Mi Prometida de 12 y mis Amantes BEBES(Parte 2)
El darle lechita a mis bebes se volvió parte de la rutina diaria, tan solo escuchar cerrase la puerta cuando su mami salía a la secundaria hacía que la tranca de papa reaccionara y mientras los sacada de sus cunas para ir a mi habitación mi bestia comenzaba a gotear precum..
Al entrar al cuarto donde tenía todo lo necesario los recostaba desnudos en la cama donde muchas veces su mami y algunas de sus amigas terminaban con la vulva llena de leche y con algún dildo en el culo, pero ahora me deleitaba abriéndole las piernitas y lamiendo su pequeños sexos, su delicada piel me volvía loco de placer tan solo colocar mi verga entre sus nalguitas podía apreciar hasta que profundidad podía invadir toda mi tranca y así poco a poco me consumía el deseo por enterrarla toda en sus culitos, pero no quería lastimarlos así que solo comenzaba a prepararlos, eso no impedía que metiera mi lengua dentro, lamiendo como loco, mientras mis bebes hacia ruiditos y soltaba suaves gemiditos muy tiernos en especial mi nena pues a papi le gusta comerse su tierna vulvita mientras pasaba mi lengua por sus tiernos labios hasta adentrarse su cuquita.
Para cuando tenía sus culitos brillosos de tanto chupar vaciaba un frasco de lubricante sobre sus nalguitas y luego me subía en 4 a la cama sobre alguno de mis bebes con mi verga de fuera y lista para ser ordeñada, agachando un poco mis caderas podía ponerla al alcance de su manitas y bocas, mi nene es el más impaciente pues hasta que lo tenía en sus manitas y lo chupaba no paraba su llanto, mamaba como un ternerito a la ubre de su mama mientras yo disfruta enterrar mis dedos en lo profundo del culito de su hermana mientras seguía comiéndole su infantil cuquita hundiendo mi lengua en el fondo de su vulvita.
Yo no podía parar de gemir mientras chupaba cada rincón de la cuquita de mi nena mientras sentía la pequeña lengua de mi nene rodear la cabeza de mi verga hasta hacerme descargar llenándole toda la boca con la lechita caliente de papi rogando que no parara.. «oohhhh Siii..toma tu lechita bebe…bébetelo todo» cuando levantaba mi cadera quitando de sus manita la tranca de papa podía ver su boquita escurriendo sus babas mescladas con mi semen, luego cambiaba de lugar a mis bebes dándole a mi nena el regalo de disfrutar chupar la verga de papa, mientras sentía sus manitas jugar con lo largo de mi tranca percibiendo su pequeña lengua moverse alrededor de mi glande apreciando el cosquilleo a lo largo de mi uretra sintiendo la succión de su boquita sorbiendo la leche de papi mientras escuchábamos los gemiditos de su hermanito que aguanta los dedos de papa entrando y saliendo del fondo de su colita hasta el momento en que la boquita de mi nena saboreara la esencia de papi deseando que el momento nunca termine..«oohhhh los amo bebes..hacen a papi muy feliz…SSiii» cuando el éxtasis disminuía es cuando sacaba mi verga de la boquita de mi nena escuchando como tosía, tratando de tragar la lechita de macho de papa.
Para cuando terminaba de ponerles su pañales los veía chupar sus manitas recogiendo los restos de lechita escurriendo de sus cachetes saboreando el rico néctar de macho provocando que la erección de papi no pueda disminuir….«AAAhhh son igual de provocadores que su mami…que hasta en sus dulces quiere mi leche» así reiniciaban nuestros encuentros prohibido usando sus boquitas para deslechar cada gota de esperma almacenado en los huevo de papi pasando la mañana con mis bebes haciéndolos tragar cada corrida que ellos lograban exprimirme.
Recuerdo que hacíamos esta rutina a diario 2 o 3 veces poco después usamos los dildos de su mami que aunque no se compara con lo grande de mi tranca, ayudaron a prepáralos pues papi no aguanta las ganas de enterrar su verga en sus estrechos culitos pues cada vez era más difícil no ser tentado por sus culitos, pues en más de una ocasión india la punta de mi glande para inyectarles la lechita de papa y cuando estaba por meter más el llanto de mi nenes era desgarrador pues sus culitos no estaban listo para el grosor de mi glande. aun así soy el hombre más feliz del mundo pues tengo dos bebés que les encanta ordeñar a papá y sus culitos cada vez aguantan dildos más grandes.
Las semanas pasaban muy rápido y mi prometida me notaba mucho más animado y tranquilo, mientras ellas se tortura con la idea de que la abandonaría pues pensaba que me cogía alguna de sus amigas, cuando se iba a la escuela le chillaba a sus grupo de madres adolescentes sobre eso mientras yo disfrutaba descargar mi leche en la boquitas de nuestros bebes y mis pequeños disfrutaban tragar la leche de papa.
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