MI SOBRINA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Vivo cerca de mi hermano mayor y desde la semana pasada lo está visitando su hija de 16 años, quien hace unos tres meses tuvo un bebé. Desde hace un año aproximadamente, empece a juguetear con ella, a hacerle cosquillas, a rozarla con mis manos en sus pechitos y a morderle las orejitas y el cuello, sin que pasará nada más. Tengo 48 años y mi esposa 28. Ayer vino mi sobrina a mi casa a visitar a mi esposa, pero no la encontró. Aproveché que estaba solo para darle un gran abrazo y decirle que estaba muy bonita. Con solo sentir sus pechos llenos de leche contra mi pecho, tuve una gran erección, que ella notó al instante porque yo tenía puesta una pantaloneta y pudo sentir mi verga justo frente a su rajita. Le dije que quería un beso, pero ella se negó, aún así seguí intentándolo, le mordisqueé su cuello y sus orejitas, besándole además la parte superior de sus grandes pechos, finalmente le robé un beso, al principio puso resistencia pero luego se dejó y empezó a participar activamente, tan activamente que me regalaba su lenguita que introducía toda en mi boca. Así que empecé a desabrocharle su sostén y pude ver sus grandes pechos, empecé a bejar mi boca hasta tocar sus pezones, los cuales chupé con ardor, sintiendo el sabor dulzón de la leche para su bebé. Ella suspiraba y me decía que no parará y me indicaba que le rozara sus pezones con la punta de mi lengua. Bajé entonces mi mano y la introduje en sus pantys, tocándole y acariciando su vagina, que ya a estas alturas estaba muy húmeda y caliente, chorreando sus jugos en ellos. Continúe bajando con mi boca sin dejar de besar cada parte de su cuerpo mientras ella se retorcía de placer. Al sentir cerca de mi su rico chochito caliente y humedo, me lancé sobre ese manjar y lo chupé, introduciendo mi lengua hasta donde más pude, mientras ella me decía: "sigue tío, no pares… ahhhhh! que rico se siente". Seguí haciendo el trabajo con mi lengua hasta que ella se retorció de placer y me soltó su orgasmo en mi boca; lo chupé hasta el final, ávido de placer, sin dejar escapar ni un solo milímetro. Subí a su boca, seguí besándola mientras ella bajaba su mano y agarraba mi verga que ya estaba a punto de explotar. Entonces se acurrucó y metió mi verga en su boca y me dio una mamada espectacular mientras yo seguía acariciando sus grandes pechos. Sin poder aguantar más, la lleve al sofá y abriendo ella sus piernas, me pidió que se la metiera toda; no dudé en hacerlo y se la mandé hasta el final, y comencé con mi mete-saca mientras ella gemía de placer. No aguanté mucho hasta que le solté un chorro inmenso de leche en su rajita. Se levantó y me dijo que ni siquiera su marido la había hecho sentir tan bien, pero que se sentía un poco mal porque ella era mi sobrina. La besé y la tranquilicé diciéndole que hacía mucho tiempo yo ya quería esto, que era muy normal. Luego de media hora más tarde, sin que mi esposa llegara, nos despedimos, no sin antes prometer que lo repetiríamos, que había soñado con ese momento pero que no se había atrevido antes por temor. Este relato es 100% verídico. Si te gustó, me escribes mensaje y te comparto otros relatos que tengo con otra sobrina y dos primas.
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