Mi primo me toca desde muy pequeña
Mi primo mayor me toca desde muy chiquita a escondidas de nuestros familiares. .
Recuerdo mucho mi infancia con mi familia, vivíamos en una casa grande que le pertenecía a mis abuelos, en ellos había tres apartamentos pero todos conectaban con el patio así que todos los primos y primas nos juntábamos en el patio para jugar.
Recuerdo mucho que entre juego y juego mi primo mayor me daba roces en mis partes, ya se intencional o no, pero yo nunca lo mencioné porque era algo sin importancia pero con el tiempo él fue avanzando al ver que yo lo permitía y no le decía a mis padres o algun familiar así que esto le dió pase para seguir haciéndolo con más confianza.
Yo mantenía en casa de él jugando con su hermana menor (mi prima) que era de mi misma edad (5 años) pero hubo un día que entré a su casa con mucha confianza, buscando a mi prima para poder jugar pero mi primo apareció.
-laura no está, se fue con mis papás al centro. Si quieres quédate jugamos a lo que tú quieras y luego jugamos a lo que yo quiera.
Me pareció un acuerdo justo, así que nos dirigimos a su habitación y por un buen rato jugamos a lo que yo quería pero recuerdo que me dijo que era su turno así que jugamos cosas que el quería como a la mamá y el papá pero el me daba besos en la boca, yo no decía nada porque había visto a mis papás besarse y lo ví bien en ese momento así que le seguía la corriente. Después él hizo como que iba a trabajar y luego entraba a su habitación (él llegaba de trabajar) y yo me levanté sobre la cama para poder darle su beso en la boca (ya que él era muy alto a sus 15 años) de forma de saludo pero el me agarró de la cintura y me empieza a besar el cuello y mete su lengua sobre mi boca, esto me hizo poner muy caliente aunque yo no lo sabía y le decía:
-freddy, me haces cosquillas.
Le decía mientras el bajaba su mano y me sobaba la vagina sobre la ropa y me seguía besando de forma tan morbosa, yo lo dejaba hacer porque me gustaba lo que hacía, me sobaba mis inexistentes pechos, sobaba mi vagina y culo. Así estuvimos un rato hasta que baje la mirada a sus pantalones y ví un bulto grande que se hacía en su entrepierna, esto me dió mucha curiosidad y le pregunté
– Qué es esto?
Le pregunté mientras le agarraba su bulto. El gimió y me dijo:
– esto es algo para poder jugar.
No dije nada más y seguimos en nuestro manoseo hasta que escuchamos un ruido e hicimos como si nada.
Así empezaron los manoseos con mi primo, el aprovechaba cada momento que estábamos solos, cada momento de distracción de parte de nuestros familiares para poder manosearme a su antojo. A mí me empezó a gustar lo que me hacía así que de pronto era yo la que lo buscaba y el me aceptaba gustoso. Cuando estábamos solos me restregaba su erección en mi colita, cuando veíamos televisión en la sala de mis abuelos, se me acercaba poco a poco y metía su mano en mi vagina ya con mucha confianza y me desaprochaba los pantalones para meter su mano y empezaba a frotarme
– Ah, si, si, sigue!- le decía yo
De pronto el paraba me abría los labios de mi pequeña vagina lampiña , escupía sobre ella y decía
– Que rica y cerradita vagina, es solo mía.
Y me besaba bruscamente metiendo su lengua en mi boca y me restregaba con más fuerza mi pequeño clítoris
– Ah, Ah, Ahh! Se siento muy rico fredyy, si, si, ah!
Gemía yo con fuerza por todo el placer que me estaba dando mi primo mayor. De pronto sentí algo en mi interior, se sentía como si quisiera hacer pipí pero se sentía rico.
– Freddy, Ah! Si, Ahhh! Hmmm.
Sin saberlo mi primo mayor de 15 años me había hecho llegar al órganos a mí, una niña de 4 años. Con sus dedos untados de mis fluidos, me los metió a la boca y me hizo lamerlos hasta dejar sus dedos limpios, esto no me hizo dar asco y ni me desagradó el sabor. Después me hizo sentarme sobre él y me movía a su antojo sobre su pene erecto, me movía con brusquedad y me agarraba la cintura, la vagina y en un momento que no me di cuenta me bajo la blusa para frotar mis pequeños pezones mientras el gemía
– que rica estas, mami, solo mía. Ah, Ahh, si! Está culo y está vagina me pertenece. Si, siii!
De pronto el gimió fuerte y me agarró muy duro mis pezones, eso me calentó. Me levantó, me acomodó la ropa y beso en acuerdo tácito que no debía decir nada si quería seguir jugando.
Este juego con mi primo siguió hasta que cumplí los 15 años, pero tengo más aventuras con mi primo. Él desarrollo en mi una niña inocente a caliente y aún si sigo buscando hombres mucho mayores para poder satisfacer las necesidades que mi primo creó a tan temprana edad.
Cuenta más cosas!
¡Qué excitante y rico inicio! Yo hice algo parecido con mi prima, pero lamentablemente nos dejamos de ver por mucho tiempo. Ella tenía 7 y yo 15. La verdad, fue una experiencia placentera que ni con mi esposa llegué a sentir.
Muy rica tu experiencia, ojalá sigas contando más.