mi primo menor resultó muy caliente
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Cazabultos.
Estábamos acostados en la cama viendo TV cuando mi primo dijo que si queríamos jugar, yo le pregunte a que y me dijo que a los esposos. Aunque yo había tenido sexo con mi abuelo, nunca había experimentado con otro hombre, ni siquiera sabia que me hacia, solo que me gustaba mucho. Acepte y comenzó a quitarme la ropa y después se quito la suya.
Empezó a pasar su lengua por mis piernas mientras me las abría, me decía que rico estas, iba subiendo hasta mis testiculos que se metió de inmediato en la boca. Era un experto para ser tan joven. Yo solamente me dejaba llevar por su experta y pequeña lengua y mi pene se paro. Ya había experimentado las erecciones con mi abuelo, así que no era novedad para mi. Mi primo, al verlo se fue sobre mi verga y lo lamió completamente, ambos éramos penes chicos, éramos niños y no nos habíamos desarrollado aun.
Lo soltó y siguió besándome y lamiendo el abdomen, los pechos y el cuello. No podía creer lo bien que lo hacía mientras yo me retorcía de placer y seguía disfrutando, entre suspiros y gemidos. Mi abuelo solo me hacia mamársela y me cogía. Al llegar a mi cara me dijo en el oído: hora te toca a ti.
Empece a hacer lo mismo, baje y me coloque entre sus piernas y comencé lamiéndolas, seguí con sus testículos y termine en su pequeño pene, que también estaba erecto, estuve ahí un rato y el se movía y decía cosas cómodo: "no pares", "así me gusta", "cómetelo todo". Me excitaba mucho que me dijera esas cosas, aunque para alguien de su edad eran muy poco usuales.
Subí hasta llegar a su cara y el me dijo ahora te voy a enseñar algo mejor. Inmediatamente me puso boca abajo, el se monto y empezó a mover su pequeño pene sobre mis nalgas. Estaba como loco, el se sentía todo un semental, me hacía sentir especial. Estuvo así unos minutos hasta que se acabó y se tumbó junto a mi.
Me pregunto que si me había gustado y le dije que si, aunque disfrute mucho la primera parte, su "penetration" Le pregunte como aprendió ese juego y me respondió que su papá siempre se lo hacía a una señora que veían cuando su mama se peleaba con él. Que se hacia el dormido y los veía desde la otra cama.
Con el tuve muchos encuentros sexuales hasta que el cumplió 18. Se caso y tuvo a sus hijos y, aunque lo he vuelto a ver, jamás hablamos sobre esos años de sexo adolescente.
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