche dentro de mi vagina junto con mi leche, su pene lo dejó unos segundo dentro de mi y siguio culiandome.
Nos fuimos a la sala a ver tv como disimulo para esperar a mis padres, al nollegar, luego de media hora, él se despidió con un fuerte beso con lengua que aprendí en ese momento, sus manos sobaban mis nalgas, acercó su bulto pene a mi vagina vestida, cuando daba media vuelta lo cogí de la mano llevándolo nuevamente a mi cama, me desnudé y lo desnudé, me acosté abierta de piernas, se montó encioma mio y le dije culémae, soy tuya Humebrto, eres mi unico amor, metió su pene y culiamos muy lento esta vez en la misma postura anterior, Humberto me decía que botara mi leche, con sus dedos sobaba mi clitoris mientras su pene penetraba hasta sus testiculos belludos que se unian a los bellos de mi vagina, sintió mi leche y luegfoi senti la suya, nos acostamos mirando el tecumbado d ela casa, se montó encima mio para darme repetidos besos, se levantó y se fue a la calle.
Hicimos el amor muchas veces, nos deseabamos si no era yo, era él quien me buscaba, me enseñaba nuevas posturas por medio de un libro Kamasutra.
Como dije al principio, estoy casada, tengo 2 niños, que son de Humberto, mi gran amor.
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