MI PRIMO, MI HERMANO Y YO.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esto me ocurrio a los 18 años, y seguramente notaran muchos puntos en comun con otros relatos: dos hemanos dejados a cargo de un primo mayor, mientras mama y papa pasaban un fin de semana en la costa.
Mi hermano -en ese momento de 20 años- y yo quedamos a cargo de nuestro primo gustavo, de 23… Dos "niños" de contextura delgada, blancos como la leche e inocentes por demas. El primo gus: enorme,al borde de la gordura, morocho, de barrio, con todo lo bueno y lo malo que esto implica. El ejercia un control total sobre nosotros, un encanto que era casi fascinacion. Mi hermano lo seguia a donde fuera y no dejaba de atosigarlo con preguntas y cuestiones de hombres. Una bomba tabu a punto de estallar. Llega la noche, la casa vacia, comida chatarra, la "nena" a dormir, y los primos a mirar tele solos en el living.
A regañadientes me fui a mi cuarto y me dormi entre llantos. En medio de sueños me despierto, el ruido lejano de la tele encendida y un murmullo apagado. Me levanto de la cama con intencion de apagar la tv que seguramente habria quedado encendida y me encuentro con mi hermano y el primo gus, masturbandose sentados en el sillon frente al canal porno. Amparada en las sombras pude verlos en detalle; mi hermano con su piel blanca y su delgadez, masturbando con delicadeza extrema, casi femenina, su pequeño pene… Su cara en celo, y su mirada perdida en la verga de su primo. El primo gus, manos enormes, sacudiendo con furia su enorme pija; nunca vi nada igual.
La cara de gustavo era la de un toro embravecido. Sudaba y jadeaba, y no dejaba de castigar a esa bestia de terciopelo negro, un verdadero animal.
Tuve celos de mi hermano, ver de cerca esa verga de caballo debe ser una experiencia, y el la estaba viviendo. La cara de ariel se fue transformando hasta llegar a un punto donde se veia claramente que su excitacion provenia de la vision de esa anaconda lustrosa y salvaje que se contorsionaba entre las grandes manos de su primo gustavo. Ari no dejaba de mirarlo. Miraba su pijon, y luego lo miraba a los ojos, como una puta.
Cuando la situacion no dio para mas, gustavo dejo de bufar y miro a mi hermano fijamente.
-te gusta mirarme la verga? Queres tocarla?
Ariel no lo dudo y con sus delicadas manitos empezo a acariciarlo. La imagen era por demas candente: las pequeñas manos de mi hermanito tratando de abarcar esa enormidad oscura y reluciente a la vez. Gustavo empezo a retorcerse y le pidio que lo masturbara. Ya no andaban con rodeos.
Ari tuvo que hacerlo con las dos manos. Jadeaba como una nena, lo estaba gozando. Gustavo lo freno.
-escupite las manos y pasamelo por toda la pija, asi va a ser mas facil.
La lubricacion dio resultados, y la bestia gano tamaño. Se hacia mas larga y mas gorda con cada pajeada.
Gustavo le ordeno apurar el ritmo, y ambos mirando fijamente a la tremenda cabeza del vergon, vieron como empezo a escupir blanca leche sin control, salpicandolo todo…
Ambos quedaron mirandose.
-busca una toalla y limpiame
Ari fue y vino en un segundo, ya era su esclavo. Limpio el desastre de semen y luego se dedico a limpiar el cuerpo negro y gordo de gustavo, salpicado de fluidos y sudor. Volvi a la cama en un estado de lava hirviente.
La segunda noche de cautiverio se dasarrollo de igual manera. Esta vez espere dormida y volvi a esconderme en las sombras para espiarlos.
Esta vez estaban sentados en la alfombra, con las espaldas apoyadas contra el sofa. Mi primo pajeandose, lentamente pero con mucha intensidad, y ariel solo mirando. Ambos estaban desnudos y sudorosos. El aire estaba cargado de electricidad.
Gustavo tomo la iniciativa una vez mas.
-quiero que me hagas acabar otra vez.
Ari se le acerco, como una gata y empezo a acariciarlo. La bestia estaba despertando. Cuando mi hermanito se estaba llevando las manos a la boca para escupirlas, gustavo lo detuvo.
-asi no, hoy quiero que me la chupes.
Mi hermano dudaba, lo miro a los ojos y se rindio. Saco su pequeña lengua y empezo a recorrer la inmensidad negra del primo gustavo. La anaconda se convulsionaba. Esa verga tenia vida propia y se notaba que lo unico que buscaba era entrar violentamente en la boca de mi hermano.
Gustavo lo miro fijo a los ojos, lo agarro del pelo y acerco su cabeza a la de ariel. Se besaron. Gus lo beso como se supone que un hombre besa a su hembra, se puso de pie y con una mano en la verga y otra en la cabeza de ariel, le acerco su pija enorme y flacida, a la boca.
Fue una chupada torpe y asfixiante. Gustavo acabo como un caballo dentro de esa diminuta boca.
-limpia todo con la lengua
Definitivamente ariel ya era su esclavo sexual.
El domingo a la mañana me despedi de ambos y deje entrever que quedaban solos en casa. Llegue a la esquina y volvia a casa. Ya estaban metidos en la pileta nadando y jugueteando. Se provocaban, se rozaban, llevaban al limite su calentura. Se murmuraban al oido.
Ariel salio de la pileta casi escapando. Gustavo lo siguio y lo detuvo con sus fuertes brazos. Mi hermanito intentaba escapar, pero gustavo lo freno metiendo una de sus manotas dentro de la bermuda de ari, acariciandole el culo, buscando con sus dedos, hurgando en la palidez de su primito.
Ariel se rindio, se arrodillo, bajo la bermuda de su primo y en 2 o 3 movimientos, unto con saliva de su lengua gran parte del animal en estado de reposo. Se ayudo con las manos para distribuir la lubricacion.
En cuestion de segundos, la enorme cabeza de la bestia negra estaba buscando penetrar en el pequeño culito de ariel.
Di media vuelta, consumida por la envidia, y por la calentura adolescente que me partia el cuerpo en dos.
Lo ultimo que vi fue a mi hermano tirado boca abajo en el pasto, siendo penetrado, casi por completo, por la monstruosa pija de gustavo. Los dos jadeaban y no paraban de cabalgarse. Cerre la puerta. Cerre ese capitulo… Hasta la proxima.
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