Mi relacion con mi madre
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Leitoleonardo.
Estaba sentado en el sofá, contemplando la lluvia caer.
Eran 15:30 hrs de un miércoles frió lluvioso y melancólico.
Yo no podía de dejar de pensar de todo lo que me había sucedió hasta ese momento.
En mi mente no encontraba una respuesta.
Desde hacia un tiempo atrás mi vida había cambiado completamente.
Ya no era el mismo.
Nunca pensé que mi deseo alguna vez se podía llegar a realizar, era algo impensado hasta para el más optimista.
Si les cuento de seguro muchos me tildaría de loco, degenerado etc.
También lo harían con ella pero ellos nunca comprenderán lo que sentimos nosotros.
Mi más grande fantasía, mi mayor deseo sexual, la mujer que desde mi adolescencia la soñaba y la deseaba tener en mi cama para poder saciar mi apetito sexual y poder llevar una vida entera junto a ella.
Quizás haya una respuesta para todo esto porque de seguro la hay, pero todavía no la obtengo.
Estire el brazo para agarra el vaso y tomar un trago de cerveza, cuando escucho que se abre la puerta del baño.
De pronto la veo a ella caminando hacia la cocina, recién terminaba de darse un baño.
Salí tapada con una toalla blanca desde la altura de sus pechos hasta sus caderas, y con una pequeña toalla que se había atado su mojado pelo.
Ella se dirigía a la cocina.
Escuche que había la puerta del refrigerador para después cerrarla.
Siento sus pequeños paso de sus pies descalzos cuando la veo venir a donde estoy sentado.
Llego hasta donde estaba, de pronto se sentó sobre mi pierna derecha y cruzo sus piernas.
La contemple desde sus pies hasta su rostro que hermosa mujer.
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Espero que no hayas tomados muchas cervezas.
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No mama solo tome una.
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Mira que ahora quiero que vayamos hacer esas cosas que nos gusta hacer.
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Anda preparándote, termino este medio vaso de cerveza que me queda y te voy a atender como si fuera un marino al tocar puerto.
Mi madre de inmediato se para y da media vuela y se aleja de mi meneando su culo de un lado a otro.
Yo me quede mirándola, contemplando ese cuerpo que en cuestión de minutos no que digo de segundos voy a poder disfrutar.
Termine mi cerveza y me fui a la habitación de mi madre.
Al llegar estaba completamente desnuda, frente al espejo secándose el pelo con una toalla.
Me acerque y me puse al lado de ella.
Se dejo de secar el pelo y giro acercándose a mí.
Acaricie su pelo y lo peine para atrás mientas ella me miraba.
En ese momento yo tenía puesto un short que no podía disimular la erección que estaba teniendo.
-.
Mierda hijito no te podes contener.
-.
No mami después de haberte tenido sentada en mi pierna, y luego se haberte escuchado lo que me dijiste creo que ningún hombre se resistiría.
Cuando termine de decir la frase ella se acerco a mí y nos empezamos a besar.
No besábamos como desesperados, como dos amantes que no se veían por años.
Nuestras lenguas parecían dos serpientes en celo.
Tan salvajes era neutros besos que la saliva podía salir por la comisura de nuestros labios.
Mientras no besábamos mi mano izquierda acariciaba su espalda mientras que la derecha descendía hasta su cola acariciándola, luego utilice ambas manos para poder tocar esa buena cola que tenia mi madre.
Ella me había tomado por la cintura y metió sus manos bajo mi short para poder tocar mi cola.
Estuvimos un buen rato intercambian saliva hasta que nos dejamos de besar, fue cuando no alejamos, un poquito y empecé a besar su cuello.
Fui bajado de a poco besando todo ese trayecto que había desde su boca hasta llegar a su zona pubica.
Y ahí estaba ese triangulo de placer, esa selva bastante bien cuidada que tenia mi madre.
Estreche mi cara en esa selva pudiendo oler ese aroma de vagina recién salida de la ducha, hasta se podía sentir un pequeño aroma a frutilla que había dejado el jabón el cual utiliza mi madre.
Mientras disfrutaba ese aroma mis manos seguían masajeando su cola.
Ella abrió un poco su pierna posibilitándome poder acariciar sus labios vaginales con mi lengua.
Fue entonces cuando mi madre empezó a dar sus primero gemidos de placer.
Ella apoyo sus manos sobre mi cabeza como haciéndome saber que eso le estaba gustando.
Luego de jugar con sus labios vaginales decidí meter mi lengua en su clítoris.
Cuando logre introducir mi lengua y juguetear adentro, mi madre soltó un fuerte gemido.
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Si hijito méteme toda esa lengua adentro.
Estuve un buen rato disfrutando de lo calido y jugoso que se estaba volviendo la vagina de mi madre.
Deje de meter mi dentro de ella, aleje un poco mi cabeza que todavía sostenía mi madre y con mis manos de a poco y despacio le daba vuela a mi madre mientras besaba sus caderas.
Después de haber tenido su pubis frente mió ahora tenia su culo grande y delicioso como me gusta a mí.
Empecé a besar su cachetes 4 al izquierdo, cuatro al derecho.
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¿Te gusta el culo de mama?
-.
Me gusta todo tu cuerpo estas buenísima pero tu culo es la frutilla del postre, nadie podría decir que no a este culo.
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Espero que nunca te le digas que no mira que es solo mió y yo decido a quien se lo presto.
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Es verdad.
Pero en los últimos 4 años solo me lo prestaste a mí.
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Eso es verdad hijo.
Y sabes porque.
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¿Porque sos una buena madre y queres a tu hijo?
-.
Aparte de esos es que realmente me haces sentir una mujer.
Después de terminar de hablar introduje mi cara en la raja de su culo.
Todavía existía ese aroma a frutilla.
Lamía las paredes que formaban los cachetes de su cola.
Pero de inmediato mi madre se agarra los cachetes de su lo u y los abre posibilitándome mas espacio y un camino libre a su ano.
Introduje mi cara mas adentro de su culo, la punta de mi nariz toco su ano, fue cuando decidí darle unos buenos lengüetazos.
Me excita aun mas poder besar y lamer ese estrecho orificio que cuando es penetrado el placer y el dolor se unen para que un hombre y una mujer disfruten de esa acción.
Mi madre con su mano asaca mi cabeza afuera de su culo y se da vuela.
Yo estaba en arrodillado frente a ella.
Me agarra de mis brazos y hace que me ponga de pie.
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Sácate la remera.
Mientras me sacaba la remera mi madre rápidamente bajo mi short, dejando descubriendo mi pene completamente erecto y listo para la acción.
Ella estaba arrodillada frente mió para ser más exacto frente a mi pene.
Se acerco y tomo la base de mi pene y empezó a darle lenguetazos.
Acerco sus labios a la punta de mi pene y de a poco se lo introdujo en su boca.
Empezó lentamente y fue incrementando la velocidad atrás, adelante, atrás, adelante recorría su boca toda la extensión de mi pene.
Yo empecé a dar mis primeros gemidos.
Y así estuvo un buen rato con mi pene en su boca en ningún momento mi madre lo saco de su boca.
Nunca pensé que iba a existir esta relación bastante especial con mi madre.
En ese momento venia a mi mente esos días en los que mi madre con esa boca sensual que tenia muchas veces me había retado, hablado, me había contado cuento ahora en estos momento estaba chupando mi pene.
Era algo de locos.
Mi madre me demostró que era una gran mamadora.
Que entupido fue mí padre al dejar a mi madre ahora yo disfruto de ella.
Mientras pensaba en eso empecé a darme cuenta que ya iba a terminar, mi madre estaba a punto de sacarme la leche.
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Para mami ya si seguís así voy a terminar y todavía quiero cogerte.
Mi madre me miro, saco me pene de su boca y empezó a pajearme.
-.
No importa hijito dale la leche a mama.
Yo como buen hijo obedecí.
Y disfrute de esa imagen.
Mi madre pajeandome lamiendo la cabeza de mi pene esperando que la empape con mi leche.
Fue entonces cuando sentí que mi semen recorría todo el interior de mi pene y vi como salía todo el semen cayendo en el pecho de mi madre.
Mama seguía pajeando y yo seguía soltando leche.
-.
Dale hijito eso es dame toda tu lechita.
Luego de que mi madre haya sacado toda mi leche mi madre seguía arrodillada a mí y me mira con una sonrisa de felicidad.
Yo todavía bajo el efecto del orgasmo la ve y sonrió.
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Mama pensé que íbamos a coger.
-.
Te dije que íbamos hacer cosas que nos gustan a los dos.
De vez en cuando me gusta darte una buena mamada.
-.
Y por lo visto te gusta que te llene el pecho de leche.
-.
Mira hijo a mi me gusta que de dejes tu lechita en donde quieras.
Mi madre se puso de pie y empezó a desparramar toda mi leche por todo su pecho.
Tenía todo su pecho, sus tetas en cremadas por mi leche.
De repente con sus mano y pone un poco de esa leche en su vagina.
Mientras yo la miraba como se en cremaba con mi leche ella agarro mi mano y me dijo.
-.
Me voy a tener que bañas de nuevo.
No es bueno andar con olor a semen en los pechos.
Veni acompáñame.
Y yo como buen hijo que me considero la acompañe a la ducha.
Después que ella me aya dado una buena mamada lo mínimo que podía hacer era ayudarla a bañarse.
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