Mi Prometida de 12 y mis Amantes BEBES(Parte 1)
Mis bebes con un año de vida empezaron a encargarse de las necesidades de papa en lugar de su mami que como estudiante de secundaria de apenas 12 años sufría las consecuencias de su primer parto en su adolescencia..
Tenía 30 años cuando mi prometida que iba llegando de la escuela primaria me dio en la mano un tes de embarazo a sus 11 años quedo preñada y meses después dio a luz a nuestros primeros bebes un nene y una nena.
El nacimiento de nuestros bebes nos trajo mucha felicidad en el momento aunque significo un duro golpe en nuestra relación como pareja. mi pequeña prometida tuvo un parto anormal, fue muy complicado, estuvo muchas horas en trabajo de parto y por ser un embarazo adolescente sufrió desgarros que requirieron sutura y mucho reposo.
Al principio fui lo más comprensivo posible pensando que con el hecho que todo eso mejoraría, poco más de un año paso y ella estaba necia a no tener sexo, estaba muy sensible física y emocionalmente, su lenta mejoría de las heridas y la depresión post parto, hizo que nuestra intimidad se viera reducida a casi nada cuando antes no podía dejar de chupar mi verga en cualquier lugar hasta en su escuela quería estar con su útero escurriendo leche.
Durante varios meses aguante toda la situación consolándome con el porno que me compartían amigos con mis gustos y masturbándome para calmar mi libido, pero no era suficiente, me sentía frustrado pues tenía 21 cm de carne gruesa deseosa de enterrarse en un lugar estrecho y el hecho de que mi prometida se descuidara completamente, sin arreglarse para mí como lo hacía con sus tangas y ropa muy reveladora, no ayudo en nada a mi situación, cuando antes era muy descarada y atrevida, cada vez la deseaba menos pero al mismo tiempo estaba desesperado por aplacar a mi bestia.
La idea de llamar a una amante o hablar a una de sus amigas ya no era posible pues ya todas estaban preñadas por mí pues durante el embarazo de mi prometida todas engañaron a su novios para ser parejas o chantajearlos, pagar por una putita de primaria es muy arriesgado pero me rondaba fuertemente en la cabeza a diario, incluso podría hasta traerla a casa, ya que mi prometida se iba a la secundaria, dejándome a nuestros bebes a cargo por largas horas.
Y aquí comienza todo, el momento donde rompí cualquier línea que me separaba de un padre convencional a un devorador de bebes ansioso por corromper cada rincón de su ser.
Comenzó un día en que su mami se fue a su escuela como de costumbre, dejándome con los bebes, dormían plácidamente recostados en nuestra cama mientras yo buscaba en el celular, algunos videos que me compartieron, cuando me tope con un video de incesto, nunca me había sentido interesado en ese tema, pero por curiosidad comencé a ver el material que me mandaron, los videos eran tan excitantes, tan sucios y prohibidos que me puse completamente duro, me recordaron cuando empecé a coger con mi prometida ella tenía solo 4 años y disfrutaba mucho ordeñarme hasta tener su pancita llena de leche de macho.
Comencé a fantasear con eso pero rápidamente me di cuenta del daño que podía hacerle a mi relación con mis bebes, estaba por quitar el video para buscar porno con adolescentes cuando leí el título del último video, «La mamila de papa», era de un padre que saciaba sus instintos haciendo que su pequeña bebita de 2 años le chupara la verga hasta hacerlo acabar, quede hechizado al ver como la pequeña terminaba con la boca llena de leche jugando con la verga aun tiesa de su progenitor, en ese momento sentí algo romperse, mi calentura exploto y un deseo de vivir ese placer se apodero de mi mente.
Me voltee a la cama y mire a mis bebes durmiendo boca arriba en la cama y sin pensarlo más, me quite los pantalones, baje mi bóxer liberando mi bestia para acercarme y recostarme a lado de mi nena de tal modo que su carita quedo a la altura de mi verga, la sola imagen de sostener mi tranca chorreando precum a centímetros de la boca de mi nena hizo que comenzara a palpitar de deseo, le acerque mi glande más a sus labios hasta que los toque, una sensación eléctrica recorrido mi espalda llenándome de gloria, en menos un segundos ya no podía pensar en nada más y comencé a frotar suavemente mi glande en su boquita, mojando sus labios con mi líquido seminal.
Empecé a gemir sin darme cuenta, pero no era suficiente, quería sentir lo que ese padre sintió con la boca de su bebe, así que poco a poco, metí la cabeza de mi verga en su pequeña boca. mi nena despertó y comenzó a chupar por instinto como si se tratara del pecho del su mami, chupaba mi verga con firmeza y hambre, lo sentía tan delicioso que me hizo gemir aún más fuerte, fue una sensación tan embriagante de placer que comencé a moverme en su boca, rogándole que siguiera..«si..asi..sigue nena, chupa más la mamila de papa, eso..chupa fuerte»…mi nena succionaba mi pene como un biberón, tragando todo el caliente precum, no dure mucho más que eso, así que sostuve mi pene con fuerza y me corrí, soltando chorros de leche caliente que inflaron los cachetes de mi pequeña, mis bolas y mi pene bombeaban gran parte de mi leche acumulada en su tierna boquita, mi nena trago todo el semen que pudo sin poner una sola queja hasta dejarme toda la uretra vacía.
Saque mi verga de su boca y le acaricie la cabecita pues era turno de su hermanito que me miraba despierto con esos ojitos hermosos, como sabiendo que algo rico le esperaba así fue como acerque mi babeado animal a su boquita y solito abrió chupando con hambre la verga de papi, solito puso sus manitas alrededor de mi tronco dándome una imagen tan rica de mi nene, asiéndome gemir y pedir que siguiera ..»si..asi..sigue bebe, ordena a papi con tu boquita, eso bebe chupa la verga de papa»…mis caderas empezaron a moverse suave pues quería descargar otra corrida abundante, así sostuve mi verga con una mano y con otra su cabecita empujando un poco más y soltando chorros de lechita caliente de papi que al igual que su hermanita rellenaron su cachetitos pero sin queja alguna trago lo más que pudo con gusto.
Cuando saque mi verga de su boquita mi nene estaba contento aun saboreando la lechita de papi mientras acariciaba su cabecita, cuando vi a mis bebes con sus boquitas llenas con restos de mi semen y me miraron con sus hermosos ojos sabiendo que habían ayudado a papi a descargar su calentura acumulada de meses, supe que nuestra relación padre e hijos sería más placentera de lo que imagine.
A partir de ese día, mi vida sexual mejoro de una manera increíble, ya no necesitaba a mi traumada prometida que solo quería espacio, solo pensaba en mis bebes y esperaba deseoso a que se fuera a la escuela para darles el biberón de carne de papa hasta que dejarles sus boquitas llenas de lechita caliente.
Continúa, muy bueno, ojalá describas a la bebé