Mi sexy primito
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Quiero empezar este relato contandoles sobre mi. Yo soy un chico alto, corpulento, un poco gordito, tengo ojos color café claro y un cabello lasio y castaño. Actualmente tengo 21 años de edad y estudio en una prestigiosa universidad de la ciudad donde vivo. Hace ya 6 años decidí venir a estudiar a la gran ciudad, después de vivir 2 años solo, llego mi hermano. Con él tengo una gran relación, de mucho respeto y afecto, él siempre esta en sus cosas y yo en las mías, conversamos de casi todo, pero jamas hablamos de sexo ni nada parecido.
Hace 3 meses decidimos compartir nuestro departamento con un primo, que venía de nuestra ciudad natal a estudiar a la universidad. Al principio nuestra convivencia fue muy buena, había mucho respeto y comunicación, él era como el hijo que algún día quisiera tener, siempre me pedía ayuda con sus deberes, con sus cosas, con todo, en resumidas cuentas, a mi me gusta enseñar y a el le gusta aprender, pero nadie podría pre-veer lo que yo le iba a enseñar.
Debo aclarar que desde que tengo memoria, me han gustado tanto las mujeres como los hombres, aunque en mi etapa adolescente me fijaba mas en los hombres que en las mujeres, me atraían sus pubertas nalgas, sus piernas, sus pies, en fin todo; no fue hasta que cumplí 19 años, cuando comencé a fijarme en las mujeres . En la actualidad me defino como una persona bisexual, no soy demasiado varonil, pero tampoco soy afeminado, yo me considero alguien aparentemente normal.
Aclarado esto, continuaré mi relato describiendo a mi primo, él es un chico de 16 años, un poco bajo de estatura, mide 1,65m, cabello oscuro, ojos color café oscuro, tiene un cuerpo definido, una piel color canela, es muy jovial y también tiene un rasgo de inocencia e ingenuidad, que la verdad me enloquece sexualmente. Cuando fui mas joven si me fijé en él, siempre fue un niño muy agraciado y sexy, pero ahora que ya crecí, veo todo de otra manera, y consideraba que jamas intentaría nada con él, dado que es mi familia y que nuestros padres son muy buenos amigos.
Mi hermano y mi primo asistían a la misma universidad, con la diferencia de que mi hermano tenia clases en la tarde y mi primo en la mañana. Yo también estudiaba en la mañana y ciertos días en la noche, así que con mi hermano casi no me veía, pero con mi primo pasaba la mayor parte de mi tiempo. La primera semana que vivió con nosotros fue muy divertida, la pasábamos bebiendo, jugando, viendo películas, conversando sobre muchas cosas, conversando sobre la vida y la escuela. Todo marchó de maravilla el primer mes. Como ya dije, jamas se me ocurriría fijarme en mi primo, pero de vez en cuando mi mirada recaía en él, especialmente cuando salía de la ducha. Me excitaba mucho ver su pecho desnudo y su perfecto traserito amoldado por la toalla.
Cierto día el volvía de la U como de costumbre y yo ya estaba en casa. Sus primeras palabras después de saludarme fueron: "Primo, hace mucha calor, me daré un baño", yo dije: "Esta bien, no hay problema, estas en tu casa". Todo trascurría con normalidad, yo seguí escuchando música, él se fue a bañar. Al salir de la ducha, él salió como era costumbre, con la toalla enredada en la cintura y su pecho desnudo y mojado. Se dirigió hacia el ropero donde estaba su ropa, para coger unas piezas e irse a cambiar al cuarto, pasando delante de mi, como modelandome su exquisito cuerpo. Para cuando él paso, yo ya había clavado mi mirada en él y no la despegaba ni un segundo, obviamente esto lo hacia muy disimuladamente..
Al llegar al ropero el soltó el borde de la toalla, para estirarse y poder alcanzar su ropa, como ya les dije el no es muy alto y no alcanzaba muy bien, así que le tomo trabajo alcanzar su ropa. Mi mirada seguía clavada en él, sin perderme un solo movimiento de su increíblemente apetitoso cuerpo. Con el forcejeo de alcanzar su ropa, él no se dio cuenta y la toalla se le desenredo de la cintura y callo al suelo, dejándolo tal cual vino al mundo, yo no lo podía creer, él estaba allí, delante de mi con su pelvis desnuda, él se dio cuenta enseguida y no tardaría mas de 5 segundos y cubrirse, pero esos 5 segundos fueron suficientes para deslizar mi vista en su fenomenal trasero, redondito como 2 pequeños meloncitos y de un color perfecto, muy parecido a la miel. También pude ver su largo pene, era muy grande para su contextura, pero simplemente era perfecto, su cuerpo era perfecto, él en si era perfecto. Inmediatamente tuve una erección inocultable, fue tan grande que tuve que poner la laptop en mis piernas para disimularla. Mi primo se sonrojo y se enredo la toalla nuevamente, esa fue la primera de tantas veces en las que vería a mi sexy primito desnudo.
Después de 4 días del incidente con la toalla, yo ya no podía mas, me obsesione con mi primito, y deseaba poseerlo, hacerlo mio. Estaba enloqueciendo de verdad, no lograba sacar la imagen de su cuerpo desnudo de mi cabeza, yo quería verlo de nuevo, pero esta vez quería tocar, coger, probar. Ese mismo día comenzó nuestra aventura carnal de deseo y lujuria.
En la tarde cuando llego mi primo yo lo recibí como siempre, y como ya era costumbre el paso a la ducha. Cuando el salio lo volví a ver desnudo, con la toalla enredada en su cintura, yo ya no pensaba con la cabeza, mi deseo se apoderó de mi, me levante y me abalance contra él, lo empuje sobre la cama y me puse sobre él, comencé a besarlo con desesperación, lamí su cuerpo, su pecho, su barriga, sus manos, todo lo que estaba a mi alcance, yo solo quería hacerlo mío, no podía pensar, era mi libido el que controlaba mi cuerpo en ese momento, Él reaccionó inmediatamente y trato de alejarme, pero mi deseo pudo mas que él, y poco a poco fue cediendo a mis besos y caricias.
Yo no podía aguantar mas, me lance como un animal hambriento a su toalla, para descubrir aquel perfecto pedazo de carne, totalmente erecto, y comencé a succionar con ansiedad, necesitaba probarlo, sentirlo en mi interior, fue algo indescriptible, una sensación de locura y pasión. Cuando mis ansias de succión fueron sesadas, mi cuerpo fue invadido por las ganas de poseer su cuerpo y el ser poseído por él, así que no pude esperar más, voltee a mi primo e inmediatamente comencé a lamer ese delicioso traserito color miel, era tan delicioso que no quería dejar de lamerlo, pero mi pene palpitaba y reclamaba estar dentro de él. Lubrique mi pene y lo introduje en su pequeño agujerito, su ano estaba tan calientito y mojadito que mi pene no tuvo dificultad para entrar, y allí comenzó el incesable mete y saca, cada envestida era como tocar el cielo, que delicia de niño.
Después de casi 15 minutos no pude aguantar y me vine en su interior, me sentía en las nubes, pero mis ansias no estaban sesadas por completo, aun deseaba tenerlo en mi interior, así que lubrique mi ano y su pene, y lo introduje dentro de mi, nuevamente toque el cielo, que delicioso sentir ese gran pedazo de carne en mi interior, lo escuche gritar de placer, y yo también lo hacia. Algo tan delicioso como esto es muy difícil de describir, pero muy fácil de recordar. Despues de unos minutos de esa grandiosa penetración mi primito se vino en mi interior, cundo sentí su semen recorrer mis entrañas, saque su pene y lo puse en mi boca, que delicioso sabia su semen, no podia dejar de saborearlo y jugar con él.
Después de este ajetreado encuentro sexual, caí rendido a su lado, lo bese en los labios, lo abracé y los dos nos quedamos dormidos completamente desnudos en la cama. Esta fue la mejor experiencia de mi vida, jamás hice algo semejante, ni sentí lo que aquel día sentí, desde entonces todas las tardes son de sexo para nosotros, hemos practicado muchas posturas y probado muchas maneras de aumentar el placer. A pesar de que al principio mi primo no aceptaba que le encantaba tener sexo conmigo, con el tiempo lo supero y ahora se ha vuelto un maniático y quiere tener sexo en todas partes y a toda hora, incluso nos tocamos bajo la mesa del comedor, con mi hermano y nuestra familia presente.
Gracias por leer este relato verídico de mi vida sexual con mi primo, pronto subiré mas relatos de nuestra aventuras sexuales, de como me ha convencido de tener sexo en lugares públicos, incluso en ascensores y centros comerciales.
Se despide de ustedes su amigo,
Koala407407
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