Mi Profesor
4.ª parte El Departamento .
Tomé mi ropa y la puse el mi lado del closet, junto con la mochila.
Ella me pasó una toalla mientras ella se desnudaba. Se envolvió en la toalla, sacó algo del clóset y me dijo que la siguiera.
Salimos al pasillo y entramos al baño. Me quité la toalla y ella hizo lo mismo.
– Te vas a duchar conmigo? – le pregunté.
– Si, porqué no?
No era que me complicará mucho, yo me bañaba con mi hermano, pero nunca con alguien extraño.
Ella dió el agua y nos metimos al agua, echó algo de champú en mis manos y se echó ella. Mientras lavaba mi pelo, que me llegaba una cuarta más abajo de los hombros, de color castaño claro que al sol se veía como rubio cuando el viento lo levantaba.
Ahora ahí mojado se veía oscuro, me agaché ligeramente y ella me preguntó si me jabonaba la espalda.
Mi hermano hacía eso, por lo que le respondí que si.
Sus manos suaves recorrieron mi espalda hasta mis nalgas, sus dedos recorrieron suavemente mi ano lo que me produjo un sobrrsalto.
– Qué haces?
-Te jabono la espalda –
No crees que estas muy abajo?
– Perdona, no pensé que te molestaría.
No respondí nada, seguí abonando mi cuerpo por delante para que ella no me tocara.
Luego me enjuagué rápidamente y salí de la ducha.
Me sentía incómoda, aunque mi hermano me jabonaba igual, pero era mi hermano, sería que estaba acostumbrada a que él me jabonara, no lo sé
Después de sacarnos y cepillarme los dientes nos fuimos a la pieza.
Saqué de mi mochila una polera, calzones y un shorts.
Ella se puso una polera sin mangas, suelta tipo remera y una falda corta de jeans.
– Vamos a tomar desayuno, tengo hambre.
– Yo también – le dije
Fuimos a la cocina y preparamos huevos revueltos. Aunque el pan era del día anterior, calentado estaba rico.
– Buenos días – escucho a mis espaldas.
Me doy vuelta y había un joven alto, delgado, algo moreno totalmente desnudo.
– Rafa, cómo se te ocurre venir así, no ves que ella es nueva?
– Ah, sí, hola y perdona.
Se dio media vuelta y se fue.
Me volví para mirar a mi amiga y de paso cerrar la boca.
– Qué fue eso? –
– Es un chico buena persona, es simpático y agradable.
– Siempre se levanta así? Desnudo y con sus cosas colgando?
– Pero qué tiene, tu misma me dijiste que veías desnudo a tu hermano.
– Si, pero es mi hermano.
– Bueno, terminemos el desayuno y nos vamos a la pieza.
Así lo hicimos, dejamos la loza en el lavaplatos y nos fuimos a la pieza.
Hicimos la cama entre las dos y nos acostamos sobre la cama.
No dije nada, estaba tratando de procesar todo lo que me había ocurrido hasta llegar al departamento.
Ella se levantó, trajo una manta y me tapó.
– Duerme un rato.
Me quedé dormida en seguida.
– Gabi, levántate, está listo el almuerzo.
– Qué hora es? – pregunté restregando mis ojos.
– Las 2 de la tarde.
– Dormí harto.
– Si, no quise despertarte.
Me levanté, fui al baño a mojar mi cara y peinarme.
Salí al comedor y habían dos jóvenes sentado a la mesa en boxes.
– Él es el Rafa, ya lo viste antes – y claro que lo había visto, a un metro de distancia de sus genitales.
– El es Mario, otro estudiante llegó en la semana.
Los dos me saludaron con un beso en la mejilla.
– Ella es Gabriela, va a estudiar ingeniería.
Nos sentamos a la mesa.
– Chicos, me van a perdonar, pero no estoy acostumbrada a que se sienten a la mesa sin polera – les dije.
– Si quieren se sientan sin boxes pero con polera –
Me miraron sorprendidos.
– Ya, vayan a ponerse una polera, ella tiene toda la razón – les dijo.
En menos de 5 minutos estaban sentados y con polera.
Hicimos una sobremesa donde la conversación estuvo sobre nuestros orígenes.
Todos veníamos a estudiar a la capital.
Después nos levantamos de la mesa, los chicos dijeron que ellos lavaran la loza.
Nos acostamos de nuevo y luego de conversar un poco, le dije que quería dormir otro poco.
Nos tapamos con la manta, me di vuelta, ella me abrazó cucharita como mi hermano y me quedé dormida.
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